Pregunta # 48: ¿Por qué se les llama a ustedes “Testigos de Jehová” si Isaías 62:2 dice que Dios llamaría a su pueblo por un nuevo nombre (un solo nombre) y ese nuevo nombre ya fue asignado en Hechos 11:26?

Originalmente se decía que todos los discípulos de Jesús pertenecían al Camino. Sin duda alguna, eso se debía a que Jesús había dicho que él era el camino, la verdad y la vida. Con el tiempo, sin embargo, se hizo manifiesto, de alguna manera, que Dios quería que se les llamara cristianos. Ese nombre era suficiente para distinguir a los discípulos de Jesús de todos los demás por tal vez unos pocos cientos de años.

Sin embargo, actualmente, casi 2.000 años después del comienzo del cristianismo, hay miles de denominaciones, sectas y cultos dispares que se consideran cristianos de alguna manera. De hecho, en 2001 había más de 33.000 de esos grupos. Sin duda, a lo largo de los años, desde entonces, muchos más han surgido o salido de sectas más grandes. Y hasta donde yo sé, ningún grupo religioso se identifica a sí mismo como cristiano únicamente. Si todos lo hicieran, eso significaría que habría decenas de miles de denominaciones, sectas y cultos llamados “cristianos”, en lugar de católicos, evangélicos, pentecostales, cuadrangulares, ortodoxos, etc.

Lo más probable es que la persona que hace la pregunta tenga alguna afiliación con alguna denominación o secta que no se le conozca simplemente como cristiana. Así que, en cierta forma, él o ella está siendo hipócrita.

Obviamente, las diversas sectas y grupos tienen un nombre diferente para distinguirse de los demás. Los testigos de Jehová no son diferentes. Sin embargo, debemos aclarar que el nombre oficial ahora es la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová. Así que, por lo tanto, a los testigos de Jehová sí se les llama cristianos, manteniendo la designación del primer siglo.

No obstante, en cuanto a Isaías 62:2, el interrogador realmente no sabe de qué está hablando. El “nuevo nombre” que Dios dará no es el nombre de “cristianos”. El capítulo 62 de Isaías se refiere a la segunda venida de Cristo. Eso es evidente por el hecho de que el contexto describe el matrimonio de Cristo y su novia, también conocida como la congregación de los primogénitos. El versículo cuatro continúa diciendo: “Más bien, se te llamará Mi Deleite Está en Ella, y a tu tierra la llamarán Mujer Casada. Porque Jehová se deleitará en ti y tu tierra será como una mujer casada. Porque, así como un joven se casa con una virgen, tus hijos se casarán contigo. Tal como la novia es la alegría del novio, tú serás la alegría de tu Dios.’’

El nuevo nombre que Dios dará es “Mi Deleite Está en Ella”, un nombre profético que expresa la satisfacción de Jehová con la organización conocida como el Reino.

En la esfera humana, el matrimonio entre un hombre y una mujer se considera un vínculo sagrado. La boda en sí es una ocasión muy alegre. Por consiguiente, Dios usa el matrimonio para ilustrar la alegría que surgirá cuando todos los que son llamados al Reino de Cristo finalmente estén en unión con él. El capítulo 19 de Apocalipsis también describe esa ocasión. ¡Por cierto, es en ese momento cuando la gran multitud de ángeles estalla con gritos de Aleluya! Ese matrimonio marcará el fin del cristianismo, ya que Dios habrá cumplido su propósito de producir 144,000 santos en unión con Cristo.

El nuevo nombre que Dios designará tiene que ver con el hecho de que el nuevo pacto llegará a su conclusión. Este habrá producido una nueva creación. Los miembros de esta cantarán una nueva canción. Es realmente interesante que Cristo le dará individualmente a cada miembro del reino celestial un nuevo nombre. (Apocalipsis 2:17) Los nuevos cielos entrarán en funcionamiento y Cristo los usará para hacer nuevas todas las cosas. Será un nuevo día en un mundo nuevo.

