Pregunta: ¿Cree usted que la vacuna contra el COVID-19 tiene algo que ver con recibir la marca de la bestia? Ya se habla en los medios de comunicación sobre un futuro certificado de vacunación para demostrar que esta ya fue recibida. Sin este, no se le permitirá a nadie hacer muchas cosas. Esto podría fácilmente convertirse en una exclusión de cualquier lugar público, como tiendas, centros comerciales, estadios de futbol, etc. Estoy seguro de que usted sabe a qué me refiero con todo esto y no me hace falta explicarle más. Agradecería su opinión al respecto.
Al abordar el tema de la marca de la bestia, es prudente considerar el contexto, el cual es todo el capítulo 13 de Apocalipsis. También haríamos bien verificando la fuente de las afirmaciones sensacionalistas en las redes sociales que nos aseguran que la vacunación contra el COVID-19 es la administración secreta de algún microchip o lo que sea.
Primero, leamos el contexto: “Vi que una de las cabezas de ella parecía haber sido herida de muerte, pero esa herida mortal había sido curada. Y toda la tierra siguió a la bestia salvaje con admiración. Adoraron al dragón porque él le había dado la autoridad a la bestia salvaje, y adoraron a la bestia salvaje diciendo: ‘¿Quién es como la bestia salvaje? ¿Y quién puede luchar contra ella?’. Se le dio una boca que decía cosas arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por 42 meses”.
Aquí hay una pregunta en la que los testigos de Jehová deberían reflexionar seriamente: ¿ha sido herida de muerte y sanada la cabeza de la bestia? La Organización afirma que sí. A los testigos de Jehová se les ha enseñado que la cabeza de la bestia salvaje fue herida mortalmente durante la Gran Guerra que comenzó en 1914. Se han publicado volúmenes que explican todo el libro de Apocalipsis y Daniel de manera incorrecta. Si no cree que eso sea cierto, pida a los testigos de Jehová que le expliquen los 42 meses durante los cuales se le permite actuar a la bestia.
Nadie parece comprender lo ridícula y blasfema que es esta interpretación de la Watchtower. Es simplemente absurdo suponer que los aliados victoriosos sufrieron un colapso, lo cual es sin duda lo que representa el golpe mortal dado a la cabeza de la bestia. Además, los Estados Unidos se unieron a la guerra en 1917 y, al año siguiente, todo había terminado. ¿Tiene alguien alguna prueba basada en hechos históricos reales de que los gobiernos dejaron de funcionar así sea por un momento?
Por otro lado, es blasfemo dar a entender que Dios ha sentenciado arbitrariamente a las últimas generaciones de almas desventuradas a la destrucción eterna simplemente porque pudieron haber pensado que la Liga de las Naciones era una organización admirable. Asimismo, la hora del juicio es un período de tiempo relativamente corto que coincide con la hora en que reinará el octavo rey. No es razonable suponer que un siglo es un período corto de tiempo comparable a una hora.
Como evidencia de la falsedad de la interpretación de la Sociedad, Apocalipsis 8:1, 2 nos habla de un silencio en el cielo durante media hora durante el cual las oraciones de los santos ascienden como incienso. Betel asevera que esto sucedió en los años 1918 y 1919. Si eso fuera cierto, significaría que un intervalo de media hora corresponde a un período de 12 a 18 meses, ¡mientras que una hora completa simbólica equivale a más de un siglo! ¿No sería eso incoherente?
El libro de Apocalipsis nos da más detalles de lo que sucederá cuando nos indica lo siguiente: “Luego ella abrió su boca para decir blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre, contra su lugar de residencia, sí, contra los que viven en el cielo. Se le permitió guerrear contra los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y todos los que viven en la tierra la adorarán. Desde la fundación del mundo, no se ha escrito el nombre de ninguno de ellos en el rollo de la vida del Cordero que fue sacrificado”.
