Boletín del Reino # 18
En los últimos años, la Organización ha abandonado el método de interpretación bíblica tipo-antitipo. Yendo un paso más allá, la publicación La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada! descartó sin previo aviso el concepto de que la cristiandad es el antitipo de la Jerusalén apóstata. Ahora se dice que lo que vemos actualmente en la cristiandad tal vez nos recuerde a la Jerusalén de aquellos tiempos, pero que no hay una base bíblica para afirmar que la capital del antiguo reino de Judá sea un modelo profético del cristianismo falso.
La razón fundamental para abandonar la idea de que la cristiandad es la Jerusalén antitípica se explica en el recuadro informativo 16A que encontramos en la página 174:
“Jerusalén era un centro de adoración pura, pero con el tiempo sus habitantes se volvieron apóstatas. En cambio, la cristiandad nunca le ha dado adoración pura a Dios. Desde sus comienzos —en el siglo cuarto de nuestra era— la cristiandad siempre ha enseñado doctrinas falsas.
Además, después de que los babilonios destruyeron Jerusalén, la ciudad recuperó la aprobación de Jehová y volvió a ser el centro de la adoración pura. Pero la cristiandad nunca ha tenido la aprobación de Dios y, tras ser destruida durante la gran tribulación, no volverá a existir jamás”.
El razonamiento presentado por Betel es válido. De hecho, yo mismo presenté este argumento a la Watchtower hace muchos años. Y este plantea la necesidad de una revisión adicional de la interpretación de Daniel hecha por la Organización. Por ejemplo, Daniel 11:32 dice que el rey del norte “llevará a la apostasía a los que actúan perversamente contra el pacto”. Según el libro Prestemos atención a las profecías de Daniel, estos solo pueden ser los líderes de la cristiandad. Pero, si tenemos en cuenta la forma de pensar actual de la Sociedad, dado que la cristiandad siempre ha sido apóstata y nunca ha estado en un pacto con Jehová Dios, ¿cómo podría el clero cometer más apostasía o actuar de un modo perverso contra un pacto del que no son parte? Hay muchas de esas contradicciones en los archivos de la Organización.
Hay un problema más desconcertante que surge al descartar a la cristiandad como el antitipo de la antigua Jerusalén. Pues, si ese conglomerado de sectas y religiones no lo es, ¿qué tipifica entonces la ciudad santa? De acuerdo con el recuadro informativo mencionado anteriormente, el enfoque tipo-antitipo solo es aplicable cuando la Biblia así lo indica claramente. Así que nos preguntamos lo siguiente: ¿existe una base bíblica para considerar a Jerusalén como un tipo de algo más grande? ¡Claro que sí!
Considere, por ejemplo, lo que nos indica uno de los libros proféticos más antiguos: Isaías. En el capítulo 28, Jehová se dirige específicamente a los jactanciosos gobernantes de Jerusalén que han hecho un pacto con la Muerte, se han escondido en la falsedad y han buscado refugio en una mentira. ¿Se refiere esa profecía a alguna situación actual? Por supuesto que sí. ¿Cómo lo sabemos? En el versículo 16, Jehová declara lo siguiente: “¡Miren! Pongo como fundamento en Sion una piedra probada, la valiosa piedra angular de un fundamento seguro. Nadie que demuestre fe será presa del pánico”.
Jesús es la piedra angular del Reino de Dios. No obstante, esa profecía de Isaías nos habla de la colocación de un fundamento acompañada de una tormenta que arrasará el escondite de los gobernantes de Jerusalén. Ese aspecto de la profecía no se cumplió en el primer siglo. Por lo tanto, debe cumplirse cuando Cristo regrese como rey.
Jerusalén era la capital del Reino de Israel. Lo fue desde la conquista de la fortaleza jebusea por parte de David. Después de que el reino se dividió debido a la apostasía de Salomón, Jerusalén siguió siendo la capital de Judea y también el centro religioso de todas las tribus de Israel. Jerusalén fue el lugar donde Jehová colocó su nombre. Esa es una distinción muy significativa.
Con la venida de Cristo, Jerusalén se convirtió en la cuna del cristianismo. Jerusalén fue donde Jesús fue aclamado como el rey de Israel. Fuera de los muros de la ciudad santa fue donde el Señor fue ejecutado en un madero. Los 120 cristianos originales fueron ungidos mientras estaban reunidos en un aposento alto de esa ciudad. Y después, durante muchos años, los apóstoles y discípulos predicaron frecuentemente en el templo. Asimismo, se podría decir que Jerusalén era la sede no oficial del cuerpo gobernante del primer siglo.
Además, Jesús habló de Jerusalén siendo pisoteada por las naciones durante la conclusión de este sistema. Obviamente, la Jerusalén del siglo I es un tipo que prefigura a una entidad que existirá durante la fase final. No sería exagerado decir que la desolación de Jerusalén durante la gran tribulación es el rasgo central de la extensa profecía de Jesús sobre su venida. A fin de cuentas, Jerusalén representa a la congregación de Cristo. Es la congregación de Cristo la que está destinada a la desolación. ¿Quién entre los testigos de Jehová negaría que Dios ha confiado su santo nombre a la Watchtower, convirtiéndola en el lugar donde él lo ha puesto, al igual que la antigua Jerusalén?
