Miércoles 30 de septiembre
Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien yo quiera se la doy (Luc. 4:6).
Para engañar “a toda la tierra habitada”, Satanás y los demonios no solo usan los gobiernos, sino también la religión falsa y el sistema comercial (Rev. 12:9). Mediante la religión falsa, Satanás difunde mentiras sobre Jehová. Y parece que está decidido a conseguir que el mayor número de personas posible olvide el nombre de Dios (Jer. 23:26, 27). Como resultado de todo esto, muchos creen sinceramente que adoran a Dios, pero en realidad adoran a los demonios (1 Cor. 10:20; 2 Cor. 11:13-15). Mediante el sistema comercial, Satanás difunde otras mentiras. Por ejemplo, hace creer a la gente que la clave de la felicidad está en tener mucho dinero y muchas posesiones (Prov. 18:11). Los que creen esta mentira dedican su vida a servir “a las Riquezas” en lugar de a Jehová (Mat. 6:24). Su amor por las cosas materiales termina asfixiando su amor por Dios (Mat. 13:22; 1 Juan 2:15, 16). w18.05 23 párrs. 6, 7
Jesús dijo que el Diablo era un mentiroso y el padre de la mentira. Incluso lo que Satanás le comunicó a Jesús al tentarlo no es del todo cierto. Es verdad que al enemigo de Dios se le ha dado autoridad sobre las naciones. Pero ¿se le ha dado toda autoridad, como tal vez él quiso dar a entender? Por supuesto que no. Considere el relato de Daniel cuando un ángel vino a revelarle al anciano profeta las cosas por venir acerca de los reyes del norte y del sur. El espíritu dijo: “Y yo, en el primer año de Darío el medo, me puse de pie para apoyarlo y fortalecerlo. Lo que te voy a decir es verdad”.
Piense en las implicaciones de eso. Sí, Persia fue uno de los grandes imperios que han gobernado sobre el pueblo de Dios y, sin embargo, un ángel de Jehová intervino para fortalecer políticamente a un rey pagano con el fin de beneficiar a los judíos y lograr el propósito de Dios de reconstruir Jerusalén. Así como Jesús demostró que tenía autoridad sobre los demonios cuando estuvo en la tierra, ahora se le ha dado toda autoridad sobre todos los reinos bajo el dominio de Satanás. La realidad es que el Diablo no puede hacer nada a menos que Cristo se lo permita.
Por lo tanto, hasta ahora Cristo y sus ángeles han impedido que los demonios establezcan un gobierno mundial tiránico, lo cual ha sido la intención de los hombres más poderosos e influyentes bajo el control de Satanás. No obstante, en algún momento en un futuro no muy lejano, Cristo levantará la restricción. Eso ocurrirá cuando Satanás sea arrojado del cielo, lo que resultará en aflicción para la tierra y el mar.
Hay otro aspecto que debemos considerar. Si bien Dios ha impuesto restricciones sobre los principados malvados de este mundo, impidiéndoles apagar por completo la luz de la verdad, a ellos se les ha permitido ejercer cierta influencia sobre los portadores de la luz. Eso es evidente de muchas maneras, algunas apenas detectables. Pero tome nota de la técnica de prestidigitación utilizada en el texto diario de hoy. La Organización simplemente dice: “muchos creen sinceramente que adoran a Dios, pero en realidad adoran a los demonios”. Los testigos de Jehová estarían completamente de acuerdo con esa aseveración. Católicos, musulmanes, protestantes y muchas otras personas religiosas sinceras han sido engañadas por los demonios. No hay duda de eso. No obstante, fíjese en el pasaje citado, 2 Corintios 11:13-15, que declara: “Porque esos hombres son apóstoles falsos, trabajadores que engañan a otros y se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y no me sorprende, porque el propio Satanás se disfraza de ángel de luz. Por eso no es extraño que sus siervos también se disfracen de siervos de la justicia. Pero tendrán el fin que se merecen por sus obras”.
Los hombres a quienes Pablo estaba exponiendo como agentes de Satanás eran hombres prominentes en la congregación de Corinto. Por eso, en el versículo anterior, Pablo expresó lo siguiente: “Pues bien, seguiré haciendo lo que hago para no darles un pretexto a quienes buscan un motivo para poder hacerse iguales a nosotros en las cosas de las que presumen”.
Aquellos que se habían disfrazado de ministros ungidos eran, desde luego, oradores excelentes de acuerdo con la tradición griega. Querían hacerse pasar por apóstoles. Es por eso por lo que denigraron a Pablo al afirmar que tenía una presencia personal débil y que era un orador público despreciable. A través de esos farsantes, Satanás se hacía pasar por un ángel de luz dentro de la congregación de Cristo ubicada en Corinto. Obviamente, la cabeza de la congregación, Jesús, podría haberlos expulsado de en medio de sus seguidores, como solía expulsar demonios cuando era un ser humano aquí en la tierra, sin embargo, en cambio, usó a Pablo para exponerlos mientras permitía que aquellos falsos apóstoles permanecieran en posiciones de influencia.
Pablo expresó su profunda preocupación por que, de alguna manera, así como la serpiente había seducido a Eva con su astucia, los corintios pudieran ser corrompidos por la presencia satánica que se hallaba entre ellos.
