Los maestros serán juzgados de forma más severa
Se presentarán falsos cristos y falsos profetas
El Reino de Dios está en medio de ustedes
No percibiste el tiempo en que se te estaba inspeccionando
El Todopoderoso ha cerrado los ojos de los profetas
Notas de Estudio
¿Qué son los tiempos de los gentiles?
¿De verdad nos encontramos en los últimos días?
En cuanto a los tiempos y las épocas…
Es algo tan trivial anunciar una falsa presencia de Cristo?
Desde el principio, La Sociedad Watchtower hizo sonar la advertencia: “¡Cuidado con 1914!” Y no hay dudas al respecto, 1914 resultó ser un año crucial, incluso en más formas de las que parece.
Aunque los Estudiantes de la Biblia habían estado esperando el año 1914 durante muchos años, en realidad, nada resultó como esperaban. En lugar de anarquía global, el Armagedón y el rapto, el pastor Russell falleció inesperadamente el 31 de octubre de 1916. Trágicamente, esto llevó a una desagradable lucha por el poder entre los líderes de la Organización, creando un cisma entre los Estudiantes de la Biblia.
La Gran Guerra terminó y el mundo siguió como antes. Mientras se reanudaba la predicación, solo una pequeña fracción de los Estudiantes de la Biblia estuvieron dispuestos a seguir adelante para anunciar al Rey y su Reino. Esta predicación de las buenas nuevas continúa hasta el día de hoy a través de los más de ocho millones de testigos de Jehová que se encuentran alrededor del planeta.
Lastimosamente, existe una creciente evidencia de que los testigos de Jehová no han aprendido de las lecciones pasadas que Jehová le dio a su pueblo, pues ellos no han sabido discernir el verdadero momento de su inspección y juicio. Casi nadie dentro de la Organización conoce la realidad acerca de la venida de Cristo y lo que esta implica, puesto que todos ponen fe en las cosas que escuchan de los maestros del pueblo moderno de Dios y si alguien se atreve a cuestionar sus enseñanzas, es tildado de apóstata y enemigo de la verdad.
En vez de asegurarse de todas las cosas, como exhortó el apóstol Pablo, los que dirigen al pueblo de Dios de la actualidad se han vuelto muy dogmáticos, dado que están seguros de que Cristo ya ha comenzado a reinar y le ha otorgado su aprobación a la Organización.
A los testigos de Jehová se les ha hecho creer que la única pieza que falta en el rompecabezas profético —aparte del ataque de Gog y el Armagedón— es que la simbólica bestia salvaje se vuelva contra Babilonia la Grande y la destruya. Esto supuestamente daría inicio a la gran tribulación.
Esta falsa expectativa ha sido cuidadosamente cultivada por la Sociedad.
Por lo tanto, el escenario está listo para otra gran desilusión, solo que esta vez las siguientes palabras de Jesús se cumplirán sin falta: “Y entonces muchos perderán la fe, se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros”.
Se acerca la hora de la prueba
Jehová siempre ha utilizado a personas para llevar a cabo su obra. En tiempos bíblicos, Dios nombró a hombres fieles para servir como centinelas y profetas. Ellos hablaron de los juicios del Todopoderoso a las personas que ocupaban posiciones de autoridad sobre el pueblo de Jehová. Algunos hombres sirvieron como profetas incluso dentro del cristianismo primitivo. Ágabo fue uno de ellos. Él predijo el destino de Pablo en Jerusalén y una gran hambre que vendría sobre toda la tierra.
Otros individuos como Juan Wyclef y William Tyndale cambiaron el curso de la historia al desafiar a las autoridades religiosas al hacer que la palabra de Dios estuviera disponible en inglés. Más recientemente, Charles Taze Russell fundó lo que sin duda se ha convertido en la organización que Cristo ha usado para que se prediquen las buenas nuevas en todo el mundo. ¿Qué viene después?
De acuerdo con el patrón establecido, durante las últimas dos décadas me he esforzado por anunciar los juicios venideros de Jehová a la directiva de la Watchtower y a los testigos de Jehová. Estoy convencido de que Jehová ha derramado un sueño profundo sobre el Cuerpo Gobernante y les ha cubierto la cabeza, tal como se profetizó en Isaías. ¿Con qué fin?
En el capítulo tres de Apocalipsis, Jesús habló de la “hora de la prueba” que vendrá sobre la humanidad. ¿Qué implicaciones tendrá? Esta será un examen de nuestra fe. Para que Dios pueda determinar si realmente tenemos fe o simplemente estamos siguiendo a hombres, él ha permitido que Satanás ejerza una influencia engañosa sobre su organización terrenal. En resumen, los testigos de Jehová han sido engañados, pues se les ha hecho creer Cristo ya ha comenzado a gobernar, que la bestia salvaje ya fue herida de muerte y fue sanada, que el octavo rey ya ha ascendido del abismo, que la marca de la bestia ya ha sido puesta, entre otras muchas, muchas afirmaciones demasiado numerosas para mencionarlas aquí.
Aunque la ceguera de los testigos de Jehová es prácticamente inexpugnable, es mi deber dar a conocer lo que sucederá en el futuro cercano, tal como está escrito: “¡El león ha rugido! ¿Quién no tendrá miedo? ¡El Señor Soberano Jehová ha hablado! ¿Quién no profetizará?”
Abrigo la ferviente esperanza de que su fe permanezca intacta durante la prueba venidera, que pueda sobrevivir al inevitable colapso de la Watchtower y entrar en el verdadero paraíso espiritual que llegará a existir con la auténtica segunda venida de Cristo.
– Robert King
“¡Ay de los que esperan con muchas ganas el día de Jehová! ¿Qué significará para ustedes el día de Jehová? Será oscuridad en vez de luz”
(Amós 5:8).
Los maestros serán juzgados de forma más severa
¿Quién es en realidad el mayordomo fiel?
Predicar y enseñar en el nombre de Jehová conlleva una gran responsabilidad. La carta de Santiago muestra una seria advertencia para cualquier hombre que aspire a ser maestro del pueblo de Dios: “Hermanos míos, no muchos de ustedes deberían hacerse maestros, pues saben que seremos juzgados de forma más severa” (Santiago 3:1).
Los ancianos locales y los siervos ministeriales son considerados maestros, aunque lo que enseñan no se origina de ellos. Todos los siervos ministeriales, ancianos, superintendentes de circuito y demás son instruidos por el Comité de Enseñanza, el cual es supervisado directamente por el Cuerpo Gobernante. Sin duda alguna, si incluso los maestros de las congregaciones locales recibirán un juicio más severo de acuerdo con la palabra de Dios, ¿cuánto más aquellos que los dirigen y enseñan?
