Este artículo fue publicado originalmente en diciembre de 2011. Ha sido ampliado un poco.

El derrocamiento de la tiránica Babilonia es el tema del capítulo 21 de Isaías. Dios le aseguró a su profeta que la traicionera destructora de naciones y perseguidora de su pueblo iba a ser violentamente derribada. La caída de la antigua Babilonia debió haber conmocionado al mundo de aquel entonces.

¿Cómo pudo ocurrir algo tan increíble? La ciudad de Babilonia era vista como una fortaleza inexpugnable. El capítulo 21 de Isaías continúa diciendo: “‘Ve, coloca un vigilante para que informe lo que vea’. Y él vio un carro de guerra tirado por un par de caballos, un carro de guerra de burros, un carro de guerra de camellos. Vigiló con cuidado, con mucha atención. Entonces gritó como un león: ‘Oh, Jehová, en la torre de vigilancia estoy de pie constantemente de día y en mi puesto de guardia me mantengo cada noche. Mira lo que viene por ahí: ¡hombres en un carro de guerra tirado por un par de caballos!’”

La historia revela que Babilonia cayó en una noche sin mucho derramamiento de sangre. El rey Ciro de alguna manera se las había arreglado para secar temporalmente el río Éufrates, quizás abriendo compuertas río arriba para desviar las aguas hacia estanques de detención de inundaciones, bajando lo suficiente el nivel del agua para que su ejército pudiera cruzar el río en la oscuridad de la noche. Y debido a que la ciudad estaba envuelta en una fiesta llena de borracheras, los centinelas no se molestaron en cerrar y bloquear las enormes puertas de la ciudad que daban al río. Así que, sin necesidad de un asedio largo y sangriento, cayó la poderosa Babilonia, tal como lo había predicho Jehová.

El profeta Isaías, sin embargo, no ve un gran ejército. Desde la torre de vigilancia, el centinela ve sólo tres carros de guerra, y luego un solo carro de guerra con corceles, lo cual nos recuerda a los jinetes del Apocalipsis conducidos por Cristo.

En cuanto al cumplimiento moderno de la caída de Babilonia, la Watchtower enseña que Babilonia la Grande cayó en 1919. Su comentario sobre esta parte de Isaías nos dice lo siguiente:

“¿Y Babilonia la Grande? Al orquestar la opresión del pueblo de Dios durante la I Guerra Mundial, en realidad lo mantuvo temporalmente en el exilio. Logró que su predicación se suspendiera casi por completo. El presidente y otros directores de la Sociedad Watch Tower fueron a prisión por falsos cargos. Sin embargo, en 1919, la situación dio un giro asombroso. Se puso en libertad a los directores, tuvo lugar la reapertura de la sede mundial y se reanudó la predicación. De modo que Babilonia la Grande cayó en el sentido de que su yugo sobre el pueblo de Dios se quebró. En Revelación, un ángel proclama dos veces esta caída empleando las palabras del anuncio que se hace en Isaías 21:9” (Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I, cap. 17, párr. 14).

Es cierto que, aparentemente, algunos clérigos usaron su influencia política para ejercer presión sobre el gobierno de los Estados Unidos contra la Sociedad Watchtower en ese entonces. Rutherford y otros siete hermanos fueron llevados a prisión por cargos falsos. No obstante, ¿no es también cierto que la confusión y la incertidumbre que envolvieron a los Estudiantes Internacionales de la Biblia en ese entonces tuvieron más que ver con el fallecimiento inesperado de su amado pastor Russell que con cualquier cosa que el clero haya hecho para acabar con la Sociedad? Un número considerable de Estudiantes de la Biblia simplemente se negó a aceptar a Joseph Rutherford como el nuevo presidente de la Organización y, hasta el día de hoy, los grupos disidentes de Estudiantes de la Biblia continúan siguiendo al pastor muerto. Ese cisma, más que cualquier otra cosa, es lo que resultó en que la predicación fuera detenida momentáneamente.

