Esta es la parte final del análisis del artículo “Las profecías bíblicas: mucho que aprender”.

El párrafo 16 establece lo siguiente:

“‘El rey del norte’ está persiguiendo a los siervos de Dios que viven en los territorios que domina. A algunos Testigos los han golpeado y encarcelado debido a sus creencias. Pero nuestros hermanos no se han dejado intimidar por las acciones del ‘rey del norte’. Al contrario, su fe ahora es más fuerte. ¿Por qué? Porque saben que esta persecución se predijo en el libro que escribió Daniel (Dan. 11:41). Tener presente el cumplimiento de este detalle de la profecía también nos ayudará a nosotros a mantener viva nuestra esperanza y a seguir siendo leales a Jehová”.

A menudo recibimos informes sobre la persecución de los testigos de Jehová en varios países. La mayoría de las naciones dominadas por el islam no permiten la predicación de los testigos de Jehová ni de ninguna otra secta “cristiana”. ¿Se sentirán intimidados los hermanos en esos diversos países que tienen la obra proscrita porque su persecución no cumple las declaraciones proféticas hechas por Daniel?

Por ejemplo, en un informe reciente del Cuerpo Gobernante, que destaca la liberación de un prisionero en el antiguo estado soviético de Tayikistán, se nos informó que más de 100 testigos de Jehová permanecen en prisión allí. Ciertamente, eso es comparable al número de testigos de Jehová actualmente encarcelados en Rusia. Parece exagerado entonces afirmar que la liquidación de la Watchtower en Rusia es el cumplimiento de Daniel 11:41.

De hecho, es algo engañoso, puesto que la interpretación de la Watchtower de la invasión de la Tierra Hermosa se estira elásticamente para incluir la persecución de los testigos de Jehová en Alemania, supuestamente cuando Hitler era el rey del norte. Esta interpretación es tan inverosímil como que el conflicto final entre el rey del norte y del sur ya lleva un siglo.

Por otra parte, el párrafo 17 dice lo siguiente:

“En el pasado, ‘el rey del sur’ también lanzó ataques directos contra el pueblo de Jehová. Durante la primera mitad del siglo veinte se encarceló a muchos hermanos y se expulsó de las escuelas a algunos niños Testigos por ser neutrales”.

No es realmente honesto ni exacto decir que el “rey del sur” atacó directamente al pueblo de Jehová. Hubo ataques de turbas, y sí, niños expulsados de la escuela por no jurar lealtad al Estado, pero esta persecución no fue llevada a cabo por el Gobierno federal. La persecución se localizó principalmente en pueblos pequeños de los Estados Unidos. Como bien sabe la Watchtower, la Corte Suprema de los Estados Unidos de América dictó muchos fallos a favor de los testigos de Jehová. El gobierno de los Estados Unidos ha protegido los derechos de los testigos de Jehová.

En cuanto al sufrir encarcelamiento por negarse al servicio militar, los amish y los cuáqueros también fueron objetores de conciencia, pero se les otorgó una exención porque existían mucho antes que la Watchtower. Si la directiva de la Watchtower hubiera sido más flexible y hubiera permitido que los objetores de conciencia realizaran un servicio no militar alternativo, como se permite ahora, quizás muchos testigos de Jehová podrían haber evitado el encarcelamiento. Lo que sucedió no fue como si los testigos de Jehová hubieran sido perseguidos directamente. Durante la guerra de Vietnam, más de 3.000 opositores al reclutamiento fueron encarcelados.

Continuando con el artículo bajo análisis, el párrafo 18 afirma lo siguiente:

“Es posible que quienes no tienen fe en las profecías bíblicas se sientan muy angustiados cuando ven que ‘el rey del sur’ está chocando sus ‘cuernos’ con ‘el rey del norte’ (Dan. 11:40, nota). Con el armamento nuclear que tienen, los dos reyes podrían acabar con la vida en la Tierra. Pero sabemos que Jehová no va a permitir que eso pase (Is. 45:18). Así que no estamos preocupados ni sentimos miedo. Al contrario, cuando vemos la rivalidad que hay entre ‘el rey del norte’ y ‘el rey del sur’, nuestra fe se hace más fuerte, pues eso confirma que el fin de este sistema está cerca”.