Una rendición de cuentas por parte de los esclavos nombrados que tienen la tarea de dar a los sirvientes del Amo alimento al tiempo adecuado es precisamente lo que implica la siguiente pregunta: “¿Quién es en realidad el mayordomo fiel, el prudente, a quien su amo pondrá a cargo de los sirvientes de la casa para que siga dándoles su ración de alimento al tiempo debido?” (Lucas 12:42).
Los testigos de Jehová están completamente familiarizados con el pasaje citado anteriormente. A pesar de que Jesús planteó lo anterior como una cuestión sin respuesta, el Cuerpo Gobernante se ha designado a sí mismo como el esclavo fiel y prudente, y los testigos de Jehová lo alaban habitualmente como tal. Sin embargo, no existe la misma familiaridad con las Escrituras para una discusión mucho más detallada de la interrogante misma —“¿quién es el esclavo fiel y prudente?”— que aparece en el capítulo 12 de Lucas, donde en los versículos 47 y 48 Jesús explica el principio de responsabilidad.
Refiriéndose a los dos posibles resultados para los esclavos que habían sido designados para alimentar a los sirvientes, Jesús dijo: “Entonces, el esclavo que entendió la voluntad de su amo pero no se preparó ni hizo lo que él le mandó recibirá muchos golpes. Pero el que no la entendió y aun así hizo cosas que merecen golpes recibirá pocos golpes. Realmente, a quien se le dio mucho se le exigirá mucho, y a quien se le encargó mucho se le exigirá más de lo normal” (Lucas 12:47, 48).
“¿Quién es en realidad el mayordomo fiel, el prudente, a quien su amo pondrá a cargo de los sirvientes de la casa para que siga dándoles su ración de alimento al tiempo debido?”
Solo hay una casa sobre la cual Jesús asigna un mayordomo.Dado que Jesús ya había hablado de los esclavos malvados y fieles, entonces debe ser que todos aquellos que son destinados a proveer el alimento espiritual fallan en hacer completamente la voluntad del amo.Eso no debería sorprendernos, ya que Jesús reprendió a sus apóstoles por sus errores y falta de fe en numerosas ocasiones, incluso severamente.En la ilustración, el factor determinante que distingue a los dos esclavos descarriados es su nivel de conocimiento y voluntariedad.Unos pecan por ignorancia y otros deliberadamente. Por consiguiente, ambos son castigados.El esclavo que no era consciente de su error recibirá algunos golpes.Pero el esclavo que fue desobediente de forma voluntaria será castigado con la mayor severidad, siendo expulsado de la casa por completo. Este llorará y apretará los dientes de angustia al percatarse su destino final.El punto es que el juicio más severo está reservado para los que dirigen a los maestros, a aquellos a los que se les dio mayor responsabilidad.
Durante muchas décadas, la Watchtower enseñó que el esclavo fiel fue nombrado sobre todos los bienes del amo en 1919. No fue sino hasta el año 2012 que finalmente se dieron cuenta que ese nombramiento se hará en el futuro. En vista de este “ajuste” reciente, la cuestión primordial que deberíamos analizar es la siguiente: ¿Cuál es el escenario en el que se juzga a los esclavos designados? La respuesta es simple y profunda. El juicio ocurre cuando el amo llega inesperadamente, como un ladrón en la noche. La hora de su llegada no se puede determinar por ningún medio, como haciendo uso de cálculos cronológicos. Y teniendo en cuenta que el Cuerpo Gobernante ahora ha reconocido inadvertidamente que el amo aún no ha juzgado a los que ha dejado a cargo, los testigos de Jehová deberían pensar en las implicaciones de una futura vuelta del amo, es decir, de la segunda venida de Cristo para iniciar el juicio de la casa de Dios.
“Personas de esta generación del siglo XX que no desean la segunda venida de Jesucristo, o que no creen en ella, no leen correctamente la ‘señal’ del fin de este sistema”
La Atalaya, 1 de febrero de 1985
¿Cuántas veces viene Jesús?
Curiosamente, la frase “segunda venida de Cristo” no es común entre los testigos de Jehová. Y hay una muy buena razón para ello. A los testigos de Jehová se les ha hecho creer que la épica segunda venida del Señor ya ocurrió en 1914. No obstante, la Watchtower no suele usar la expresión “segunda venida”. Uno tiene que remontarse hasta 1985 para encontrar al menos un indicio de que la segunda venida ya ha tenido lugar. Aquí está lo que se afirma en la Atalaya del 1 de febrero de 1985 en el párrafo 6 del artículo “¿Quién puede leer la ‘señal’ correctamente?”:
“Personas de esta generación del siglo XX que no desean la segunda venida de Jesucristo, o que no creen en ella, no leen correctamente la ‘señal’ del fin de este sistema”.
Así que los testigos de Jehová definitivamente creen que la segunda venida ya ha ocurrido, ¡lo sepan o no!
El motivo por el cual la Sociedad le resta importancia a la vuelta del Señor como si esta se hubiera dado en 1914 es comprensible. La mayoría de las personas que no han sido adoctrinadas pensarían que tal cosa es poco inverosímil o incluso absurda, debido a que todo ha continuado igual desde entonces. En cuanto a leer correctamente la señal, ¿es posible que la directiva de los testigos de Jehová asegure falsamente hacer eso? ¿Qué sucedería si la señal genuina aún no se ha cumplido? Después de todo, Jesús dijo “cuando vean todas estas cosas”, es decir, que todas las características de la señal se verían al mismo tiempo. Pero si tal es el caso, ¿cómo es posible que algunos aspectos de la señal se han cumplido mientras que otros no?
Más concretamente podríamos cuestionarnos por qué se considera imposible que la “señal del fin de este sistema” pueda mostrarse en el futuro. ¿Por qué los que dirigen a los maestros de la Organización están tan seguros de que no habrá otra guerra mundial acompañada de escasez de alimentos y pandemias globales que superen con creces los horrores de la Primera Guerra Mundial y la gripe española? En vista del terrible estado en el que se encuentra el mundo, difícilmente parece prudente que los maestros de los testigos de Jehová dejen a un lado la posibilidad de que las naciones se vean sumergidas en una guerra a gran escala y que todos los acontecimientos que Jesús predijo comenzaran a ocurrir súbitamente en todo el planeta.
Nadie admitiría creer en algo así, pero debido a que la Watchtower se ha mantenido en su posición de que la segunda venida ya ha tenido lugar, los testigos de Jehová se ven obligados a creer que el glorioso Cristo viene en más de una ocasión. Aunque no se le llama así, la Watchtower da a entender que habrá una tercera venida. Sin embargo, ¿qué tan sensato es eso? No es nada razonable. Tampoco es bíblico. Pero, aun así, eso es exactamente lo que enseñan de manera implícita los maestros de la congregación cristiana de nuestros días.
