PREGUNTA#3
En el libro, “salvación”, (una publicación de la Watchtower) se dice: “En San Diego, California, hay un pequeño pedazo de tierra, en el que, en el año 1929, se construyó una casa, que es conocida como Beth Sarim.  Las palabras  Beth sarim en  hebreo significan “Casa de los Príncipes.” y el propósito de adquirir esa propiedad y  construir una casa allí es que pueda haber una prueba tangible de que hoy hay personas en la tierra que creen plenamente  en Dios, Jesucristo y su reino, y que creen que los hombres fieles de la antigüedad pronto serán resucitados por el Señor, estaran de vuelta en la tierra, y  se harán cargo de los asuntos de la tierra. La propiedad de Beth Sarim es utilizada por el Presidente de la sociedad y sus asistentes actualmente y, posteriormente, estará siempre a disposición de los ya mencionados príncipes de la tierra … mientras que los incrédulos se burlaron de ese asunto y hablan despectivamente de este, aun así, la propiedad está allí como un testimonio al nombre de Jehová; y si los príncipes vuelven, algunos de ellos ocuparan la propiedad, como una confirmación de la fe y la esperanza que ha inducido la construcción de Beth-Sarim.” Este lugar fue vendido en 1942 después de la muerte de Rutherford. Por lo tanto, parece que los fieles fueron engañados puesto que la casa debió “estar siempre a disposición de los príncipes mencionados”. ¿Es realmente un testimonio al nombre de Jehová como se dice? ¿Cómo es esto posible si se vendió la casa?

Es cierto, J. F. Rutherford tenía una especie de inclinación por los circos tipo Barnum y Bailey.  ¡Además, tenga en cuenta, también, que la Watchtower una vez patrocinó una campaña con personas que llevaban avisos que decían Millones que ahora viven no morirán!

En 1935 Rutherford anunció la identidad de la gran muchedumbre que se muestra en el capítulo séptimo de Revelación, como aquellos que sobrevivirán a la gran tribulación y formarán el núcleo de una nueva sociedad terrenal. Y hasta la fecha este es el mensaje central de los testigos de Jehová, que una gran muchedumbre de personas va a sobrevivir al fin del mundo.


Debido a que la gente ha estado tan inmersa en el dogma católico que dice que los dos únicos destinos de la humanidad son el cielo o el infierno, la Watchtower en ese entonces fue muy contundente en confrontar a la gente con el hecho de que el propósito de Dios es que la gente viva en la tierra para siempre. Creo que la contundencia de la entrega de ese mensaje estuvo a la medida del nivel de ignorancia y ceguera  características de las masas asistentes a la iglesia en aquel entonces.

Aunque J. F. Rutherford admitió humildemente más adelante que se había equivocado sobre Beth Sarim, el hecho es que hay una base bíblica subyacente fascinante para su locura. Al igual que muchos de los Salmos, el Salmo 45 habla del Mesías. Por ejemplo, en su carta a los hebreos Pablo citó partes de este salmo, diciendo: “Cíñete la espada sobre [tu] muslo, oh poderoso, [con] tu dignidad y tu esplendor. Y en tu esplendor sigue adelante al éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad [y] la justicia, y tu diestra te instruirá en cosas inspiradoras de temor. Tus flechas son agudas —debajo de ti siguen cayendo pueblos—en el corazón de los enemigos del rey. Dios es tu tronohasta tiempo indefinido, aun para siempre;el cetro de tu gobernación real es un cetro de rectitud. Has amado la justicia y odias la iniquidad. Por eso Dios, tu Dios,te ha ungido con el aceite de alborozomás que a tus socios”

El Salmo está prediciendo el triunfo de Jesús sobre todos los enemigos de Dios cuando él se convierta en rey.  No hay ninguna base válida para disputarlo. Los versículos siguientes en el Salmo son los siguientes:

‘’La hija del rey está toda gloriosa dentro [de la casa]. Su ropa tiene engastes de oro. En ropaje tejido será llevada al rey. Las vírgenes de su séquito como compañeras suyas están siendo introducidas a ti.  Serán traídas con regocijo y gozo; entrarán en el palacio del rey. En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra. Ciertamente haré mención de tu nombre durante todas las generaciones por venir. Por eso pueblos mismos te elogiarán hasta tiempo indefinido, aun para siempre. ’’

La hija del rey representa a la esposa de Cristo y la escena representa la boda del Cordero, como se describe en el Apocalipsis. El palacio del rey es, por supuesto, el cielo mismo. Pero ¿qué hay de los antepasados del rey convirtiéndose en sus hijos? ¿Qué significa eso? Debido a que Jesús nació de padres humanos de los cuales se dice que habían tenido antepasados, la Biblia traza su genealogía, de generación en generación hasta llegar a Adán.

Para ser específicos, sin embargo, ya que Dios hizo un pacto con David, con el fin de que Cristo fuera el heredero legítimo de su trono, él tenía que ser del linaje de David. Y por supuesto, lo fue, siendo llamado el hijo de David. Pero ahora que Jesús ha sido resucitado, ha subido al cielo, y después de haber asegurado su propio trono, él es capaz de hacer que los muertos resuciten.

Todos  los padres terrenales de Jesús están muertos. Cuando el cristianismo se instituyó por primera vez el recién ungido apóstol Pedro habló a los judíos y les explicó que los salmos de David se referían a Cristo, y que David estaba muerto en ese momento.

Pero cuando Jesús traiga la resurrección de los muertos, se convertirá entonces en el nuevo padre de la humanidad, tomando el lugar de Adán. Por eso, Jesús será llamado “Padre eterno” no porque él sea Jehová, el Padre, sino porque impartirá vida eterna a los muchos que traerá de vuelta a la vida en la recreación.

Por lo tanto, en ese momento los antepasados de Jesús van a ser sus hijos. Pero en lugar de estar con él en el cielo, por haber muerto antes de que comenzara el llamado celestial, Jesús va a designar a sus “hijos”, como príncipes en la nueva tierra, los cuales, al parecer, servirán como una especie de supervisores en el nuevo mundo bajo la autoridad del reino de los cielos.

Siendo ese el caso, entonces, J. F. Rutherford trató de subrayar el hecho de que las masas de la humanidad no irán al cielo, sino que tendrán el privilegio de vivir bajo el gobierno del reino de Dios aquí en esta tierra. Beth Sarim fue una mala concepción de Rutherford al expresar su confianza absoluta en la resurrección terrenal. Tener un hogar preparado para los que vienen era la forma perfecta de presentar tal idea.

A pesar de que los millones de personas que escucharon el mensaje “magistral” de Rutherford en ese entonces han muerto sin experimentar la realización de la promesa, y la casa prevista para los príncipes fue vendida hace mucho tiempo, aun así, la promesa de Dios se mantiene.

La pregunta que los testigos de Jehová deben plantear a las masas de fieles que afirman creer en la Biblia es: ¿Por qué no enseñan en su iglesia lo que la Biblia dice acerca de glorioso propósito de Dios para la Tierra? ¿Por qué no saben nada acerca de la resurrección terrenal?