Por poderoso que sea el Imperio angloamericano, ¿se puede decir honestamente que tiene autoridad sobre toda tribu, lengua y nación? Por ejemplo, ¿ejerce autoridad alguna sobre Rusia o China? No. El hecho es que ninguna de las cosas predichas en Apocalipsis ha ocurrido. La “herida mortal” es algo que aún no sucedido.
Siendo eso cierto, entonces, tampoco se ha cumplido lo que se menciona a continuación:
“Entonces vi otra bestia salvaje que subía de la tierra. Tenía dos cuernos como de cordero, pero empezó a hablar como un dragón. Ejerce toda la autoridad de la primera bestia salvaje en presencia de ella. Hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia salvaje, la que fue curada de su herida mortal. Y realiza grandes señales; hasta hace bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de la humanidad. Engaña a los que viven en la tierra con las señales que se le permitió realizar en presencia de la bestia salvaje, mientras les dice a los que viven en la tierra que le hagan una imagen a la bestia salvaje, la que tenía una herida de espada, pero revivió. Y se le permitió darle aliento de vida a la imagen de la bestia salvaje, para que la imagen de la bestia salvaje hablara e hiciera matar a todos los que se negaran a adorar a la imagen de la bestia salvaje”.
Como vemos, la adoración es la cuestión fundamental en todo esto. No se deje engañar por las palabrerías de los evangélicos. El Diablo tiene la intención de acabar con los hijos de Dios, obligándolos a traicionar a su Padre. Es por esa razón que Jesús nos incitó a no tener miedo de aquellos que solo pueden matar el cuerpo, pero no el alma. ¿De verdad cree usted que ponerse una vacuna para protegerse de un virus que ha causado una pandemia equivale a rendirle culto al Estado? ¿De qué manera? Incluso si se impusieran restricciones de viaje a quienes no tengan un certificado de vacunación, ¿en realidad cree usted que aceptar la vacuna sería adorar a la bestia? La respuesta es obvia.
Las personas harían bien en analizar mejor las cosas y cuestionarse cómo el simple hecho de tomar una vacuna podría considerarse un acto de deslealtad hacia Dios. A pesar de lo siniestro que pueda parecer Bill Gates, las vacunas obligatorias existen desde hace mucho tiempo. Algunas enfermedades que solían afligir a millones de personas han sido prácticamente erradicadas por las vacunas. Si bien es perfectamente comprensible que algunos puedan rechazarla por razones de salud, sugerir que el simple hecho de aplicarse una vacuna nos condenaría la muerte eterna es tan ridículo como la afirmación de la Watchtower de que la gente comenzó a recibir la marca de la bestia en 1922.
El problema de los evangélicos es que no tienen ni idea de lo que implica la lealtad a Dios. Por ejemplo: ¿ha habido alguna vez alguna guerra en la que no hayan participado los evangélicos que ondean banderas? Si las multitudes que creen que Jesús es Dios ni siquiera están dispuestas a poner en práctica uno de los principios más básicos del cristianismo, el cual es amar al prójimo, para evitar así involucrarse en la matanza de sus semejantes, ¿deberíamos considerarlos ahora como autoridades espirituales capaces de discernir qué hará que una persona se gane la aprobación de Dios en la futura hora del juicio?
Dicho esto, es evidente que la pandemia actual está siendo explotada como una oportunidad para iniciar una operación masiva de ingeniería social, con el propósito aparente de condicionar a la sociedad para un mayor control gubernamental y una sumisión absoluta. No se necesita mirar más allá de la Watchtower para notar la efectividad del control que se ha ejercido debido a la crisis provocada por el COVID-19. Hace apenas un año, Betel ensalzaba el ministerio público como una obra esencial, de suma importancia, para salvar vidas, una obra que Cristo ordenó a sus discípulos que realizaran. Ahora, sin embargo, los testigos de Jehová están convencidos de que están salvando vidas si se quedan en casa y no se aventuran a salir a la calle. Eso es un gran cambio.