Para ilustrar esta incongruencia,durante muchas décadas los testigos de Jehová creyeron que las ovejas y las cabras estaban siendo separadas por la predicación mundial. En 1995, la Watchtower reajustó correctamente el cumplimiento de esa parábola al futuro.A pesar de ello, los testigos de Jehová siguen creyendo que Cristo se sentó en su trono glorioso en 1914, pero que en el futuro él vendrá y se sentará en su trono como juez de todas las naciones.
Examine más de cerca el contexto del capítulo 12 de Lucas, donde Jesús exhortó a sus discípulos a estar listos para su retorno: “Estén listos y con la ropa puesta, y tengan sus lámparas encendidas; sean como hombres que esperan a que su amo regrese de la boda para abrirle en cuanto él venga y toque a la puerta. ¡Felices los esclavos a quienes el amo encuentre vigilando cuando venga! Les aseguro que él se vestirá para servir, los hará sentarse a la mesa y se acercará a servirles. Y, si viene en la segunda vigilia, o hasta en la tercera, y los encuentra listos, ¡felices ellos! Tengan en cuenta esto: si el dueño de una casa supiera a qué hora va a venir el ladrón, no dejaría que se metiera en su casa. También ustedes, estén siempre preparados, porque el Hijo del Hombre viene a la hora en que menos se lo esperan” (Lucas 12:35-40).
En los pocos versículos anteriores, Jesús utilizó diferentes formas del verbo venir cinco veces. Más notablemente, el mismo pasaje revela que si el amo encuentra a sus esclavos listos, él se pondrá a su lado y les servirá. Esto nos recuerda la última cena, cuando el Señor se ciñó como esclavo y lavó los pies de los apóstoles. En esa misma ocasión, Jesús también habló de su partida y regreso, es decir, de su vuelta. Su segunda venida debe ser un evento extraordinario en la realización del propósito de Jehová: la consumación del nuevo pacto que se inició aquella noche.
De modo que, en el capítulo 12 de Lucas, Jesús vinculó su llegada a juzgar a su casa de esclavos con su parusía. ¿O se han vuelto tan ciegos los dirigentes de los testigos de Jehová que no ven la relación entre el hecho de que Jesús viene a estar al lado de sus seguidores ungidos y que palabra parusía o presencia signifique estar junto a algo o alguien?
Como ya se dijo, antes del 2012, la Watchtower enseñaba que el esclavo fiel había sido puesto a cargo de todos los bienes del amo en 1919. Pero ahora que la Organización ha declarado que la venida de Cristo ocurrirá en el futuro y observamos que las escrituras citadas previamente conectan claramente su venida con la parusía, nos preguntamos: ¿en qué sentido vendrá Jesús a estar junto a sus discípulos fieles en el futuro si su presencia supuestamente comenzó en 1914? ¿Hay múltiples parusías, así como múltiples venidas?
Analice otro pasaje familiar que nos habla del regreso del Señor. Malaquías 3:1 y 2 dice: “‘¡Miren! Voy a enviar a mi mensajero, y él despejará el camino delante de mí. Y, de repente, vendrá a su templo el Señor verdadero que ustedes buscan. Y vendrá el mensajero del pacto que esperan con alegría. ¡Miren! De seguro vendrá’, dice Jehová de los ejércitos. ‘Pero ¿quién resistirá el día de su venida y quién podrá mantenerse en pie cuando él aparezca? Porque él será como el fuego del refinador y como la lejía de los lavanderos’”.
“‘¡Miren! De seguro vendrá’, dice Jehová de los ejércitos. ‘Pero ¿quién resistirá el día de su venida y quién podrá mantenerse en pie cuando él aparezca?’”.
El mismo Jesús aludió a su ardiente retorno cuando exhortó a los cristianos a no dejarse abrumar por los excesos y preocupaciones de la vida para que pudieran estar de pie delante el Hijo del Hombre. La exhortación que hizo Cristo hace eco de la interrogante planteada en Malaquías: “¿Quién podrá mantenerse en pie cuando él aparezca?” Puesto que la Watchtower enseña que el mensajero del pacto llegó en 1914, planteamos la siguiente cuestión: ¿Hay más de una ocasión en que los cristianos ungidos estarán de pie delante de Cristo?
Un razonamiento sólido debería dictar que la llegada del mensajero del pacto para limpiar el templo es exactamente lo mismo que el regreso del Hijo del hombre para juzgar a los esclavos de su casa. ¿No es la casa de Dios también el templo espiritual? Siendo eso cierto, ¿cómo podría venir Cristo a juzgar si supuestamente ya lo hizo? Una pregunta más aguda podría ser: ¿Por qué se requiere que los testigos de Jehová crean dos “verdades” que se contradicen entre sí?
¿Podría este error que consiste en no entender que Cristo no ha venido ser la causa principal por la cual el Señor vendrá cuando menos se lo espere y castigará incluso a los “fieles” por su falta de discernimiento?
¿A qué fin se refería Jesús?
Jesús declaró que las buenas noticias del reino se predicarían en toda la tierra habitada y entonces vendría el fin. Durante mucho tiempo se ha asumido que la obra de predicar y hacer discípulos transcurre durante el período conocido como la conclusión del sistema y que “el fin” es el fin de todo el sistema inicuo. Hay muchas razones para creer lo contrario.
Marcos escribió en su relato algo que no aparece en Mateo y Lucas. Él aseveró que las buenas nuevas deben predicarse primero. ¿Primero de qué? Por favor, examine el contexto completo de las palabras del Hijo de Dios: “Y ustedes, tengan cuidado. Los van a entregar a los tribunales locales y los van a golpear en las sinagogas y, por causa de mí, se les obligará a presentarse ante gobernadores y reyes. Eso les servirá de testimonio a ellos. Además, primero se tienen que predicar las buenas noticias en todas las naciones. Pero, cuando los lleven para entregarlos a las autoridades, no se angustien pensando de antemano en lo que van a decir; digan lo que se les indique en ese momento, porque no van a ser ustedes los que hablen, sino el espíritu santo. Además, el hermano entregará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se volverán contra sus padres y harán que los maten. Toda la gente los odiará por causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado” (Marcos 13:9-13).
