Viernes 1 de enero
Vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones (Mat. 28:19).
Todos los siervos fieles de Dios deseamos aprender a cumplir plenamente con la obra que se nos ha encomendado (2 Tim. 4:5). Al fin y al cabo, es la más importante y urgente que existe. No obstante, puede resultarnos difícil dedicarle tanto tiempo como nos gustaría. Otras actividades importantes nos consumen mucho tiempo y energías. Tal vez tengamos que trabajar muchas horas al día para mantener a nuestra familia. O puede que tengamos que lidiar con otras responsabilidades familiares o con la enfermedad, la depresión o los achaques de la edad. No debemos desanimarnos si nuestras circunstancias limitan la cantidad de tiempo que dedicamos al servicio a Jehová. Jesús sabía que no todos seríamos capaces de producir la misma cantidad de fruto del Reino (Mat. 13:23). Jehová valora muchísimo todo lo que hacemos en su servicio, siempre y cuando sea lo mejor (Heb. 6:10-12). w19.04 2 párrs. 1-3
Estas son algunas definiciones del verbo ir del diccionario de la Real Academia Española:
- Moverse de un lugar hacia otro apartado de la persona que habla.
- Caminar de acá para allá.
- Dirigirse, llevar o conducir a un lugar apartado de quien habla.
Jesús había resucitado. Se apareció a los discípulos en múltiples ocasiones. En una de ellas, los 11 apóstoles se encontraron con él en una montaña de Galilea y el Señor les dijo: “Se me ha dado toda la autoridad en el cielo y en la tierra. Así que vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado. Y, recuerden, estaré con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema”.
Después de recibir el espíritu santo prometido, los discípulos hicieron lo que Jesús les ordenó. Ellos fueron e hicieron discípulos. Les enseñaron a obedecer a Jesús y los bautizaron.
Durante los últimos 10 meses, la Organización ha suspendido el ministerio público de los testigos de Jehová. No solo eso, sino que todos salones del reino y asambleas han sido cerrados. Como sustitutos del trabajo puerta a puerta y el ministerio en las calles, se ha indicado a los testigos de Jehová que escriban cartas y hagan llamadas telefónicas.
Sin embargo, la pregunta es: ¿cómo pueden los testigos de Jehová obedecer el mandato de Cristo de “ir” quedándose en casa? Tome nota también de que un aspecto importante del mandato de Jesús fue bautizar a los creyentes. ¿Cómo sería posible bautizar a alguien en una reunión virtual? Y si se hacen arreglos especiales para bautizar a alguien, ¿por qué no reunirse como en el pasado?
En un primer momento, las autoridades estatales presentaron el confinamiento como no más de un par de semanas para “frenar la propagación” de un virus que solo es letal para un porcentaje muy pequeño de la población. Eso parecía razonable. No obstante, las dos semanas se convirtieron en meses y actualmente ya casi completamos un año. Empero, muchos estados de Estados Unidos han aliviado las restricciones. La gente ha vuelto al trabajo. Los niños van a la escuela en la mayoría de los lugares. Aquí, en Michigan, los niños tienen la opción de asistir a clases presencialmente o de manera virtual. Aquí las iglesias también están abiertas. No hay ninguna ley que prohíba reunirse para adorar a Dios. Podría haber restricciones gubernamentales en otros lugares. No lo sé. Pero aquí en los Estados Unidos la Constitución rige al país. Y la Primera Enmienda es bastante clara. No puede haber ninguna ley que restrinja el libre ejercicio de la religión que los ciudadanos posean, lo cual incluye predicar o reunirse pacíficamente.
Por lo tanto, la ley no exige la suspensión del ministerio. No existe ninguna ley que prohíba a los testigos de Jehová salir a tocar puertas o colocar sus exhibidores en las vías públicas. No existe ninguna ley que impida que los ministros vayan a los hogares a realizar revisitas o dar un estudio bíblico. No existe ninguna ley que prohíba a los testigos de Jehová reunirse en sus salones del reino.
Ya lo he dicho antes. A riesgo de molestar a mis lectores habituales, lo voy a repetir. Durante el verano previo a las elecciones de noviembre, los voluntarios del Partido Republicano tocaron un promedio de un medio millón de puertas cada semana. Piense en eso. ¡Es increíble que los partidarios políticos de Trump demuestran más celo por su candidato que los testigos de Jehová por su Dios!
Lo que hace que las prohibiciones de la Sociedad sean aún más lamentables es que ahora hay millones de personas en casa que normalmente no estarían allí. Algunos están sin trabajo y millones están trabajando desde sus hogares. Además, la gente está preocupada por el futuro. Están asustados. Están ansiosos. Se informa que las ventas de la Biblia han aumentado. La gente busca respuestas en la Biblia. ¡Qué oportunidad de oro! Los testigos de Jehová no solo pueden suministrar Biblias en más de 100 idiomas, sino que también tienen respuestas para muchas de las preguntas que actualmente angustian a las personas. Los testigos de Jehová pueden brindar verdadero consuelo y esperanza basados en su conocimiento de la palabra de Dios y el espíritu santo que se les ha dado como ministros de Cristo. ¡Nunca ha habido un mejor momento para que los testigos de Jehová hagan brillar su luz delante de los hombres!
