“Además, cuando oigan de guerras y disturbios, no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder primero, pero el fin no vendrá inmediatamente” (Lucas 21:9).
Desde la disolución de la URSS, los Estados Unidos junto al poderoso bloque de demás naciones que conforman la OTAN han sido considerados como la alianza más poderosa a nivel global. Su ejército ha bombardeado e invadido numerosos países, comenzando con Serbia en 1999. Desde entonces, la coalición liderada por Estados Unidos ha invadido Irak, Afganistán, Libia y Siria y ha establecido cerca de mil bases militares en todo el mundo, en su mayoría rodeando a Rusia y China. También se han emprendido muchas otras llamadas guerras de poder, como en Yemen y, más recientemente, en Ucrania.
Sin embargo, ninguna de esas guerras y disturbios han sido el cumplimiento de lo que Jesús predijo. ¿Cómo lo sabemos? Bueno, ninguna de esas guerras ha llevado a una guerra total hasta ahora, a saber, que se pelee “nación contra nación y reino contra reino”, y digo hasta ahora porque aún queda por ver a qué conducirá la guerra en curso en Ucrania.
La actual operación militar rusa en Ucrania, vendida en los medios occidentales como un “ataque no provocado”, en realidad tardó muchos años en gestarse. Contrariamente al encubrimiento de la CIA, el MI6 y los medios de comunicación, desde el golpe de Estado de 2014, la maquinaria militar anglosajona ha estado armando y entrenando a varias milicias nazis en Ucrania, principalmente al batallón Azov para librar la guerra contra la población predominante de origen ruso en las repúblicas disidentes ucranianas de Donetsk y Lugansk. Además, se ha revelado que Estados Unidos había estado operando en secreto más de dos docenas de laboratorios de armas biológicas en Ucrania.
La negativa por parte de la OTAN de siquiera considerar las insistentes preocupaciones de seguridad de parte de Rusia indica que los planificadores de guerra en Occidente provocaron intencionalmente a Moscú para que invadiera como pretexto para iniciar lo que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia describió como una “guerra híbrida total” contra Rusia para aislar y aplastar económicamente a la principal potencia nuclear del mundo.
Es una confrontación peligrosa dado que la operación militar en Ucrania ha llevado a dos bloques de naciones con armas nucleares al borde de la guerra. Sin duda, es por esa razón que Jesús dijo “no se aterroricen”.
Según la nota de estudio que encontramos en la Traducción del Nuevo Mundo, la expresión “disturbios” que encontramos en Lucas 21:9 puede traducirse también como “desórdenes” o “revueltas” y proviene de la palabra griega akatastasía que “tiene el sentido básico de ‘inestabilidad’, pero también puede referirse a la oposición a la autoridad constituida, a una sublevación, o a una revuelta política”.
Al haber sido tiranizados por confinamientos innecesarios y artimañas políticas indignantes como protestas orquestadas por el establishment y al estar experimentando ahora el comienzo de una creciente inflación, que de repente ha hecho que la gasolina y los alimentos sean inasequibles para los más pobres, el escenario está preparado tanto en Europa como en Estados Unidos para una agitación generalizada, incluso una guerra civil e insurrección, ¡disturbios, en efecto!
Pero nada es lo que parece en la casa de espejos de Satanás. Parece que Rusia en sí no es el objetivo principal de la guerra híbrida ahora en curso. Dado el hecho de que Moscú aparentemente ya había anticipado todo esto, se había preparado para tales hostilidades y puede defenderse de las sanciones impuestas en su contra, el hecho de que las naciones productoras de petróleo se estén moviendo para eludir el sistema Petro-dólar (un arreglo por el cual todas las compras de petróleo y gas en el mundo deben ser negociadas en dólares estadounidenses) nos lleva a creer que hacer colapsar la moneda de reserva mundial parece ser el objetivo final y el desastre necesario para implementar el “Gran Reinicio” previsto. Es exactamente como lo describió el ministro ruso: “una guerra híbrida total”, aparentemente contra Rusia, pero el objetivo real son los Estados Unidos y Europa.
Los testigos de Jehová están más que familiarizados con lo que dice la Biblia acerca de que los últimos días serían tiempos críticos y difíciles de manejar “porque la gente solo se amará a sí misma; serán amantes del dinero, fanfarrones, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos y desleales, no tendrán cariño natural, no estarán dispuestos a llegar a ningún acuerdo, serán calumniadores, no tendrán autocontrol, serán feroces, no amarán lo que es bueno, serán traicioneros y testarudos, estarán llenos de orgullo, amarán los placeres en vez de a Dios…”.
Los lectores habituales de este sitio saben que mi mensaje principal es el repudio de la doctrina central de la Watchtower de que la parusía de Cristo y los últimos días comenzaron en 1914.
Solo para reiterar, Pablo no dijo que los hombres se volverían así durante los últimos días. No, la razón por la que los últimos días se caracterizarán por ser tiempos críticos difíciles de manejar es porque los hombres ya serán así de impíos y corruptos. Ese parece ser el punto donde está el mundo ahora. En otras palabras, la corrupción de la civilización no es un proceso que tenga lugar durante los últimos días. Es el estado general de la sociedad cuando comienzan los últimos días, haciendo que sean tiempos duros, difíciles de enfrentar.
Considere la situación en Europa en este momento. Como parte de las sanciones draconianas contra todo lo ruso, se han confiscado más de $300,000,000,000 de los depósitos de moneda de reserva de Rusia en los bancos centrales utilizados para facilitar las transacciones financieras en varias monedas. Rusia ha respondido a esto diciendo que ya no venderá gas y petróleo en dólares o euros que pueden ser fácilmente robados. A partir del 31 de marzo, todas las naciones hostiles a Rusia deberán pagar en rublos.
Alemania depende de Rusia para cerca del 40% de su gas. Esto no se puede reemplazar fácilmente. En lugar de cumplir con las demandas de Rusia o llegar a algún acuerdo, los políticos alemanes están dispuestos a destruir todo el sector industrial de la economía y forzar el racionamiento de gasolina a 83 millones de ciudadanos. Según el analista, William Engdahl, sin el suministro completo de gas natural de Rusia, la industria alemana colapsará en aproximadamente un mes. ¡Esos sí que serían tiempos difíciles de manejar!
Como una reminiscencia de las infames palabras de María Antonieta “que coman pasteles”, un ministro alemán ha aconsejado a la gente que use suéteres más abrigados, como si la clase dominante fuera a privarse de calor para castigar a Putin.
Dado el hecho de que el tiempo del fin, también conocido como la parte final de los días, la conclusión del sistema y los últimos días, no comienza con un estallido, sino cuando los reyes del norte y del sur comienzan a empujarse entre sí, lo cual luego resulta en una invasión terrible y total por parte del rey del norte, parece lógico pensar que las guerras y los disturbios que deben ocurrir antes de la guerra total y global, también serán la señal del principio de la conclusión de este sistema de cosas.
Con razón Jesús advirtió a sus discípulos que estuvieran despiertos debido a que la venida del Amo sería tan inesperada y sigilosa como un ladrón en la noche.