Pregunta Enigmática #32 para los Testigos.
La Traducción del nuevo mundo traduce la palabra griega “esti” como “es” en casi todos los casos en el Nuevo Testamento (Mt 26:18, 38, Mc 14:44, Lc 22:38, etc.). ¿Por qué la Traducción del nuevo mundo traduce esta palabra griega como “significa” en Mt 26: 26-28, Marcos 14: 22-24 y Lc 22,19? ¿Por qué la inconsistencia en la traducción de la palabra “esti”? Si la Traducción del nuevo mundo hubiera sido consistente y tradujera la palabra griega “esti” como “es” en estos versículos, ¿qué deberían decir estos versículos?
Al parecer, la mayoría de las traducciones traducen las palabras de Jesús al decir “esta es mi sangre”, las cuales Jesús dijo en referencia a una copa de vino que sostenía en su mano y que luego pasó entre sus apóstoles para inaugurar lo que ha llegado a ser llamado la cena del Señor. Y no hay nada de malo en la traducción. Eso es lo que esta dice en griego.
Sin embargo, hay un significado implícito, es muy evidente que Jesús quería que sus apóstoles entendieran que el vino simbólicamente representaba su sangre. Contextualizándolo Jesús dijo: “porque esto significa mi ‘sangre del pacto’, que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados.” (NVI)
Pero parece ser que no es evidente para todos lo que Jesús quería decir al referirse a que el vino no era más que un símbolo de su sangre que iba a ser sacrificada a Dios, ya que a multitudes de católicos se les ha enseñado que por el contrario el vino ordinario o incluso el jugo de uva Welch en una copa, se transforma milagrosamente en la sangre de Cristo cuando se consume como parte de una Eucaristía ceremonial. A estas supersticiones de la Edad Media se les ha dado un nombre muy altisonante y lujoso. Le llaman transubstanciación.
Pero viendo las cosas desde esta perspectiva, los testigos de Jehová hacen bien en tener en cuenta que las mismas personas que creen en tales absurdos también enseñan a sus hijos que los conejos de Pascua ponen huevos; que un hombre obeso con un traje rojo se desliza por las chimeneas de millones de hogares cada Navidad y que lleva un enorme saco lleno de juguetes, y muchos otros cuentos fantasiosos.
Pero si la gente se limitara a usar sus mentes para pensar en vez de creer las tonterías que sus sacerdotes y clérigos les dicen, estarían mejor.
Si hemos de creer que en esa ocasión de lo que se conoce como la última cena el vaso de vino que Jesús levantó y dijo “esta es mi sangre” era en realidad su sangre, entonces, los que piensan así debería preguntarse por qué Jesús aún tenía que morir. Formulando la pregunta de manera diferente: Si los apóstoles iban a beber literalmente su sangre y comer su carne en esa ocasión, ¿por qué Jesús continúo y derramó su sangre hasta la muerte? ¿Por qué Jesús no solo dejó que ellos tuvieran su sangre mágica y ahorrarse así la agonía? No sólo eso, sino que al decir “esto es mi sangre” él continuo diciendo “que será derramada.” Si el vino en la copa que Jesú dijo a sus discípulos que bebieran en realidad era la sangre del Señor, ¿cómo esta podría ser derramada en sacrificio a Dios si los apóstoles la bebieron? Probablemente sería más fácil para un católico explicar cómo los conejos ponen huevos.
Vale la pena señalar que los judíos incrédulos de Jesús tomaron también literalmente su simbolismo, al igual que los católicos modernos. El resultado final no fue bueno.
En una ocasión antes de la última cena, Jesús les dijo a los judíos que él era el pan que había bajado del cielo – el verdadero maná. Y Entonces continuó explicando, y les dijo: “Muy verdaderamente les digo: A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día; porque mi carne es verdadero alimento, y mi sangre es verdadera bebida. El que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre permanece en unión conmigo, y yo en unión con él.”
El resultado fue que muchos de los judíos encontraron impactante el discurso de Jesús. ¿Pero por qué? ¡Porque lo tomaron literalmente! Sin embargo, Jesús les explicó que él no estaba hablando literalmente, cuando les dijo: “El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada. Los dichos que yo les he hablado son espíritu y son vida.”
Al explicar que sus dichos son “espíritu” y no carne, las personas que están sintonizadas espiritualmente entienden que Jesús no estaba abogando por el vampirismo o el canibalismo. Literalmente transubstanciar consumiendo carne y sangre nunca impartiría vida eterna o traería una unión con Cristo. Creer que Jesús descendió del cielo para hacer la voluntad de su padre tampoco es lo único necesario… Vivir la vida de Cristo es lo que lleva a la vida eterna.