Después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, la mayoría de la gente creyó que finalmente habría paz en la Tierra, o que al menos se resolvería la amenaza inminente de una guerra nuclear. Ahora, 30 años después del fin de la Guerra Fría, la amenaza nuclear ha regresado con fuerza, solo que ahora la mayoría de la población parece ignorarla.
Tras el colapso de la URSS, el Imperio anglosajón comenzó la siguiente fase de su búsqueda de dominación global destinada a dividir la nación de Rusia, que se encontraba en expansión continental. Primero, el aliado de Rusia, Serbia, fue atacado. Luego, después de los acontecimientos del 11 de septiembre, Londres dio a su gigante imbécil estadounidense órdenes de batalla. En realidad, la lista de naciones a destruir ya se había formulado de antemano. La primera nación en sufrir el embate angloamericano fue Afganistán. Después, le tocó el turno a Iraq. Luego, Libia fue sometida a conmoción y temor, y su presidente fue asesinado. Siria fue la siguiente, sin embargo, Rusia fue invitada por el presidente sirio a utilizar su ejército para luchar contra los grupos terroristas que el Imperio anglosajón había creado, entrenado y armado.
Incluso antes de la intervención de Rusia, el Imperio había comenzado a prepararse para la guerra con la Rusia de Putin, sólo que a través de un representante: Ucrania. Aunque la mayoría de los medios de comunicación se negaron a informarlo, los batallones nazis ucranianos mataron a más de 14.000 personas de etnia rusa en las regiones separatistas de Ucrania durante el período comprendido entre el golpe de estado en Kiev en 2014 y la intervención de Rusia. Al comienzo del conflicto, Ucrania tenía el ejército más grande de Europa. Ahora se estima que más de 400.000 soldados ucranianos han muerto y muchos más han sido heridos o capturados. Incluso los propagandistas occidentales admiten ahora a regañadientes que su guerra económica y por el poder contra Rusia ha fracasado.
Desde el 7 de octubre de 2023, el teatro de la guerra volvió a centrarse en Oriente Medio. La destrucción de Gaza ha avivado el fuego en esa región del mundo. La única nación que está en la lista de objetivos de Londres que no ha sido destruida es Irán. Por esa razón, no nos sorprende que los halcones de la guerra estén sobrevolando Teherán una vez más.
No obstante, Irán no es Iraq ni Libia. Tiene un ejército formidable y miles de poderosos misiles que podrían destruir por completo las ciudades de Israel. Por otro lado, se encuentra Hezbolá, una organización militar que odia a Israel. Yo creo que Israel será destruido en el futuro. La destrucción de Israel por el islam sería un golpe devastador para los fundamentalistas “cristianos” que han abrazado tontamente el sionismo del Imperio británico como el cumplimiento de las profecías de restauración de la Biblia. Si toda colina y montaña han de ser aplanadas para preparar el camino de Jehová, el “cristianismo” evangélico y sus absurdas creencias acerca del rapto deben ser aplanados.
Dado que Irán es aliado tanto de Rusia como de China, la siguiente fase de la guerra probablemente estalle como la Tercera Guerra Mundial. La Tercera Guerra Mundial será un golpe devastador para la Watchtower. ¿Qué credibilidad podría conservar cuando su venerado dogma de 1914 parecido a una pared encumbrada se derrumbe?
Mi consejo para usted es el siguiente: aproveche el tiempo de la mejor manera. Ahora disfrutamos de la calma antes de la tormenta.
La guerra se basa en el engaño. Aunque los propagandistas han engañado a los occidentales haciéndoles creer que el recién designado Eje del Mal, compuesto por Rusia, China e Irán, tiene planes de dominar el mundo, el verdadero objetivo de Londres es hacer caer a los Estados Unidos y Europa, siendo estos el corazón de la cristiandad, así como de los testigos de Jehová. Con ese fin, los globalistas han acelerado la quiebra del sistema de reservas del dólar estadounidense con la intención de utilizar a los bancos centrales para embargar a las naciones. Es una competencia, pues los bancos centrales también están en quiebra.