Pero el Cuerpo Gobernante ha ordenado a los ministros de Cristo que coloquen sus lámparas debajo de una canasta, por así decirlo. Según Anthony Morris, es imprudente e insensato aventurarse a predicar en la calle. El último informe del Cuerpo Gobernante nos dice que más de 7500 hermanos y hermanas han muerto a causa del COVID-19. Eso es realmente trágico. Sin embargo, en una organización de más de 8,6 millones, eso representa menos del 0,1%, lo cual es similar a la tasa de mortalidad antes de la pandemia.
¿Qué sucedió con el sentido común? Es bien sabido que los ancianos son los más vulnerables. Millones de personas han contraído el virus. Algunos ni siquiera muestran síntomas. Otros, como el presidente Trump y Boris Johnson, se recuperaron rápidamente con el tratamiento adecuado. ¿No sería más sensato que solo los testigos de Jehová mayores y con comorbilidades evitaran las reuniones y no fueran al servicio de campo? Si los cristianos jóvenes y saludables van a trabajar, a la escuela y siguen con su vida, ¿por qué ha impedido la Organización que los testigos de Jehová obedezcan el mandato del Señor de “ir”? ¿Será que en secreto la mayoría de los testigos de Jehová se sienten felices de poder quedarse en casa?
“SE RODEARÁN DE MAESTROS QUE LES REGALEN LOS OÍDOS”
El texto diario de hoy cita 2 Timoteo 4:5. El contexto de ese pasaje nos dice lo siguiente: “Ante Dios y Cristo Jesús, que juzgará a los vivos y a los muertos, y por su manifestación y su Reino, te ordeno solemnemente lo siguiente: predica la palabra; hazlo con urgencia en tiempos buenos y en tiempos difíciles; censura, reprende y aconseja seriamente, con mucha paciencia y arte de enseñar. Porque habrá un tiempo en que ellos no soportarán la enseñanza sana, sino que, siguiendo sus propios deseos, se rodearán de maestros que les regalen los oídos. Dejarán de escuchar la verdad y prestarán atención a cuentos falsos. Pero tú mantén tu buen juicio en todas las cosas, aguanta las dificultades, haz tu trabajo de evangelizador y cumple completamente tu ministerio”.
Muchos estarían de acuerdo en que estos son “tiempos difíciles”. Y es por eso por lo que, al menos según una autoridad como el apóstol Pablo, los cristianos deben predicar la palabra con urgencia y aún más llevar a cabo la obra de evangelización y cumplir plenamente su ministerio.
¿Cómo es que después de tantos años de fervorosa predicación incluso bajo las peores dictaduras, reuniones clandestinas, ataques de chusmas, proscripciones, depresiones económicas, guerras y todo lo demás ahora ocho hombres han ordenado que se detenga la predicación pública y las reuniones? Y ¿Por qué han obedecido eso de manera voluntaria millones de testigos de Jehová?
Es extraño, e incluso siniestro, que la Organización finja que todo sigue como si nada. El texto diario de hoy ciertamente lo dice todo. Después de estar confinados durante casi un año, tal vez pensaríamos que los redactores de Betel escribirían algo más relevante, al menos en línea. ¿Por qué mejor no se les enseña a los publicadores cómo realizar de manera eficaz una llamada telefónica no solicitada? ¿Por qué fingen que todavía hay algún tipo de servicio de campo?
¿No será que los testigos de Jehová ya no toleran la sana enseñanza de Cristo y los apóstoles y se alegran de que el Cuerpo Gobernante les regale los oídos? Es comprensible que después de años de trabajar en territorios poco fructíferos, los publicadores y precursores puedan cansarse de tocar puertas que rara vez son abiertas. Sin duda, los testigos de Jehová están cansados de vestirse y conducir hasta el salón del reino semana tras semana, año tras año, escuchando a los mismos oradores repasar el mismo material una y otra vez sin descanso a la vista.
El confinamiento de la pandemia ha sido como un regalo del cielo. ¡Puede estar seguro de que muchos ministros y ancianos cansados se sienten aliviados al saber que pueden sentarse en casa con ropa informal a escribir cartas, hacer algunas llamadas telefónicas y salvar vidas simplemente por no salir! Zoom también lo hace todo mucho más fácil, pues lo único que se debe hacer es quedarse sentado mirando la pantalla de una computadora. Ahora el Cuerpo Gobernante dice que eso es todo lo que Dios espera de nosotros en estos tiempos difíciles. ¡Qué maravillosa noticia! ¡Aleluya! ¿No es efectivamente este un caso de decirle a las personas lo que quieren oír o, como dice el dicho, regalarles los oídos?