Inmediatamente después de que Jesús fue bautizado en el río Jordán y ungido por Dios como el Mesías prometido, fue llevado rápidamente por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado por el Diablo.
Pero ese era sólo el inicio. Después de haber dejado de tentar a Jesús con un acto de deslealtad a Jehová, el evangelista Lucas señaló que el Diablo terminó la tentación, sólo “hasta otro momento conveniente.” Algún tiempo después, Jesús expuso a su tentador como el gobernante malvado del mundo, el padre de la mentira y el homicida original, hablando de sus compañeros judíos como aquellos deseosos de hacer la voluntad del maligno.
En la noche en que fue arrestado en el huerto de Getsemaní, Jesús dijo a sus captores que era la hora y potestad de las tinieblas, lo que significaba que Jehová había quitado su protección de Cristo, con el fin de permitir que el maligno lo pusiera a prueba hasta el límite. Si recuerdan, en varias ocasiones durante su ministerio, los judíos asesinos intentaron matar a Jesús, pero no pudieron. En otras ocasiones los líderes querían matar a Jesús pero estaban en temor de aquellos que lo aceptaban como un hombre de Dios. Pero todos los impedimentos para su destrucción fueron barridos en aquella Pascua fatídica.
Jesús advirtió a Pedro que Satanás había exigido también tener a los apóstoles, con el fin de zarandearlos como al trigo, y por extensión, a todos los que son llamados al reino de Cristo. Eso incluiría a los testigos de Jehová de la actualidad, ¿verdad?
Aunque antes de su muerte tortuosa Jesús declaró que había visto a Satanás ya caído del cielo como un rayo, Jesús no quería dar a entender que Satanás ya había sido depuesto en aquel entonces o que ya no era el gobernante de este sistema malvado en el cual vivimos actualmente. Jesús simplemente quería decir que el reino de Dios, que a su vez se manifestó poderosamente a través de los poderes dados a Cristo y sus seguidores, con seguridad y con el tiempo destruiría por completo la autoridad de la oscuridad.
Que el Diablo estaba todavía muy en el poder es evidente a partir de los últimos escritos de Pablo con respecto a que Satanás es el dios de este mundo que ciega las mentes de los incrédulos. Y, por supuesto, el libro de Revelación, una revelación de lo que va a ocurrir durante la conclusión de este sistema actual, revela que los demonios y su malvado rey no son desalojados del cielo hasta el inicio real del reino de Cristo. La caída de los ángeles inicuos del cielo y su destierro a esta pequeña esfera con problemas por un “periodo corto de tiempo” dará lugar a la peor catástrofe que este mundo haya experimentado alguna vez.
Jesús dijo de ese momento sombrío que el sol se convertiría en tinieblas, que la luna no daría su luz, y que las estrellas mismas caerían del cielo. ¡Una hora de oscuridad en verdad!
Antes de ese acontecimiento trascendental, al Diablo se le ha permitido llevar a su sistema a al borde del colapso en el caos para cuando llegue el momento en que es lanzado violentamente hacia abajo desde el cielo por el recién entronizado arcángel Miguel.
El sistema financiero mundial tambaleante actualmente es la trampa que más probabilidades tiene de causar una implosión que llevará a la civilización al borde del desastre. El vasto arsenal nuclear y otras varias y diversas armas de destrucción masiva, un sinnúmero de células terroristas, el aparato de espionaje gubernamental y campos de concentración pre-construidos, ya están en su lugar para que el Diablo lleve a cabo la “hora de prueba” anunciada sobre el mundo.
Después de su expulsión del cielo, a continuación, se le permitirá al enloquecido Diablo un intervalo de tiempo equivalente a la duración del ministerio terrenal de Cristo, tiempo durante el cual utilizará a su reavivada bestia terrenal política para aterrorizar al mundo en sumisión total, con la intención expresa de causar que los elegidos traicionen a su Señor. ¿No predijo Jesús que los hombres se desmayarían por el temor y la aprensión durante la noche oscura de la conclusión y que ninguna carne sobreviviría a la dura prueba a menos que Dios acortara la tribulación?
Como una indicación del cambio que tendrá lugar en el sistema político, el capítulo 13 de Apocalipsis presenta a un cordero de dos cuernos que surge de las entrañas de la tierra, como si regresara de entre los muertos. Y este luego comienza a hablar como un dragón ordenando a la humanidad crear y adorar una imagen de la bestia resucitada. (El dragón es Satanás, el Diablo de acuerdo a Apocalipsis 12: 9)
Cabe destacar que el cordero es también un símbolo de Jesucristo. El cordero de dos cuernos de la tierra simboliza al dúo angloamericano después de recuperarse de su herida de muerte, ahora inminente. La bestia semejante a un cordero es una representación apropiada ya que ambas naciones han sido ostensiblemente “cristianas”, que defienden la libertad y la democracia y los valores cristianos y están encerrados en una alianza o relación especial; representada por los dos cuernos. Su habla como un dragón indica la naturaleza tiránica que la bestia asumirá durante la simbólica hora en la que se permite al octavo rey aterrorizar al mundo.
Conociendo la gran prueba que vendrá sobre sus discípulos durante la hora de la potestad de las tinieblas, Jesús les advirtió que no se dejen llevar por el miedo ni se dejen engañar. Lo que subraya la criticidad de este tiempo de angustia, es que Jesús dijo que el engaño que a Satanás se le permitiría trabajar sobre el mundo sería tan eficaz que podría concebiblemente engañar a los escogidos. Él dio a entender esto cuando dijo: “si fuera posible.”
