Esta publicación es un breve análisis del artículo de estudio Sigamos andando en la verdad que aparece en la Atalaya de julio de 2020.

El apóstol Pedro exhortó a los cristianos a permanecer enfocados en la palabra de Dios como si fuera la única luz que brilla en un lugar oscuro. Escribió eso al hablar de la transfiguración de Jesús, de la cual fue testigo ocular. Él nos recuerda que “nosotros no les dimos a conocer el poder y la presencia de nuestro Señor Jesucristo siguiendo cuentos falsos ingeniosamente elaborados, sino que fuimos testigos oculares de su esplendor”.

Luego de mencionar todo eso, Pedro pasó a revelar que habría falsos maestros entre los verdaderos cristianos que los explotarían con palabras engañosas. Específicamente, el apóstol escribió lo siguiente: “Sin embargo, tal como hubo falsos profetas entre el pueblo, también habrá falsos maestros entre ustedes. Ellos introducirán a escondidas sectas destructivas, y hasta rechazarán al dueño que los compró, y así traerán sobre sí mismos una rápida destrucción. Además, muchos imitarán su conducta descarada, y por culpa de ellos se hablará de manera ofensiva del camino de la verdad. Y con codicia los explotarán usando palabras engañosas” (2 Pedro 2:1-3).

Pedro sabía que lobos opresores entrarían al rebaño, lo cual, por supuesto, sucedió durante los siglos que pasaron después de que él y los demás apóstoles murieron. Pero él fue inspirado para prever lo mismo para la congregación de Dios como un preludio inmediato al regreso de Jesús, lo cual fue lo que prefiguró la transfiguración: “el poder y la presencia de nuestro Señor Jesucristo”. Por eso, dijo lo siguiente acerca de los falsos maestros: “Pero su condena, que se decidió hace mucho, no se retrasa y su destrucción no está dormida”.

En ningún momento en el transcurso de los últimos casi 2.000 años del cristianismo, Dios ha destruido directamente a aquellos que se oponen. No, la epístola de Pedro está en armonía con los profetas hebreos en cuanto al día de Jehová que vendrá contra los falsos maestros. Ahora consideremos sus palabras engañosas. El párrafo cinco del artículo bajo análisis en este escrito afirma:

“Para seguir andando en la verdad, debemos estar convencidos de que Jehová es el Dios de la verdad y de que, por lo tanto, todo lo que nos dice en su Palabra es cierto. También debemos estar convencidos de que Jesús es el Mesías prometido. Hoy día, muchas personas no creen que Jesús fue ungido para ser el Rey del Reino de Dios. Juan advirtió que había ‘muchos impostores’, que podían engañar a los que no estuvieran convencidos de la verdad sobre Jehová y Jesús (2 Juan 7-11). Juan escribió: ‘¿Quién es el mentiroso? ¿No es el que niega que Jesús es el Cristo?’ (1 Juan 2:22). La única forma de evitar que nos engañen es estudiando la Palabra de Dios. Solo así llegaremos a conocer a Jehová y a Jesús (Juan 17:3). Y solo entonces estaremos convencidos de que tenemos la verdad”.

Tenga en cuenta cuidadosamente cómo todo en la declaración anterior es cierto. Así funcionan los falsificadores. Cuando se trata de una moneda falsa, una buena falsificación solo es detectable por un experto. Sin embargo, lea el párrafo nuevamente y tome nota de la sutil referencia a aquellos que “no creen que Jesús fue ungido para ser el Rey del Reino de Dios”.

Un lector casual podría inferir que Betel quiso decir que Jesús fue ungido como Cristo y Rey cuando fue bautizado en el río Jordán por Juan el Bautista. No obstante, los testigos de Jehová deben saber que eso no es lo que quiso decir la Watchtower.  La Organización se refiere a personas como yo que no creen que Cristo regresó en 1914. Solo que yo no soy un simple escéptico. Yo sé de lo que hablo. Yo estoy seguro de que Jesús no ha vuelto. Sé que la Sociedad está mintiendo. Sé que son débiles. Sé que un grupo de masones adoradores de demonios ocupan posiciones de autoridad sobre los testigos de Jehová, al menos por ahora.

