Esta es una nueva edición de un artículo publicado originalmente en enero de 2012.
Una de las grandes ciudades del mundo antiguo fue Tiro. Aunque no se conoce cuando fue fundada, esta existía durante la época en que Moisés sacó a los israelitas de Egipto en el gran éxodo, hace aproximadamente 3.500 años. Varios profetas hebreos escribieron acerca de Tiro, incluyendo a Isaías, Joel, Zacarías y Ezequiel, siendo este último quien habló sobre esta población de manera más extensa. Este artículo se enfocará principalmente en Isaías.
Situada en el extremo oriental del mar Mediterráneo en lo que hoy es el Líbano, Tiro se convirtió en la más prominente de una confederación de ciudades fenicias, entre las cuales Sidón era la más importante. Pero a diferencia de las grandes potencias saqueadoras, Tiro no se propuso conquistar militarmente a otros pueblos. Llegó a ser dominante a través del comercio y sirviendo como puerto internacional y terminal para rutas comerciales terrestres. Y puesto que sus artesanos costeros dominaban la ciencia de la construcción naval y la navegación, Tiro pudo levantar puestos comerciales y colonias en todo el Mediterráneo. Se cree que los fenicios pudieron haber circunnavegado el continente africano e incluso cruzado el Atlántico en sus galeras. A causa de su renombrada destreza marítima y perspicacia comercial, a lo largo de los siglos, la ciudad-reino de Tiro se volvió fabulosamente rica. Se podría decir que los tirios fueron los primeros globalistas.
Según Ezequiel, la caída de Tiro conmocionó al mundo antiguo. Isaías simplemente se centra en sus socios comerciales, como la lejana Tarsis, que se cree que es la España moderna en el extremo opuesto del mar Mediterráneo. Siendo ese el caso, el capítulo 23 de Isaías comienza con estas palabras: “Esta es una declaración sobre Tiro: ¡Laméntense, barcos de Tarsis! Porque el puerto ha sido destruido; no se puede entrar en él. Desde la tierra de Kitim les ha llegado la noticia. Callen, habitantes de la tierra costera. Los mercaderes de Sidón que cruzan el mar te han llenado. Los cereales de Sihor y la cosecha del Nilo, su fuente de ingresos, han cruzado muchas aguas trayendo las ganancias de las naciones”.
Teniendo en cuenta un poco de historia, se cree que Tiro fue originalmente una colonia de Sidón. Por esa razón, Jehová se refiere a Tiro como “los mercaderes de Sidón”. Sihor era un río o canal que servía como frontera entre Egipto y Canaán. Kitim era el nombre de la isla de Chipre.
La declaración tocante a Tiro continúa: “Avergüénzate, oh, Sidón, fortificación del mar, porque el mar ha dicho: ‘No he tenido dolores de parto y no he dado a luz; tampoco he criado muchachos ni educado muchachas’. Tal como cuando escucharon la noticia sobre Egipto, la gente se angustiará por la noticia de Tiro. ¡Crucen a Tarsis! ¡Laméntense, habitantes de la tierra costera! ¿Es esta su ciudad, que se alegraba y enorgullecía desde tiempos antiguos, desde sus inicios? Sus pies la llevaban a países lejanos para vivir en ellos”.
Aunque la Sociedad Watchtower aparentemente no ve un paralelo moderno de los pronunciamientos contra Tiro, el profeta Ezequiel conecta la caída de esa ciudad con el evento más crucial del mundo: la expulsión de Satanás y sus ángeles demoníacos del cielo, lo cual los testigos de Jehová creen que ocurrió en 1914.
El capítulo 12 del libro de Apocalipsis, por supuesto, muestra a un dragón de fuego (un símbolo de Satanás el Diablo) arrojado a la tierra por el arcángel Miguel. Apocalipsis también revela que al mismo tiempo de la expulsión de Satanás, la bestia terrestre de siete cabezas sufre una herida mortal en la cabeza.
No obstante, el capítulo 28 de Ezequiel anuncia el mismo acontecimiento estremecedor, ya que predice que el arrogante querubín protector del Edén, es decir, Satanás, será arrojado a la tierra, lo cual coincide con el derrocamiento de la ciudad portuaria literal de Tiro.
Ezequiel 28:17 nos dice: “Tu corazón se volvió arrogante por tu belleza. Por causa de tu glorioso esplendor, corrompiste tu sabiduría. Te arrojaré a la tierra. Haré de ti un espectáculo delante de reyes”.