No solo el alejamiento de un gran porcentaje de personas asociadas con la Watchtower, sino el mismo hecho de que los Estudiantes de la Biblia se habían concentrado en 1914 y la campaña masiva que vino con el lanzamiento del Foto Drama de la Creación ese año también, prácticamente aseguró que hubiera una gran decepción en los años siguientes. En otras palabras, la misma Sociedad hizo tropezar a un gran número de sus propios seguidores. Echarle toda la culpa al clero como si se hubiera llevado cautivos a los Estudiantes de la Biblia no es una consideración honesta de los hechos.

Además, el razonamiento de Betel carece de sentido al afirmar que la caída de Babilonia supuestamente se vio evidenciada por el hecho de que a partir de 1919 la religión falsa que ya no ejerce ningún control sobre los cristianos verdaderos. Cuando esta potencia fue derrocada, no solo los judíos cautivos se beneficiaron. El Imperio babilónico dejó de perseguir a todas las naciones. Por consiguiente, ¿se podría realmente decir que la religión ha perdido su poder sobre las naciones desde 1919?

Igualmente, los testigos de Jehová han sufrido mucha persecución por parte de religiosos desde 1919. Por ejemplo, la reciente prohibición de los testigos de Jehová en Rusia seguramente fue provocada por la influencia de la Iglesia ortodoxa rusa. ¿Es verdaderamente honesto asegurar que el clero no tiene control sobre el trabajo de los cristianos cuando los hechos muestran que en algunas partes del mundo todavía ejercen una poderosa restricción?

Tenga en cuenta las palabras del profeta cristiano que predijo que Dios permitiría una operación de Satanás durante el período previo al regreso de Cristo. Mediante la influencia de un colectivo conocido como el hombre que desafía la ley, el Diablo emplea “todo tipo de obras poderosas y […] cosas impresionantes y milagros falsos y […] todo tipo de engaño injusto dirigidos a los que van rumbo a la destrucción”. De acuerdo con Pablo, el propósito del engaño es crear un falso regreso de Cristo, lo cual es el fundamento mismo de la Sociedad Watchtower. El mito de la caída de Babilonia es parte del fraude. El hecho de que el breve encarcelamiento de ocho oficiales de Betel sea la base para la creencia de que Babilonia ha caído es un aspecto de las señales falaces que los testigos de Jehová aceptan como auténticas.

Quizás los hechos más inconvenientes son las contradicciones inherentes a la intrincada interpretación de la Organización del libro de Apocalipsis. Según la Sociedad, la bestia escarlata con la ramera encima ascendió del abismo en 1945 cuando se crearon las Naciones Unidas. Siendo ese el caso, eso significa que Babilonia la Grande cayó más de dos décadas antes de que la bestia surgiera del abismo con ella como su amazona. Pero de acuerdo con el contexto de los capítulos 17 y 18 de Apocalipsis, es después de que el octavo rey llega al poder que el ángel declara que Babilonia la Grande ha caído y ordena al pueblo de Dios que salga de ella.

Al mismo tiempo que cae Babilonia la Grande y se da la advertencia de salir de ella, el ángel dice que “sus pecados se han acumulado hasta el cielo y Dios ha recordado sus actos injustos”. De igual forma, el ángel y el contexto nos dan a entender que su juicio llega en ese momento. No obstante, si el imperio mundial de religión falsa cayó en 1919 porque sus pecados se habían acumulado hasta llegar al cielo, ¿por qué no ha llegado su juicio? ¿Por qué ha habido una demora de más de un siglo?

Volviendo a la profecía de Isaías, por su mismo nombre, la Watchtower da a entender que es la única fuente de interpretación confiable de las profecías y que todos los cristianos ungidos forman un centinela colectivo. Sin embargo, en lo que respecta al centinela bíblico, Dios lo utiliza para estar atento a lo que viene. Eso está en marcado contraste con los centinelas de la Sociedad, que realmente no anuncian lo que viene, sino que Betel pervierte las profecías para enfocar la atención en lo que supuestamente ya se ha cumplido.

