Pregunta # 31: Si el Espíritu Santo es solo la fuerza activa de Jehová, ¿por qué habla en lugares como Hechos 13:2 y Hebreos 3:7-11?

En textos como esos encontramos una figura literaria llamada personificación. Son varias las cosas que son personificadas en la Biblia. Por ejemplo, el capítulo ocho de Proverbios personifica a la sabiduría. En el capítulo cinco de Romanos, Pablo se refiere a la muerte como un rey que ha gobernado sobre la humanidad desde que Adán y Eva pecaron por primera vez. A Israel se le conoce como la mujer de Dios, su esposa. La congregación de Cristo es mostrada como su novia, etc.

Es especialmente apropiado que el espíritu sea personificado, ya que solo actúa en el nombre de la persona de Dios. Él habla por Dios, proyecta sus pensamientos y voluntad. Jesús se refirió al espíritu santo como el “dedo” de Dios. En otras palabras, es una extensión de sí mismo, el medio por el cual el Todopoderoso lleva a cabo su obra.

El hecho de que los trinitarios escriban con mayúsculas al espíritu santo, no lo convierte en un nombre propio. El espíritu de Dios, aunque a veces sea personificado, es expresado con mayor frecuencia como una fuerza que emana de Dios. De hecho, se dice que pertenece a Dios, pues es el espíritu de Dios. Por ejemplo, en el capítulo 31 de Éxodo leemos lo siguiente: “Lo llenaré con el espíritu de Dios para que tenga sabiduría, entendimiento y conocimientos sobre todo tipo de trabajos artesanales y así pueda hacer diseños artísticos, trabajar el oro, la plata y el cobre, cortar y montar piedras y hacer todo tipo de piezas de madera.’’

Si el espíritu santo fuera una persona aparte, ¿por qué se referiría Dios a él como su espíritu? ¿No es Dios también un espíritu? Por supuesto que lo es. Jesús le dijo una vez a cierta mujer samaritana de manera muy sencilla que “Dios es un espíritu”.

Pregunta # 32: Si el Espíritu Santo es una fuerza activa impersonal, ¿cómo puede ser blasfemado (Mateo 12:31), afligido (Ef. 4:30), tener voluntad propia (1 Cor. 12:11), llegar a saber algo (1 Cor. 2:11), enseñar y hacer que alguien recuerde (Juan 14:26), decirle a alguien qué hacer (Hechos 8:29; 13: 2) y/o suplicar por nosotros (Rom. 8:26)?

La única conexión entre Dios, el Gran Espíritu, y el hombre, es el espíritu santo. Obviamente, Dios reside en la dimensión espiritual. Un mundo inaccesible para los humanos. Jehová no puede interactuar directamente con los humanos. Y eso es algo bueno. Si tuviéramos que comparecer ante su presencia con nuestros vulnerables cuerpos de carne y hueso, seríamos consumidos instantáneamente, como si estuviéramos frente al sol o a una explosión nuclear. Por lo tanto, cuando Dios se manifiesta en el mundo material, es por medio de su espíritu.

Por ejemplo, cuando el espíritu santo comenzó a usarse para ungir a los cristianos en el primer siglo, este vino acompañado con una muestra obvia de respaldo divino. El día de Pentecostés, lenguas de fuego se cernieron sobre las cabezas de 120 discípulos de Jesús. El espíritu también los impulsó a hablar de manera inteligible en idiomas extranjeros que antes no conocían.

Dos personas que fueron ungidas en ese momento fueron Ananías y su esposa Safira. Ellos claramente vieron evidencia de la presencia de Dios entre ellos y también eran testigos de la operación del espíritu santo sobre ellos. A pesar de eso, permitieron que Satanás los tentara a negar la obra del espíritu reteniendo en secreto parte de los fondos que poseían, los cuales fingieron donar en su totalidad. Tal vez imaginaron que el espíritu no podía detectar su maldad. Como resultado, el espíritu movió al apóstol Pedro a pronunciar la muerte sobre ambos. Al hacerlo, el apóstol dijo que le habían mentido al espíritu santo. En otras palabras, blasfemaron en contra del espíritu que habían visto en funcionamiento sobre sí mismos y otros cristianos.

El que el espíritu santo esté bajo la dirección de Jehová Dios y no actúe como la tercera persona de una trinidad es evidente en cientos de formas. Considere lo que se dice en el Salmo 104: “Si envías tu espíritu, son creados, y tú renuevas la superficie de la tierra. La gloria de Jehová durará para siempre. Jehová se alegrará por causa de sus obras.’’

Si la tercera persona imaginaria de la trinidad es su propio Dios, ¿por qué está “él” bajo el mando de Jehová Dios? ¿Por qué, por ejemplo, no leemos que el Espíritu Santo ordena a Jehová que lo rodee y lo envía a realizar tareas? La respuesta es simple. Pero aceptar la verdad requiere una honestidad de corazón que los trinitarios simplemente no poseen.

Pregunta # 33: La Watchtower afirma que el Espíritu Santo es como la electricidad y el fuego y, por lo tanto, no está vivo. Dado que ese es el caso, ¿no deberíamos creer también que Jehová no está vivo ya que él también es un Espíritu (Juan 4:24, 2 Corintios 3:17) y se le describe como “un fuego consumidor” (Heb. 12: 29)?

