Los testigos de Jehová frecuentemente dicen que están “en la verdad”. Esto es porque la fe misma se conoce como “la verdad”.
En realidad, el mismo Jesús usó la expresión cuando dijo acerca del Diablo: “No permaneció firme en la verdad”.
Así que, según Jesucristo, el Diablo estaba “en la verdad”, como los testigos de Jehová dicen estar.
Estar en la verdad no es una cosa estática, como pudo verse en el caso de Satanás. Una persona puede no permanecer en la verdad o la verdad puede cambiar. Pero, ¿cómo puede cambiar la verdad? Bueno, considere esto: ¿cuál era el significado de que Jesús se hubiera referido a sí mismo como “el camino, la verdad y la vida”? ¿Acaso Jesús siempre había sido el camino hacia Dios, la verdad de Dios y el medio por el cual se concedería vida eterna a la humanidad moribunda?
No. Sólo llegó a serlo cuando se presentó a los judíos como el Mesías y sacrificó su vida humana perfecta. Su sacrificio abrió el camino al cielo para los elegidos y permitió que toda la humanidad fuera redimida de la tumba. Jesús se convirtió en la verdad, no sólo porque siempre habló la verdad, sino también porque cumplió muchas profecías mesiánicas y porque se convirtió en la pieza central de todos los futuros propósitos de Dios.
Pero antes de que la verdad fuera revelada en Cristo, el sistema de religión judío era la única manera aprobada de acercarse a Dios. De hecho, Jesús mismo era un adorador formal de Dios según la tradición judía. Es por eso que Jesús una vez le dijo a una mujer samaritana con quien conversaba que la forma de adoración judía era la verdadera manera de adorar a Dios, pero incluso ese tipo de adoración sería cambiado. Cristo dijo: “Créeme, mujer: La hora viene cuando ni en esta montaña ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre. Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación se origina de los judíos. No obstante, la hora viene, y ahora es, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre con espíritu y con verdad, porque, en realidad, el Padre busca a los de esa clase para que lo adoren. Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”. (Juan 4: 21-24)
Fue en la primavera del año 29 dC, cuando el espíritu santo ungió a Jesús, que la verdad comenzó a ser revelada en toda su gloria, en el sentido de que el propósito de Dios tomó una nueva dirección dramática con la revelación de su Mesías elegido. Aunque la Ley pertenecía a Jehová -el Dios de la verdad- ya no era la adhesión a la ley mosaica, la voluntad de Dios para los judíos. Esa fase de la obra de Dios había cumplido su propósito y la Ley eventualmente se volvió obsoleta. Y poco después de la muerte en sacrificio de Jesús, los judíos ya no eran ni siquiera el pueblo elegido por Dios. Desde entonces, cualquiera que pusiera fe en la verdad -es decir, en Jesús- era aceptable para Dios. Irónicamente, los judíos que se seguían adhiriendo a lo que alguna vez fue la verdad de Dios ya no estaban en la verdad y los no judíos (a quienes los judíos despreciaban) fueron aceptados por Dios como sus propios hijos, siempre que siguieran caminando en la verdad.
¡Qué giro impresionante de acontecimientos la revelación de la verdad produjo en el primer siglo!
La razón por la que la revelación de la verdad presentaba una piedra de tropiezo al establecimiento judío en aquel entonces es porque tenían falsas expectativas con respecto al Mesías. Por ejemplo, incluso los apóstoles de Jesús inicialmente no pudieron captar la verdad concerniente a su muerte en sacrificio. Por eso Pedro ignorantemente aconsejó a Jesús para que no tuviera una muerte tan terrible.
Los fariseos y otros líderes aparentemente esperaban que el Cristo fuera parte de su establecimiento religioso. Esto es porque los Salmos y las profecías predijeron que el Cristo sería un heredero al trono de David. Por lo tanto, era natural que los judíos terrenales pensaran que Cristo iba a sentarse sobre un trono restaurado de David en Jerusalén. No tenían idea de una Jerusalén celestial, ni podían captar la verdad acerca de la muerte y la resurrección celestial del rey de Israel. Verdaderamente, Dios había ocultado cuidadosamente todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento (la verdad) en Cristo, como observó más tarde Pablo.
Bajo la insidiosa influencia del Diablo, el establecimiento judío no fue receptivo a la verdad y se volvió completamente corrupto y osificado en su propio dogma hasta el punto de que incluso asesinó al amado hijo de Dios, así como a muchos de sus seguidores.