Las Sagradas Escrituras predijeron precisamente eso, a saber, que inmediatamente antes de la venida de Cristo habría falsos maestros que proclamarían que él ya había vuelto, que ya habría comenzado a gobernar en su Reino. He escrito mucho sobre esto durante años. Según Betel, no puedes caminar en la verdad a menos que creas en sus cuentos falsos ingeniosamente elaborados. Ciertamente, su violento final no está dormido.

El párrafo 11 comenta lo siguiente:

“Hay algo más que debemos rechazar: lo que dicen los apóstatas. Desde que se formó la congregación cristiana, el Diablo se ha valido de muchos individuos para sembrar dudas en la mente de los siervos fieles de Dios. Por tal razón, debemos saber distinguir entre una verdad y una mentira. Nuestros enemigos pueden usar Internet y las redes sociales para intentar debilitar nuestra confianza en Jehová y el amor que les tenemos a los hermanos. Rechace    mos esas mentiras, pues vienen de Satanás”.

Esta es una técnica clásica de subterfugio de Satanás: hazte desaparecer. Él hace que parezca que él está afuera y no adentro. La Organización exhorta a los testigos de Jehová a estudiar la Biblia como la única manera de caminar en la verdad. Pero ¿qué nos revelan las Escrituras? Pablo expuso a los falsos maestros que se hacían pasar por apóstoles en la congregación de Corinto, al expresar lo siguiente tocante a ellos: “Porque esos hombres son apóstoles falsos, trabajadores que engañan a otros y se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y no me sorprende, porque el propio Satanás se disfraza de ángel de luz. Por eso no es extraño que sus siervos también se disfracen de siervos de la justicia. Pero tendrán el fin que se merecen por sus obras” (2 Corintios 11:13-15).

Por su parte, el párrafo 12 declara:

“Si queremos resistir los ataques de Satanás, debemos fortalecer nuestra confianza en Jesús y en la función que cumple en el propósito de Dios. También debemos confiar en el esclavo fiel y prudente, el único canal que Jehová usa hoy para dirigir su organización (Mat. 24:45-47). Con el estudio regular de la Palabra de Dios, esa confianza se fortalecerá y nuestra fe llegará a ser como un árbol con raíces profundas”.

Por supuesto, todos deberíamos estudiar seriamente la palabra de Dios. La Organización ha tenido un rol muy importante en enseñar muchas cosas. Empero, he aquí el truco. Lo que hasta ahora ha sido el “único canal” se convertirá en una trampa. Eso se debe a que, para demostrar que tenemos verdadera fe y confianza en Dios, se nos pedirá que dejemos lo que podría considerarse la fuente de la verdad. De eso estaba hablando Jesús cuando manifestó lo siguiente: “El que esté en la azotea, que no baje a su casa a sacar sus cosas, y el que esté en el campo, que no vuelva a buscar su manto. ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o amamantando en esos días! Oren vez tras vez para que no tengan que huir en invierno o en sábado. Porque entonces habrá una gran tribulación. Desde el principio del mundo hasta ahora, no ha habido una tribulación igual, y nunca más la habrá”.

En cuanto a la analogía del árbol, Judas también escribió respecto a los mismos falsos maestros, comparándolos con “rocas escondidas bajo el agua mientras comen con ustedes en sus banquetes de hermandad; son pastores que se alimentan a sí mismos sin ningún temor; nubes sin agua llevadas de acá para allá por el viento; árboles sin fruto a finales de otoño, doblemente muertos y arrancados de raíz; olas bravas del mar, que arrojan la espuma de su propia vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las que está reservada para siempre la más tenebrosa oscuridad”.

La Sociedad arroja espuma de su propia vergüenza al perseguir a niños abusados ​​sexualmente. Indudablemente, ella es un árbol infructuoso. Betel es un árbol frutal muerto. La única razón por la que llegó a existir en primer lugar fue para proporcionar dirección y aliento, así como material impreso para los ministros de Cristo. Ahora que los pastores que se alimentan a sí mismos han ordenado que no se predique públicamente, ¿qué necesidad hay de una editorial tan grande? No la hay. La expresión “doblemente muertos” significa que los esclavos malvados recibirán el juicio de la muerte segunda.

La más negra oscuridad les espera.