Esta es una consideración del artículo de estudio #29 de La Atalaya de julio de 2022, el cual se titula: “Apoyemos a Jesucristo, nuestro superintendente”.

Jesús predijo que las buenas noticias del Reino se predicarían en todo el mundo antes del fin. Cristo también predijo que designaría a un esclavo para que proporcionara alimento al tiempo debido. Consideremos algunos aspectos de este importante tema. El párrafo 4 establece lo siguiente:

“Jesús dijo que la predicación y la obra de hacer discípulos se llevarían a cabo en ‘todas las naciones’, y que él estaría con sus seguidores ‘todos los días hasta la conclusión del sistema’ (Mat. 28:20). Estas palabras dejan claro que Jesús supervisaría la predicación hasta nuestros días”. 

La mente es muy poderosa. Puede analizar asuntos difíciles, resolver problemas intrincados, comprender cosas complejas y, si es alimentada por el poderoso espíritu santo de Dios, nuestra mente puede incluso comprender acertijos proféticos y secretos sagrados que de otro modo estarían ocultos.

Desafortunadamente, nuestra mente también puede ser desviada y engañada de forma fácil, especialmente si uno se inclina hacia la pereza y la falta de curiosidad. También hay un componente emocional que puede influir. Las personas suelen sentirse incómodas al reexaminar cosas acerca de las cuales están convencidas que son ciertas. Y luego está la influencia prevaleciente de aquel a quien Jesús llamó el Maligno.

Tomemos como ejemplo lo que dijo Jesús, citado anteriormente. Como bien saben los testigos de Jehová, la conclusión del sistema de cosas, también conocida como el tiempo del fin y los últimos días, es un período de tiempo que precede inmediatamente a la terminación absoluta del mundo de Satanás en el campo de batalla simbólico llamado Armagedón.

Si Jesús estará con sus discípulos hasta la conclusión del sistema, ¿significa eso el comienzo del intervalo del tiempo del fin o el fin de la conclusión en sí? No es una pregunta tonta. ¿Por qué no dijo Jesús simplemente “estaré con ustedes todos los días hasta el fin”?

Si Jesús vendrá de nuevo para juzgar a los habitantes de la Tierra, no debemos suponer que los cristianos seguirán como antes. Generalmente creemos que la conclusión del sistema solo se refiere al mundo bajo la malvada influencia de Satanás. Pero, aunque eso sea verdad, ese periodo de tiempo implicará mucho más.

El fin de este mundo también implicará el fin del cristianismo. No, no el fin de la fe cristiana, sino el fin de la obra de predicar, enseñar y hacer discípulos que comenzó en el siglo primero. Cuando la conclusión de este sistema comience, ya no habrá más llamamientos celestiales. Jehová no escogerá más ungidos. Será el fin de la predicación tal y como la conocemos. Por esa razón fue que Jesús dijo que las buenas nuevas tenían que ser predicadas antes del fin.

Y aquí es donde encontramos el error monumental de la Watchtower: la creencia imperecedera de que la conclusión comenzó en 1914.

Jesús dijo que la cosecha es una conclusión del sistema. La Watchtower ha inventado la explicación más absurda imaginable de la ilustración de Jesús. Supuestamente, la cosecha comenzó hace más de un siglo, cuando los ángeles separaron a los Estudiantes de la Biblia de los feligreses de las iglesias nominales que se asemejaban a mala hierba y que no eran adecuados. No está claro el por qué era eso necesario, ya que los Estudiantes de la Biblia de Russell ya eran un grupo separado que se distinguía fácilmente de la corriente principal. Además, no se sabe cómo esos millones de individuos fueron atados y arrojados al fuego, pues, con el tiempo, todos murieron de causas naturales. Al parecer, el Diablo ha seguido sembrando semillas de mala hierba año tras año, haciendo de la cosecha algo interminable. 

Hay un antiguo libro profético hebreo que detalla el fin repentino del ministerio de casa en casa. Es el libro de Joel. En tres lugares de sus profecías se hace mención del día inspirador de temor de Jehová. A pesar de eso, recientemente, los hombres de visiones que dicen ser fieles y discretos han declarado que esta profecía se cumplió en el pasado y hasta ahora no han hablado de ningún cumplimiento futuro.

Cuando ciertos hombres con autoridad hablan en nombre de Jehová y deliberadamente distorsionan y tuercen lo que él ha dicho, tales individuos demuestran ser falsos profetas. Es una tontería pretender que uno puede evitar que la palabra de Dios se haga realidad. A quienes hacen eso, les espera un terrible final:

“Oigan esto, ancianos, y presten atención, todos ustedes, los habitantes del país. ¿Ha ocurrido algo como esto en sus días o en los días de sus antepasados? Cuéntenselo a sus hijos, y que sus hijos se lo cuenten a los hijos de ellos, y que los hijos de ellos se lo cuenten a la siguiente generación. Lo que dejó la langosta devoradora, se lo ha comido la langosta con alas; y lo que dejó la langosta con alas, se lo ha comido la langosta sin alas; y lo que dejó la langosta sin alas, se lo ha comido la langosta voraz. ¡Despierten, borrachos, y lloren! Laméntense, todos ustedes, los que beben vino, porque les han quitado el vino dulce de sus bocas” (Joel 1:2-5).

“El campo ha sido arrasado y el suelo está de duelo. El grano ha sido arrasado, el vino nuevo se ha secado, el aceite se ha acabado. Los agricultores están desesperados y los viñadores se lamentan a causa del trigo y la cebada. La cosecha del campo se ha echado a perder. La vid se ha secado, la higuera se ha marchitado. El granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo se han secado. La alegría se ha convertido en vergüenza entre el pueblo” (Joel 1:10-12).