Los cristianos verdaderos siempre han sido perseguidos de un modo u otro. Hay muchos países en todo el mundo que tienen proscrita la obra de los testigos de Jehová. Ellos han prosperado especialmente en Estados Unidos, incuestionablemente debido en gran parte a las libertades garantizadas en la Primera Enmienda de la Carta de Derechos. Incluso durante los tiempos de persecución acalorada en la era de Rutherford, el gobierno de los Estados Unidos defendió nuestros derechos a través de su Corte Suprema. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las naciones en conjunto han disfrutado de un período prolongado de relativa paz y prosperidad, lo cual ha facilitado enormemente la obra mundial patrocinada por la Sociedad Bíblica Watchtower.
Jesús les advirtió a sus seguidores que la persecución no solo vendría por parte del Estado (tribunales locales, gobernadores, autoridades y reyes) sino también de parte de nuestra propia congregación y familia, quienes creerán que están llevando a cabo la voluntad de Dios.
Sin embargo, todavía no hemos respondido al interrogante de qué vendrá después de la predicación de las buenas noticias. Bueno, lo que vendrá es una persecución muy intensa. En el contexto en el que Jesús dijo que “primero se tienen que predicar las buenas noticias” se habla de un nivel de persecución que no se ha experimentado en la era moderna. Tal aseveración se puede hacer con la mayor confianza, ya que está claro que lo que Cristo predijo no es simplemente la persecución de los cristianos por parte del estado (tribunales locales, gobernadores, autoridades y reyes).
“Habrá falsos maestros entre ustedes […] y con codicia los explotarán usando palabras engañosas”.
En el primer siglo, cualquier judío que confesara su fe en Jesús seguramente sería expulsado de la sinagoga. ¿Y durante la conclusión?
No es probable que los cristianos actuales asistan alguna vez a una sinagoga judía. ¿Significa eso que las palabras de Cristo no tienen relevancia para nosotros? De ningún modo. La sinagoga judía y la congregación cristiana son análogas. En el libro de Apocalipsis, Jesús habló de aquellos que decían ser judíos pero que en realidad eran una sinagoga de Satanás.
En su carta a los Romanos, Pablo —el principal maestro cristiano— nos informa que los verdaderos judíos son aquellos que son fieles a la unción de Dios. Siendo eso así, aquellos que afirman ser judíos y hacen parte de una sinagoga de Satanás deben afirmar falsamente que han sido ungidos. No deberíamos pensar que eso es extraño. Una situación similar existía en la congregación de Corinto. El apóstol inspirado reveló que los hombres prominentes que presidían la congregación, a quienes Pablo llamó “superapóstoles”, no eran cristianos ungidos, sino falsos apóstoles, obreros engañosos, agentes del Diablo que se habían disfrazado hábilmente como ministros de justicia. Aparentemente, el disfraz era muy efectivo, razón por la cual Pablo estaba muy preocupado ante la posibilidad de que, así como la serpiente había seducido a Eva con su astucia, los hermanos y hermanas de Corinto pudieran ser corrompidos por la presencia de los falsos maestros de Satanás entre ellos.
En el capítulo dos de su segunda carta, el apóstol Pedro asegura que “habrá falsos maestros entre ustedes” que “con codicia los explotarán usando palabras engañosas”. Teniendo en cuenta que la presencia de los falsos maestros precede inmediatamente a su juicio, es evidente que los falsos apóstoles ocupan presiden sobre la congregación de Cristo hasta que él viene.
Con respecto a la sinagoga de Satanás, en su carta de amonestación a la congregación de Esmirna, Jesús escribió: “Conozco tu sufrimiento y pobreza, aunque eres rico. También conozco la blasfemia de los que dicen ser judíos pero que en realidad no lo son; ellos son una sinagoga de Satanás. No tengas miedo de las cosas que vas a sufrir. Mira, el Diablo seguirá metiendo a algunos de ustedes en prisión para que sean puestos a prueba por completo, y sufrirán persecución por 10 días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida. El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones: al que venza jamás le hará daño la muerte segunda” (Apocalipsis 3:9-11).
Como Jesús nos dio una revelación de las cosas que deben suceder dentro de poco durante el día del Señor, es patente que la persecución por venir se originará de la Organización. Los que componen una sinagoga de Satanás deben ser los esclavos malvados que no aceptarán a Jesús cuando realmente haya regresado. El Diablo los usará para perseguir a los verdaderos judíos, tal como usó al apóstol desleal de Jesús, Judas. Estas personas inicuas harán tropezar a muchos y harán que los hermanos de Cristo sean golpeados en las sinagogas, encerrados en cárceles y condenados a muerte. Seguramente, los testigos de Jehová no continuarán con su ministerio pacífico cuando sus antiguos hermanos lleguen a odiarlos y traicionarlos y los miembros de una misma familia hagan que sus seres queridos sean entregados para ser asesinados. Para ese momento, la obra de predicar las buenas noticias y hacer discípulos habrá terminado.
Una de las últimas cosas que Jesús comunicó a sus discípulos antes de ascender al cielo fue el mandamiento bien conocido de ir a hacer discípulos. Cristo les aseguró a sus seguidores que estaría con ellos todos los días hasta la conclusión del sistema. Claramente, el trabajo de hacer discípulos y bautizar se lleva a cabo antes de la conclusión. Si Jesús está con sus seguidores antes de la conclusión, deberíamos esperar algo diferente, algo más íntimo cuando venga y esté junto a aquellos que permanezcan alertas para servirles. Así que, ¿qué es la conclusión?
La cosecha es una conclusión del sistema
En el capítulo 13 de Mateo, Jesús explicó que la cosecha es una conclusión de un sistema, o el fin de una era, tal como lo expresan otras versiones de la Biblia en inglés. Jesús usó muchas ilustraciones relacionadas con la siembra y la cosecha. Una vez dijo que los campos estaban blancos o maduros para la cosecha. Él también habló de una cosecha final que se llevaría a cabo, no por segadores humanos, sino por ángeles a quienes Cristo enviará para desarraigar de su Reino a las personas que violan la ley y todas las cosas que llevan al pecado.
La Watchtower sostiene que la cosecha final comenzó en 1914. Si eso es cierto, ¿deberíamos creer que esta parábola tiene alguna relación con la cristiandad? Esa no es una pregunta irrazonable, puesto que los Estudiantes Internacionales de la Biblia ya eran un grupo separado y distinto. Incluso siendo conscientes de eso, los maestros de los testigos de Jehová insisten en que los cristianos falsos fueron atados entre 1914 y 1919 y al final de ese período, el trigo se distinguió por completo. No obstante, ¿es realmente cierto que no hay cosas que llevan al pecado entre los testigos de Jehová porque los ángeles las han eliminado todas? ¿quién creería semejante sinsentido? Por increíble que parezca, la Watchtower le ha hecho creer eso a millones de cristianos.