No se trata únicamente de tener fe en las profecías bíblicas, es importante entenderlas correctamente. Considere lo que le sucedió a los apóstoles. Ellos tuvieron contacto directo con el Maestro. Él les dijo claramente que iba a ser entregado a las autoridades, que lo asesinarían y que sería resucitado al tercer día. ¡Eso sí que era una profecía! Los apóstoles, sin embargo, no entendieron de qué estaba hablando Jesús. Lo que el Señor les había dicho no encajaba con sus ideas preconcebidas de lo que el Mesías iba a lograr. Y cuando Jesús fue arrestado, todos tropezaron y fueron dispersados.

Otro ejemplo instructivo es lo que sucedió entre los Estudiantes de la Biblia. Durante décadas, la Watchtower proclamó que en 1914 vendría el fin del mundo. Algunos creían que iban a ser arrebatados en el invierno de 1914 y vendieron su ropa para el clima frío el verano anterior. Tristemente para ellos, nada de eso ocurrió. Y, para empeorar las cosas, el pastor Russell murió en 1916 de forma inesperada. Se produjo una lucha de poder en Betel después de eso. Además, la Primera Guerra Mundial se prolongó y, en 1918, Rutherford y compañía fueron llevados a la penitenciaría de Atlanta. Obviamente, el mundo no se acabó. Nada sucedió de la manera en que los Estudiantes de la Biblia esperaban. ¿El resultado? Muchos tropezaron.

El último subtítulo nos exhorta a seguir pendientes de las profecías. Ese es un buen consejo. Lamentablemente, sin embargo, los testigos de Jehová han aprendido muy poco de las profecías. Considere el libro de Daniel. La Watchtower afirma que el cuerno pequeño surgió entre los diez en 1588 y que este desarraigó tres cuernos rivales en el transcurso de más de dos siglos, comenzando con el desastre que le sobrevino a la Armada Invencible. Betel nunca se ha visto obligada a explicar cómo Francia, Holanda y España fueron derrocadas cuando esas tres naciones aún existen y ejercen más influencia que nunca. Francia, por ejemplo, es una potencia nuclear y tiene un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Con todo esto en mente, nos preguntamos lo siguiente: ¿por qué usaría el Dios omnisciente su poder de previsión para predecir trivialidades históricas?

¿Cómo se vería afectada nuestra confianza en la Watchtower si, por ejemplo, las principales naciones del mundo, digamos Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, fueran derrocadas repentinamente? Eso sería trascendental, y no es simple fantasía. El proceso ya está en marcha mientras emerge el cuerno pequeño. Pero, ¿qué incentivo hay para aquellos bajo la influencia de la Watchtower para seguir prestando atención a las profecías cuando la Watchtower ha engañado a sus seguidores haciéndoles creer que casi todo se cumplió hace mucho tiempo?

El capítulo 7 de Daniel es tan solo un ejemplo. Hay muchas otras profecías, incluyendo gran parte del libro de Apocalipsis, que la Watchtower efectivamente ha hecho irrelevantes en lo que respecta al futuro.

El párrafo final resume toda la perspectiva de la Watchtower:

“Las naciones proclamarán ‘¡Paz y seguridad!’ (1 Tes. 5:3). Entonces los gobiernos de este mundo atacarán a las religiones falsas y las destruirán por completo (Apoc. 17:16, 17). Después atacarán al pueblo de Dios (Ezeq. 38:18, 19). Y luego comenzará la batalla final de Armagedón (Apoc. 16:14, 16)”.

Como es típico, nunca se ofrece alguna prueba o razonamiento bíblico en apoyo a esta línea de tiempo. Solo es un dogma organizacional que se repite una y otra vez.

Los lectores astutos harían bien en tomar nota del hecho de que en la exégesis de la Watchtower del tamaño de una caja de fósforos no se menciona el regreso de Cristo. ¿Por qué? ¿Es porque la Watchtower ha dejado en la oscuridad la épica segunda venida de Jesucristo? Indudable y trágicamente, tal es el caso. Y, ciertamente, el retorno del Señor es un tema central de las profecías bíblicas, del cual se ha hablado en gran detalle en cientos de artículos en este sitio web.

