La historia se repite de varias maneras. Recientemente alguien me mostró un paralelo interesante entre lo que sucede ahora y lo que ocurrió antes de la destrucción del primer templo por los caldeos, durante el reinado de Jehoiaquim.

Jeremías ya había comenzado su trabajo como profeta, anunciando la intención de Jehová de destruir la ciudad y el templo donde había puesto su nombre. Cerca de diez años después de que Jeremías comenzara a predicar los mensajes de juicio de Dios, Jehoiaquim se convirtió en rey y en algún momento se dispuso a construir para sí un magnífico palacio.

Debido a que el faraón de Egipto ya había impuesto un tributo al reino de Judá, el tesoro se agotó, lo que indujo a Jehoiaquim a engañar a los trabajadores que había empleado para construir su extravagante mansión real. Por esa razón, Jeremías dio a conocer la denuncia de Jehová en contra del rey, diciendo: “¡Ay de aquel que edifica su casa, pero no con justicia, y sus cámaras superiores, pero no con derecho, por el uso de su semejante que le sirve de balde, y cuyo salario él no le da!;  el que dice: ‘Voy a edificarme una casa espaciosa y cámaras superiores holgadas; y mis ventanas tendrán que ser ensanchadas para ella, y el enmaderar será con cedro, y embadurnado con bermellón’. ¿Continuarás reinando porque estás compitiendo por el uso del cedro? En cuanto a tu padre, ¿no comió y bebió y ejecutó derecho y justicia? En aquel caso le fue bien. Él defendió la reclamación legal del afligido y del pobre. En aquel caso aquello marchó bien. ‘¿No era ese un caso de conocerme? —es la expresión de Jehová—. Con toda seguridad tus ojos y tu corazón están puestos solamente sobre tu ganancia injusta, y sobre la sangre del inocente para derramar[la], y sobre el defraudar y sobre la extorsión a fin de ocuparte en [estos].’’ Jeremías 22: 13-17

El paralelo con la directiva de los Testigos de Jehová en este momento es bastante sorprendente.

Recuerde que fue este mismo Jehoiaquim quien arrancó los pergaminos de Jeremías que sus príncipes habían leído ante él. Fue Jehoiaquim quien arrojó las palabras de Jehová al fuego.

De manera similar, en 2005, a todos los miembros del cuerpo gobernante, y muchos otros más, les fueron enviadas copias del libro Jehová Mismo Ha Llegado A Ser Rey. Podemos estar seguros de que los libros que les fueron enviados sufrieron un destino similar al del pergamino de Jeremías. Eso no importa. A lo largo de los años, desde entonces, el Betel de Brooklyn y sus jefes han recibido numerosas cartas abiertas y folletos que exponen la intención de Jehová de entrar en juicio con los que presiden a su pueblo. Simplemente no pueden ignorar mi mensaje.

Pero como Jehoiaquim, ellos han construido una residencia real  para sí mismos en un momento en que el juicio de Dios es inminente. Y al igual que Jehoiaquim con sus costosos paneles de cedro, también escuché que las paredes exteriores del complejo principal están hechas de sólidas losas de granito que fueron extraídas especialmente del lado de una montaña en China y ¡enviadas al otro lado del mundo en contenedores gigantes!

La pregunta es, ¿por qué la Watchtower vendió sus propiedades perfectamente adecuadas y de alto perfil en Brooklyn, en la ciudad más poblada de América, y se retiró a la oscuridad del campo? La respuesta debería ser obvia, ¡porque pueden!

Desde que la burbuja financiera se ha vuelto a inflar cada vez más desde el colapso de 2008, los bienes raíces de gama alta en las grandes ciudades,  como las propiedades de Bethel en Brooklyn, han subido de valor. La junta directiva de la Sociedad Watchtower evidentemente decidió que podían hacer mucho dinero vendiendo las propiedades de Brooklyn. Y al explotar el trabajo libre de decenas de miles de testigos de Jehová, podrían tener para sí una lujosa instalación nueva a una fracción del costo de contratar personas externas.

Aunque los Testigos de Jehová no esperaban ningún pago por su trabajo, todo es una forma de lucro por parte de la directiva, ya que el proyecto era totalmente innecesario y explotaron a muchos voluntarios confiados que tienen a su disposición.

Como el impío Jehoiaquim, los gobernantes de Betel se niegan a aceptar la demanda legal de los afligidos. De hecho, hacen todo lo contrario. Han librado una larga guerra contra los niños abusados sexualmente. Ellos han intimidado y calumniado a cualquiera que se atreva a hablar en contra de sus inicuas políticas. Ellos han sobornado a las víctimas con dinero de manera silenciosa, obligándolas a guardar silencio para que no puedan hablar de los delitos cometidos por los testigos de Jehová contra ellos. Estas son las cosas que Jehová va a corregir y castigar en futuro cercano.

Por lo tanto, sí, el paralelo moderno es extraordinario.

En cuanto a la pregunta ¿por qué participar en este proyecto masivo si creen que el fin está cerca? La respuesta, una vez más, es obvia. Algunos de ellos no creen que el fin esté cerca. ¡Dudo incluso que algunos hombres prominentes dentro de la jerarquía de la Watchtower crean en Jehová! Si lo hacen, seguramente no lo conocen, como sucedió con Jehoiaquim.

Hace mucho tiempo, Jehová habló de los hombres malvados que se encontraban en los lugares altos de la clase dirigente judía, cuando dijo: ‘’Y en aquel tiempo tiene que ocurrir que con lámparas escudriñaré cuidadosamente a Jerusalén, y ciertamente daré atención a los hombres que se congelan sobre sus heces [y] que dicen en su corazón: ‘Jehová no hará bien, y no hará mal’. Y su riqueza tiene que llegar a ser para pillaje y sus casas para yermo desolado. Y edificarán casas, pero no las ocuparán; y plantarán viñas, pero no beberán el vino de ellas.  ”El gran día de Jehová está cerca. Está cerca, y hay un apresurarse muchísimo [de él]. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas’’. Sofonías 1: 12-16

Aunque hace unos dos años y medio yo predije que el cuerpo gobernante nunca completaría su mudanza fuera de Nueva York, al parecer si lo harán. Cómo se cumplirá la profecía de Isaías de la Ciudad de la Demolición  queda por verse. Sin embargo, parece muy imprudente de su parte haber vendido instalaciones valiosas por mero dinero en el banco, un sistema bancario que podría  simplemente vaporizarse cualquier día de estos. Es imposible que el sistema bancario actual en bancarrota pueda soportar la tercera guerra mundial ahora inminente.

Mientras los príncipes de Betel han conseguido construir su hacienda en tiempo récord, pueden perderla aún más rápidamente durante el gran día de Jehová, que está ahora más cerca que nunca.

Como si quisieran desviar cualquier crítica por la construcción de su lujosa nueva sede, durante el primer programa de adoración matutina en Warwick, Stephen Lett leyó una carta abierta del cuerpo gobernante, en la que dijeron que ya se sentían más sanos al haber escapado de la ruidosa ciudad  al fresco aire del campo. Como resultado de ese ambiente más saludable, dijeron que iban a servir a los hermanos aún mejor. Aunque dijeron que no merecen vivir en un lugar tan hermoso, lo han aceptado como un regalo inmerecido de Jehová. De hecho, ¿cómo podría alguien negarse a Jehová?