Jueves 22 de abril

Debes saber que en los últimos días vendrán tiempos críticos y difíciles de soportar (2 Tim. 3:1).

Si hemos nacido después de 1914, hemos vivido toda nuestra vida durante “los últimos días” de este mundo. Todos hemos escuchado noticias sobre los sucesos que Jesús predijo para nuestro día: guerras, hambre, terremotos, epidemias, aumento de la maldad y la persecución de los siervos de Dios, entre otros (Mat. 24:3, 7-9, 12; Luc. 21:10-12). También hemos visto a la gente comportarse como predijo el apóstol Pablo. Los siervos de Jehová estamos convencidos de que vivimos en “la parte final de los días” (Miq. 4:1). Como han pasado muchos años desde 1914, esta debe ser la parte final de “los últimos días”. El fin de este mundo está muy cerca, así que debemos dar respuesta a dos preguntas importantes: ¿Qué sucederá al final de “los últimos días”? Y ¿qué espera Jehová que hagamos mientras tanto? w19.10 8 párrs. 1, 2

Indudablemente, todos nacimos después de 1914. ¿Por qué mencionar algo tan estúpido? De los miles de millones de seres humanos que están vivos actualmente, solo quedan unos cuantos que nacieron antes de 1914. Y esas pocas personas vivas hoy que nacieron antes de ese año seguramente eran bebés o niños que no eran conscientes de los asuntos mundiales cuando C.T. Russell declaró que las naciones habían tenido su día.

Es triste que los testigos de Jehová sean sometidos de forma rutinaria a un lavado de cerebro tan infantil como este. Y es especialmente vergonzoso que el Cuerpo Gobernante y sus “ayudantes” publiquen este tipo de tonterías.

He respondido a este tipo de comentarios de la Organización durante años y años. Es agotador. Pero mientras la Sociedad difunda mentiras, siento que es mi deber señalarlas. Dios, dame fuerzas.

Primero, Jesús indicó que aquellos que vivieran durante la conclusión del sistema serían testigos presenciales de todas las cosas predichas. El Señor dijo: “Lo mismo ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas”.

No obstante, de acuerdo con la Organización, la única forma en que podemos darnos cuenta de que vivimos en los últimos días es estudiando los sucesos del siglo pasado. Y, de igual manera, nadie ha visto personalmente todo lo que Jesús predijo. Incluso la Sociedad admite que no todas las cosas predichas han ocurrido. Por ejemplo, ¿se ha desmayado de miedo la gente debido al rugido del mar? La respuesta es no.

A medida que 1914 se aleja más en el pasado, las generaciones más jóvenes de personas cada vez menos informadas y con poca educación saben muy poco sobre la Primera Guerra Mundial, la pandemia de gripe de 1918 o cualquier otra cosa que tenga que ver con historia. Además, es absurdo suponer que Dios espere que basemos nuestra fe en algo que sucedió hace más de cien años.

Analicemos más de cerca las “evidencias” de la Organización. Por ejemplo, ¿qué hay de “la persecución de los siervos de Dios”? El texto diario cita Lucas 21:12, donde se menciona lo siguiente: “Pero, antes de que sucedan todas estas cosas, a ustedes los arrestarán y los perseguirán. Los entregarán a las sinagogas y los meterán en prisión. Y, por causa de mi nombre, van a ser llevados ante reyes y gobernadores”.

El evangelio de Marcos agrega un detalle significativo a ese acontecimiento: “Además, el hermano entregará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se volverán contra sus padres y harán que los maten. Toda la gente los odiará por causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado”.

Ahora, con lo anterior en mente, reconsideremos la declaración de Betel. ¿Ha visto usted las cosas que predijo Jesús? Es cierto que algunos testigos de Jehová están encarcelados en regiones islámicas y otros han sido encarcelados en Rusia. ¿Pero han sido ellos llevados ante gobernadores y reyes? Lo más parecido a eso es el vergonzoso espectáculo de Geoffrey Jackson ante la Comisión Real australiana que investigó el deplorable manejo dado por la Organización al abuso infantil. La comparecencia de Jackson ante el tribunal trajo oprobio al nombre de Cristo, lo cual obviamente no lo convirtió en un testigo a su favor. Si eso hubiera sido algo honorable, ¿por qué Betel no lo menciona?

¿Puede el Cuerpo Gobernante señalar algún caso en el que los miembros de una misma familia hayan entregado a sus parientes para que sean ejecutados? Por supuesto que no, pues evidentemente no es ilegal ser cristiano en las tierras donde prosperan los testigos de Jehová. Pero, ¿qué hay de los jóvenes Testigos que son encerrados por ser objetores de conciencia? Al menos cuentan con el apoyo de su familia y los hermanos.

Jesús predijo algo que no hemos visto y que apenas alcanzamos a imaginar. Si tomáramos en serio lo que está escrito en la Biblia y no nos dejáramos engañar tan fácilmente, podríamos comenzar a tener una idea de lo que está por venir.

La gente ignora por completo lo que está sucediendo en el mundo. Y esa es la idea de los que manejan los hilos de este sistema. Algunas personas realmente se preocupan por lo que está ocurriendo. Sin embargo, no son muchos. Ciertamente, nadie en Betel está despierto, y por lo tanto, no son conscientes de que la máquina de guerra del Imperio tiene el control y está decidida a sumergir al mundo en guerra. Usted puede estar seguro de que esta guerra que se avecina no se limitará a un lugar lejano. Rusia y China tienen los medios tecnológicos para atacar a cualquier nación del planeta en cuestión de minutos. Los Estados Unidos también poseen esta capacidad. Por consiguiente, lo que acontecerá no se compara en nada a la Primera Guerra Mundial, cuando los pilotos de aeronaves arcaicas arrojaban granadas de mano desde una cabina abierta. Pronto seremos testigos de escenas espantosas y grandes señales en los cielos.

¡Imagínense la confusión que estallará en las mentes de los testigos de Jehová cuando su adoctrinamiento en torno a 1914 se vea enfrentado con la realidad! Tal como dijo Jesús, “muchos perderán la fe, se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros”.

Las guerras siempre cambian las sociedades. La guerra que se avecina va a ser el golpe mortal para los Estados Unidos, la tan renombrada tierra de los libres y hogar de los valientes. Las profecías de la Biblia así lo aseguran.

Sin duda, los testigos de Jehová serán considerados enemigos del Estado, sea cual sea el tipo de estado que se establezca después del colapso. Entonces los cristianos se volverán unos contra otros, tal como predijo Cristo.

Con respecto a la degradación de la sociedad que hará que los últimos días sean tiempos críticos y difíciles de soportar, ya he mencionado previamente que Pablo no dijo que los hombres se volverían más malvados durante los últimos días. El apóstol indicó que será difícil lidiar con los últimos días porque la gente ya habrá alcanzado ese grado de iniquidad. Hemos sido testigos de la corrupción gradual de la civilización. Cuanto mayor sea usted, más estará de acuerdo. Sin embargo, ese proceso precede al comienzo de los últimos días.

A pesar de todo, la Organización sí tiene razón en una cosa: el fin está cerca.