PREGUNTA: Ya que Jehová Dios es el padre de Jesús, ¿cómo es que en Mateo 1:16, al mencionarse la genealogía del Cristo, se dice que el Mesías estaba emparentado con José? José nunca tuvo relaciones con María hasta después del nacimiento de Jesús, por lo que su material genético nunca fue parte de la concepción de Jesús. Por lo tanto, ¿cómo es que Jesús llegó a ser un hijo de David y de Abrahán? ¿Fue, quizás, también María parte de la casa de David? ¿O es ser el hijastro de José un hecho suficiente para cumplir esa profecía?

RESPUESTA: Sí, tanto María como José eran descendientes de David. El registro genealógico en el primer capítulo de Mateo es la línea familiar de José. Sin embargo, hay otro árbol genealógico en el capítulo 3 de Lucas. Ese registro menciona a José como el padre, pero todos sus antepasados ​​son diferentes a los que figuran en Mateo hasta que llegas a David. La razón detrás de ello es que la genealogía en Lucas es la ascendencia de María. Pero debido a que solo los jefes de familia varones eran tomados en cuenta, María no está en la lista, a pesar de ser su árbol genealógico.

Tome nota de lo que encontramos en Lucas 3:23 pues allí se nos dice: “Además, Jesús mismo, cuando comenzó [su obra], era como de treinta años, siendo hijo, según se opinaba, de José, [hijo] de Helí…’’

Lucas, el médico, quien le aseguró a su amigo Teófilo en las primeras palabras de su carta a él, la cual es conocida como el evangelio según Lucas, que había rastreado todas las cosas con exactitud, aparentemente buscó en los registros públicos y escribió acerca del linaje ancestral de María exactamente como él lo encontró. Obviamente, sin embargo, el registro de nacimiento no indicaba que José fuera simplemente el padrastro de Jesús o que el Señor hubiera nacido milagrosamente. Por eso Lucas se vio obligado a decir que solo era una opinión popular el hecho de que José fuera el padre de Jesús.

Ciertamente, parece como si Jehová no quisiera hubiera ninguna duda acerca de la legitimidad de Jesús como un descendiente de David, ya que tanto José como María eran sus descendientes; María a través del hijo de David, Natán, y José a través de Salomón y la línea real.

‘’EL PODER DEL ALTÍSIMO TE CUBRIRÁ CON SU SOMBRA’’

Con respecto a la genética de Jesús, es cierto que José no era su padre biológico. Sin embargo, María sí era su madre biológica. Como el Padre de Jesús, Jehová no convirtió simplemente a su hijo celestial en un embrión y lo implantó en María, como se podría hacer hoy en día por medio de la implantación embrionaria. La razón por la que sabemos que ese no pudo haber sido el método que Dios usó, es porque era necesario que Jesús estuviera relacionado con la raza humana, no solo como un humano producido a partir de una reserva alienígena. Si Jesús iba a morir para sustituir a Adán, él tenía que estar relacionado con la descendencia del primer hombre. Este fue un principio consagrado en la Ley Mosaica que concedía a los parientes más cercanos los derechos de recompra, lo cual posibilitaba a un pariente cercano comprar a sus familiares de la esclavitud. Entonces, para que Jesús cumpliera con ese aspecto de la ley, tenía que ser un pariente cercano de los hijos de Adán esclavizados por el pecado y, sin embargo, tenía que estar libre de él.

La única forma en que eso hubiese funcionado, consistiría en que Jehová hubiera fecundado milagrosamente uno de los óvulos de María con una célula de esperma que hubiera sido impresa con la fuerza vital de su hijo celestial. Además, ese proceso hubiera requerido que Dios impidiera que los genes dañados por el pecado de María afectaran el embrión. Evidentemente, todo eso se logró por medio de lo que el ángel le explicó a María, cuando dijo: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios.’’ De esta manera, Jesús sería injertado en la raza humana, por así decirlo, a través del material genético de María.

Y al transferir a un hijo libre de pecado del cielo, Dios no violó su sábado al crear algo más. Como el primogénito de toda la creación, la persona que se convirtió en Jesús existía desde mucho tiempo atrás, antes de que Dios hubiera decidido descansar después de haber creado a Adán y Eva. Es por eso que Jesús les dijo a los judíos: “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán llegara a existir, yo he sido”.

Jesús no solo estaba relacionado con la humanidad y, por lo tanto, era el Hijo del hombre, sino que también era un descendiente de David, lo cual le dio el derecho de sentarse sobre el trono de Israel.

Para más información consulte el apartado de ‘’genealogía’’ de la enciclopedia Perspicacia Para Comprender Las Escrituras, la cual podrá encontrar en la biblioteca en línea de jw.org.