Como organización, los testigos de Jehová suponen que son inmunes al engaño del Diablo. Después de todo, los testigos de Jehová tienen la verdad y la Sociedad Watchtower es la misma boca del esclavo fiel y discreto del Amo. ¿Cómo podría Satanás posiblemente influir o incluso engañar a la organización terrestre de Jehová? La opinión cultivada entre los testigos de Jehová es que Dios nunca permitiría que eso ocurriera. Paradójicamente, esa suposición prevaleciente es la misma cosa que hace a los testigos de Jehová más vulnerables al engaño del Diablo.
Consideremos, por ejemplo, al rey Salomón. Era, por supuesto, el hijo del rey David, un hombre a quien Jehová observó como una persona conforme a su corazón. Y debido a la humilde petición de Salomón de pedir sabiduría para ser capaz de guiar al pueblo de Dios, Dios en su gracia le dio sabiduría y abundantes riquezas, más que a cualquier hombre antes de él. Salomón tuvo el privilegio de construir el templo de Jehová, e incluso contribuyó con una parte importante a la colección de las escrituras inspiradas.
A pesar de su gran sabiduría, sin embargo, Salomón se convirtió en apóstata y trajo la ruina a Israel mediante la introducción del culto a numerosos dioses falsos con el fin de complacer a su multitud de mujeres extranjeras idólatras.
En consecuencia, la mayoría de los reyes de Israel y Judá promovieron la idolatría y toleraron la apostasía.
Satanás también tuvo éxito en la infiltración de la congregación original de Cristo. Incluso mientras Jesús estaba con sus discípulos, el apóstol llamado Judas Iscariote se convirtió en un peón dispuesto del Diablo. Durante el ministerio de Pablo a las naciones, el apóstol se vio obligado a exponer a los principales de la congregación de Corinto como meros agentes de Satanás que se habían disfrazado con astucia a sí mismos como ministros de justicia. Finalmente, los demonios tomaron el control completo del cristianismo cuando el emperador romano Constantino se insertó a sí mismo como su líder.
Las flagrantes enseñanzas paganas, la idolatría, el derramamiento de sangre, el saqueo de las cruzadas, el holocausto contra los judíos, su belicismo sin fin, la participación en la política, la quema y asesinatos de aquellos que trataron de enseñar la verdad, se destacan como prueba innegable de la influencia del Diablo sobre las iglesias de la cristiandad.
En marcado contraste con la cristiandad, la Sociedad Watchtower ha defendido la verdad; y la evidencia es claramente discernible para todos los que deseen aceptar que los testigos de Jehová practican y predican la verdadera fe, como se revela en las Escrituras.
“De seguro ellos seguirán diciendo lo que es conforme a esta declaración que no tendrá luz del alba. Y cada uno ciertamente pasará por la tierra duramente oprimido y hambriento; y tiene que suceder que, por estar hambriento y por haberse indignado, realmente invocará el mal contra su rey y contra su Dios, y ciertamente mirará con avidez hacia arriba. Y mirará hacia la tierra, y, ¡he aquí!, angustia y oscuridad, lobreguez, tiempos difíciles y tenebrosidad, sin ningún resplandor. ’’ (Isaías 8: 20 – 22)
Dicho esto, la Sociedad Watchtower ha perpetrado uno de los mayores fraudes de la historia: el chiste que Cristo regresó invisiblemente en 1914. En verdad, la doctrina de la parusía invisible de 1914 de la Watchtower tiene todas las características de ser ‘’la operación de error” que Pablo predijo que Dios permitiría ir a los que conocen la verdad, con el fin de poner a prueba su amor por la verdad.
La operación de error no hace referencia a las enseñanzas paganas de la cristiandad, como enseña la Watchtower. De acuerdo con el inspirado apóstol, a Satanás se le permitiría establecer una parusía falsa, usando un hombre terrenal del desafuero acomodado dentro del templo espiritual de Dios, para hacer pronunciamientos apostólicos y declaraciones de que la parusía había comenzado y el día de Jehová estaba aquí, y con ayuda de todos sus poderes engañosos hacer que pareciera como si se hubieran cumplido las profecías. Esto ocurriría como un preludio inmediato a la parusía real y al día de Jehová.
El gran zarandeo que se impuso sobre los apóstoles se llevó a cabo en gran medida debido a las suposiciones erróneas que poseían los judíos con respecto al Mesías. En otras palabras, Dios permitió una operación de error en el primer siglo. (No es coincidencia que Jesús dijo que Judas era “el hijo de la destrucción’’. El hombre del desafuero también es llamado ‘’el hijo de la destrucción’’.)
El error actualmente en operación sobre los testigos de Jehová dará lugar a una gran prueba de fe cuando la hora de la autoridad de la oscuridad llegue.
‘’Seguimos esperando que haya luz, pero, ¡miren!, oscuridad; resplandor, [pero] en tinieblas continuas seguimos andando. Seguimos palpando el muro justamente como ciegos, y como los que no tienen ojos seguimos palpando. Hemos tropezado en pleno mediodía tal como en la oscuridad del atardecer; entre los fornidos [somos] justamente como muertos. ’’ (Isaías 59: 9-10)