Jesús dio una ilustración relacionada con la del trigo y la mala hierba. En Mateo 13:47-50, leemos esto: “El Reino de los cielos también es como una red de pesca que bajaron al mar y recogió peces de todo tipo. Cuando se llenó, la arrastraron hasta la playa, se sentaron y pusieron los peces buenos en recipientes, pero los que no servían los desecharon. Eso es lo que pasará en la conclusión del sistema. Los ángeles saldrán, separarán a los malvados de los justos y los echarán en el horno de fuego. Ahí es donde llorarán y apretarán los dientes”.
En el artículo de la revista la Atalaya del 15 de diciembre de 2014 titulado “¿Entendemos el significado?” los maestros oficiales de los testigos de Jehová escribieron lo siguiente con respecto a la parábola citada anteriormente:
“La separación simbólica de los peces no se refiere al juicio final en la gran tribulación, sino que destaca lo que ocurre durante los últimos días de este mundo malvado. Jesús mostró que no todos los que se sienten atraídos por la verdad se ponen de parte de Jehová. Muchos de ellos han asistido a las reuniones o han llegado a estudiar la Biblia con nosotros pero no quieren comprometerse. Otros ya no se relacionan con la congregación cristiana. Hay también jóvenes que han sido criados en la verdad pero no han desarrollado amor por las normas de Jehová”.
La interrogante que se plantea es buena, pues nos invita a reflexionar si de veras comprendemos el significado de algunas parábolas del Hijo de Dios.Sin embargo, para armonizar la ilustración de los peces con la idea de que la conclusión comenzó en 1914, el Cuerpo Gobernante hace la aserción inconcebiblemente absurda de que los millones de personas interesadas que no se comprometen a avanzar y otros millones de testigos de Jehová que han dejado la organización en realidad han sido removidos por ángeles. ¡Qué barbaridad! Muchos de ellos lo han hecho porque se han enfermado espiritualmente y tropezado por la descarada hipocresía de la Organización, incluyendo a miles de víctimas de abuso sexual.
No obstante, sin duda alguna, si alguien no califica para vivir en el Reino de Dios, son los falsos maestros que han repudiado al dueño que los compró, quienes descaradamente blasfeman contra Dios para glorificar a la Watchtower y condenan al matadero a las mismas ovejas sobre las cuales han sido nombrados para que las alimenten y pastoreen. Lamentablemente, al parecer ningún testigo de Jehová entiende el significado de la ilustración de la red de pesca.
El que tenga oídos, que escuche con atención: Cristo vendrá a juzgar la casa de Dios durante la conclusión de este sistema. Algunos serán hallados fieles y serán recompensados, pero otros serán hallados infieles y serán removidos por los ángeles como no aptos para el Reino de Dios.
Al igual que en la naturaleza, la cosecha simbólica pone fin a la plantación, el cultivo y el riego metafóricos. La conclusión del sistema es el fin de la era cristiana. Marca el final de la predicación y la formación de discípulos. El llamado y elección de los escogidos termina y los fieles son sellados de manera definitiva. Por eso Pablo dijo que al observar la conmemoración “estarán proclamando la muerte del Señor, hasta que él venga”.
El que tenga oídos, que escuche con atención: Cristo vendrá a juzgar la casa de Dios durante la conclusión de este sistema. Algunos serán hallados fieles y serán recompensados, pero otros serán hallados infieles y serán echados a la oscuridad de la noche más tenebrosa de la humanidad, donde llorarán y crujirán los dientes a la espera de su destrucción eterna.
Se presentarán falsos cristos y falsos profetas
Al hablar de su segunda venida, Jesús consideró oportuno advertir a sus seguidores que se cuidaran de la aparición inevitable de engañadores e impostores que precederían y acompañarían su parusía. De hecho, al responder a la solicitud de sus apóstoles de una señal, Jesús primero les advirtió que tuvieran cuidado de no ser embaucados porque muchos serían extraviados por falsos Cristos. Jesús reiteró su advertencia, diciendo que durante la tribulación los cristianos serán entregados y asesinados y “muchos perderán la fe, se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros. Aparecerán muchos falsos profetas que engañarán a mucha gente”.
Después, declaró lo siguiente: “Entonces, si alguien les dice ‘¡Miren, el Cristo está aquí!’ o ‘¡Está allá!’, no lo crean. Porque se presentarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes milagros y cosas impresionantes para engañar, de ser posible, hasta a los escogidos. Miren que los he avisado de antemano. Por eso, si les dicen ‘¡Miren, está en el desierto!’, no vayan; si les dicen ‘¡Miren, está en las habitaciones de la casa!’, no lo crean. Porque, así como el relámpago sale del este y resplandece hasta el oeste, así será la presencia del Hijo del Hombre. Donde esté el cadáver, ahí se juntarán las águilas”.
Cuando Charles Taze Russell formó el pequeño grupo de estudio bíblico de Allegheny, su objetivo era determinar la veracidad de las doctrinas principales de las iglesias de la cristiandad. Aquellos cristianos deseosos de la verdad rápidamente se dieron cuenta de la falsedad de la Trinidad, el fuego del infierno, el alma inmortal y la noción de que todos los justos van al cielo.
Además de las doctrinas elementales, Russell estaba profundamente interesado en la segunda venida de Cristo. Y aunque su investigación bíblica apenas comenzaba, en cuanto nació la Sociedad Watchtower, Russell declaró que una presencia invisible de Cristo había comenzado en 1874.
Es cierto, hay una distinción entre la presencia del Señor y su venida, tal como Russell discernió. Pero ¿cuál es la base bíblica de una presencia invisible? ¿Cómo fue posible para Russell discernir que Jesús regresó invisiblemente en 1874 cuando los Estudiantes de la Biblia ignoraban el verdadero significado de muchas profecías bíblicas? Él basó simplemente en una interpretación cronológica ahora descartada.
¿No nos aseguró Jesús que donde dos o tres estén reunidos en su nombre, él estaría en medio de ellos? Eso debería darse por sentado. Por lo tanto, indudablemente, hay una profunda diferencia entre el hecho que Jesús esté entre nosotros y que venga a nuestro lado a servirnos. Ciertamente, si Jesús estaría presente de manera invisible en medio de los creyentes antes de su venida, ¿no deberíamos esperar algo mucho más extraordinario durante su presencia?
Dado que los Estudiantes de la Biblia continuaron creyendo que la parusía había comenzado en 1874, incluso años después de 1914, debería ser obvio que existe un error muy grande en la doctrina de la parusía invisible de la Watchtower. Aun con el cambio que se hizo en 1930, ¿cómo es posible que Cristo estuviera presente en medio de ellos a partir de 1914 y durante 15 años más los Estudiantes de la Biblia siguieron bajo la ilusión de que presencia del Señor había comenzado en 1874? ¿Por qué sería la parusía del Hijo de Dios tan ineficaz? ¿Por qué fue tan fácil para alguien cambiar arbitrariamente la fecha de la presencia de Jesús?