Por otra parte, sí, podemos esperar una proclamación de “paz y seguridad”. ¿Y qué significará? Según el profeta Pablo, esta proclamación indicará que Cristo ha regresado como ladrón en la noche.

En el contexto de esa profecía, Pablo estaba hablando de la primera resurrección y de la presencia de Jesús. Fue en conexión con la parusía que el apóstol dijo: “Ahora bien, hermanos, no necesitan que se les escriba nada sobre los tiempos y las épocas, porque ustedes saben muy bien que el día de Jehová vendrá exactamente como un ladrón en la noche” (1 Tes. 5:1, 2). 

Los testigos de Jehová deben saber que no existen manuscritos griegos que hayan llegado hasta nuestros días que lleven el nombre divino. Dada la tendencia de los traductores modernos de la Biblia de omitir el nombre de Dios incluso en las Escrituras Hebreas, hay pocas dudas de que los copistas antiguos hayan quitado el nombre de Dios del griego. Aun así, es posible, incluso probable, que Pablo no haya usado el Tetragrámaton al escribir esta parte de su carta a los tesalonicenses. Después de todo, como se indicó anteriormente, el tema es el regreso de Jesús, dirigido “a los que estemos vivos y sobrevivamos hasta la presencia del Señor”. En 1 Corintios 5:5, Pablo utilizó la expresión “día del Señor” en relación con Jesús.

Son los tiempos y las épocas de la presencia del Señor, que de otro modo serían desconocidos, los que llegarán cuando se declare “paz y seguridad”. Jesús mismo dijo que vendría como ladrón en la noche, “a la hora en que menos se lo esperan” (Mateo 24:44). Entonces, lo más probable es que Pablo originalmente haya escrito sobre el comienzo del día del Señor, que según la Watchtower comenzó en 1914. En cuanto a la destrucción repentina que vendrá justo después de eso, lo remito a usted a los capítulos 7 y 8 de Daniel y al capítulo 13 de Apocalipsis.

Por otro lado, la Watchtower sí tiene la razón en algunas cosas, como se las que se indican en el párrafo 19:

“No sabemos cómo se cumplirán algunas profecías bíblicas. Ni siquiera el profeta Daniel entendía el significado de todo lo que escribía (Dan. 12:8, 9). Pero el hecho de que no entendamos por completo cómo se cumplirá una profecía no significa que no se vaya a cumplir. Estamos plenamente convencidos de que Jehová nos irá revelando en el momento preciso lo que necesitemos saber, tal como hizo en el pasado (Amós 3:7)”.

Sin duda, Jehová nos revelará lo que necesitemos saber en el momento preciso. Cuando la tan esperada proclamación de paz y seguridad predicha ocurra, todos nos daremos cuenta. No necesitaremos que nadie nos explique que la profecía se ha cumplido. Asimismo, la repentina destrucción del Imperio angloamericano cumplirá numerosas profecías y sus consecuencias se sentirán en todo el mundo.

La organización se quebrará de forma irreversible. Su credibilidad se hará añicos, como si se dejara caer una frágil vasija de barro. Betel todavía tiene mucho que aprender de las profecías bíblicas. Debido a sus graves errores, su caída es inevitable: “este error será para ustedes como un muro agrietado, como un muro alto que está encorvado y a punto de caerse. De repente, en un instante, se derrumbará. Se romperá igual que un jarro grande de alfarero, quedará tan destrozado que ninguno de sus pedazos servirá para sacar brasas del fuego o recoger agua de un charco” (Isaías 30:13, 14).

Por mucho que lo intenten, los profetas de Betel no podrán armonizar lo que sucederá en el futuro cercano con sus profecías falsas e inventadas.

En esos momentos, los verdaderos hijos de la luz dejarán atrás a la Watchtower en ruinas y, luego, “brillarán tan intensamente como en sol en el Reino de su Padre” (Mateo 13:43).