Pregunta # 44: ¿Por qué le dan ustedes tanta importancia al nombre inventado “Jehová” cuando su propia organización ha admitido varias veces que nadie sabe realmente el verdadero nombre de Dios?

Los trinitarios hacen un énfasis muy grande e innecesario en el supuesto desconocimiento de la pronunciación exacta de YHWH. Sin embargo, su hipocresía queda al descubierto debido al hecho de que proclaman a Jesús como Dios de todos modos. No importa la manera como se pronuncie o escriba el nombre del Creador, para ellos eso no es importante. No pasa una sola semana en la que un individuo engañado no dé voz a su ignorancia en mi canal de YouTube o en un correo electrónico, informándome que Jesús es Yahweh. Seguramente es de gran ayuda para el engaño del que son presas los trinitarios el eliminar cualquier rastro del nombre de Dios, lo cual se ha hecho con sus versiones preferidas de la Biblia.

Irónicamente, sin embargo, es la Biblia preferida por los trinitarios angloparlantes, la versión King James, la que popularizó el nombre de Jehová en el mundo de habla inglesa. Aunque los traductores de esa versión solo consideraron apropiado traducir YHWH como Jehová en cuatro lugares, eso fue suficiente. Cuando Charles Taze Russell comenzó a estudiar la palabra de Dios junto con un grupo de personas en Pensilvania, aquellos estudiantes de la Biblia sinceros inmediatamente discernieron la distinción entre Jehová y Jesús y tenían las Escrituras para respaldarlo.

Por otro lado, con respecto a las primeras apariciones del Nombre Divino en nuestra lengua materna, el apéndice #4 de la Traducción del Nuevo Mundo 2019 nos dice lo siguiente: ’Todo parece indicar que la primera traducción bíblica al español que contiene el nombre de Dios es la de los Salmos de Juan de Valdés, de alrededor de 1537. Lo usa en la forma Iehova. A medida que el idioma fue cambiando, también fue cambiando la forma de escribir el nombre de Dios. Por ejemplo, la traducción de los Salmos de Bernardino de Rebolledo, de 1661, usa la forma Jehova. La Biblia de Scío de San Miguel, de 1791, usa la forma Iehováh en las notas. La versión Torres Amat de 1824 usa la forma Jehovah, y la Reina-Valera de 1862, la forma Jehová.’’

Luego, conforme avanzó el tiempo, aparecieron nuevas versiones de la Biblia que mostraban el nombre de Dios, el cual aparecía en parte o en muchos de los lugares donde se encuentra originalmente.

A lo largo del siglo XX, a medida que el trabajo de la Watchtower se expandió para abarcar a todas las naciones de habla inglesa e hispana del mundo, sin duda, miles de personas de origen protestante y católico, que poseían diferentes versiones de la Biblia donde aparecía el Nombre Divino, tuvieron una experiencia reveladora cuando los testigos de Jehová llamaron a su puerta e invitaron al cabeza de familia a buscar su Biblia para leer el Salmo 83:18, Isaías 42:8 o Éxodo 6:3.

En el mundo de habla inglesa, los testigos de Jehová usaron la versión King James con tal efecto, que eso obligó a los trinitarios a “revisar” la versión King James y eliminar el nombre de Jehová de los cuatro lugares donde había estado en la versión original. Evidentemente, la Divina Providencia había suprimido originalmente el impulso de los traductores de usar la palabra SEÑOR en todos los miles de lugares donde YHWH aparece en hebreo. Sin embargo, ya es demasiado tarde para los trinitarios. El nombre Jehová está incrustado de manera segura en el uso común del inglés y el español, así como en docenas de iteraciones en los cientos de idiomas y dialectos que se hablan en todo el mundo. Para bien o para mal, los testigos de Jehová ahora están inseparablemente conectados al nombre de Jehová.

Pero no son únicamente los testigos de Jehová quienes le dan tanta importancia al Nombre Divino. Es Dios mismo quien le da la mayor importancia. Cuando Dios se reveló a Moisés y dio su ley a los hijos de Israel, YHWH aparecía en los primeros tres mandamientos que fueron grabados en piedra por el mismo dedo de Dios. El tercer mandamiento hacía especial énfasis en la santidad del nombre de Dios, pues nos dice: ‘’No uses de manera indigna el nombre de Jehová tu Dios, porque Jehová no dejará sin castigo al que use su nombre de manera indigna.’’

Independientemente de cómo los hebreos hayan pronunciado el nombre divino hace 3.500 años cuando Moisés les leyó la Ley, seguramente a ellos se les grabó en sus mentes que el nombre YHWH era sagrado. Tristemente, siglos después, los judíos llegaron a pensar de manera supersticiosa que el nombre era demasiado sagrado para ser pronunciado, pero, obviamente, ese no era el mandato de Dios. YHWH no debía ser irrespetado, pero tampoco oculto en la oscuridad.

Aunque los hebreos hayan dejado de pronunciar el nombre de Dios y los “cristianos” hayan seguido esa misma tradición, Dios no ha olvidado su nombre ni lo ha cambiado. El mismo Jehová le dijo a Moisés: ‘’Este es mi nombre para siempre, y así es como se me recordará de generación en generación.’’

