¿Cómo puedo usar las Escrituras para explicar que la parusía de Cristo no comienza hasta que el séptimo rey es herido de muerte? ¿Hay algo en la Biblia que apoye ese orden cronológico de acontecimientos futuros?
Agradezco su pregunta. Desafortunadamente, los testigos de Jehová no son conscientes de las implicaciones y ramificaciones de su pregunta. En lo que respecta al Cuerpo Gobernante, ya todo eso ha ocurrido. La cabeza de la bestia fue herida de muerte hace más de un siglo y hace tiempo que se recuperó. De igual forma, Jesús ha estado presente invisiblemente durante el mismo período de tiempo. En otras palabras, “no hay nada que ver aquí amigos, sigan su camino”.
Como probablemente ya usted sepa, tratar de hablar con un testigo de Jehová y hacerlo razonar es extremadamente difícil. Cuanto más tiempo hayan sido adoctrinados, más difícil será hacerlos reflexionar. La razón detrás de ello es que la Organización les ha inculcado miedo al “pensamiento independiente”. Y, para empeorar las cosas, debido a que los testigos de Jehová tienen una confianza inquebrantable en el esclavo fiel, cuando llegan a darse cuenta de la magnitud del error que rodea a 1914, muchos tiran todo por la borda, llegando a rechazar incluso a Jehová.
Lo que le recomendaría es tratar de hacerlos meditar en lo que significa la herida mortal y la recuperación de la bestia. Ese suceso tendrá graves repercusiones. Las Escrituras revelan que la recuperación de la bestia herida de muerte inicia el día del juicio, el cual también es conocido como la hora de prueba que vendrá sobre toda la tierra habitada (Apocalipsis 3:10).
La hora de prueba determinará el destino eterno de todas las personas que estén vivas en ese momento. La Biblia describe lo que sucederá de esta manera: “Vi que una de las cabezas de ella parecía haber sido herida de muerte, pero esa herida mortal había sido curada. Y toda la tierra siguió a la bestia salvaje con admiración. Adoraron al dragón porque él le había dado la autoridad a la bestia salvaje, y adoraron a la bestia salvaje diciendo: ‘¿Quién es como la bestia salvaje? ¿Y quién puede luchar contra ella?’. Se le dio una boca que decía cosas arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por 42 meses. Luego ella abrió su boca para decir blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre, contra su lugar de residencia, sí, contra los que viven en el cielo. Se le permitió guerrear contra los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y todos los que viven en la tierra la adorarán. Desde la fundación del mundo, no se ha escrito el nombre de ninguno de ellos en el rollo de la vida del Cordero que fue sacrificado”.
Tal como ha demostrado la pandemia del COVID-19, las masas pueden ser manipuladas con el miedo a la muerte y estas se someterán a lo que las autoridades les digan que tienen que hacer. ¡Imagínese el terror que se generará si los mismos gobiernos dejan de existir! Jesús manifestó que la gente se desmayará de miedo. Y, sin duda, por eso, al hablar de lo que vendrá sobre el mundo, Jesús exhortó a sus discípulos a no tener miedo.
Pero, si es posible, trate de razonar con el hermano o hermana que hable haciéndole saber que el que alguien no tenga escrito su nombre en el rollo de la vida del Cordero significa que esa persona ha recibido el juicio de la muerte eterna. Y así como nos muestran los versículos anteriores, “todos los que viven en la tierra la adorarán”. Eso significa que el mundo de aquellos días será condenado a una muerte sin fin.
Debería ser obvio, pero lamentablemente no lo es, que la cabeza de la bestia no ha recibido el golpe de muerte. Si así fuera, si la Watchtower estuviera en lo correcto, eso significaría que todos aquellos que durante las últimas generaciones han apoyado al sistema político de alguna manera ya han sido sentenciados a la destrucción eterna. Eso es lo que representa la marca 666 de la bestia. Es un tatuaje simbólico, irreversible e indeleble que indica que su portador merece la muerte permanente.
Increíblemente, Betel declara que ya se ha comenzado a poner esta marca, ¡a partir de 1922! Pero si eso fuera cierto, ¿por qué le predican los testigos de Jehová a los condenados? ¿Cómo sería posible que millones de personas marcadas se arrepintieran y se hicieran cristianos? Eso no es posible. Ese es el punto de la hora de prueba. De acuerdo con las Escrituras, esta durará 42 meses.