Igualmente, es evidente que la OMS —un brazo de las Naciones Unidas— está siendo promovida como la solución necesaria para los gobiernos nacionales individuales. Indubitadamente, eso está en consonancia con la intención de los globalistas de acabar con el sistema de naciones soberanas e independientes.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos mencionado, ¿qué implicará entonces exactamente la administración de la marca de la bestia? No es posible saberlo en este momento. No obstante, dado el estado actual de las cosas y el inminente colapso del llamado sistema financiero transatlántico, y considerando las intenciones declaradas de globalistas influyentes de un “Gran Reinicio” después del colapso que están diseñando, es probable que en el futuro se utilice una criptomoneda bajo el control de un único “banco” central. Con ese fin, esta pandemia ha servido para condicionar a las personas a aceptar un sistema sin efectivo. Es cierto, el papel moneda siempre está lleno de gérmenes y de quién sabe qué otras cochinadas. Lo digital es mucho más limpio y ¡100% rastreable!
Dada la campaña en curso para aplastar el populismo e incluso criminalizar el hablar acerca de cualquier tipo de conspiración globalista, no se necesita mucha imaginación para ver hacia dónde se dirige el mundo. El capítulo 13 de Apocalipsis concluye así: “A todos —pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos— les impone la obligación de ser marcados en la mano derecha o en la frente para que nadie pueda comprar o vender excepto la persona que tenga la marca, el nombre de la bestia salvaje o el número de su nombre. Para esto se necesita tener sabiduría: el que sea perspicaz, que calcule el número de la bestia salvaje, porque es un número humano; su número es 666”.
Tenga en cuenta que la “obligación” descrita está destinada a tener lugar después del colapso del sistema. Debido a la gran anarquía que se presentará por la falta de gobiernos y control, la gente estará absolutamente aterrorizada. Jesús dijo lo siguiente con respecto a lo que se enfrentará la humanidad en ese momento: “También habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y en la tierra, angustia entre las naciones, que no sabrán qué hacer ante el rugido y la agitación del mar. La gente se desmayará del miedo y la ansiedad por las cosas que van a venir sobre la tierra habitada, porque los poderes de los cielos serán sacudidos”. Bajo esas circunstancias, la gente aceptará cualquier tipo de gobierno, incluso al más tiránico, con tal de tener algún tipo de control o autoridad que los ayude o salve. Sin embargo, en ese tiempo, surgirá una cuestión que definirá el destino eterno de cada habitante de este planeta.
En el mundo posterior al colapso, la curación de la cabeza de la bestia será muy bienvenida. No obstante, hay que tener en cuenta algo muy importante: la bestia estará compitiendo con el Señor Jesús por el dominio del mundo para ese entonces. La decisión que cada uno tome en esos momentos, ya sea servir a la bestia de Satanás o a Jehová y Jesús, definirá su destino eterno. Una sola criptomoneda administrada por una agencia que será abiertamente hostil hacia el Dios Todopoderoso ciertamente podría involucrar obligar a todos a hacer algún tipo de juramento de lealtad y negar la creencia en la “conspiración” de que el Reino de Cristo ya estará gobernando. Bajo esas condiciones, aquellos que sean leales a Jehová podrían ser identificados fácilmente y excluidos del sistema de manera efectiva para que la bestia de Satanás pueda hacer la guerra contra ellos, conquistarlos y matarlos. Sin embargo, a diferencia de aquellos que permanezcan fieles a Dios, los que acepten el 666 perderán la oportunidad de adquirir la vida eterna y serán destruidos para siempre.
“Si alguien adora a la bestia salvaje y a su imagen, y recibe una marca en la frente o en la mano, también beberá del vino de la furia de Dios, servido sin diluir en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre a la vista de los santos ángeles y a la vista del Cordero. El humo de su tormento subirá para siempre jamás. Y los que adoran a la bestia salvaje y a su imagen y los que reciben la marca de su nombre no tendrán descanso ni de día ni de noche. Por eso los santos —los que obedecen los mandamientos de Dios y se aferran a la fe en Jesús— necesitan tener aguante” (Apocalipsis 14:9 – 12).