Pregunta enigmática #25 para los testigos de Jehová.

Col 1:16, al hablar de Jesús, dice”… Todas las [otras] cosas han sido creadas mediante él y para él”. Si Jesús era Miguel Arcángel en el momento de la creación, ¿crearía un ángel todas  las cosas por sí mismo? Isa 43: 7 dice que Dios creó “todo el mundo… para mi propia gloria…”.

Al confrontar esta pregunta me gustaría animar a los lectores a considerar las palabras de apertura del primer capítulo de Hebreos, donde Pablo escribió acerca de Jesús: “Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones  y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas,  al fin de estos días  nos ha hablado por medio de un Hijo,  a quien nombró heredero de todas las cosas, y mediante el cual hizo  los sistemas de cosas. Él es el reflejo de [su] gloria y la representación exacta de su mismo ser,  y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder”

Este pasaje ciertamente aclara la relación entre Dios y Jesús. Jesús es el heredero designado de todo. ¿Es Dios un heredero de sí mismo? ¿Dios delega sobre sí su propia herencia? Este es el tipo de disparate  al que  los Trinitarios se enfrentan inevitablemente, pero que deciden ignorar.

En respuesta a la pregunta enigmática número 24 haremos la analogía del modelo   de negocio   tipo  padre e hijo, en el que  los padres o tutores  entrenan al hijo con la intención de que este llegue  a ser el heredero de la empresa. Llevando la analogía un paso más allá, cuando los padres tienen un hijo, su inclinación natural es preparar el futuro de ese hijo.  Pueden comprar una casa por el motivo concreto de criar a los niños. Pueden comenzar con un fondo de ahorro o un fondo universitario para el niño,  y asi asegurar su futuro muchos años después. Y algunos  padres responsables a menudo hacen un testamento vital para que sus hijos puedan heredar sus bienes. Este es el orden natural de las cosas.

Pero no perdamos de vista el hecho de que Jehová es el padre original. Se podría decir que inventó la paternidad.  El implantó  en toda criatura el deseo de reproducir, nutrir y proteger a sus crías. ¿Deberíamos imaginar que el padre celestial es diferente de su creación, en ese sentido?

Aunque  a Jesús no le fueron dadas todas las cosas desde un principio, parece ser que la intención de nuestro Padre celestial era desde el principio que  su primer hijo  con el tiempo se convirtiera  en su heredero.

La pregunta  que los devotos de la trinidad  deben considerar es si la magnanimidad de Dios de otorgar tales bendiciones a su amado disminuye su gloria o la aumenta. Si  la aumenta, entonces ¿Cuál debería ser el castigo para quienes promueven imprudentemente  una mentira que oculta la Gloria de Dios?