En cuanto a la cronología asociada con la revelación de Cristo, también conocida como su parusía, necesitamos profundizar en el libro de Apocalipsis. Con respecto a la apertura de los primeros seis sellos, la Sociedad tiene razón en una cosa: es razonable creer que los primeros seis sellos son abiertos en una sucesión rápida. Sin embargo, la apertura del sexto sello inicia la gran tribulación. Eso presenta un problema serio para la Watchtower. Puesto que si los sellos fueron abiertos hace más de 100 años, ¿por qué no ha sido sacudido el mundo por la gran tribulación? El libro Apocalipsis… ¡se acerca su magnífica culminación! hace la afirmación absurda de que el sexto sello fue abierto en algún momento durante la Primera Guerra Mundial, pero solo hemos experimentado temblores preliminares y no la gran sacudida expuesta en Revelación, cuando todas las montañas e islas son removidas de sus lugares, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas caen del cielo.
Tal vez alguien que acepte que la bestia aún no ha tenido su experiencia cercana a la muerte también podría estar abierto a una mayor consideración sobre asuntos que tienen que ver con la venida de Cristo en el futuro.
Siendo claros, la apertura del sexto sello y todos los fenómenos apocalípticos representan la herida mortal de la bestia. Es en ese entonces cuando las personas le rogarán a la bestia que reviva y las salve de la ira del Cordero.
Jesús también habló del oscurecimiento de las lumbreras del cielo y en el mismo contexto dijo: “cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas”.
“Todas estas cosas” incluyen los fenómenos celestes simbólicos antes mencionados que simbolizan el colapso de las grandes instituciones semejantes a montañas: los gobiernos sobre la tierra. Jesús se refirió a la misma situación utilizando otras palabras: “los poderes de los cielos serán sacudidos”.
Después de la apertura del sexto sello, hay una pausa. Allí es donde se nos presenta a los 144.000 y a la gran muchedumbre que sale de la gran tribulación. Esto verifica que la apertura del sexto sello inicia la tribulación. Luego ocurre el sellado de los elegidos. El que eso ocurra después de que se acorte la tribulación puede demostrarse con las palabras iniciales del capítulo 7, donde se nos muestra a los ángeles sujetando los cuatro vientos de la destrucción.
El sellado final tiene lugar cuando Cristo viene junto a los elegidos para servirles, tal como se explica en el capítulo 12 de Lucas. Esto también es descrito en el capítulo 10 de Apocalipsis. Allí un ángel fuerte desciende y coloca sus pies sobre la tierra y el mar, estableciendo su dominio sobre el mundo. Ese ángel es Jesús, lo cual es evidente por el hecho de que es representado de la misma manera que Jesús cuando él se le apareció a Juan en el capítulo inicial de Revelación. Su rostro irradia luz como el sol, así como cuando Jesús fue transfigurado. La aparición de Cristo a los elegidos es el fin del cristianismo. Por eso Apocalipsis 10:7 asegura: “Más bien, en los días en que el séptimo ángel esté a punto de tocar su trompeta, sin falta quedará cumplido el secreto sagrado que Dios anunció como buenas noticias a sus propios esclavos, los profetas”.
Jesús entonces encarga a sus escogidos que declaren el mensaje contenido en el rollo pequeño, diciéndole a Juan: “Tienes que profetizar de nuevo acerca de pueblos, naciones, lenguas y muchos reyes”. Esto coincide con lo que Jesús aseveró que sucedería durante la conclusión, a saber: “Por causa de mi nombre, van a ser llevados ante reyes y gobernadores. Esto servirá para que ustedes den testimonio”. Este mensaje final no es lo mismo que la predicación de las buenas nuevas.
Tal como Jesús fue presentado ante Herodes y Pilato, los elegidos ocuparán un lugar central en el mundo posterior al colapso de este sistema. Jesús nos garantiza una misión exitosa: “Porque yo les daré unas palabras y una sabiduría que todos sus adversarios juntos no podrán rebatir ni contradecir”.