El apóstol Pablo predijo un giro similar de acontecimientos que afectaría a los cristianos inmediatamente antes de la revelación final de Jesucristo. En la segunda de sus cartas a los Tesalonicenses Pablo predijo que los hombres que se hacen pasar por los apóstoles tratarían de convencer a los cristianos de que la presencia de Cristo ya había comenzado. Escribiendo como si él y los apóstoles estuvieran vivos en ese tiempo, Pablo advirtió: ‘’Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí. ’’ (2 Tesalonicenses. 2: 1-2)
No hay constancia de que alguien en el primer siglo haya anunciado falsamente que la presencia de Cristo había comenzado. Sin embargo, cabe señalar que Pablo mencionó dos personajes con el nombre de Himeneo y Fileto, los cuales enseñaban que la resurrección ya había ocurrido y estaban subvirtiendo la fe de algunos.
Curiosamente, la Watchtower también enseña que el reino está aquí y que la primera resurrección ya ha comenzado, en algún momento después de 1914.
En cuanto al versículo citado anteriormente, parece como si la advertencia de Pablo aplica más acertadamente a los testigos de Jehová en este tiempo presente. Esto se debe a que la Sociedad Watchtower ha sido la fuente de una corriente constante de mensajes anunciando que “el día de Jehová está aquí”. No sólo eso, sino que como institución, el Cuerpo Gobernante está organizado de igual manera que el consejo de apóstoles y ancianos del primer siglo. Y no hay duda de que la directiva de la organización han tomado para sí mismos la autoridad apostólica sobre los testigos de Jehová para interpretar las escrituras.
En cuanto a las cartas apostólicas casi inspiradas contra las que el apóstol Pablo advirtió, sólo hay una organización que enseña que “el día de Jehová está aquí”. Mediante mensajes verbales emitidos en salones del reino y asambleas y través de millones de revistas, folletos y libros, la Sociedad Watchtower ha anunciado a los testigos de Jehová y al mundo que la presencia de Cristo comenzó en 1914. En efecto, el mensaje es: “el día de Jehová está aquí”, exactamente como Pablo lo advirtió.
Además, Pablo escribió: “Que nadie los seduzca de manera alguna, porque no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre del desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción. Él está puesto en oposición y se alza a sí mismo sobre todo aquel a quien se llama “dios” o [todo] objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo del Dios, y públicamente ostenta ser un dios. ¿No se acuerdan de que, estando todavía con ustedes, yo solía decirles estas cosas? “. (2 Tesalonicenses 2: 3-5)
Pablo pasó a predecir la presencia – no de Cristo – sino de un hombre del desafuero, cuya presencia apóstata precede inmediatamente a la parusía de Cristo. El hombre del desafuero está destinado a fomentar la apostasía y sentarse presuntuosamente en el mismo templo de Jehová.
Los testigos de Jehová se dan cuenta de que Pablo no estaba hablando del templo judío de piedra y mortero. Ni se refería a un templo celestial. El templo al que se refería Pablo tiene que ver con la congregación ungida de Cristo. Por lo tanto, el hombre del desafuero tiene una influencia directa sobre la congregación de Cristo y por esta razón, Pablo advirtió tan severamente a sus hermanos acerca de esta trampa.
Pablo continúa diciendo: ” Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos, y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos. Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.’’
Que el lector tome nota de que Pablo se refirió a una singular “operación de error” y una sola mentira. Por supuesto, la Sociedad afirma que el hombre del desafuero es toda la clase clerical de la cristiandad y que la Watchtower ha sido instrumental en la exposición del nefasto hombre del desafuero. Sin embargo, debe reconocerse que las religiones de la cristiandad se fundan en numerosas mentiras a tal punto que no hay verdad. Cualquier estudiante bíblico competente puede exponer los errores doctrinales enseñados por las iglesias. Ciertamente no se requiere de la manifestación de Jesucristo para exponer el hecho de que la cristiandad es un fraude.
Por otro lado, los testigos de Jehová tienen un fundamento doctrinal basado en la verdad. Y como Pablo indicó, aquellos a quienes Dios permite ser influenciados por “una operación de error” realmente conocen la verdad, o están “en la verdad”, como dice la expresión. Esto es evidente por el hecho de que se les permite creer la mentira porque “no aceptaron el amor de la verdad”. Obviamente, sin embargo, para amar la verdad, una persona debe primero conocer la verdad.