“Jesús estaba seguro de que durante la conclusión del sistema habría suficientes trabajadores. Sabía que se cumplirían estas palabras proféticas: ‘Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente el día en que dirijas a tus fuerzas militares’ (Sal. 110:3). Si usted predica las buenas noticias, está apoyando a Jesús y al esclavo fiel, y participando en el cumplimiento de esta profecía. La predicación se está llevando a cabo, pero hay algunos obstáculos”.

El “día” del que se habla en ese Salmo no ha comenzado. Ese “día” también es conocido como el día del Señor y el día de Jehová. El Salmo 110 coincide con la apertura de los siete sellos del rollo de los juicios de Dios. La apertura del primer sello está ligada a un jinete sobre un caballo blanco al que se le da un arco y una corona y cabalga para someter a todos los enemigos del Reino. Los versículos 5 y 6 del Salmo que estamos analizando verifica que Cristo es el jinete del caballo blanco al decir: “Jehová estará a tu derecha; aplastará reyes en el día de su furia. Ejecutará su sentencia contra las naciones; llenará la tierra de cadáveres. Aplastará al jefe de un extenso país”. 

De acuerdo con el libro de Apocalipsis, el juicio de Jehová contra las naciones resultará en la muerte de una cuarta parte de la humanidad. Eso ciertamente calificaría como llenar “la tierra de cadáveres”.

En la actualidad, los Estados Unidos de América son considerados la nación más grande que ha existido. Las profecías de Ezequiel describen a “Egipto” como un cedro gigante que se eleva sobre todos los árboles menores en el jardín de Dios compuesto por naciones. La razón por la que este bosque es llamado como el Jardín del Edén se debe a que desde que Dios expulsó a los dos primeros humanos del paraíso, él ha permitido que las naciones se desarrollen y dominen a la humanidad hasta el momento en que el Rey de reyes dirija a su fuerza militar contra las naciones.

Dios mismo da la orden de cortar el imponente cedro. ¿Qué relevancia podría tener la caída del antiguo Egipto para nosotros en el siglo XXI? Bueno, Egipto, la primera cabeza de la bestia salvaje de siete cabezas de Satanás, también representa el último imperio gobernante. Por eso, al talar este cedro, el día de Jehová comienza, junto con un tiempo señalado para que todas las naciones sean juzgadas. Léalo usted mismo: “Hijo del hombre, profetiza. Dirás: ‘Esto es lo que dice el Señor Soberano Jehová: “Laméntense así: ‘¡Ay, el día ya viene!’. Porque el día está cerca, sí, está cerca un día de Jehová. Va a ser un día de nubarrones, un tiempo fijado para las naciones. Una espada vendrá contra Egipto, y el pánico se apoderará de Etiopía cuando en Egipto la gente caiga muerta, cuando sus riquezas sean tomadas y sus cimientos demolidos”’” (Ezequiel 30:2-4).

Sin duda alguna, no es coincidencia que Estados Unidos haya sido llevado deliberadamente a la bancarrota por la Reserva Federal, una institución que está en manos extranjeras. La nación más rica se ha convertido en la mayor deudora del mundo. Los cimientos constitucionales de la otrora orgullosa tierra de los libres han estado bajo constante ataque de sus supuestos guardianes. Incluso la preciada primera enmienda, la cual protege la libertad de expresión y culto, ahora es considerada obsoleta.

Sin embargo, algo aún más desconcertante es que últimamente muchos políticos han declarado su intención de castigar a Rusia, e incluso han invocado una guerra abierta contra la principal potencia nuclear del mundo. Debido a esto, algunos dicen, con razón, que la Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado. De cualquier forma, los sucesos actuales nos demuestran que “el hacha ya está junto a la raíz”. 

Entonces, ¿cómo podría cumplirse la profecía de que el pueblo de Dios se ofrecerá voluntariamente en el día de la campaña militar de Cristo? De nuevo, refiriéndose a la caída de “Egipto”, Ezequiel 29:21 declara: “Ese día haré brotar un cuerno para la casa de Israel, y a ti te daré una oportunidad de hablar en medio de ellos; y ellos tendrán que saber que yo soy Jehová”.

Jesús insinuó esto cuando dijo que los escogidos comparecerán ante gobernadores y reyes para darles testimonio. Indubitadamente, ellos no ofrecerán un estudio bíblico gratuito en sus hogares, sino que cumplirán el patrón de Cristo cuando este le dio un testimonio a Poncio Pilato.

“Un obstáculo que afrontamos es la oposición. Apóstatas, políticos y líderes religiosos esparcen muchas mentiras sobre nuestra obra. Si nuestros familiares, conocidos y compañeros de trabajo las creen, quizás intenten que dejemos de servir a Jehová y de predicar”. 

El mayor obstáculo al que se enfrentan los predicadores del Reino en la actualidad proviene del Cuerpo Gobernante. Durante más de dos años y contando, el Cuerpo Gobernante les ha prohibido a los testigos de Jehová salir a la calle o tocar una puerta. A pesar de que se ya levantaron los confinamientos y la gente volvió al trabajo y la escuela, los testigos de Jehová todavía se refugian en sus hogares evitando todo contacto cara a cara con las personas de su territorio. Mientras tanto, el Cuerpo Gobernante sigue engañando a los testigos de Jehová, asegurándoles que están siguiendo a Jesús y obedeciendo su mandato de ir a hacer discípulos al quedarse en casa escribiendo cartas y haciendo llamadas telefónicas no solicitadas.

Sin duda, los apóstatas representan un peligro espiritual, ya que presiden a los cristianos y, tal como los “superapóstoles” de Corinto, se han disfrazado de ministros de justicia. Cumpliendo una vez más las profecías, la Watchtower ciertamente ha quemado la viña.

Fin de la sexta parte.