Desde el último reporte acerca de la Tercera Guerra Mundial hace unas semanas, el antiguo punto geopolítico de Oriente Medio ha estallado violentamente en llamas. La frontera entre Israel y el campo de concentración palestino conocido como Gaza es la frontera más fuertemente vigilada del mundo, pero de alguna manera cientos de terroristas de Hamás la cruzaron fácilmente y masacraron a más de mil israelíes. Mientras masacraban a los asistentes a una fiesta al aire libre, el ejército israelí tardó cinco horas en aparecer. Se podría recorrer Israel en cinco horas. La mano de las agencias de inteligencia es evidente.

Para tener una mejor idea de lo que está sucediendo, nos conviene hacer un balance del hecho de que la guerra de la OTAN contra Rusia ha sido un fracaso colosal. No solo el ejército ucraniano ha sido aniquilado con algunas estimaciones de hasta medio millón de muertos, lo cual es una cantidad mayor a la que perdió Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, sino que las numerosas sanciones que se suponía que arruinarían la economía de Rusia también han fracasado estrepitosamente. De hecho, Rusia está en una mejor posición ahora que cuando la OTAN lanzó su guerra de poder.

En septiembre, en la reunión anual de los BRICS, varias naciones estratégicamente importantes de Oriente Medio y África fueron aceptadas en el bloque, a saber, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Con la guerra de poder en Ucrania prácticamente perdida, el Imperio anglosajón ha abierto un nuevo frente en su guerra contra los BRICS.

Tan pronto como Hamás desató la nueva guerra, los líderes políticos en la anglosfera comenzaron a llamar a la guerra contra Irán. En el caso de que algunos no lo sepan, hace más de 20 años, los planificadores de guerra de Londres elaboraron una lista de naciones que son objetivo militar para ellos. Entre las naciones enumeradas para la destrucción están Iraq, Siria, Libia, Afganistán, Yemen e Irán. Todas esas naciones han quedado en ruinas a excepción de la última, pues no un objetivo tan fácil.

La razón por la que Irán está en la lista es porque la Franja y la Ruta de China pasa por este país. Es un centro de tránsito hacia Europa, Asia y África. Ubicado junto a la vital vía marítima conocida como el Golfo Pérsico, por donde se transporta aproximadamente el 30% del petróleo mundial, Irán puede cerrar fácilmente el Estrecho de Ormuz. Los halcones de la guerra saben que un ataque contra Irán enviaría el precio del petróleo a la estratosfera y haría estallar la economía mundial. Parece que esa es su intención. Pero, ¿cuál es el verdadero objetivo?

Actualmente, estamos siendo testigos de que una gran cantidad de inmigrantes ilegales están llegando a Europa y Estados Unidos. Esto se ha hecho con el propósito de infiltrar entre ellos células terroristas. Al momento indicado, estas serán activadas y se les darán sus objetivos. Esto, sumado al hecho de que la nación más grande del mundo está siendo deliberadamente arruinada, hace evidente que la intención del Imperio invisible es empujar a los Estados Unidos a una guerra para provocar su caída.

Quizás explote otro punto conflictivo en el este de Asia y entonces veremos el levantamiento de “nación contra nación y reino contra reino”.

“¡Escuchen! ¡Una multitud en las montañas! ¡Suena como un pueblo inmenso! ¡Escuchen! ¡El estruendo de reinos, de naciones reunidas! Jehová de los ejércitos convoca al ejército para la guerra. Desde una tierra lejana, desde el extremo de los cielos, vienen Jehová y las armas de su furia para arrasar toda la tierra. ¡Laméntense, porque el día de Jehová está cerca! Vendrá como una destrucción de parte del Todopoderoso” (Isaías 13:4-6).