Si el Espíritu Santo es la fuerza activa impersonal de Dios, ¿por qué habla directamente y se refiere a sí mismo como otra persona en hechos 13:2?
La pregunta expresa que nunca se habla del spíritu Santo como una fuerza activa, impersonal. Y eso simplemente no es cierto. La gran mayoría de los lugares donde la palabra “espíritu” se utiliza, esta se interpreta como simplemente una fuerza, el poder de Dios. La palabra hebrea para espíritu significa literalmente viento. Hablando con el judío fariseo, Nicodemo, sobre el fenómeno conocido como nacer de nuevo, Jesús comparó la acción del espíritu de unción con el viento, diciendo:“El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del espíritu.”
Jesús usó el espíritu de Dios para expulsar a los demonios. Una vez al hacerlo se refirió al espíritu como el dedo de Dios. Si el Espíritu Santo fuera una persona real, ¿por qué Jesús se referiría a él como el dedo de Dios?
En muchos lugares de las Escrituras el Espíritu Santo se conoce como “El espíritu de Dios” – la palabra “de” denota propiedad, lo que significa que el espíritu pertenece a Dios. Por ejemplo Juan el Bautista fue personalmente testigo de que el espíritu de Dios bajó del cielo en forma de una paloma. Otras referencias que se hacen es que el espíritu de Dios reside en el hombre.
Por lo tanto, una forma más honesta y sencilla de parafrasear la pregunta sería algo como: ya que al Espíritu Santo se le conoce a menudo como una fuerza impersonal que emana de Dios, ¿por qué la Biblia de vez en cuando se refiere a él como una persona? Y la respuesta, por supuesto, es muy simple. Porque el espíritu pertenece a Dios y él lo utiliza para llevar a cabo su trabajo ocasionalmente personificado. Esta no es una forma inusual de la expresión gramatical. Por ejemplo, en el octavo capítulo del libro de Proverbios la sabiduría de Dios es personificada, hablando desde la perspectiva de la primera persona que Dios creó. Pablo personificó a la muerte como un enemigo y dijo que el pecado gobierna como un rey. Estos son ejemplos de personificación.
Los Trinitarios están obligados a creer que Dios se compone de tres personas diferentes, y que cada una de ellas es Dios, pero la suma total de la tríada es igual a un solo Dios. Lo absurdo de esta doctrina en todo su esplendor en relación a la característica central de toda la Biblia es la unción de Jesucristo. Si Jesucristo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, ¿por qué fue Jesús ungido con el Espíritu Santo? Dicho de otro modo, ¿por qué Dios se ungiría a si mismo con sí mismo? Esta es una pregunta enigmática a la cual los Trinitarios no tienen una respuesta. ¡Su religión les pide que abrasen la estupidez más absurda y sin sentido como la verdad de Dios!