PREGUNTA: ¿Establece la historia ‘’inspirada’’ de Jonás un precedente para que Jehová cambie de opinión y retrase el día y la hora de la destrucción de este mundo, especialmente sobre aquellas naciones que tienen poco o nada que decir en los asuntos mundiales o en la ONU o que “no saben la diferencia entre su mano derecha o izquierda’’ (hindúes, budistas, sintoístas, islamistas, etc.) incluyendo los países del tercer mundo y los que se oponen a los testigos de Jehová debido a sus supuestas conexiones sionistas?

Primero que todo, aparentemente, Jesús aceptó la historia de Jonás como inspirada y auténtica ya que citó el hecho de que Jonás estuvo en el vientre del enorme pez durante tres días y tres noches como un antecedente de la muerte y la subsiguiente resurrección del Hijo del hombre.

En cuanto a que Dios cambie de opinión, según Jesús eso no va a suceder. Dios ya ha predeterminado el “día y la hora”. Aunque tal fecha es humanamente incognoscible e incluso Cristo dijo que ni él ni los ángeles la sabían, Jehová sí la conoce. El Todopoderoso ya la ha predeterminado en su mente. Y todo lo que se fija en la mente de Dios se convierte en una realidad. El que Dios establezca un día preciso para el juicio tiene precedentes bíblicos, ya que, durante los días de Noé, Dios predeterminó que él solo toleraría la situación del mundo por 120 años más.

De acuerdo con el apóstol Pedro, Dios ya está ejerciendo moderación y paciencia para que podamos alcanzar el arrepentimiento: “Jehová no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud, pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento. Sin embargo, el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes, serán disueltos, y la tierra y las obras [que hay] en ella serán descubiertas.’’

Por lo tanto, para que podamos alcanzar la misericordia de Jehová, debemos arrepentirnos antes de que su juicio sobre este mundo sea ejecutado. La palabra de Dios a través de Sofonías confirma ese hecho al expresar lo siguiente: “Antes que [el] estatuto dé a luz [algo], [antes que el] día haya pasado justamente como el tamo, antes que venga sobre ustedes la cólera ardiente de Jehová, antes que venga sobre ustedes el día de la cólera de Jehová, busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente se les oculte en el día de la cólera de Jehová.’’

Contrariamente al pensamiento común de los testigos de Jehová, el día de Jehová no es el Armagedón. El día de Jehová es lo mismo que el día del Señor. Como sabemos, YHWH no aparece en ningún texto griego antiguo o al menos ninguno ha salido a la luz todavía. Siendo eso cierto, no debemos ser dogmáticos con respecto a la expresión citada anteriormente que nos habla acerca de la venida del día de Jehová como ladrón. El griego original simplemente dice que el día del Señor vendrá como ladrón. ¿Y no comparó Jesús su venida con la inesperada visita de un ladrón en la noche? En otras palabras, el día del Señor comenzará inesperadamente en el día y la hora exactos que Jehová ya ha predeterminado. (Actualmente, los testigos de Jehová están bajo la ilusión de que el día del Señor comenzó en 1914).

En cuanto a las naciones dominadas por el Islam, el futuro no parece particularmente brillante para ellas. Muchas naciones islámicas imponen la pena de muerte a las personas que se convierten incluso a las formas falsas del cristianismo. No nos sorprende entonces que la expresión verdadera del cristianismo practicada por los testigos de Jehová esté proscrita y prohibida en todo el mundo musulmán. Irónicamente, sin embargo, las guerras que ya han envuelto al Medio Oriente junto con la destrucción de Libia en el norte de África, han causado que millones de refugiados huyan a Europa y otras tierras. Muchas de las naciones que han recibido refugiados también tienen un gran número de testigos de Jehová activos. De esta manera, al menos un número considerable de personas de origen islámico han tenido acceso a la verdad.

De igual manera, todas las naciones serán reunidas ante el tribunal de Cristo y cuando él venga juzgará con justicia y equidad. Por otro lado, dada la crisis geopolítica actual centrada en y alrededor de las naciones musulmanas, y el hecho de que la Nueva Ruta de la Seda de China va a revolucionar naciones como Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y todos los demás “istán”, es posible que poblaciones enteras se conviertan en objetivos directos de la bestia y desaparezcan en la futura conflagración global. Después de todo, Apocalipsis revela que el cabalgar de los cuatro jinetes simbólicos resulta en la muerte de un cuarto de la humanidad. Pero al menos aquellos que mueran en la primera fase del día de Jehová irán al Hades y no al lago de fuego.

Dada la deplorable decadencia de Estados Unidos y Europa y la quiebra total del mundo occidental, tanto literal como figurativa, y el hecho de que el ascenso de China es inevitable, la guerra es el único paso a seguir.

La situación actual subraya la exhortación del apóstol Pablo que nos dice lo siguiente: “En colaboración con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito. Porque él dice: ‘En un tiempo acepto te oí, y en día de salvación te ayudé”. ¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación.’’ (2 Corintios 6:1 – 2).