Martes 8 de diciembre

Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna (Juan 6:68).

Hoy día ha habido quienes han tropezado por alguna aclaración de un pasaje de la Biblia. Otros quizás se han puesto de parte de apóstatas o de personas que se oponen a nuestras creencias. Sea por un motivo u otro, han decidido “alejarse” de Jehová y de la congregación (Heb. 3:12-14). Habría sido mucho mejor que hubieran mantenido la fe y la confianza en Jesús, como hizo el apóstol Pedro. En cambio, otros han dejado la verdad poco a poco, puede que incluso sin darse cuenta de ello. La Biblia los compara a un barco que va “a la deriva” y se aleja lentamente de la orilla (Heb. 2:1). Por lo general, no tenían la intención de dejar la verdad, pero permitieron que su relación con Jehová se fuera debilitando hasta que al final la perdieron. w18.11 9 párrs. 5, 6

Sin duda, algunos probablemente han tropezado debido a algún ajuste trivial de una enseñanza de la Sociedad. Sin embargo, muchos más han tropezado a causa de a la descarada hipocresía de la Organización, especialmente por la forma cruel en que los abogados de Betel han perseguido a las víctimas de abuso infantil y han declarado no tener la responsabilidad de protegerlas de ese horrible crimen.

Indudablemente, las autoridades gubernamentales que han estado directamente involucradas en resolver el encubrimiento de la pedofilia dentro de los testigos de Jehová son considerados “opositores” que tergiversan las creencias de la Organización. Según el Cuerpo Gobernante, cualquier testigo de Jehová que se ponga del lado de los defensores de niños se convierte en apóstata.

Qué bueno sería que el Cuerpo Gobernante simplemente admitiera su pecado y suplicara perdón a los hermanos y hermanas y especialmente a las decenas de miles de víctimas. Por supuesto, eso nunca sucederá. Los líderes del pueblo de Dios se han comprometido con una mentira y están destinados a permanecer en ella hasta el amargo final. Han hecho un pacto con la muerte y esperan salvarse de la catástrofe que está a punto de desatarse.

No obstante, tenga en cuenta que los verdaderos apóstatas son los que dirigen al pueblo de Dios, no los que tropiezan y se alejan disgustados. En la antigüedad, fueron los reyes y sacerdotes quienes fomentaron la apostasía. Actualmente, ocurre lo mismo.

Si la Sociedad estuviera realmente preocupada por la pérdida de fe de muchos testigos de Jehová, se haría todo lo posible por abrir los salones del reino. Las personas necesitan interacción cara a cara. Y los ministros necesitan ver a quién están ministrando. Seguramente, el CG es consciente del desvanecimiento de la fe que se está produciendo, el cual implica un desaliento gradual y deliberado. La adoración virtual de la Organización que se da por Zoom debe facilitar enormemente ese desvanecimiento. ¿O es que están ciegos? Si el CG no reanuda las reuniones formales en los salones y el ministerio público pronto, es posible que descubran que están presidiendo un redil vacío. Quizás esa sea la intención de algunos: abandonar sutilmente al rebaño y sacrificarlo.

Con todo esto se me viene a la mente una profecía de Zacarías: “Porque permitiré que surja un pastor en el país. No cuidará a las ovejas que se estén muriendo; no buscará a las crías ni sanará a las heridas ni alimentará a las que se puedan tener en pie. En vez de eso, devorará la carne de las ovejas gordas y les arrancará las pezuñas. ¡Ay de mi pastor inútil, que abandona al rebaño! Una espada le golpeará el brazo y el ojo derecho. Su brazo se secará completamente y su ojo derecho se quedará totalmente ciego” (Zacarías 11:16, 17).

Afortunadamente, la Organización no tiene los dichos de vida eterna; Jehová sí. Al igual que el sistema judío de antaño que fue un cuidador temporal de la palabra de Dios, a la Watchtower solo se le ha confiado la supervisión de la predicación y la alimentación de las ovejas de Cristo, por lo que a los que la dirigen se les pedirá que rindan cuentas. Esos individuos no deberían suponer que van a escuchar al Amo decirles: “¡Bien hecho, esclavo bueno y fiel!”.