Los testigos de Jehová se encuentran hoy en día en una situación similar. El Cuerpo Gobernante ha hecho todo lo posible por presentar a la organización como un paraíso espiritual. Satanás solo existe afuera, en el mundo. Pero si eso es verdad, ¿por qué citan entonces tres versículos que nos hablan de agentes del Diablo disfrazados y dan a entender que este aplica a la religión falsa cuando el contexto claramente indica que el elemento corrupto estaba dentro de una congregación ungida? ¿Se ha anestesiado a tal punto el poder de la razón de los testigos de Jehová que no pueden detectar el engaño cuando lo ven?
Tal como los superapóstoles de Corinto, el Cuerpo Gobernante se ha exaltado hábilmente al mismo lugar de los apóstoles de Cristo. (Lea el artículo: Aquellos que dicen ser apóstoles)
En su segunda carta inspirada a los tesalonicenses, Pablo advirtió de una operación de Satanás que estaría dirigida a aquellos que conocen la verdad. Después de todo, Satanás tiene al mundo bajo su poder. No debemos dudar de eso. Su objetivo son aquellos que están en la verdad, específicamente aquellos que han sido llamados a reinar con Cristo. Tocante a la operación de Satanás, Pablo explicó que involucraría proclamaciones falsas que asegurarían que el día del Señor ya estaba aquí, que la parusía ya había comenzado.
En 2 Tesalonicenses 2:1-5, Pablo escribió: “Sin embargo, hermanos, con respecto a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y a que nosotros seamos reunidos con él, les pedimos que no pierdan el buen juicio fácilmente ni se asusten por un mensaje inspirado o por un mensaje oral o por una carta aparentemente nuestra que diga que ya ha llegado el día de Jehová. Que nadie los engañe de ninguna manera, porque ese día no vendrá sin que antes llegue la apostasía y sea revelado el hombre que desafía la ley, el hijo de la destrucción. Él es un opositor y se eleva por encima de todo lo que se considera un dios o es objeto de adoración, de modo que se sienta en el templo de Dios y se presenta públicamente como un dios. ¿No recuerdan que yo les decía estas cosas cuando todavía estaba con ustedes?”.
He escrito acerca de estas cosas durante muchos años. El hombre que desafía la ley es un falso apóstol. Jesús se refirió al apóstol Judas como el hijo de destrucción, lo cual vincula al hombre que desafía la ley con una facción dentro de la congregación de Cristo, la cual es comparada con un templo espiritual. Mientras que la Watchtower enseña que el hombre del desafuero (como anteriormente se le llamaba) es el clero que afirma falsamente residir dentro del templo de Dios, Pablo nos indica lo contrario.
En cuanto a la presencia de nuestro Señor Jesucristo, solo hay una organización en el mundo que ha emitido un flujo constante de proclamaciones aparentemente inspiradas y cartas publicadas en forma de revistas, libros y folletos, evocando una autoridad apostólica al aseverar que son el esclavo fiel y prudente o una clase de profeta declarando que el día del Señor ya comenzó.
(Aunque hay evidencia de que el nombre divino aparecía en los primeros manuscritos griegos y es muy poco probable que los apóstoles omitieran el nombre de Dios al citar pasajes hebreos donde aparece el Tetragrámaton, hay algunos versículos en la TNM donde el uso del nombre de Dios es cuestionable. En el versículo citado previamente relacionado con la parusía de Jesús, Pablo pudo haberse referido originalmente al día del Señor, al igual que lo hizo en 1 Corintios 5:5. En cualquier caso, la Organización solía decir que el día de Jehová había empezado en 1914 y todavía proclaman que el día del Señor comenzó en 1914).
Así como Cristo ha impedido que Satanás use a las naciones bajo su influencia para destruir al cristianismo, Jesús no ha permitido que el hombre que desafía la ley influya demasiado en su organización terrenal. Pablo señaló que, en efecto, hay una restricción ejercida por hermanos fieles. Al debido tiempo del Señor, aquellos que actúan como una restricción serán quitados de en medio. Entonces comenzará la apostasía y el hombre del desafuero será revelado y destruido.
“El misterio de este desafío ya está actuando”, expresó el apóstol Pablo. ¿En qué sentido? Con respecto al primer siglo, se nos vienen a la mente los superapóstoles. Empero, Pablo se coloca a sí mismo entre aquellos que estarán vivos cuando comience la parusía. De hecho, en su primera carta a los tesalonicenses, Pablo dijo “los que estemos vivos y sobrevivamos hasta la presencia del Señor” (1 Tes. 4:15).
Dado que Pablo se halla entre aquellos que estarán vivos de manera representativa, el misterio del desafío que él menciona no actúo en el siglo I, sino que actúa inmediatamente antes de la auténtica parusía de Cristo. Aunque las proclamaciones falsas de que el día del Señor ha comenzado han estado en marcha desde el comienzo de la Sociedad Watchtower, más recientemente, “el misterio de este desafío” se ha visto en la forma de la asociación ilícita de la Organización con las Naciones Unidas, la abominable persecución de niños abusados sexualmente y la venta de cientos de propiedades dedicadas a Dios.
Es especialmente digno de mención que ha habido una presencia masónica dentro de la Organización desde el principio. Los niveles superiores de la masonería están envueltos en misterio. Indubitadamente, el hombre colectivo del desafuero es un culto de adoradores de demonios impregnado de misterios masónicos que se han hecho pasar por cristianos ungidos y que se encuentran en posiciones influyentes dentro de la directiva de los testigos de Jehová. Debido a que su disfraz es tan efectivo, solo Cristo puede revelar la presencia del hijo de la destrucción de Satanás, lo cual hará a su debido tiempo.
Y ahora, con el cierre de la obra mundial, parece que la apostasía predicha ha comenzado. Ven, Señor Jesús.