Mientras tanto, a lo largo de este año, tanto Europa como Estados Unidos se han visto inundados de incontables miles de inmigrantes que reciben asistencia de ONGs alineadas con los globalistas. Si bien muchos simplemente buscan una vida mejor, junto con la avalancha de ilegales, hay una quinta columna de hombres solteros en edad militar provenientes de Rusia, China, Pakistán y Ucrania, incluyendo a terroristas en la lista de vigilancia del gobierno de varias naciones islámicas. Esta invasión es sin duda parte del plan de los imperialistas, para posicionar previamente a los saboteadores, las llamadas células durmientes, para el día y la hora en que reciban la señal de atacar. Hay muchos objetivos vulnerables, los llamados objetivos blandos, como las centrales eléctricas y las refinerías de petróleo. El colapso del sistema se atribuirá entonces a Rusia, China, Irán, etc.
No es casualidad que esta invasión se esté acelerando vigorosamente en el período previo a las elecciones presidenciales de 2024. El plan de juego parece ser hundir a la sociedad en el caos antes de las elecciones como pretexto para imponer la ley marcial e impedir cualquier posibilidad de que Trump recupere el poder. El tiempo es corto. El sistema financiero global dirigido por Londres ha estado en soporte vital durante muchos años y es vulnerable a una explosión no programada de la burbuja de derivados de dos mil billones de dólares.
Dado el estado político profundamente dividido de los llamados Estados Unidos, una guerra civil es ahora una certeza. Solo recuerde, la Primera Guerra Mundial estalló como resultado de un asesino solitario con una pistola: ¡bang, bang, bang!
Además de la total quiebra del sistema financiero transatlántico, el 1 de enero de 2024, los BRICS se convertirán en BRICS+ con la incorporación de Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Irán y Arabia Saudita. La Iniciativa de la Franja y la Ruta de China está llegando a Oriente Medio. La Primera Guerra Mundial pudo haber comenzado con un disparo, pero la verdadera razón detrás de la guerra fue la intención de Londres de destruir la conexión ferroviaria de Alemania con el Medio Oriente en la forma del ferrocarril de Berlín a Bagdad, así como el desarrollo interior de Rusia, todo lo cual amenazaba la dominación marítima del Imperio británico. Los BRICS+ y la Iniciativa de China plantean un desafío aún más formidable, ya que representan un sistema económico completamente nuevo.
Pero los acontecimientos geopolíticos en la Tierra son sólo una pequeña parte de la realidad. El libro de Apocalipsis revela las cosas por venir. Y, por mucho, el acontecimiento más trascendental de toda la historia será la llegada al poder del Reino de Dios, la cual estará acompañada de una guerra invisible en el cielo que terminará con la expulsión Satanás y sus ángeles hacia nuestro frágil planeta. “Ay de la tierra y del mar” ―dice una fuerte voz desde el cielo― “Porque el Diablo ha bajado adonde están ustedes lleno de furia, ya que sabe que le queda poco tiempo”.
El tumulto global que se avecina marcará el comienzo del corto espacio de tiempo de Satanás. También será una época de gran confusión para los testigos de Jehová que se han dejado engañar haciéndoles creer que 1914 fue el principio del fin.
Aunque los patriotas y nacionalistas intenten salvar a sus respectivas naciones de la destrucción, sus esfuerzos serán en vano. ¿Por qué? Porque el colapso global que se avecina será causado por la fuerza militar de Jehová que está destinada a destruir toda la Tierra. Todo indica que el día de Jehová está muy cerca.
“¡Escuchen! ¡Una multitud en las montañas!
¡Suena como un pueblo inmenso!
¡Escuchen! ¡El estruendo de reinos,
de naciones reunidas!
Jehová de los ejércitos convoca al ejército para la guerra.
Desde una tierra lejana,
desde el extremo de los cielos,
vienen Jehová y las armas de su furia
para arrasar toda la tierra.
¡Laméntense, porque el día de Jehová está cerca!
Vendrá como una destrucción de parte del Todopoderoso.
Por eso todas las manos se quedarán sin fuerzas
y el corazón de todos los hombres se derretirá de miedo.
La gente es presa del pánico.
Les sobrevienen convulsiones y dolores,
como a una mujer dando a luz.
Se miran unos a otros horrorizados,
con los rostros encendidos de angustia.
¡Miren! Ya viene el día de Jehová,
cruel, con ira y furia ardiente,
para hacer de esa tierra un motivo de horror
y para eliminar de ella a los pecadores.
Porque las estrellas de los cielos y sus constelaciones
no darán su luz;
el sol estará oscuro al salir
y la luna no emitirá su luz”
(Isaías 13:4-10)