En lugar de renunciar a su mentira de que Dios, Cristo y el Espíritu Santo comprenden un conglomerado incomprensible de tres dioses en uno, los trinitarios aparentemente preferirían declarar que Jehová no existe. Y, de hecho, esa es la intención subyacente.

Como ya se explicó, el espíritu santo es una extensión de Dios. A Jehová se le conoce como el Dios vivo. No hay vida dentro o fuera de este universo que no se haya originado de Jehová. Debido a que él es la fuente de la vida, él puede dar vida. Y lo hace por medio de su espíritu. Es el espíritu que Dios sopló en la nariz del primer hombre lo que lo convirtió en un alma viviente. El espíritu también puede hacernos vivir espiritualmente. El espíritu de Dios puede animar a los muertos, haciéndolos volver a la vida en lo que conocemos como resurrección. Por lo tanto, si bien el espíritu en sí mismo no es una persona viva, es el poder del Dios Eterno en acción y puede impartir vida.

Pregunta # 34: En Hechos 5: 3-4, podemos ver que en el versículo 3 Ananías le mintió al Espíritu Santo, pero luego en el versículo 4 se nos dice que Ananías le mintió a Dios. Ignorando la correlación directa entre Dios y el Espíritu Santo, si el Espíritu Santo no es una persona y es solo la fuerza activa de Dios, ¿cómo puede mentírsele?

Como ya se explicó, el espíritu santo es la conexión entre Dios y el hombre. El espíritu habla por Dios. Por consiguiente, cuando esos dos cristianos ungidos actuaron en contra de la manifestación innegable de la presencia de Dios en medio de ellos a través del espíritu santo, fue como si le hubieran mentido a Dios mismo.

Pregunta # 35: ¿Cómo explica usted la correlación directa hecha entre el Espíritu Santo y Jehová en Hechos 28: 25-27 e Isaías 6: 9-10? Incluso hay una referencia que une los dos pasajes en su propia Biblia. En Hechos se nos dice que el Espíritu Santo habló, pero en Isaías se dice que Jehová habló.

Los trinitarios leen la Biblia, no para comprender la verdad, sino para buscar una mentira. Recorren las Escrituras para unir fragmentos dispersos con el propósito de hablar falsedades acerca de Jehová y su verdadera relación con Jesús. Los trinitarios harán todo lo posible por glorificar la tríada mística de Babilonia. La verdad los alude por la razón de que son la contraparte moderna de los judíos de la época de Jesús. Los judíos vieron claramente al espíritu de Dios en acción a través de Jesús. Vieron a Cristo sanar a personas plagadas por diversos males. Escucharon los informes que circulaban de que incluso había abierto los ojos de los ciegos y resucitado a los muertos. No tenían excusa para no creer.

En lugar de aceptar a Jesús como el enviado de Dios, lo acusaron de usar la magia para engañar a la gente. Al hacerlo, blasfemaron contra el espíritu santo que Jesús estaba usando para cumplir la obra de Dios. Tal como Jesús afirmó, ellos eran prole del Diablo. Querían llevar a cabo la voluntad de Satanás, no de Jehová.

Los trinitarios demuestran el mismo espíritu. Ellos odian la verdad. ¿Ha habido alguna vez una guerra en la que los trinitarios no hayan participado y masacrado a sus semejantes? Desafío a un trinitario a nombrar tal solo una.

Tomemos por ejemplo a Juan Calvino, considerado como uno de los grandes “reformadores”. Él huyó de la persecución en Francia y se fue a Suiza. Pero cuando Miguel Servet huyó de la persecución católica en España y también llegó a Suiza, y habló de su convicción de que la trinidad era falsa, Calvino lo traicionó, pues él y sus seguidores fueron los responsables de que la Iglesia Católica lo quemara vivo en la hoguera.

Verdaderamente, tal como dijo el apóstol Juan, así es como se distingue a los hijos de Dios de los hijos del Maligno, puesto que los hijos del Maligno son asesinos.

Pregunta # 36: ¿Cómo explica la correlación directa hecha entre el Espíritu Santo y Jehová en Hebreos 3: 7-11 y Salmos 95: 7-11? Hay varias notas al pie de página entre ambos pasajes en la TNM. En Hebreos se nos dice que el Espíritu Santo habló, pero en los Salmos se nos dice que Jehová habló.

Como debería ser evidente, los trinitarios simplemente no pueden aceptar la verdad básica de que Dios utiliza su espíritu para cumplir su voluntad, ya sea creando, destruyendo a sus enemigos, transmitiendo mensajes o sueños o ungiendo a quienes adopta.

Pregunta # 37: ¿Por qué blasfemar contra el Espíritu Santo es el único pecado imperdonable según la Biblia (Marcos 3:29)? Podríamos blasfemar contra Jehová y hacer todo tipo de maldades y aun así ser perdonados. Sin embargo, si blasfemamos contra algo que es similar al fuego, nunca seremos perdonados, ¿verdad?

Como ya se ha señalado, el espíritu santo lleva a cabo la obra de Dios. Cuando ese trabajo es obvio y no sutil, como cuando Cristo sanaba y resucitaba o cuando el espíritu hizo que los discípulos de Jesús hablaran en lenguas, negar esa manifestación se considera una blasfemia contra el espíritu santo. Es imperdonable porque es simplemente inexcusable. Aquellos que hablan en contra de Jehová y Jesús debido a su ignorancia pueden ser perdonados. Pero, aquellos que son conscientes de la actividad innegable de Dios y, sin embargo, niegan su verdadero origen, no tienen perdón.