En cuanto a la profecía del capítulo 28 de Isaías, no hay nada que nos recuerde particularmente a las prácticas del clero de la cristiandad. Sin embargo, ¡sí nos recuerda mucho a los dirigentes actuales de la Sociedad! ¿No se jacta el Cuerpo Gobernante de haber establecido por fin la adoración pura? Y esto a pesar del hecho de que varias decenas de miles de niños han sido violados y seducidos por depredadores pedófilos animales que acechan en el “paraíso espiritual”. Además, también nos recuerda la actitud de los fanfarrones que se han ocultado en la falsedad y que afirman que la inundación venidera no los alcanzará. No, Cristo los purificó y refinó hace más de 100 años, puesto que visitó y limpió el templo espiritual de Jehová entre 1914 y 1919. Por lo tanto, Dios no tiene problemas con los que presiden el paraíso espiritual.
Mientras tanto, a medida que la Sociedad reinterpreta las profecías, esta hace ajustes continuos para limitar los juicios escritos de Dios a la era de 1914 o dirigirlos a la cristiandad. Esto nos recuerda mucho lo que afirma Jehová en el mismo capítulo de Isaías del que estamos hablando: “Porque la cama es demasiado pequeña para estirarse en ella y la sábana es demasiado estrecha para arroparse”.
Por cierto, dado que la Watchtower ha abandonado la idea de que la cristiandad es la Jerusalén antitípica, esto anula un aspecto importante de la visión que ella tiene de sí misma. Quizás el Cuerpo Gobernante no consideró las ramificaciones de su último ajuste, o quizás estén seguros de que los testigos de Jehová no se darán cuenta, pero en vista de que el cristianismo falso ya no es el centro de muchas profecías registradas en libros como Jeremías y Ezequiel, eso significa que la Organización no es la voz de la clase moderna de esos profetas. En última instancia, todo esto significa que la Watchtower no es el centinela de Jehová. ¡La sábana es demasiado estrecha para que se cubran ahora!
Jerusalén no era un centinela. Las organizaciones no lo son. Jehová nombraba a individuos con el objetivo de que sirvieran como centinelas para la casa de Israel. Así que, si tenemos en cuenta el modelo de las Escrituras, podemos decir que Jehová ha utilizado a personas, como yo, para anunciar sus juicios venideros sobre la Jerusalén antitípica.
En consecuencia, actualmente aplico las palabras registradas originalmente por Ezequiel al momento presente. Dejemos que los líderes de la Sociedad sean informados por este medio. “Esto es lo que dice el Señor Soberano Jehová: ‘¡Mira! Una calamidad, viene una calamidad sin igual. El fin ya viene. El fin vendrá, se levantará contra ti. ¡Mira! Ya viene. Te ha llegado el turno, habitante del país. Ya llega el momento, el día está cerca. En las montañas hay pánico en vez de gritos de alegría. Muy pronto derramaré mi furor sobre ti, soltaré toda mi furia contra ti, te juzgaré según tu conducta y te pediré cuentas por todas tus acciones detestables’” (Ezequiel 7:5-8).
De acuerdo con los hombres de visiones de Betel, el próximo acontecimiento profético en el horizonte es la destrucción de Babilonia la Grande durante la tribulación. ¡Qué equivocados están! Tal cosa no sucederá sin que primero Dios traiga ruina y lamento sobre su propia organización. Por eso habrá pánico y no gritos de alegría. La destrucción de la organización visible de Jehová es la “obra insólita” llevada a cabo por nuestro Dios predicha en el mismo capítulo 28 de Isaías.
¿Cuáles son algunas de las acciones detestables que justifican el derramamiento de la ira contenida de Jehová? Hay muchas. Podríamos señalar primero la asociación secreta de 10 años de Betel con las Naciones Unidas. Esta utilizó a millones de testigos de Jehová —que no sabían nada al respecto— para distribuir literatura que había sido redactada de manera astuta para cumplir con los requisitos de ser una ONG asociada con la ONU y difundir información positiva acerca de esa institución.
No obstante, es aún más detestable que ahora la Watchtower esté en el negocio de vender salones del Reino. Cientos de lugares de culto que estaban solemnemente dedicados a Dios han sido puestos a la venta como bienes raíces comunes. Las congregaciones que construyeron y pagaron por ellos están siendo desposeídas, desalojadas por hombres malvados y codiciosos que viven en Betel. Esto se debe, obviamente, a que la venta de esas estructuras significa grandes ganancias para la Watchtower, pues el precio de los bienes raíces en los últimos ha aumentado considerablemente. Por esa razón, la siguiente pregunta que hace Jehová es muy acertada: “‘¿Se ha convertido para ustedes esta casa que lleva mi nombre en una cueva de ladrones? Yo mismo lo he visto’, afirma Jehová” (Jeremías 7:11).
Debido a la pandemia, el Cuerpo Gobernante se ha puesto en contra de Jesucristo, al prohibir que sus ministros vayan, hagan discípulos o se reúnan como ordenó el apóstol Pablo. Aunque no hay evidencia de que alguien haya contraído COVID-19 al aire libre, Betel les prohíbe a los ministros de Jehová incluso el simple hecho de estar de pie en la esquina de una calle. ¡Eso es algo verdaderamente detestable! ¿Qué sigue? ¿Requerirán los dictadores de Sodoma que los testigos de Jehová estén vacunados antes de que se les permita obedecer a Cristo?
¡En efecto, el día se acerca! Muy pronto Jehová derramará su ira sobre los jactanciosos. ¡Ay de ellos! Pero como ha señalado el mismo Todopoderoso de los que se han escondido en la falsedad: “Solo el terror hará que ellos entiendan el mensaje” (Isaías 28:19b).
Este boletín del Reino está siendo distribuido electrónicamente al Cuerpo Gobernante y sus ayudantes.