En la reunión anual de los testigos de Jehová de octubre de 2015, el Cuerpo Gobernante  propuso otra revisión, en lo que se ha convertido en una revisión anual, fragmentada, de las interpretaciones proféticas. Las cuales todas están unidas a 1914 de una manera u otra.

El “ajuste” más reciente tiene que ver con el momento en que los cristianos fueron hechos cautivos por Babilonia el Grande, lo cual fue el tema del comentario del texto diario del 31 de octubre.

Convenientemente, el tema también acaba de aparecer en la columna preguntas de lectores de la Atalaya de marzo de 2016. (El tiempo del artículo sugiere que las preguntas no siempre son de los lectores.)

Para los desconocedores, lo siguiente es lo que la WT solía enseñar, tomado del artículo mencionado arriba:

‘’Por bastante tiempo dijimos que comenzó en 1918 y que fue un período breve durante el cual el pueblo de Dios cayó bajo el control de Babilonia la Grande. Por ejemplo, La Atalaya del 15 de marzo de 1992 dijo: “Tal como el pueblo antiguo de Dios fue llevado en cautiverio a Babilonia por algún tiempo, en 1918 los siervos de Jehová llegaron a estar bajo cautiverio parcial a Babilonia la Grande”. Sin embargo, un análisis más detenido ha demostrado que este período comenzó mucho antes. ’’

Después de “investigar más” ¿qué se requiere que los testigos de Jehová crean ahora? El artículo concluye con:

‘’Las pruebas presentadas demuestran que Babilonia mantuvo prisionero al pueblo de Dios desde los inicios de la apostasía en el siglo segundo. Así comenzó una época muy triste y oscura, parecida a la que vivieron los israelitas de la antigüedad durante el destierro. Pero nos llena de alegría saber que después de siglos y siglos de sufrimiento, el pueblo de Dios está viviendo el cumplimiento de la profecía de Daniel, quien dijo: “Los que tengan perspicacia brillarán”, y “muchos se limpiarán […] y serán refinados”.

Es cierto que la congregación de Cristo poco a poco fue corrompida desde dentro y los obispos fueron eventualmente subvertidos por el emperador romano, Constantino, y más tarde lo que se conoció como cristianismo se fundió aún más con las ceremonias religiosas y creencias míticas asociadas con Babilonia. Pero he aquí algunas cosas que deben ser tenidas en cuenta.

Primero, cuando Jehová hizo que Judá fuera llevado al cautiverio, aquello fue un castigo por parte de él y sirvió para vindicar su palabra. Esto se debe a que los profetas anunciaron que Jerusalén caería ante Babilonia con años de antelación, debido a su negativa a obedecer a Dios y guardar su pacto jurado con él. Y cuando ocurrió, los judíos sobrevivientes se vieron obligados a “saber que yo soy Jehová”.

Para ilustrar este punto, en el capítulo 12 de Ezequiel Dios dijo: “Y tendrán que saber que yo soy Jehová cuando los disperse entre las naciones y realmente los esparza entre los países.  Y ciertamente dejaré que queden de ellos unos pocos hombres, de la espada, del hambre y de la peste, para que relaten todas sus cosas detestables entre las naciones a las cuales tendrán que ir; y tendrán que saber que yo soy Jehová. “

¿Pero  sabían los cristianos que vinieron a estar bajo la influencia de la autoridad religiosa romana que Jehová los había castigado y el por qué? Aunque los apóstoles predijeron que los cristianos serían sometidos a pastores crueles que no tratarían el rebaño con amabilidad, no hay nada que sugiera que eso fue un castigo de Dios.

Además, el exilio judío en Babilonia no se extendió por miles o incluso cientos de años. De hecho, se podría decir que la generación que experimentó la destrucción de Jerusalén no pasó hasta que regresaron a su tierra natal para reconstruir el templo de Jehová. El que algunos individuos hayan experimentado eso, es evidente por el hecho de que el profeta Ageo  fue inspirado para preguntar a la gente que estaba viva cuando el segundo templo fue terminado: “¿Quién hay entre ustedes que quede que haya visto esta casa en su gloria anterior? ¿Y cómo la ven ahora? ¿No es, en comparación con aquella, como nada a sus ojos?’’.

Pero lo más absurdo en la comprensión modificada de la Watchtower es que la desolación de un lugar santo y una “Jerusalén” simbólica es una de las características centrales del tiempo del fin. Y mientras los “profetas” de la Watchtower insisten en que “Jerusalén” representa a la cristiandad, ¿por qué sería necesario que los elegidos huyeran por sus vidas cuando la cosa repugnante se ponga de de pie donde no debe?

¿Y no indicó Jesús que el lector debería usar el discernimiento y consultar el libro de Daniel, que claramente revela que el lugar santo que ha de ser desolado tiene que ver con las cosas que pertenecen a Dios? Y hasta la Watchtower lo reconoce. (Ver el articulo: la cosa repugnante que causa desolación).

Pero, ¿qué tiene que ver la desolación del lugar santo con ir cautivos a Babilonia la Grande?

Como bien saben los testigos de Jehová, en el tiempo en que Babilonia destruyó el templo de Salomón, Jerusalén era conocida como el lugar donde Jehová había hecho residir su nombre. Fue una pérdida terrible para el pueblo de Dios. En respuesta a esa terrible calamidad, el profeta Jeremías escribió el libro de las Lamentaciones, lamentando la destrucción de la ciudad santa. Es más, cuando Jesús pronunció ayes sobre Jerusalén, también la reconoció como la ciudad santa, llamándola así, y refiriéndose al templo como la “casa de mi Padre.” Por lo tanto, no es razonable que la “Jerusalén” antitípica represente a la cristiandad.

Puesto que fue la desolación de Jerusalén la que llevó a los judíos al cautiverio en Babilonia, la futura desolación del lugar santo creará las circunstancias precisas para que el pueblo de Jehová sea oprimido por el octavo rey y la prostituta, Babilonia la Grande.

Puesto que se puede demostrar fácilmente que el octavo rey no ha comenzado su reinado por la simbólica “una hora”, entonces, el mandado que dice “salgan de ella pueblo mío” no ha sido anunciado todavía. Claramente, en ese punto crítico durante el juicio de Dios, el salir de Babilonia no tendrá nada que ver con descartar falsas doctrinas religiosas. Esto implicará aceptar el Reino de Dios como se manifestará entonces.

En cuanto a la pregunta planteada por la Watchtower: “¿Cuánto tiempo tuvo Babilonia la Grande prisionero al pueblo de Dios?” Es la pregunta equivocada. En vez de eso, debemos preguntarnos: ¿Cuándo será hecho cautivo el pueblo de Dios por Babilonia la Grande?

La respuesta es que así como Dios entró en juicio con los judíos por medio de la espada, hambre y pestilencia, con la apertura auténtica de los sellos simbólicos de Apocalipsis, Cristo comenzará el juicio de la casa de Dios, acompañado por guerra, escasez de alimentos y pandemias globales. La obra mundial de los testigos de Jehová será suprimida, lo cual es el tema subyacente de la profecía de Joel. Y por eso Babilonia prevalecerá sobre el pueblo de Dios hasta el momento en que el Gran Ciro se levante como el Libertador.