Ya es hora de que los estudiantes de la Biblia reflexionen y “comprueben todas las cosas”, tal como nos indicó el apóstol Pablo.
¿Cuál es la base bíblica para la enseñanza de la Organización de una parusía invisible? El razonamiento subyacente de esta es sorprendentemente engañoso.
Por ejemplo, la Watchtower afirma que, si Cristo regresara en la carne, el sacrificio que hizo con su cuerpo quedaría anulado. El supuesto detrás de esa idea es que Jesús solo puede ser visible si se materializa en un cuerpo humano. Sin embargo, ¿no se materializó Jesús en varios cuerpos humanos después de su resurrección? Sin duda lo hizo. Luego de que Jesús resucitara en el reino de los espíritus, él se manifestó en la carne en numerosas ocasiones para convencer a sus discípulos de que estaba vivo. En una ocasión los reprendió por ser insensatos y lentos de corazón para creer todas las cosas que los profetas habían dicho sobre él. En otras dos oportunidades después de su muerte, sus discípulos se reunieron a puertas cerradas y Jesús se apareció en medio de ellos. ¿Podría eso ser un patrón de la parusía? Existen muy buenas razones para creer que así es.
Es igualmente doloso que la Watchtower cite el pasaje de Juan 14:19 como un texto de prueba de una parusía invisible. Allí Jesús afirmó: “Dentro de poco, el mundo ya no me verá más”. No obstante, en el mismo versículo, Cristo continuó diciendo: “pero ustedes me verán, porque yo vivo y ustedes vivirán”. Y antes de expresar esas palabras, él aseguró: “Volveré a ustedes”. Él se refería a su segunda venida, durante la cual los que reciban la primera resurrección lo contemplarán, pero también los que todavía estén vivos.
Después de que Jesús fue resucitado como un espíritu, él se manifestó a sus discípulos en numerosas ocasiones para convencerlos de que estaba vivo y allí presente con ellos. Esto fue un modelo de lo que ocurrirá durante la parusía, cuando Cristo vuelva.
Después de que el Hijo de Dios resucitó, él se apareció a casi 500 personas que lo vieron con sus propios ojos. Sin embargo, todos esos testigos habían llegado a ser creyentes antes de que Jesús resucitara. Pedro le explicó esto al primer creyente gentil, Cornelio, diciéndole: “Dios lo resucitó al tercer día y le permitió manifestarse no a todo el pueblo, sino a testigos nombrados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después de que fue levantado de entre los muertos” (Hechos 10:40, 41).
Por lo tanto, Jesús fue fiel a su palabra, el mundo de los incrédulos no lo vio después de su muerte. Solo a los creyentes que habían sido designados por Dios se les permitió verlo. Siguiendo ese patrón, los incrédulos verán la señal del Hijo del Hombre en el cielo y se golpearán el pecho de dolor, mientras que los ungidos lo contemplarán de una manera que ningún otro ser humano lo verá. De esa manera se cumplirán estas palabras del apóstol Juan: “Amados, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando él sea manifestado seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, pues él es puro” (1 Juan 3:2, 3).
Otra línea de razonamiento presentada por la Watchtower es que Cristo ahora habita en una luz inaccesible que ningún hombre puede observar. Si bien eso es verdad, Jehová tampoco puede ser visto por simples ojos mortales. No obstante, el Todopoderoso le mostró su gloria a Moisés. El encuentro fue tan impactante que posteriormente el rostro de Moisés emitía un brillante resplandor.
¿Es posible que la presencia de Cristo implique un tipo de manifestación similar? El encuentro de Saulo con Jesús en el camino a Damasco nos indica que así será. Al relatar su experiencia a los corintios, Pablo dijo que él fue el último de los discípulos en ver al Hijo de Dios resucitado y que su experiencia fue como si hubiera nacido prematuramente (1 Corintios 15:8). Por eso, aunque Jesús habite en una luz inaccesible, el fariseo convertido en apóstol pudo ver un destello de la gloria de Cristo. ¿En qué sentido nació prematuramente? Mientras que todos los otros discípulos vieron a Jesús en forma humana antes de que ascendiera al cielo, Pablo vio al Jesús glorificado, como todos los elegidos que se encuentren en la tierra lo verán durante su parusía.
¿Es algo tan trivial anunciar una falsa presencia de Cristo, como lo ha hecho la Watchtower durante casi medio siglo? En efecto, ¿no se les hizo creer a los Estudiantes de la Biblia que Cristo había estado presente en los aposentos interiores desde 1874? Y en vista de que la Watchtower nunca ha negado que la presencia de Jesús haya comenzado, sino que solo hicieron un cambio de fecha de 1874 a 1914, ¿qué anuncia esto para el futuro?
Si nuestro Señor les advirtió a sus discípulos acerca de los falsos profetas que afirmarían que él estaría aquí o allá, en los aposentos interiores o en el desierto, ¿cómo es posible que los escogidos pudieran ser engañados? La Organización afirma que el trigo ya ha sido recogido en el granero y que sabemos quiénes componen la mala hierba. Si eso es cierto y los escogidos se encuentran únicamente entre los testigos de Jehová, ¿cómo —de ser posible— podrían los ungidos ser engañados por alguien que no sea la tan amada Sociedad Watchtower, la cual es considerada el único canal confiable de la verdad?
El Reino de Dios está en medio de ustedes
Con respecto a los falsos profetas que recibirán poder para realizar grandes señales y maravillas durante la tribulación, ¿por qué dijo Jesús que “de ser posible, hasta a los escogidos” engañarían, dando a entender que no sería posible? ¿Qué factor hará imposible que los elegidos sean embaucados por las mentiras que extraviarán a muchos?
Considere la experiencia de los apóstoles y otras personas que vieron a Jesús luego de su resurrección. Las autoridades judías estaban decididas a evitar que los judíos depositaran su fe en Cristo. Aun después de que el cuerpo sepultado había desaparecido, se difundió la mentira de que sus discípulos lo habían robado. Pero no fue posible que los seguidores de Jesús fueran confundidos por la sencilla razón de que sabían que su Señor estaba vivo. Ellos lo habían visto. Habían hablado con él. Lo habían tocado. Incluso compartieron una comida con él. Y luego de haber sido ungidos por el espíritu santo, se convirtieron en sus testigos indomables. Muchos de ellos murieron por el testimonio que dieron de él.
“Porque así como el relámpago resplandece desde una parte del cielo hasta la otra, así será el Hijo del Hombre en su día”.
