Pregunta enigmática #31 para los testigos de Jehová.
Jesús usa la frase “verdaderamente te digo…” más de 50 veces en la Biblia. En la Traducción del nuevo mundo, la coma se coloca después de la palabra “digo” excepto en Lucas 23,43, donde se coloca después de la palabra “hoy”. ¿Por qué se coloca la coma después de “hoy” en lugar de después de “digo” en este verso? Si la traducción de esta frase en Lucas 23,43 concuerda con la traducción de la misma en todos los otros versos en la que aparece (ver concordancia), y la coma se coloca después de la palabra “hoy”, ¿cómo se leería entonces?
En primer lugar, mientras que Jesús utilizaba con frecuencia la expresión “verdaderamente te digo,” la expresión ” verdaderamente te digo hoy” sólo se utiliza en una ocasión, y fue en el día de su ejecución.
Cabe señalar que el griego original no tenía tales signos de puntuación. Corresponde al traductor determinar dóndedeben ser colocados los signos de puntuación, como una coma. Y en el caso de Lucas 23:43 es evidente que la coma debe colocarse después de la palabra “hoy”, para decir así: “verdaderamente te digo hoy: estarás conmigo en el paraíso.”
Aquí es donde un poco de conocimiento es útil. Y, por supuesto, la honestidad también es importante.
Aquellos que insisten en que se debe colocar una coma antes de “hoy” nos quieren hacer creer que Jesús le estaba prometiendo el ladrón que iba a estar en el paraíso ese mismo día.
Esto revela una profunda y terrible ignorancia de una verdad muy fundamental expresada en la Biblia. Incluso los niños pequeños en la escuela dominical saben que Jesús murió y estuvo en la tumba por un lapso de tres días y al tercer día se levantó de entre los muertos. Jesús ciertamente no fue llevado al paraíso, al cielo o a cualquier otro lugar el día en que dio su último respiro, al menos no como una persona viva. Después de que fue bajado del madero fue envuelto en mantas y llevado por sus discípulos secretamente y puesto en una tumba. De hecho, incluso después de su resurrección, Jesús caminó entre sus discípulos durante 40 días antes de ascender al cielo.
Además, la Biblia explica claramente que Jesús es el primogénito de entre los muertos. ¿Hemos de suponer que el ladrón precedió a Jesús en el paraíso mientras que el Señor yacía en una tumba a la espera de la llamada de su Padre para despertar?
Por otra parte, después de que el Espíritu Santo fue derramado en el día de Pentecostés, el apóstol Pedro explicó la resurrección de Jesús, hablando a los judíos sobre un Salmo que el rey David había escrito 1000 años antes. El Salmo dice que Dios no dejaría el alma del que le fue leal en la tumba. Y a continuación, el apóstol explicó que David estaba aún en su tumba y su tumba se encontraba entre ellos hasta ese día. (Hechos, capítulo dos) Esto lo dijo para que pudieran entender que el Salmo aplica realmente al Mesías. Por lo tanto, si el justo rey David estaba todavía en la tumba esperando la resurrección, ¿habríamos de suponer que el ladrón también precedió a David en el paraíso?
Es tan hipócrita que alguien que está inmerso en la mitología de la cristiandad discrepe con los testigos de Jehová y la Traducción del Nuevo Mundo por la colocación de una coma en un pasaje que se refiere al paraíso, cuando por lo general el feligrés común incluso no tiene idea alguna de lo que Jesús estaba hablando. Está más allá de su comprensión y voluntad aceptar el hecho de que Jesús estaba prometiendo al malhechor que fue ejecutado junto a él que iba a recibir una resurrección, no en cielo, sino en el paraíso en la tierra.
Irónicamente, el ladrón aparentemente sabía más de la verdad que el feligrés promedio de hoy. Desde luego, no esperaba ser transportado al cielo en ese momento, o en cualquier momento después. El ir al cielo era un concepto extraño para los judíos. Incluso los apóstoles y discípulos originales imaginaban que el reino de Jesús iba a manifestarse en la tierra. Fue sólo después de su unción que sus mentes se abrieron al hecho de que habían sido invitados a unirse a Cristo en el cielo. Pero el ladrón sin duda no tenía ninguna expectativa de una recompensa celestial. Tampoco esperaba ser resucitado instantáneamente. Por eso le pidió a Jesús que le recordase cuando entrara en su Reino en algún momento del futuro.
Del mismo modo que los hombres de Sodoma se levantarán en la resurrección y condenaran a los judíos incrédulos que rechazaron a Jesús, podemos esperar que el ladrón resucite en el paraíso para condenar la torpeza y falta de razonabilidad que caracteriza a los feligreses de hoy, que no saben nada de la verdad, sino que tratan de enseñar a los testigos de Jehová con sus enigmáticas preguntas estúpidas.