Aunque muchos nieguen y oculten constantemente su gran nombre, Jehová se encargará de que todos lo conozcan y aprendan a respetar. El Todopoderoso nos asegura lo siguiente: ‘’Yo sin falta me engrandeceré, me santificaré y me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová.’’ Obviamente, las naciones que están destinadas a estar bajo su juicio no se verán obligadas a reconocer que el nombre de Dios es una agrupación de consonantes impronunciables. Seguramente, el hecho de que los testigos de Jehová hayan dado a conocer el nombre de Dios en una amplia variedad de idiomas ha sentado las bases para que las naciones se vean obligadas a saber ‘’que yo soy Jehová’’.

Cuando llegue el momento de lo que las Escrituras llaman el gran día inspirador de temor de Jehová, dejaremos que los trinitarios se quejen con el Todopoderoso acerca de cómo se debe pronunciar su nombre.

Pregunta # 45: ¿Podría usted probar que Jehová es más exacto que otras especulaciones para el nombre de Dios como ‘Jahove’ o ‘Jahevoh’? ¿No serían estos más precisos teniendo en cuenta versículos como Apocalipsis 19: 1,3,4,6?

Sí. Se puede demostrar que Jehová es una versión más exacta de YHWH que otras en español. La reconstrucción de YHWH con las vocales apropiadas no es tan misteriosa. Un poco de lingüística forense puede ayudarnos a descubrir la verdad.

Considere el hecho de que los hebreos originalmente se enorgullecían de conocer a Dios por su nombre. Para honrar al Creador, los padres israelitas a menudo les daban nombres a sus hijos que incorporaban el Nombre Divino de varias maneras. Se derivaron varias docenas de nombres hebreos al fusionar la primera, segunda y última sílaba de YHWH con otras palabras. Por ejemplo, veamos una serie de nombres hebreos cuya primera sílaba corresponde a la primera sílaba del nombre divino: Je-conías, Je-dayá, Je-colías, entre otros.

Otros nombres propios hebreos integraban las dos primeras sílabas. Algunos ejemplos de estos son: Je-ho-adá, Je-ho-adín, Je-ho-acaz, Je-ho-as, Je-ho-hanan, Je-hoi-quim, Je- ho-ram, Je-ho-sabeat, Je-ho-safat, Je-ho-seba, etc.

La etimología de los diversos nombres hebreos anteriormente mencionados demuestra que las vocales asociadas con YH, o JH en español, son “e” y “o”, lo cual nos indica que las dos primeras sílabas en español son: Je-ho.

Otros nombres hebreos utilizaron la última sílaba de YHWH para formar un sufijo para un nuevo nombre, nombres que originalmente en hebreo terminaban en ‘’yah’’ y en español terminan en ‘’ías’’. Hay muchos ejemplos de estos. Veamos algunos para ilustrar el punto: Isaías (Yescha-yáh), Jeremías (Yirme-yáh), Sofonías (Zephan-yáh).

El uso de “yah” como sufijo indica que la tercera sílaba se pronunciaba con el sonido “a”. Colocando todo junto, el nombre en español Jehová o Jehovah* refleja perfectamente las vocales que los hebreos añadían a las consonantes del Nombre Divino.

Tal vez algunos se pregunten la razón detrás del cambio de la ‘’y’’ a la ‘’j’’, ya que, en hebreo, Jehová se escribía con ‘’y’’ al principio. Bueno, podemos decirles que esto se debe a un cambio en la evolución de algunos idiomas que tienen relación con el latín. Muchos nombres que originalmente en hebreo se escribían con ‘’y’’, llegaron a escribirse con ‘’j’’ a lo largo del tiempo. Algunas de las lenguas en las cuales esto sucedió, fueron el inglés, el francés y el español. Y, en cuanto a la pronunciación original, antiguamente la ‘’j’’ era pronunciada con un sonido parecido a la ‘’y’’, solo que, con el tiempo, eso cambió y adquirió el sonido que tenemos ahora. Así que, por lo tanto, muchas de las palabras que se han escrito con ‘’j’’ se pronunciaban con un sonido similar a la ‘’y’’ siglos atrás.

Y aunque los que odian a Jehová se quejan por el hecho de que el hebreo no tenía la letra “j”, esas personas usan hipócritamente cualquier otro nombre hebreo escrito con una “j” en español como José, Jesús, Josué, Jacob, Jafet, etc.

En cuanto a la expresión griega Aleluya, esa expresión significa “alaben a Jah”, “Jah” es la forma abreviada de Jehová. Esta se usa en unos 50 lugares en las Escrituras. Un lugar es Isaías 12:2, que nos dice: ‘’ ¡Mira! Dios es mi salvación. Confiaré y no sentiré terror, porque Jah Jehová es mi fuerza y mi poder y se ha convertido en mi salvación.’’

La construcción de Jah o Yah en hebreo se deriva de fusionar la primera consonante con la última sílaba. Por cierto, como ya vimos, los nombres hebreos que terminan en ‘’ías’’ en español, originalmente terminaban en ‘’yah’’ en hebreo. Uno de estos nombres es Elías. ‘’Eli’’ es una forma abreviada de la palabra Elohim, la cual significa Dios en hebreo y ‘’yah’’, como sabemos, significa Jehová.  Por lo tanto, Elías significa “mi Dios es Jehová” y me siento orgulloso de decir que él también es mi Dios.

* Aunque el nombre de nuestro Creador lleva una ‘’h’’ al final, tal vez la escritura de esa letra no se usa en la mayoría de los casos debido a que en nuestro idioma es muda y no es común usarla al final de una palabra. Puede que se vea reflejada tácitamente en el acento en la última sílaba y el uso de la tilde y dejó de usarse por esa misma razón. (Cabe aclarar que esto es una posible explicación o suposición y no es algo absoluto).