Tenga en cuenta que el gran fraude se producirá en el futuro, durante la tribulación. En esas circunstancias es que se cumplirán estas palabras: “Entonces, si alguien les dice ‘¡Miren, el Cristo está aquí!’”.
Ahora analice el capítulo 17 de Lucas, donde en otra ocasión Jesús habló de su regreso. Aunque no mencionó específicamente la gran tribulación, Jesús usó las mismas ilustraciones que utilizó cuando habló de la conclusión del sistema en el capítulo 24 de Mateo, al decir: “La gente les dirá ‘¡Miren, está allá!’ o ‘¡Miren, está aquí!’. No salgan ni corran detrás de ellos. Porque así como el relámpago resplandece desde una parte del cielo hasta la otra, así será el Hijo del Hombre en su día”.
La expresión “en su día” es equivalente al “día del Señor”, que es cuando ocurre lo que nos narra el libro de Apocalipsis. A continuación, el Hijo de Dios comparó su día con los días de Noé y Lot, tal como también lo hizo al explicar lo que sucedería durante la conclusión del sistema. Sin embargo, Lucas 17:30 registra algo único. Allí leemos: “Así también será en el día en que el Hijo del Hombre sea revelado”. Así que nos hacemos la siguiente pregunta: ¿cómo se revelará el Hijo del Hombre y a quién?
Siguiendo el patrón de las apariciones de Jesús tras su resurrección en el primer siglo, podemos esperar que Cristo se revele a aquellos que han sido llamados. Su manifestación a ellos significará su aceptación en el Reino, lo cual también conocemos como el sellado final.La manifestación del Señor hará que él esté junto a los escogidos, lo cual es el significado de la palabra parusía.De esa manera, el Hijo del Hombre será revelado y su revelación tendrá un efecto transformador sobre aquellos a quienes él se muestre.
A lo largo de las Escrituras Griegas Cristianas, la parusía es presentada como el objetivo final, el fin de nuestra fe, la realización de la esperanza celestial. Asimismo, se habla de la manifestación y revelación de Cristo de la misma forma. Por ejemplo, en su primera carta a los Tesalonicenses, Pablo escribió lo siguiente acerca de la presencia de Jesús: “Porque ¿cuál es nuestra esperanza, nuestra felicidad o nuestra corona de alegría delante de nuestro Señor Jesús durante su presencia?” (1 Tesalonicenses 2:19).
“Y que el Señor haga que aumente, sí, que abunde el amor que sienten unos por otros y por todos los demás, tal como abunda nuestro amor por ustedes, para que él haga sus corazones firmes e intachables en santidad ante nuestro Dios y Padre durante la presencia de nuestro Señor Jesús con todos sus santos” (1 Tesalonicenses 3: 12, 13).
En los pasajes anteriores, el apóstol deja en claro que estar delante de Dios sin mancha en la presencia del Señor Jesús es el final de todo. Es entonces cuando se hace realidad la esperanza a la que fueron llamados los cristianos ungidos. En esos momentos ellos recibirán su corona. Pablo se refirió al mismo resultado durante la revelación del Hijo de Dios al mencionar esto: “De modo que no les falta ningún don mientras esperan ansiosos la revelación de nuestro Señor Jesucristo. Él también los hará firmes hasta el fin para que no se les pueda acusar de nada en el día de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 1: 7, 8).
De igual modo, el apóstol inspirado declaró que la manifestación es el objetivo final, al expresar lo siguiente: “…te ordeno que obedezcas el mandamiento de manera impecable e irreprochable hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, la cual el feliz y único Poderoso hará evidente en los tiempos fijados para ello…” (1 Timoteo 6:13-15).
En los versículos citados previamente, Pablo habló de ser “intachables en santidad” durante la parusía, así como de estar libres de acusaciones en el día de Jesucristo y de obedecer “el mandamiento de manera impecable e irreprochable hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo”. Ser impecable, irreprochable y estar libre de acusaciones significan lo mismo. Siendo eso cierto, está claro que parusía, manifestación y revelación también quieren decir lo mismo.
El problema es que, aunque señalen que la manifestación y revelación del Hijo de Dios se darán en el futuro, los maestros de Betel están seguros de que la parusía comenzó en 1914. Y lo peor es que dicen que es invisible.
Si los testigos de Jehová no desean seguir siendo engañados sobre este asunto tan vital, harían bien en aceptar las Escrituras al pie de la letra, reconociendo que la presencia de Cristo, su manifestación y revelación son lo mismo. Ese acontecimiento es el clímax del cristianismo.
Además, la revelación del Hijo de Dios tiene lugar durante el día del Señor, también conocido como el día de Jesucristo. Este no transcurre a lo largo de varias generaciones. Y así como Pablo habló de la presencia, manifestación y revelación como la realización de nuestra fe, de igual manera, en su carta a los Filipenses, el día de Jesús es la finalización de la obra que Cristo inició, es decir, el fin del sistema cristiano: “Porque estoy seguro de esto: el que comenzó una buena obra en ustedes la continuará hasta terminarla en el día de Cristo Jesús” (Filipenses 1:6).
Volviendo al capítulo 17 de Lucas, Jesús hizo un prefacio de sus comentarios sobre la revelación del Hijo del Hombre en respuesta a una pregunta que le hicieron los fariseos sobre cuándo vendría el Reino de Dios. Jesús les respondió esto: “El Reino de Dios no viene de manera que se pueda observar claramente. Tampoco dirá la gente ‘¡Miren, está aquí!’ o ‘¡Está allá!’. Porque, fíjense, el Reino de Dios está en medio de ustedes”.
Pedro, Santiago y Juan fueron testigos oculares del suceso que marcó un patrón de cómo será la venida de Jesús en su Reino. Esto nos demuestra que la parusía no será invisible para los seguidores ungidos de Cristo.
Se entiende que el Reino de Dios estaba en medio de ellos porque Jesús era el Rey designado y se hallaba entre ellos. No obstante, al leer más ampliamente el contexto de esas palabras, nos damos cuenta de que Jesús estaba hablando de su segunda venida, a la cual Pablo se refería en Hebreos 9:28 cuando escribió “cuando aparezca por segunda vez”. ¿De qué forma estará el Reino de Dios “en medio de ustedes” durante la segunda venida?
Los testigos de Jehová han sido condicionados para pensar en el Reino como un gobierno celestial, lo cual, por supuesto, es. Jesús con frecuencia se refirió a él como el Reino de los cielos. Aun así, relegar todos los asuntos a la dimensión invisible anula el propósito de la segunda venida y distorsiona el significado de conceptos básicos como la manifestación y revelación de Cristo. Por ejemplo, la palabra griega traducida como “manifestación” en la Traducción del Nuevo Mundo es epifáneia.
