PREGUNTA # 12 – De acuerdo con Apocalipsis 5: 13-14, Dios el Padre y el Cordero (Jesús) son adorados al mismo tiempo. La Biblia es clara en cuanto a que solo se puede adorar al único Dios verdadero. ¿Cómo, entonces, se podría adorar al Cordero (Jesús) si él no es Dios?

RESPUESTA: Algunos podrían preguntarse por qué los trinitarios hacen todo lo posible por apoyar una doctrina que no tiene sentido, ni tampoco tiene una pizca de apoyo bíblico. Sin embargo, hay una muy buena razón. El Padre de la mentira, el Diablo, el calumniador original de Dios, no quiere que las personas comprendan o aprecien el hecho de que Jehová ha exaltado a Jesús y le ha dado su trono como recompensa por su gran devoción, absoluta lealtad y obediencia. De eso se trata la trinidad, de negar la obediencia de Jesús y la generosidad de Jehová. Y detrás de ella hay un poderoso mentiroso que la promueve.

Desde el principio, en el Edén, el Diablo acusó a Dios de no confiar en sus criaturas. Y, más tarde, en el caso de Job, el calumniador acusó a Jehová de sobornar a sus siervos con el propósito de ganar su lealtad. La afirmación de Satanás consistía en que, si Dios le quitaba todo a cualquiera de sus adoradores, estos lo negarían para salvar su cuello. Debido a su gran obediencia y sacrificio – incluso bajo las peores circunstancias – Jesús demostró que el Diablo es un mentiroso.

Y para demostrar aún más que Satanás es un gran mentiroso, Jehová no solo le devolvió la vida a Jesús, sino que lo exaltó, concediéndole algo que solo él poseía: vida en sí mismo, es decir, vida inmortal, de la cual el primogénito no disfrutaba al principio. Por esa razón, nuestro Señor dijo: “Porque, tal como el Padre tiene vida en sí mismo, también le ha concedido al Hijo tener vida en sí mismo. Y le ha dado autoridad para juzgar, porque él es el Hijo del Hombre.’’

Cualquiera que no esté empeñado en promover las mentiras del Diablo podría ver fácilmente que Jesús afirmó claramente que Dios le concedió al Hijo la inmortalidad y le dio la autoridad para juzgar. Nadie le da a Dios vida o autoridad. Él siempre las ha poseído. Pero al darle a Cristo la inmortalidad e indestructibilidad, Jesús ya no necesita a Jehová para seguir viviendo. Y, además de eso, Jehová le ha dado todo, incluso su mismo trono. No hay nada que Jehová haya retenido, ni siquiera el honor y la gloria que le damos a él, demostrando así que lo que el Diablo le dijo a Eva es una gran mentira.

Entonces, en su locura, el Diablo ha engañado a millones para que crean Jesús es Dios, que él no recibió nada de Dios, que él siempre ha sido igual a Dios. Verdaderamente, Satanás es un mentiroso magistral, el mejor que existe.

Con respecto al versículo en cuestión, debe entenderse que hay dos entidades separadas representadas en la visión. “El que está sentado en el trono” es obviamente Jehová Dios, el Rey de la eternidad. Y luego está el Cordero, el cual está en medio del trono. Debería ser evidente para todos, excepto para los más perversos, que Jesús es el Cordero. Pero igualmente evidente es el hecho de que Jesús no siempre ha sido el Cordero. Él llegó a ser el cordero de Dios cuando fue bautizado por Juan, pues luego de ese acontecimiento, él fue presentado como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. (Juan 1:29)

Después de que Jesús fue sacrificado como un cordero sin culpa y limpio, Jehová lo resucitó al mundo de los espíritus y lo exaltó a su mano derecha. Y tal como afirmó Pablo, toda rodilla se doblará ante él en algún momento en el futuro, incluso las del cielo.

Tenga en cuenta que, aunque a Juan se le dio la Revelación hace casi 2.000 años, la visión en sí misma es sobre el futuro, cuando Jesús comience a gobernar como Rey. Eso es precisamente lo que el capítulo cinco de Apocalipsis trata de mostrarnos: la coronación del Rey. Es por esa razón, por la que los 24 ancianos y todos los ángeles están reunidos alrededor del trono, para rendir homenaje al nuevo Rey. Y la visión se enfoca en que el Cordero reciba el rollo y abra sus siete sellos, los cuales contienen los juicios de Dios. De hecho, es justo en el momento en que el Cordero recibe el rollo, que los ancianos y cuatro criaturas vivientes caen ante él. El libro de Apocalipsis nos dice lo siguiente: “Cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos cayeron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y tazones de oro llenos de incienso. (El incienso representa las oraciones de los santos). Y cantan una canción nueva que dice: ‘Mereces tomar el rollo y abrir sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Tú hiciste que fueran un reino y sacerdotes al servicio de nuestro Dios. Y ellos reinarán sobre la tierra’.’’

El punto es que el Cordero no siempre ha ocupado un lugar tan exaltado, estando íntimamente conectado con la adoración de Jehová. Es por eso por lo que los ancianos cantan una nueva canción. El que Jesús llegue al poder y ejerza toda autoridad en el cielo y sobre la tierra es algo nuevo. Y es por esa razón, que todos los ángeles declaran lo siguiente en la visión: “El Cordero que fue sacrificado merece recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fuerza, la honra, la gloria y la bendición.’’

Aunque el trinitario desea que usted crea que el Cordero es Dios y siempre ha sido adorado, los ángeles dan testimonio de que el Cordero es digno de los más altos honores porque él voluntariamente permitió que fuera sacrificado.

Entonces, la pregunta que debe hacerse es la siguiente: ¿a quién le va a creer? ¿A los ángeles leales de Dios o a los trinitarios?