Dado que Satanás y sus ángeles demoníacos obviamente no fueron arrojados a la tierra cuando Nabucodonosor conquistó Tiro, es evidente que esa ciudad tendrá una contraparte moderna antes de la revelación de Jesucristo. Dada la descripción de Tiro en las profecías, es patente que Londres es esa contraparte. (Para una consideración detallada del tema, consulte el capítulo 15 del libro Jehová mismo ha llegado a ser rey en www.testigosdejehova.info).
Para enfatizar el punto, el capítulo siguiente de Isaías habla del juicio contra los ejércitos demoníacos que han gobernado la tierra desde el Diluvio y que Apocalipsis revela que estarán encerrados en un abismo o calabozo durante 1.000 años, o “muchos días”, tal como se nos indica en este pasaje: “Ese día, Jehová dirigirá su atención al ejército de arriba en las alturas y a los reyes de la tierra sobre la tierra. Y serán reunidos como prisioneros en un hoyo, y serán encerrados en el calabozo; después de muchos días se les dará atención” (Isaías 24:21, 22).
En vista de esta profunda conexión con el libro de Apocalipsis, la caída de “Egipto” y “Tiro” debe coincidir con la herida mortal en la cabeza de la bestia. Esta simboliza al dúo angloamericano. Y este suceso lleva más adelante a la reunión de los reyes de la tierra en el lugar conocido como Armagedón y al encarcelamiento de los demonios.
Puente de Londinium
Londres, llamada Londinium en latín, fue fundada originalmente como un puesto de avanzada del Imperio romano en expansión unos 10 años después de que Cristo terminara su ministerio terrenal. En ese sentido, Londres es también una ciudad “que se alegraba y enorgullecía desde tiempos antiguos, desde sus inicios”.
Aunque las islas británicas han sido invadidas con éxito por numerosos pueblos a lo largo de los siglos, incluyendo a los normandos hace unos 1.000 años, debido al hecho de que están separadas del turbulento continente europeo por lo que equivale a un foso protector gigante llamado canal de la Mancha y la superioridad de su armada demostrada en siglos posteriores, la isla principal que preside Londres es descrita acertadamente por el profeta de Jehová como una “fortificación del mar”. Pese a que Londres en sí no es una ciudad costera como lo fue Tiro, esta se convirtió en el puerto marítimo más importante del mundo a causa de la navegabilidad del río Támesis.
En el siglo XIX, Londres poseía colonias en todos los continentes del planeta y era la sede de un imperio que controlaba una cuarta parte del mundo. Al igual que Tiro, los británicos también se ajustan a la siguiente descripción: “Sus pies la llevaban a países lejanos para vivir en ellos”.
“LA QUE CONCEDÍA CORONAS”
“¿Quién ha decidido esto contra Tiro, la que concedía coronas, cuyos mercaderes eran príncipes, cuyos comerciantes recibían honra de toda la tierra? El propio Jehová de los ejércitos ha decidido esto, para profanar el orgullo que ella sentía por toda su belleza, para humillar a todos los que recibían honra por toda la tierra”.
“La que concedía coronas” es una descripción adecuada del Imperio británico. La mayoría de la gente probablemente no sabe acerca de la influencia que ha tenido Londres en darle forma al mundo moderno. Es muy grande. Los lores de Londres han dibujado literalmente una gran parte del mapa del mundo. Los británicos establecieron las fronteras de naciones como India, Pakistán, Iraq, Irán, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y muchas otras. Normalmente, si los líderes de una nación cumplen con la voluntad de Londres, se les permite quedarse. Si no, entonces hay problemas.
Analicemos el caso de Irán. Después de que el presidente Mosaddeq nacionalizara el petróleo persa en 1952, el MI6 (la agencia internacional de espionaje de Londres), junto con la recién formada CIA, orquestaron un golpe de estado con el cual derrocaron a Mosaddeq y colocaron a un dictador brutal, el último sah de Irán. (“Sah” significa rey, con lo cual vemos cuanto amor tienen por la democracia).
Este rey fue, por supuesto, un vasallo obediente, que permitió a las compañías British Petroleum y Amoco explotar los campos petroleros de Irán. Así que, Londres literalmente concedió una corona a su hombre. Sin embargo, en 1979, la llamada Revolución iraní derrocó al rey vasallo de Londres y los campos petroleros fueron nacionalizados nuevamente. No es de extrañar que Irán esté ahora bajo la mirada de la bestia angloamericana hambrienta de petróleo una vez más. El apoderarse de la segunda mayor reserva de petróleo del planeta es demasiado tentador.
