PREGUNTA: ¿Cuál es el significado de cada uno de los 7 tazones de la furia de Dios? ¿cómo se manifestarán en la tierra? ¿Qué simbolizan? ¿Son literales? Sé que usted ha explicado ya los últimos dos, pero ¿qué hay de los otros, como que las personas beberán sangre, las úlceras, la muerte de los seres vivos del mar, las quemaduras del sol y la oscuridad del reino de la bestia salvaje? Estos acontecimientos figurativos son muy similares a algunas plagas que ocurrieron en Egipto, por eso pregunto si serán literales. ¿Qué significan realmente?

Cuando Jehová trajo una serie de diez plagas sobre Egipto, estas fueron bastante literales. La gente murió por las plagas de granizo y pestilencia y especialmente cuando el destructor mató a todos los primogénitos de las familias que no tenían la sangre del cordero en los postes de sus puertas.

La clave para entender el derramamiento de las siete plagas es el hecho de que el capítulo 15 de Apocalipsis describe a los ungidos en el cielo después de que aquellos que quedaban en la tierra vencieron a la bestia salvaje. Además, el versículo cuatro revela que las naciones se presentarán ante Dios para adorarlo. Esa es una referencia a la gran muchedumbre de todas las naciones que estará delante del trono de Dios. Tenga presente que la gran muchedumbre saldrá de la gran tribulación.

Eso significa que para cuando se derramen los siete tazones de la ira de Dios, los que van a ser salvos ya tendrán asegurada su esperanza. La salvación para cualquier otra persona será imposible en ese momento. Por esa razón, la furia de Dios descenderá sobre los que tienen la marca de la bestia. Y aunque se verán terriblemente afectados, no se arrepentirán, porque el arrepentimiento entonces no será posible, tal como lo indica Apocalipsis 16:9: “Y el intenso calor quemó a la gente. Pero blasfemaron contra el nombre de Dios —quien tiene la autoridad sobre estas plagas— y no se arrepintieron ni le dieron gloria”.

La simiente de Satanás y el pueblo de Dios estarán separados en dos campos distintos. Por lo tanto, la ira de Dios será derramada sobre el mundo del Diablo, la cual llegará a su fin cuando lo que reste de este sistema sea completamente destruido en la guerra de Armagedón. Esta sucederá después de que se derrame el último de los siete tazones.

¿Cómo se manifestará el derramamiento de los tazones llenos de la furia de Dios? Se puede encontrar una pista útil en la profecía de Daniel acerca de la campaña del rey del norte después de haber subyugado al rey del sur. Los versículos finales del capítulo 11 revelan lo siguiente: “Pero lo inquietarán informes desde el este y desde el norte, y saldrá furioso a aniquilar y destruir a muchos. Colocará sus tiendas reales entre el gran mar y la santa montaña de la Tierra Hermosa. Y llegará a su fin, y no tendrá quien lo ayude”.

¿Cuáles podrían ser estos inquietantes informes que provienen de los simbólicos este y norte? Bueno, se dice que Jehová reside en el extremo norte. Los dos primeros versículos del salmo 48 dicen: “Jehová es grande y totalmente digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, en su santa montaña. Bello por su elevada posición, la alegría de toda la tierra, es el monte Sion, en el extremo norte, la ciudad del Gran Rey”.

La ciudad del Gran Rey es el Reino. Ese es un aspecto de los informes del norte, los cuales anunciarán que el Reino de Dios está en pleno funcionamiento.

También es interesante que Apocalipsis 16:12 declara lo siguiente con respecto al derramamiento del sexto tazón de la ira: “El sexto ángel derramó su tazón en el gran río Éufrates. Y sus aguas se secaron para prepararles el camino a los reyes que venían del nacimiento del sol”.

Isaías predijo que Jehová secaría el río Éufrates cuando su rey ungido, Ciro, conquistara la poderosa ciudad de Babilonia. Por consiguiente, el derramamiento del sexto tazón sobre el gran río Éufrates simboliza la destrucción de Babilonia la Grande, la prostituta que se sienta sobre muchas aguas.

El sol sale por el este, obviamente. La venida del Hijo del Hombre es representada como el amanecer de un nuevo día y el levantamiento de un lucero. De igual forma, también se nos indica que los llamados, escogidos y fieles brillarán tan intensamente como el sol en el Reino de su Padre. Su revelación será como la salida del sol en todo su esplendor.

Sin duda, los informes provenientes del norte y del este que tanto perturbarán al rey del norte incluirán el testimonio final dado por los reyes que vienen del nacimiento del sol cuando se les haga comparecer ante gobernadores y autoridades. Sus informes serán perturbadores para los adoradores de demonios porque darán a conocer que han visto a Cristo, lo cual es en lo que consistirá la parusía, la manifestación de Cristo a los ungidos.

Así como el rey romano del norte hizo sacrificar a todos los bebés menores de dos años en un intento horriblemente perturbador de destruir al niño Jesús, el octavo rey que será la última manifestación del rey del norte se llenará de una gran ira que lo llevará a aniquilar a los reyes del este y a muchísimas otras personas más. Por ejemplo, el vertimiento del tercer tazón aflige a los culpables de matar al pueblo de Dios: “El tercer ángel derramó su tazón en los ríos y en los manantiales. Y estos se convirtieron en sangre. Entonces oí al ángel de las aguas decir: ‘Tú —aquel que es y que era, el Leal— eres justo porque has dictado estas sentencias. Como ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas, tú les has dado de beber sangre. Se lo merecen’. Y oí al altar decir: ‘Sí, Jehová Dios, el Todopoderoso, verdaderas y justas son tus sentencias’” (Apocalipsis 16:4-7).

Durante prácticamente toda su existencia, el Imperio británico ha promovido la visión misantrópica de que el mundo está superpoblado. Incluso en el siglo XIX, antes de que hubiera mil millones de almas humanas, los británicos afirmaban que había demasiadas personas. Actualmente, la élite aboga de manera abierta por un genocidio a gran escala, el cual quieren hacer pasar como un intento de salvar al planeta del cambio climático.

Indudablemente, la destrucción venidera del presente sistema de naciones independientes y soberanas y la prohibición de la industrialización traerá no solo las condiciones para eliminar a la mayoría de los casi ocho mil millones de habitantes de la tierra, sino que cuando la bestia ascienda del abismo tendrá la disposición del mismo Satanás. Por eso se dice que la bestia de dos cuernos hablará como un dragón.

Asimismo, debido a que la mayoría de la gente no quiere tener nada que ver con Jehová o con la salvación que él ofrece, Dios permitirá que la bestia aniquile y entregue a muchos a la destrucción. Eso es lo que simboliza el derramamiento de los tazones de la furia del Todopoderoso.