Robert, ¿podría explicarnos por qué dijo “el octavo rey ahora emergente”? ¿Cómo podría suceder eso antes de la destrucción del séptimo rey? Gracias.
Solo para aclarar, creo que la palabra “emergente” fue un error tipográfico. El corrector ortográfico suele ser el mejor amigo de un escritor. A veces, sin embargo, puede ser muy traicionero. Tenía la intención de decir que el último rey estaba emergiendo, no que el último rey ya había emergido por completo.
En cualquier caso, desearía que fuera posible indicar a los testigos de Jehová hasta qué punto la interpretación de la Watchtower de estas profecías vitales es engañosa. Si miramos hacia atrás, no podemos ver lo que está por delante. Evidentemente tal es el caso con ellos.
Debido a que la Watchtower afirma que estos acontecimientos ya han ocurrido (supuestamente la cabeza de la bestia fue herida de muerte durante la Primera Guerra Mundial) y que Betel es el portavoz de Dios que puede ser cuestionado, los testigos de Jehová no tienen ni idea de que esta profecía apunta hacia el futuro repentino y espantoso colapso del sistema angloamericano que actualmente domina el mundo. Es trágico que nadie se detenga realmente a pensar o cuestionar el por qué Dios se molestaría en mostrar a los aliados victoriosos sufriendo un golpe mortal catastrófico durante la Primera Guerra Mundial. En lo que respecta a los Estados Unidos, su guerra civil de 1861 a 1865 fue mucho más devastadora, pues casi destruye la nación.
Ya he relatado esto antes, pero hace años, en una conversación telefónica que tuve una vez con un miembro del Cuerpo Gobernante, él me informó que, si Jehová quería que supieran algo importante, él se los notificaría directamente y no a través de algún extraño (como yo). Evidentemente, tenía razón. Aparentemente, Jehová no desea que estén al tanto de lo que tendrá lugar en el futuro cercano.
El capítulo 13 del Apocalipsis nos revela un suceso extraordinario. Allí se nos dice: “Vi que una de las cabezas de ella parecía haber sido herida de muerte, pero esa herida mortal había sido curada. Y toda la tierra siguió a la bestia salvaje con admiración”.
En ese versículo se nos habla de la bestia de siete cabezas. La pregunta es: ¿de qué manera es aparentemente herida de muerte una de sus cabezas? Para encontrar la respuesta tenemos que buscar en otras profecías, específicamente en Daniel. Eso es apropiado considerando que el versículo anterior en el capítulo 13 de Apocalipsis se basa en el simbolismo del capítulo siete de Daniel, al describir a la bestia salvaje como compuesta de partes de las bestias individuales que Daniel vio en su visión, a saber: un león, un oso y un leopardo.
Daniel vio una cuarta bestia salvaje aterradora que no se parecía a las demás. Era inusualmente feroz. Esta tenía dientes de hierro y garras de cobre. En su cabeza había diez cuernos, como en la bestia de siete cabezas de Apocalipsis. No obstante, cuando Daniel tuvo la visión, él notó algo más: “Mientras observaba los cuernos, vi que entre ellos salía otro cuerno, uno pequeño, y delante de él se arrancaron 3 de los primeros cuernos. Y vi que este cuerno tenía ojos como los de un ser humano y una boca que hablaba con arrogancia” (Daniel 7:8).
Momentáneamente, la bestia de 10 cuernos tuvo 11 cuernos, solo que el cuerno 11 era pequeño en comparación. Pero, aunque fuera pequeño, Daniel observó cómo este arrancaba tres de los diez cuernos. Además, el cuerno pequeño parece volverse más grande que los cuernos restantes. Esto es lo que Daniel escribió al respecto: “También quise saber más acerca de los 10 cuernos de su cabeza y del otro cuerno que salió y delante del cual cayeron 3, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con arrogancia y que parecía más grande que los otros” (Daniel 7:20).
Respondiendo a la pregunta hecha al principio, podemos afirmar que, dado que el cuerno pequeño emerge inmediatamente antes de derrocar a los tres reyes y crece para convertirse en el octavo rey —como se ha explicado en otros artículos—, hay un período de duración desconocida antes del catastrófico derrocamiento de los reinos existentes cuando surge el cuerno pequeño. Desde mi perspectiva, ahí es donde nos encontramos en este momento.