Pregunta # 49: Ignorando el engaño, las mentiras y las falsas profecías de su organización, ¿por qué se les llama a ustedes ‘’Testigos de Jehová’’ si ni siquiera cumplen con los criterios básicos definidos en la Biblia en Isaías 43:10-12 e Isaías 44:8?

Los testigos de Jehová tienen un trabajo que hacer, una tarea que cumplir. De todas las decenas de miles de sectas que afirman ser cristianas, solo los testigos de Jehová han emprendido el trabajo de predicar las buenas nuevas del Reino.

Mientras que el “cristiano” promedio no tiene idea acerca de qué es el Reino de Dios, o qué hará, Jesús predijo que las buenas nuevas del Reino se predicarían en todo el mundo. Sin duda alguna, las masas de feligreses engañados que no entienden ni siquiera la relación básica entre Jehová Dios y Jesús, lo que sucede con la muerte, o incluso las cosas más elementales relacionadas con el propósito de Dios para la tierra, no podrían calificar para predicar y enseñar lo que Dios nos querría hacer saber, incluso si estuvieran dispuestos a hacerlo.

Por otro lado, los testigos de Jehová han ido hasta los confines de la tierra para llevar a las personas un mensaje de esperanza. Durante siglos, la Iglesia Católica prohibió a los que no eran sacerdotes leer la Biblia. De hecho, se castigaba con pena capital incluso poseer una Biblia. La Iglesia de Inglaterra no siguió un camino diferente. Solo Dios sabe cuántos mansos buscadores de la verdad fueron torturados y asesinados por las autoridades trinitarias en esos días oscuros.

Ahora, sin embargo, esas mismas instituciones y sus innumerables grupos dispersos, afirman todos ser el camino y la verdad, a pesar de que ninguno de ellos ha aceptado el mandato del Señor de ir a enseñar a otros.

¡La Watchtower, por otro lado, ha proporcionado Biblias en más de 100 idiomas y explicaciones sencillas de enseñanzas bíblicas en más de 1000 idiomas! Y millones de ministros han tomado las herramientas proporcionadas por esta organización y han llegado hasta los confines de la tierra, predicando incluso en barrios peligrosos, densas selvas y tundras heladas, todo por buscar a aquellos que desean saber la verdad.

¿Hay piedras de tropiezo? Claro que sí. Jesús mismo predijo que las habría. Pero debido a la operación del espíritu de Dios través de Cristo, podemos estar seguros de que la obra de Dios se llevará a cabo completamente y ‘’entonces vendrá el fin’’. Una vez hayan sido predicadas las buenas nuevas, comenzará la fase del juicio, una fase a la que Jesús se refirió como ‘’la conclusión del sistema’’.

Un aspecto del juicio que Cristo llevará a cabo tiene que ver con aquellos que afirman falsamente ser cristianos. Jesús dijo lo siguiente acerca de ellos: ‘’No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los cielos. Solo entrarán los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Ese día, muchos me dirán: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Pero entonces les diré: ‘¡Yo a ustedes nunca los conocí! ¡Aléjense de mí, ustedes que violan la ley!’.’’

Los trinitarios y los muchos otros que suponen que Jesús es Dios harían bien en notar que los “muchos” a quienes Cristo rechazará, afirman “profetizar en su nombre”, es decir en el nombre de Jesús. Pero según él mismo, el criterio para entrar al Reino es hacer la voluntad de su Padre en el cielo. Tal como nos indica la ilustración, los trinitarios afirman servir a Jesús, llamándolo “Señor, Señor”, pero hacen todo lo posible para evitar reconocer a Jehová como el Padre. Y evitan estrictamente hacer el trabajo de predicación y enseñanza pública, lo cual, por supuesto, es la voluntad del Padre. En otras palabras, quieren ser cristianos de acuerdo con sus propios términos y no de acuerdo con la voluntad de Dios. Tristemente, eso es lo que sucede con los cientos de millones de personas que hoy se hacen llamar cristianos.