Si la Organización efectivamente estaba cumpliendo el patrón establecido por Isaías al anunciar lo que veía con respecto a la caída de Babilonia, ¿no deberíamos esperar que Betel hubiera previsto de antemano lo que iba a suceder durante la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias? Es cierto que a lo largo de las décadas transcurridas desde entonces, la Watchtower ha elaborado hábilmente una explicación creíble que ha convencido a millones de testigos de Jehová de que prácticamente todas las profecías ya se han cumplido, pero ¿es esa realmente la obra de un centinela?

“OH, MI PUEBLO, QUE HA SIDO TRILLADO”

En realidad, la profecía de Isaías predice la caída venidera tanto del octavo rey como de su consorte religiosa. Eso está en armonía con el hecho de que la Babilonia original fue tanto el verdugo imperial de Dios como la promotora de la religión falsa y la idolatría. Es este último reino el que está destinado a trillar al pueblo de Jehová, por lo cual Dios entonces le exigirá cuentas.

“Oh, mi pueblo, que ha sido trillado como cereal, el producto de mi era, les he informado a ustedes lo que he oído de parte de Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel” (Isaías 21:10).

Originalmente, la Sociedad explicaba que Dios se había enojado con los Estudiantes de la Biblia por algunos errores insignificantes y compromisos, y por eso permitió que Babilonia la Grande dominara la Organización durante un breve período durante los últimos meses de la Primera Guerra Mundial. Esa noción, aunque absurda, al menos guardaba cierta semejanza con la verdad contenida en la Biblia. Dios trilló a los judíos por su infidelidad y eso sirvió como corrección para restaurarlos espiritualmente. Empero, todo eso fue descartado en 2018 con la publicación del libro La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!

Increíblemente, ahora Betel asevera que Dios castigó a todos los cristianos durante cientos de años desde el siglo segundo. Luego, en 1919, los trillados finalmente fueron liberados y la adoración verdadera fue restaurada.

El surgimiento de la cristiandad no fue un castigo de Dios. No sirvió de nada. La razón por la que Dios castiga a su pueblo es para corregirlo. Con respecto a ese punto, esto es lo que Jehová declara en Jeremías: “Porque yo estoy contigo —afirma Jehová— para salvarte. Pero voy a exterminar a todas las naciones por las que te he esparcido; sin embargo, a ti no te voy a exterminar. Te disciplinaré hasta el grado debido; de ninguna manera te dejaré sin castigo” (Jeremías 30:11).

Por favor tome nota del hecho de que el castigo hasta el grado debido viene en forma de una dispersión que tiene lugar inmediatamente antes del exterminio, es decir, del Armagedón. Jesús habló de la desolación de Jerusalén durante la conclusión del sistema. En ese momento, los cristianos serán esparcidos: “Entonces, los que estén en Judea, que huyan a las montañas; los que estén en medio de Jerusalén, que se vayan de allí, y los que estén en el campo, que no entren en ella. Porque estos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están escritas” (Lucas 21:21, 22).

“Todas las cosas que están escritas” han sido el foco de mi investigación. Asimismo, contrariamente a lo que enseña la Watchtower, ninguna de esas cosas se ha cumplido. Considere un punto importante: si Jerusalén simboliza a la cristiandad, como han afirmado los profetas de Betel, ¿por qué será necesario que los cristianos verdaderos huyan de en medio de ella?

Jesús incluso constató que se acerca la trilla cuando predijo que tanto los esclavos fieles como los malos serían azotados cuando el amo venga inesperadamente a inspeccionar la casa de Dios. La única diferencia es que Cristo disciplinará al grado apropiado. El esclavo descarriado pero ignorante será azotado con unos pocos golpes; mientras que el esclavo desobediente de forma voluntaria será golpeado con muchos latigazos y arrojado a la oscuridad. ¡Verdaderamente, esos serán días para hacer justicia!