PREGUNTA: ¿Quiénes son exactamente los “gloriosos” de los que se habla en la carta de Judas y aquellos que hablan injuriosamente de ellos?
La breve carta de Judas fue escrita para “los llamados que son amados en relación con Dios [el] Padre y conservados para Jesucristo“, con el propósito expreso de exhortarlos a luchar por la fe, debido a que “se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.’’
Por lo tanto, los gloriosos, de quienes los hombres impíos hablan injuriosamente, son aquellos que han sido llamados a estar en unión con Jesucristo. En otras palabras, han sido ungidos con el mismo espíritu santo que Jesús.
Judas continúa revelando que los hombres que se han ‘’metido disimuladamente’’ en la congregación de Cristo lo hacen sin ser detectados, al igual que los apóstoles superfinos que se infiltraron en la congregación de Corinto en el primer siglo. Es por eso que son descritos como rocas que acechan debajo del agua y aun así banquetean con los verdaderos cristianos. Es digno de mencionar que estos hombres impíos son ancianos y más que eso, son vistos como guías espirituales, como estrellas ungidas que proveen un torrente de aguas espirituales verdaderas, y, sin embargo, las escrituras dicen lo siguiente acerca de ellos: “Estos son las rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor mientras banquetean con ustedes, pastores que se apacientan a sí mismos sin temor; nubes sin agua llevadas de acá para allá por los vientos; árboles a finales del otoño, [pero] sin fruto, que han muerto dos veces, que han sido arrancados de raíz; olas bravas del mar, que lanzan como espuma sus propias causas de vergüenza; estrellas sin rumbo fijo, para las cuales la negrura de la oscuridad permanece reservada para siempre’’.
Al decir que han “muerto dos veces”, Judas revela que ya han recibido el juicio irreversible de la muerte segunda.
La carta de Judas continúa diciendo: Sí, también profetizó respecto de ellos Enoc, el séptimo [en línea] desde Adán, cuando dijo: ‘¡Miren! Jehová vino con sus santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de todos los impíos respecto a todos sus hechos impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron contra él.’’
Cuando Judas dice que ‘Enoc profetizó acerca de ellos’, él los coloca bajo el juicio de Dios por venir. Por lo tanto, es evidente que la carta de Judas realmente habla de la Segunda Venida de Cristo. Cuando esta menciona a ‘’ciertos hombres”, estos deben ser lo mismo que el hombre del desafuero y el esclavo malo acerca de quien habló Jesús, los cuales deben recibir el mismo juicio que los pastores que se apacientan a sí mismos, lo cual resultará en su llanto y crujir de dientes.
Interesantemente, Judas dice que los ancianos malvados “se han precipitado en el curso erróneo de Balaam’’ y Jesús habló de un Balaam simbólico que ejerce influencia sobre la congregación de Pérgamo inmediatamente antes del día del Señor, el cual los seduce a cometer idolatría.
Pero, ¿de qué manera son gloriosos los llamados? En este momento no lo son. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la carta de Judas predice las cosas que están por venir. Considere lo que Cristo dijo en el capítulo 13 de Marcos con respecto a los eventos que se desarrollarían durante la conclusión de este sistema de cosas: “En cuanto a ustedes, cuídense; los entregarán a los tribunales locales, y serán golpeados en las sinagogas y tendrán que estar de pie ante gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos. También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas. Pero cuando vayan conduciéndolos para entregarlos, no se inquieten de antemano acerca de qué hablar; más bien, lo que se les dé en aquella hora, eso hablen, porque no son ustedes los que hablan, sino el espíritu santo. Además, el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir; y ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre.”
¿Se han cumplido las palabras de Jesús de alguna forma? ¿Se han traicionado hasta la muerte los hermanos entre sí? ¿Han entregado los padres a sus hijos para que sean ejecutados debido a que son cristianos? ¿Se han levantado los hijos para que maten a sus padres creyentes? La respuesta a todo lo anterior es no. Pero, de acuerdo con Jesús, todas sus palabras registradas en las Escrituras se harán realidad al pie de la letra. En algún momento del futuro cercano, durante el reinado del último rey, los testigos de Jehová en todo el mundo serán sometidos a una tiranía nunca antes vista. El objeto de la ira de Satanás serán, por supuesto, los herederos del Reino, “los llamados”, como se les menciona en Judas.
Durante el tiempo del fin, el trigo y la mala hierba serán separados permanentemente, al menos con respecto a sus destinos eternos. El trigo se refiere a los hijos del Reino, que brillarán tan intensamente como el sol en el Reino de su Padre. En otras palabras, llegarán a ser los gloriosos de los que habla Judas. Los malvados y los infieles hablarán injuriosamente de ellos, llenando toda la medida de su pecado antes de su destrucción.
El hecho de que Judas diga que ellos “han seguido el camino de Caín”, el cual asesinó a su hermano, indica que los falsos ungidos llevarán la delantera en asesinar a los hijos del Reino, lo cual solo resultará en su transformación instantánea en espíritus gloriosos.