Pregunta#5

Ya que la organización ha recibido por decirlo así “nueva luz” con respecto a la generación de 1914 y ha cambiado totalmente su opinión sobre ello ¿significaría esto que todos los ex testigos de Jehová que fueron expulsados hace años por la misma visión que la organización está ahora enseñando serán automáticamente aceptados de nuevo? De hecho, ¿fueron realmente estos ex-testigos de Jehová justamente expulsados y además sabían cosas que el cuerpo gobernante no?

Esta pregunta revela una ignorancia básica sobre lo que los testigos de Jehová solían creer acerca de la llamada generación de 1914, y por qué creían en lo que creían.

Jesús, por supuesto, predijo que “esta generación no pasará hasta que todas estas cosas sucedan.”

Ya que los testigos de Jehová en la actualidad creen que en 1914 fue el comienzo de la conclusión del sistema de cosas actual, cuando todas las cosas que Jesús predijo pasarían, con el pasar de los años y décadas fue natural especular sobre la duración de una generación. Y la única definición bíblica de este tipo se encuentra en el capítulo 90 de los Salmos, donde Moisés se refirió a nuestros días siendo estos 70 o 80 años. Por lo tanto, se asumió que 80 años a partir de 1914 marcaría el límite, lo que significaba que octubre de 1994 marcaría el comienzo del año 80.

Por lo tanto, dado que el año 80 se terminó, antes de octubre de 1995, la Sociedad Watchtower se vio obligada a redefinir lo que Jesús quiso decir con “esta generación” con el fin de retener la doctrina de 1914. Y desde entonces “esta generación” ha pasado por varias alteraciones.

Pero antes del año 80, era imposible que cualquiera dijera que “esta generación” no pasaría dentro del lapso de 80 años. Algunos de los testigos de Jehová pudieron haber rechazado de plano la doctrina en 1914, pero eso es otro asunto.

Vale la pena señalar que los cristianos del primer siglo vivieron bajo un error similar al de la Sociedad Watchtower. ¿Cómo es eso?

En el capítulo 21 de Juan, el cual habla de las últimas apariciones de Jesús a sus apóstoles escogidos, el destino de Pedro fue predicho por el Señor. En respuesta, Pedro le preguntó qué le sucedería a Juan. Jesús dijo: Si es mi voluntad que él permanezca hasta que yo venga, ¿en qué te incumbe eso? Tú continúa siguiéndome”.

En consecuencia Juan explicó: “entre los hermanos salió este dicho: que aquel discípulo no moriría. Sin embargo, Jesús no le dijo que no moriría, sino: “Si es mi voluntad que él permanezca hasta que yo venga, ¿en qué te incumbe eso?”. Este es el discípulo que da testimonio acerca de estas cosas y que escribió estas cosas, y sabemos que el testimonio que él da es verdadero” 

Tenga en cuenta que el Evangelio de Juan no fue escrito hasta el final del primer siglo, tal vez 60 años después que empezó la era cristiana. Por lo tanto, parece que el “dicho” que salió de los apóstoles a todos los hermanos  que  decía que Cristo volvería antes de que Juan falleciera persistió durante toda esa generación. De hecho, quizás como el último sobreviviente el apóstol Juan al parecer, se sintió obligado a componer las cosas antes de que él también dejara su vida terrenal.

Pero pensándolo bien, los apóstoles comenzaron el rumor que se esparció entre todos los hermanos que  al parecer creían e insistían en que Jesús regresaría durante la vida de Juan. Teniendo en cuenta que los apóstoles tenían poderes milagrosos,  sanaron a los enfermos, Pedro levantó a los muertos, podían poner sus manos sobre alguien e impartir el espíritu, hablaban en diferentes idiomas, tenían revelaciones especiales de Dios, por lo tanto, ¿qué discípulo podría desafiar lo que decían? Pero, obviamente, los apóstoles estaban equivocados. Habían malinterpretado a Jesús. Y fue un malentendido que Jesús permitió que persistiera durante toda esa generación.