¿Es posible que, aunque posean la verdad, los testigos de Jehová estén bajo la influencia de una mentira? Según Pablo sí.
Entonces, ¿cuál es la mentira?
El contexto indica que “la mentira” se relaciona con los pronunciamientos aparentemente inspirados que emanan del hombre del desafuero, declarando que la parusía ha comenzado y “el día de Jehová está aquí.” ¿Cómo podrían estos pronunciamientos ser “la operación de Satanás“? Muy sencillamente, si la enseñanza de la Sociedad en 1914 no es verdadera -como seguramente no lo es – entonces debe venir de aquél a quien Jesús identificó como “el padre de la mentira”, es decir, Satanás el Diablo.
Satanás siempre ha estado muy interesado en infiltrarse en la compañía del pueblo de Dios. Tomemos por ejemplo el encuentro que Pablo tuvo con una muchacha que estaba poseída por un demonio de adivinación, que trató de asociarse con Pablo y Silas anunciando que los dos misioneros itinerantes eran esclavos de Dios y predicaban la verdad. Lo que el demonio dijo que era verdad, Pablo y Silas eran siervos de Dios y su mensaje podía traer salvación. Sin embargo, obviamente el demonio no estaba interesado en dar credibilidad al mensaje de Pablo. Estaba tratando de dar credibilidad a la chica poseída. El demonio mantuvo el ardid hasta que Pablo se cansó de su presencia y lo expulsó.
Dando otro ejemplo, Satanás fue capaz incluso de alcanzar a uno de los colaboradores más cercanos de Cristo, Judas, uno de los apóstoles originales. (No por casualidad, Jesús se refirió a Judas como “el hijo de la destrucción.” Pablo le dio al hombre del desafuero la misma designación.)
El Diablo seguramente sabe que no puede impedir que ocurra la presencia de Cristo. No sólo eso, sino que sería difícil para él falsificar efectivamente la parusía después de que comience. Así, en su astucia la maliciosa serpiente se ha esforzado por fabricar una falsa parusía convincente antes de que comience la auténtica. En esto ha sido exitoso. Hasta ahora, la enseñanza de la Sociedad de 1914 ha sido algo inofensiva. Pero no siempre será así. Sin lugar a dudas, aceptar la parusía satánica inspirada ahora, hará difícil para aquellos que creen la mentira, aceptar la verdad, incluso después de que se revele.
Pero, ¿no es eso precisamente lo que Cristo también advirtió, a saber, que la auténtica parusía estará marcada por un engaño generalizado respecto a Jesús que podría incluso engañar a los elegidos?
Obviamente, los engaños de la cristiandad tienen poca influencia sobre los testigos de Jehová. Pero ¿qué pasa si el engaño viene a través de la Sociedad de Watchtower tan reverenciada y enaltecida? El escenario está preparado para que las enseñanzas de la Sociedad sirvan como una trampa para aquellos que no han aceptado el amor de la verdad de Dios, sino que son simples seguidores de hombres.
Por favor tome nota del hecho de que Pablo dijo que aquellos que no aman la verdad serían juzgados. El día del juicio aún no ha comenzado. El juicio es la conclusión, cuando los ángeles son enviados para separar el trigo y la mala hierba. Por lo tanto, aquellos que creen la mentira serán juzgados negativamente durante la conclusión y no antes.
La falsa parusía está completa con una sofisticada cronología bíblica y una evidencia convincente de cumplimiento profético, siendo el más convincente de todos, el hecho que la directiva de los testigos de Jehová ha dado una prueba convincente de su propia comprensión de las Escrituras en asuntos no proféticos, de modo que la doctrina de 1914 se ve firmemente apoyada por la autoridad de la Watchtower. Como resultado, ya sea a sabiendas o no, la Sociedad ha llevado a los testigos de Jehová a estar bajo la influencia de Satanás y ha colocado una enorme piedra de tropieza antes de que toda la organización llegue a estar en la presencia de Cristo.