Por cierto, Iraq también había nacionalizado su industria petrolera. No obstante, desde la invasión angloamericana, el petróleo iraquí ha sido entregado a cuatro grandes empresas: Exxon / Mobile, Chevron, Shell y BP (antes British Petroleum). De igual forma, resulta que en 2009, el líder libio, Muamar el Gadafi, también propuso nacionalizar la industria petrolera de Libia. Después de eso, rápidamente se convirtió en un mandatario despreciado y fue ejecutado.
Otras naciones, como el Reino de Arabia Saudita, disfrutan de una gran riqueza porque han besado la mano del rey del Tiro sobre el Támesis. Estas han recibido “honra por toda la tierra”. Asimismo, los propios británicos que trabajan para el imperio como comerciantes son honrados con el título de caballeros. Por ejemplo, un director ejecutivo reciente de British Petroleum, John Browne, fue nombrado caballero por la reina Isabel II en 1998 y designado como “crossbencher” de la Cámara de los Lores.
Las diversas órdenes del Imperio británico son consideradas como los mayores honores que una persona podría recibir en el mundo.
Por supuesto, lo más comercializado en el mundo no son los bienes. Es el dinero. O siendo más acertados, es deuda denominada en dinero. En un día cualquiera se compran y venden aproximadamente cuatro billones de dólares en lo que se conoce como mercado de divisas (FOREX), la mitad de los cuales fluye a través de los bancos y casas comerciales de la City de Londres y Canary Wharf. Los hombres de dinero de la City de Londres dominan todos los demás centros de comercio. Además de eso, están los cientos de billones de contratos de derivados increíblemente complejos, como obligaciones de deuda garantizadas, permutas de incumplimiento crediticio y permutas de tasas de interés. A través de estos instrumentos financieros, los comerciantes de dinero pueden obtener grandes sumas de los rincones más lejanos de la tierra.
El rey Jacobo I gobernó Inglaterra desde 1603 hasta 1625 y autorizó la publicación de la primera Biblia legal en inglés.
En respuesta a la pregunta planteada: “¿Quién ha decidido esto contra Tiro?” es digno de mención que los reyes de Inglaterra son, al menos indirectamente, responsables de popularizar el nombre “Jehová” en todas las regiones de habla inglesa. Esto se debe a que en 1535 se declaró que el rey Enrique VIII era el jefe de la Iglesia de Inglaterra. Y cuando su hija, la reina Isabel, derrotó a la Armada española en 1588, se acabó con la quema de Biblias que la Iglesia católica llevaba a cabo en Inglaterra. Dos décadas más tarde, el rey Jacobo I autorizó la publicación de la versión de las Escrituras que lleva su nombre, la cual se ha convertido en una de las Biblias de mayor distribución en el mundo. Esta emplea el nombre “Jehová” en cuatro lugares. Así que, Jehová no es una entidad desconocida para aquellos a quienes él ha decidido profanar y humillar.
Cuando la burbuja de los derivados de un trillón de dólares explote, esto simplemente destruirá el sistema económico y financiero del mundo. Pero debido a que Londres es la zona cero, su venidera caída significará un desastre para el Imperio británico que preside el actual sistema financiero global destinado a la ruina. Puesto que Jehová predijo este desastre hace mucho tiempo, se puede decir que él profanará “el orgullo que ella sentía por toda su belleza” y humillará “a todos los que recibían honra por toda la tierra”.
Curiosamente, la milla cuadrada de la antigua City de Londres está custodiada por cuatro dragones alados con bocas de leones, que son versiones modernas de símbolos antiguos de protectores divinos. ¡Qué coincidencia que en las Escrituras se muestre a Satanás como un gran dragón y a su bestia salvaje como si tuviera una boca de león!
Apropiadamente, cuando Miguel haga la guerra contra Satanás, la ciudad donde el Diablo ha colocado su trono terrenal también será derrocada. Los grifos sin vida no podrán protegerla de los juicios del Dios Todopoderoso Jehová. En última instancia, el colapso del sistema económico y político angloamericano servirá como una señal de que Satanás ha sido derribado y que el Reino de Cristo, por fin, ha comenzado a gobernar.
(Aclaración: en el versículo citado anteriormente que dice que “Tal como cuando escucharon la noticia sobre Egipto, la gente se angustiará por la noticia de Tiro” debe notarse que Tiro cayó al menos 13 años antes que Egipto. No obstante, a la luz del hecho de que Egipto representa a los Estados Unidos y Tiro a Londres y al Imperio británico, eso armoniza con el hecho de que el dúo angloamericano está destinado a caer junto en el futuro cercano).