Desde el momento en que asumió el cargo en el primer mes de 2017, Donald Trump ha intentado lograr la paz en Medio Oriente, en concreto, ha querido  plantear una solución al problema palestino-israelí aparentemente insoluble. Con ese fin, desplegó a su yerno judío ortodoxo, Jared Kushner, como enviado especial.

Aunque la mayoría de los observadores le dan a Trump pocas oportunidades de lograr algo, las Escrituras nos dicen que “la escena del mundo está cambiando”.

Ahora que Rusia prácticamente destruyó a los extremistas islámicos en Siria que habían sido desplegados para derrocar al gobierno de Assad, una nueva dinámica ha entrado en juego. Las naciones de Turquía e Irán, que limitan con Siria, se han reunido con los líderes rusos para trazar una paz permanente. Al mismo tiempo, Israel y sus supuestos enemigos árabes islámicos intratables están encontrando una causa común para aliarse contra la nación musulmana chiita de Irán. Esta nueva alianza posibilitará negociar algún tipo de acuerdo entre los palestinos y los israelíes y otorgará al presidente Trump ostentación de derechos para lograr lo que no han podido ninguno de los otros presidentes estadounidenses: una resolución pacífica a este complejo problema.

Si bien la cuestión de Palestina e Israel no es el único problema en el mundo, por ilógico que parezca, siempre se muestra como si la resolución de este problema de larga data pudiera traer la paz y la seguridad a toda la humanidad. Pero la verdadera dinámica que mueve al mundo es el ascenso de China y la iniciativa del cinturón y la ruta de la seda. Y debido a su ubicación estratégica situada en el cruce de tres continentes, Siria es un país clave en el programa de China para conectar Asia, África y Europa con una red de ferrocarriles, trenes de alta velocidad, tuberías y conexiones de fibra óptica.

En su reciente visita a China, el presidente Trump dejó claro que tiene la intención de trabajar con Rusia y China para resolver las diversas crisis impuestas por dos siglos de maquinaciones geopolíticas británicas. He aquí hay un extracto de una declaración hecha por el presidente de los Estados Unidos después de visitar a los líderes de Asia:


‘’Y hemos trazado un camino hacia la paz y la seguridad en nuestro mundo, donde las naciones soberanas puedan crecer, florecer y prosperar una al lado de la otra. Esta es nuestra hermosa visión para el futuro. Este es un futuro donde esta visión, este sueño, solo es posible si Estados Unidos es fuerte, orgulloso y libre. Mientras seamos fieles a nosotros mismos, fieles a nuestra fundación y leales a nuestros ciudadanos, entonces no hay ninguna tarea demasiado grande, ningún sueño demasiado grande, ningún objetivo fuera de nuestro alcance. Mis conciudadanos, Estados Unidos ha regresado. Y el futuro nunca ha parecido tan brillante. ’’

Es cierto, si las principales naciones cooperaran, muchos de los problemas y conflictos que plagan el mundo podrían resolverse. Por supuesto, mientras Satanás gobierne el mundo, eso nunca sucederá. Pero el fin del reinado del Diablo puede estar a la vista.

Aunque el apóstol Pablo no suele ser considerado como un profeta, tuvo el privilegio de revelar secretos sagrados en relación al regreso de Cristo. Específicamente hablando, Pablo reveló en su carta a los Tesalonicenses que los muertos en Cristo se levantarán durante la parusía, aun cuando los santos restantes estén en la carne.

Además, en armonía con lo que Jesús mismo dijo en cuanto a su llegada tan inesperada como un ladrón en la noche, el profeta cristiano inspirado predijo que la presencia de Jesús y el día de Jehová llegarían como un ladrón en la noche ” cuando estén diciendo, ‘¡Paz y seguridad!’ “

Por lo tanto, es con el mayor interés que sigo los esfuerzos del presidente Trump para llevar a cabo lo que declaró con sus propias palabras: “paz y seguridad en nuestro mundo”.

Irónicamente, los testigos de Jehová no tienen ninguna base bíblica para entender el significado de la profecía de Pablo. Eso se debe a que la Watchtower ejerce una influencia engañosa que coloca el comienzo de la presencia de Cristo en el pasado. Entonces, cuando los hombres declaren que han logrado “paz y seguridad”, la “destrucción repentina” que sigue inmediatamente servirá como un llamado de atención para todos, señalando que el día del Señor finalmente ha llegado.

¿Sobre quién acaece la destrucción repentina? Sobre aquellos que dicen “paz y seguridad”. Dado que el presidente estadounidense es el principal defensor de la iniciativa de paz, podemos esperar que Estados Unidos experimente la anunciada “destrucción repentina”. Esto está en armonía con la visión de Apocalipsis que describe a la cabeza gobernante de la bestia salvaje de Satanás sufriendo una herida mortal. Además, el capítulo 30 de Ezequiel muestra a la caída de Egipto como si ocurriera durante el día de Jehová, el cual ocurrirá precisamente después de que se haga la declaración de “paz y seguridad”. Específicamente, Ezequiel 30: 1-4 dice: ‘’Y continuó ocurriéndome la palabra de Jehová, y dijo: “Hijo del hombre, profetiza, y tienes que decir: ‘Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “Aúllen: ‘¡Ay del día!’, porque un día está cercano, sí, un día que pertenece a Jehová está cerca. Un día de nubes, un tiempo señalado de naciones resultará ser.  Y una espada ciertamente entrará en Egipto, y dolores severos tienen que ocurrir en Etiopía cuando uno caiga muerto en Egipto y realmente tomen su riqueza, y sus fundamentos sean realmente demolidos. ’’

La profecía de Daniel armoniza con el libro de Ezequiel, prediciendo que el rey del norte “seguirá alargando su mano contra los países; y en lo que respecta a la tierra de Egipto, no resultará ser una que escape. Y él verdaderamente gobernará sobre los tesoros escondidos del oro y la plata y sobre todas las cosas deseables de Egipto. Y los libios y los etíopes irán en sus pasos. ’’

La Watchtower es consciente de que “Egipto” en esta porción de la profecía es simbólico del rey del sur. Eso se debe a que el Egipto de los Tolomeos fue el rey original del sur después de la división del imperio de Alejandro. Significativamente, el sometimiento del rey estadounidense del sur tiene lugar durante el tiempo del fin. Eso significa que la profecía de Ezequiel con respecto a la destrucción de Egipto tiene lugar durante el tiempo del fin. Es probable que los libios y los etíopes simbolicen a aliados de Estados Unidos como Gran Bretaña y Francia.

Pero, por desgracia, el período de tiempo delineado escrituralmente conocido como “el tiempo del fin” tampoco tiene mucha relevancia para los testigos de Jehová, debido a que la Watchtower enseña que el tiempo del fin comenzó en 1914.

Entonces, podemos decir que la venidera destrucción repentina de las principales naciones del mundo, la cual dará inicio al tiempo del fin, presentará una oportunidad para que los hijos de la luz salgan de la poderosa influencia engañosa de la Watchtower y se embarquen en la fase final del trabajo de Cristo.