Como predijo Pablo, la operación del diablo está diseñada para dar credibilidad a su hombre del desafuero mediante la realización de ‘’toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos’’ ¿Qué obras poderosas y señales mentirosas ha realizado el diablo? Como ha reconocido la Watchtower, C.T. Russell adoptó la pirámidología en conjunción con la cronología dispensacionalista de los siete tiempos cuarenta años antes de 1914. Durante todo el período previo se creó una gran anticipación con respecto a 1914. Y la Primera Guerra Mundial estalló justo ese año. ¡Qué asombrosa previsión tuvo C.T. Russell! O así nos han hecho creer. Por supuesto, Russell y los estudiantes internacionales de la biblia esperaban la guerra de Armagedón; pero en las décadas siguientes a 1914 la Sociedad Watchtower ha seguido moldeando la comprensión de los testigos de Jehová de las Escrituras para enseñar ahora que la Primera Guerra Mundial fue meramente el principio de los dolores de angustia que Cristo predijo que marcarían su presencia.
(La Sociedad Watchtower ha declarado que la señal de la presencia de Cristo es como una huella dactilar humana, debido a que es única y no puede ser duplicada. Eso es cierto. Sin embargo, hay muchas cosas relacionadas con la enseñanza de la Sociedad de 1914 que simplemente no concuerdan con las Escrituras).
Pero seguramente, desencadenar la Gran Guerra en el momento preciso, para dar credibilidad a la cronología de los siete tiempos no habría sido una hazaña extraordinaria para el dios de este mundo. Como consecuencia, el Diablo ha podido hacer ver sus propias ‘’obras poderosas’’ como una señal de la presencia de Cristo. ¡Qué engañoso! Además, Satanás podría haber instigado fácilmente la breve ola de rebelión en Betel y la persecución del gobierno ocurrida en 1916-1918, que desde entonces ha servido de base para interpretar docenas de profecías y parábolas como habiéndose cumplido con el puñado de estudiantes internacionales de la Biblia en ese entonces. Como Pablo predijo, Satanás de hecho ha usado “todo engaño injusto” para afianzar “la mentira” que él ha generado.
Otro aspecto del conjunto de “todo engaño injusto” que el diablo ha creado, es que la doctrina de 1914 ha permitido a la Sociedad Watchtower escribir un cheque en blanco. Lo ha hecho afirmando que Cristo nombró a su esclavo fiel sobre todos sus bienes en 1918-19. Como resultado, los testigos de Jehová han sido llevados a creer que no un hay futuro día de juicio para el esclavo fiel. La doctrina es similar a la enseñanza del papado de la infalibilidad y ha llevado a idolatrar a la organización, hecho que sirve al propósito del diablo y su hombre del desafuero.
Naturalmente, la creencia de que Cristo ya ha comenzado a gobernar y ha llevado a cabo los juicios de Dios ha tendido a hacer menos vigilantes a los testigos de Jehová. ¡No es de extrañar que Jesús enfatizara que iba a venir como un ladrón en la noche en un momento en el que sus discípulos no pensarían que vendría!
Para medir el efecto que el engaño de Satanás tiene sobre los testigos de Jehová, uno simplemente tiene que preguntarles si piensan que es posible que la señal de la presencia de Cristo y la conclusión se muestren de manera más convincente en el futuro. La respuesta será inevitablemente “no”. En otras palabras, los testigos de Jehová creen que es imposible que nación se levante contra nación, reino contra reino, con escasez de alimentos, pestilencia y terremotos en el futuro.
Sin embargo, en este momento este mundo oscuro está al borde de una calamidad inimaginable. Al parecer, ya se ha tomado la decisión en los círculos más altos del establecimiento angloamericano crear una guerra contra Irán, aun sabiendo que podría encender la chispa de una Tercera Guerra Mundial, una guerra nuclear. Una guerra total en la arena del Golfo Pérsico seguramente desencadenaría el colapso repentino del sistema financiero que se tambaleaba, con inevitables consecuencias terribles como la escasez de alimentos y la ley marcial. La desintegración del sistema económico ya está haciendo que las epidemias de enfermedades incontrolables sean una certeza. La creciente intensidad de la actividad sísmica también parece planteada para crear estragos en una escala sin precedentes.
A pesar de la precaria situación en el mundo, la Watchtower no ve aparentemente ninguna importancia en estos acontecimientos. Betel continúa promocionando 1914 como la fecha más importante en toda la historia humana. Solamente Satanás el diablo podía cegar tan eficazmente a los mismos que se jactan de ser los vigilantes a la espera de Cristo. Pero la ceguera de los hombres sólo sirve al propósito de Dios. El escenario está ahora completamente preparado para probar si aquellos que dicen estar en la verdad realmente aman la verdad o si continuarán, “creyendo en la mentira”.