La modestia es buena. Es importante reconocer nuestras limitaciones tanto en nuestras habilidades como en nuestra autoridad. La verdadera modestia proviene del reconocimiento de la supremacía y autoridad divina.

En su pequeño discurso, Mark Sanderson señaló un par de ejemplos bíblicos. Uno de modestia y otro de presunción. David demostró modestia al no vengarse de Saúl, quien estaba tratando de matarlo. Era impensable para él hacerle daño al rey ungido de Jehová. Él sabía que era una prerrogativa de Dios. Y fue muy sabio por parte de él el no levantar su propia mano contra aquel rey malvado. Eventualmente, Jehová lo removió de su lugar, cuando hizo que cayera en una batalla contra los filisteos.

Por otro lado, Uzías es un ejemplo de un rey que una vez confió en Jehová pero que se volvió presuntuoso y trató de asumir el papel de sacerdote. Como resultado, Jehová lo hirió con lepra.

Ciertamente, esas son lecciones poderosas de la palabra de Dios.

Pero ¿por qué un miembro del Cuerpo Gobernante aconseja tan severamente a sus compañeros betelitas en la adoración matutina? ¿Qué sucede entre ellos? ¿Podría ser que algunos de los hermanos de Betel no están de acuerdo con la orden de no predicar públicamente ni asistir a los Salones del Reino?

¿O quizás el CG está recibiendo informes de que los superintendentes de circuito no están cooperando con las instrucciones del “esclavo fiel y prudente” de suspender toda predicación pública? ¿Puede imaginarse usted a un cristiano siendo tan inmodesto, tan presuntuoso, como para desafiar los dictados del portavoz del Señor y seguir adelante predicando las buenas nuevas?

Cuando se trata de modestia cristiana, no puedo pensar en nada más presuntuoso que lo que estamos viendo ahora con el Cuerpo Gobernante contradiciendo a Cristo y ordenando a todos los testigos de Jehová que suspendan su predicación pública.

Si Uzías tiene una contraparte moderna, esta es el Cuerpo Gobernante, el cual no se contenta con vivir como reyes en su palacio de granito, ¡no! Ahora deben ocupar el lugar de Jesucristo en el templo espiritual. Es como si el CG estuviera diciendo: “Olvídese del mandato de Jesús de ‘vayan y hagan discípulos’. Es demasiado arriesgado e imprudente. Le ordenamos que se quede en casa y predique por teléfono. Véanos en JW Broadcasting. Malditos sean los presuntuosos que no obedecen las instrucciones del esclavo fiel y prudente”.

Puede que me equivoque al suponer el motivo de la reprimenda de Sanderson. Espero estar errado. Pero si estoy en lo cierto, es muy inmodesto por parte del Cuerpo Gobernante dar a entender que cualquiera que busque obedecer a Cristo está siendo presuntuoso. Eso es precisamente lo que podríamos esperar del hombre que desafía la ley.