Es importante notar que después de que el cuerno pequeño emergente arranca los tres cuernos establecidos, se le da una boca con la cual habla con arrogancia en contra de Dios. Eso es exactamente lo que hace la cabeza recuperada de la bestia. No solo eso, después de que el cuerno pequeño alcanza la supremacía, él hace la guerra contra los santos por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo o tres años y medio, los cuales también pueden ser expresados como 1.260 días. Asimismo, Apocalipsis menciona lo siguiente de la bestia recuperada: “Se le dio una boca que decía cosas arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por 42 meses. Luego ella abrió su boca para decir blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre, contra su lugar de residencia, sí, contra los que viven en el cielo. Se le permitió guerrear contra los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación”.
Si comprendemos todo de la manera correcta, podemos llegar a la conclusión de que el cuerno pequeño es quien provoca la herida fatal sobre las potencias dominantes. Los tres cuernos que son humillados representan lo mismo que la cabeza de la bestia salvaje que es herida de forma mortal. La recuperación de la bestia herida de muerte coincide el crecimiento del cuerno pequeño después de desarraigar los otros tres. El que a la bestia se le dé autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación significa que habrá un gobierno mundial, algo que no existe en el presente.
El capítulo ocho de Daniel describe el mismo acontecimiento, es decir, un cuerno pequeño que surge, crece mucho y holla a los santos. Daniel 8:9, 10 declara: “Y de uno de ellos salió otro cuerno, uno pequeño, que creció mucho hacia el sur, hacia el este y hacia la Tierra Hermosa. Creció tanto que llegó al ejército de los cielos e hizo que algunos del ejército y algunas de las estrellas cayeran a la tierra, y los pisoteó”.
Se nos comunica que el cuerno pequeño que crece de sobre manera arruina a los poderosos con su astucia. ¿Quiénes son estos poderosos? La respuesta debe coincidir con el hecho de que se derroque a los tres cuernos y se hiera letalmente a la bestia salvaje.
Satanás siempre ha tenido el deseo de imponer un gobierno global. Eso es lo que la torre de Babel de Nemrod pretendía lograr hace mucho tiempo. Jehová frustró este objetivo de manera importante al cambiar repentinamente los idiomas de las personas de aquel entonces.
Desde la fundación de los Estados Unidos, el Imperio Británico —dándose cuenta de que no podía destruir militarmente a su antigua colonia— emprendió un plan a largo plazo para subvertir a la nación norteamericana e inducirla a autodestruirse con el objetivo final de ser un gobierno mundial.
Probablemente, el aspecto más eficaz de ese esquema que abarcó un siglo fue la introducción del movimiento de contracultura en la década de 1960, cuyo propósito era imponer a la sociedad el atraso, el pesimismo y el hedonismo. La conspiración tuvo éxito. Ahora que la decadencia cultural ha estado operando durante más de medio siglo, parece que el imperio va por el golpe de gracia al ejercer presión sobre líneas divisorias obvias para provocar una fractura de la nación en tribus en guerra, dividida por criterios raciales, con la población en general pisoteada por el colapso de la clase media.
Es difícil ver cómo esta nación puede sobrevivir a las próximas elecciones presidenciales, las cuales están a solo dos meses de distancia. Si el titular gana la reelección, la llamada izquierda desatará sus turbas de anarquistas. Si los socialistas toman la presidencia mediante un fraude —como el envío de votos por correo propenso a la adulteración— o el conteo de votos se retrasa y se lleva ante los tribunales, entonces las milicias de derecha tomarían las armas y tal vez incluso segmentos de las fuerzas armadas llevarían a cabo un golpe. Una guerra civil parece inevitable.
Aunque los bancos centrales han tenido los grifos de dinero abiertos por completo desde que comenzó el confinamiento de la pandemia —lo cual ocurrió justo cuando la Reserva Federal estaba inyectando billones en los mercados de repos, indicando una situación financiera muy delicada—, los grifos del dinero pueden ser cerrados abruptamente, colapsando todo. Es solo cuestión de tiempo.
En concurrencia con la agitación financiera y social creada por la erupción convenientemente programada de la crisis por el COVID-19, el imperio está fomentando la guerra contra Rusia, China e Irán. Todos estos sucesos que sacuden al mundo no son aislados. Todo encaja en lo que se nos muestra en las profecías y en lo que se sabe sobre las intenciones del oligárquico Club de las Islas, también conocido como el Imperio Británico. Su intención es destruir el sistema vigente de naciones soberanas e independientes e imponer un gobierno mundial comunista dirigido por la élite anglosajona.
Esta vez Jehová no intervendrá como lo hizo con Babel. Por el contrario, el propósito declarado de Dios es utilizar al último reino del hombre como su medio para destruir el mundo, el cual gobernará al mismo tiempo que el Reino de Cristo.