En contraste con los que exclaman “Señor, Señor”, Pablo consoló a los cristianos asegurándoles que Dios ‘’no es injusto y no se olvida de las obras de ustedes ni del amor que demostraron por su nombre’’ (Hebreos 6:10). Ya que incluso los trinitarios admiten que Dios tiene un nombre, pero afirman que a Jesús se le ha dado un nombre por encima de cualquier otro nombre, dejando de lado a Jehová, obviamente, aquellos que se niegan a honrar el nombre de Dios no pueden ser aquellos a quienes Jehová recompensará por haber demostrado amor por su nombre.

¿Pero qué hay de los testigos de Jehová? ¿Está su salvación asegurada? No. Las Escrituras revelan que aquellos que hacen parte de la congregación real de Cristo serán juzgados primero. Eso se debe a que incluso en la congregación de Cristo hay quienes afirman falsamente ser cristianos. Los mismos demonios que inspiraron la trinidad e inyectaron una gran cantidad de doctrinas paganas en el cristianismo falso, también se han infiltrado entre de los testigos de Jehová y han tenido influencia sobre ellos, al menos hasta cierto punto. Jesús se refirió a estos agentes demoniacos cuando habló de la mala hierba que Satanás sembraría entre el trigo. Pablo también predijo que un hombre que desafía la ley realizaría una operación de Satanás dentro del templo espiritual de Dios, mostrándose incluso como un dios, hasta que la manifestación de Jesús lo destruya por completo.

De modo que, con respecto al pasaje en el capítulo 43 de Isaías, Dios le está hablando a su pueblo después de la purga, después de que los malvados hayan sido removidos. Eso es evidente por el hecho de que Dios dice de sus testigos: “Yo soy el que anunció, salvó y lo dio a conocer cuando no había entre ustedes ningún dios extranjero. Así que ustedes son mis testigos —afirma Jehová—, y yo soy Dios.’’

¿Qué hay del engaño, las mentiras y las falsas profecías entonces? El hecho es que la mayoría de los testigos de Jehová son ajenos a eso. Pero desde el punto de vista de Dios, aquellos que sirven como sus testigos, sus sirvientes, también están ciegos con respecto a una verdad, la verdad acerca de la futura presencia de Cristo. Es por eso por lo que en el capítulo 42 de Isaías Dios se dirige a ellos en la profecía, la cual será develada en el futuro cuando Dios exprese lo siguiente: “¿Quién es ciego sino mi siervo, y quién es tan sordo como el mensajero que yo envío? ¿Quién es tan ciego como aquel que ha sido recompensado, tan ciego como el siervo de Jehová? Ves muchas cosas, pero no prestas atención. Tienes los oídos abiertos, pero no escuchas.’’

Los testigos de Jehová han visto muchas cosas, verdades de la palabra de Dios. Han sido bendecidos y recompensados ​​de muchas maneras. Pero no se han mantenido vigilantes. Han abrazado la mentira de que Cristo vino en 1914. Como consecuencia, todas sus interpretaciones están distorsionadas. Pero el estar ciegos actualmente no los excluirá de servir como testigos de Jehová en el futuro, cuando Cristo se revele. De eso nos habla el contexto del capítulo 43, parte del cual dice: ‘’Le diré al norte: ‘¡Entrégalos!’, y al sur: ‘No te los quedes. Trae desde lejos a mis hijos y desde los confines de la tierra a mis hijas, a todo el que lleva mi nombre y a quien he creado para mi propia gloria, a quien he formado y hecho’. Haz salir a un pueblo que, aunque tiene ojos, es ciego y que, aunque tiene oídos, es sordo.’’

Que los trinitarios se den cuenta de que aquellos a quienes Jehová reconoce como sus hijos e hijas ‘’llevan su nombre’’. A ellos se les llama por el nombre de Jehová. Y su ceguera será curada por la revelación de Cristo. Lastimosamente, no habrá cura para la terrible ceguera que abrazan los trinitarios.

Jesús habló de una futura reunión de los elegidos que tendrá lugar durante la conclusión. Eso es ciertamente con lo que se relaciona Isaías, cuando se nos dice que Dios reúne a sus dispersos y estos se convierten en verdaderos testigos suyos, los cuales le darán al mundo un testimonio final como preludio de su destrucción.