La palabra “epifanía” proviene del término epifáneia. En griego, ese vocablo significa literalmente “aparición”. E, incuestionablemente, las Escrituras hablan de la manifestación de Jesús en la carne, incluso luego de su resurrección. Por ejemplo, el capítulo 21 de Juan comienza con estas palabras: “Después de esto, junto al mar de Tiberíades, Jesús se les apareció de nuevo a los discípulos. Se manifestó de esta manera’’.
Sin embargo, el término epifáneia también connota una emisión de luz, ya que se deriva del verbo griego epifaino, que significa “brillar”, lo cual sugiere una aparición gloriosa y brillante. Curiosamente, la Versión del Rey Jacobo traduce algunos pasajes como “el resplandor de su venida”. La expresión “resplandor de su venida” debe recordarnos la transfiguración, la cual fue un anticipo de la venida del Hijo del hombre en su Reino. Unos días antes de que se transfigurara, Jesús dijo: “Les aseguro que algunos de los que están aquí de ninguna manera probarán la muerte sin antes ver al Hijo del Hombre viniendo en su Reino” (Mateo 16:28).
Algunos de los que estaban allí resultaron ser Pedro, Santiago y Juan, tal como nos muestra el relato: “Seis días después, Jesús se llevó a Pedro y también a Santiago y su hermano Juan a una montaña alta, donde estuvieron a solas. Y Jesús se transfiguró delante de ellos: su rostro resplandeció como el sol y su ropa se volvió brillante como la luz. En eso se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él”.
Años más tarde, Pedro escribió acerca de su experiencia en la montaña esa noche. Se lo recordó a los hermanos, comunicando lo siguiente: “No, nosotros no les dimos a conocer el poder y la presencia de nuestro Señor Jesucristo siguiendo cuentos falsos ingeniosamente elaborados, sino que fuimos testigos oculares de su esplendor” (2 Pedro 1:16).
Aquellos que deseen estudiar la Biblia con discernimiento tomen nota: la magnífica transfiguración de Jesús fue un patrón de cómo será la parusía. Esta sirvió como garantía —como una demostración anticipada— del modo en que se revelará el Hijo del Hombre y a quién.
Tal como declaró el mismo Hijo de Dios, algunos de sus seguidores iban a ver al Hijo del Hombre venir en su Reino. Pedro vio a Jesús en el resplandor de su venida, por así decirlo. Él y sus compañeros apóstoles fueron testigos de un suceso que fue un anticipo del regreso de Cristo en su Reino. El hecho de que Pedro, Santiago y Juan lo presenciaran prueba que la parusía invisible de la Watchtower es un cuento falso ingeniosamente elaborado, lo cual es exactamente lo que el apóstol inspirado había previsto porque Jesús se los había advertido.
La transfiguración demuestra cómo el Reino de Dios no vendrá de una manera que se pueda observar claramente. Este se encontrará exclusivamente en medio de los ungidos durante la conclusión de este sistema.
“Brillarán en el Reino de su Padre tanto como el sol”
Aunque Pedro había visto un destello de la gloria celestial de Jesús cuando él se transfiguró delante de ellos y había visto a Jesús realizar muchos, muchos milagros, él y sus compañeros discípulos todavía carecían de fe. Eso se hizo evidente en la noche en que arrestaron a Jesús y todos los discípulos tropezaron y fueron dispersados. Pedro incluso negó haber conocido a Jesús. Peor aún, los apóstoles se negaron a creer el informe inicial de que Cristo estaba vivo. No fue hasta el día de Pentecostés —cuando los 120 fueron infundidos con espíritu santo— que se transformaron en valientes testigos de Cristo.
De la misma forma, los elegidos deben sufrir una transformación. Primero deben ser bautizados con fuego durante la cosecha final. Después de que los impíos sean desarraigados “los justos brillarán en el Reino de su Padre tanto como el sol”.
Así como lo indicó Jesús, el Reino de Dios puede estar entre nosotros aquí en la tierra. Por consiguiente, aquellos que brillan tan intensamente como el sol en el Reino lo hacen mientras aún están en la carne. Su transformación se producirá como resultado de experimentar directamente la manifestación de Cristo, la cual no pasará desapercibida. Los escogidos que resplandezcan como el sol indicarán que han sido sellados y plenamente aceptados como reyes en el Reino de Dios. Entonces ocurrirá el fenómeno al que Pablo se refirió como la revelación de los hijos de Dios. En ese estado, los ungidos comparecerán ante gobernadores y reyes y les darán testimonio.
Los informes del este (la dirección del ascenso de los reyes que vienen del nacimiento del sol en Apocalipsis 16:12) que tanto perturbarán al rey del norte y provocarán su ira, indudablemente serán el resultado del testimonio de los elegidos de que ellos han visto a Jesucristo. En ese tiempo, verdaderamente, el Reino de Dios estará en medio de ellos
No percibiste el tiempo en que se te estaba inspeccionando
Cuando estaba sentado con sus apóstoles en el monte de los Olivos unos días antes del final de su ministerio terrenal, Jesús habló de lo que sucedería en el futuro. Él les advirtió a sus discípulos que Jerusalén sería devastada por completo. No se dejaría piedra sobre piedra que no fuera derribada. Sus hijos iban a caer muertos a filo de espada. Jesús demostró ser un verdadero profeta. Los historiadores han verificado que los romanos cercaron la ciudad, pero se retiraron misteriosamente, después regresaron y destruyeron por completo Jerusalén.
Los testigos de Jehová están muy familiarizados con los relatos paralelos de Mateo, Marcos y Lucas que nos hablan del fin de la Ciudad Santa. Indudablemente, ellos saben que la profecía que Cristo pronunció tiene un doble cumplimiento y que lo que sucedió en el primer siglo es un patrón de los acontecimientos que ocurrirán en el futuro cercano. No es cuestión de especulaciones. Jesús dijo muy claramente que la gran tribulación vendrá sobre todo el mundo, no solo sobre Jerusalén.
Así que nos preguntamos: ¿qué suceso representó la desolación de Jerusalén? ¿Qué implicará huir de ella cuando la cosa repugnante esté donde no debe? Estos son interrogantes muy importantes para nosotros, ya que los cristianos que estén vivos durante la segunda venida de Cristo deberán prestar atención a su advertencia de dejar todo atrás y huir de “Jerusalén” sin demora. (“El que esté en la azotea, que no baje a su casa a sacar sus cosas, y el que esté en el campo, que no vuelva a buscar su manto”).
Hasta hace muy poco, los testigos de Jehová creían que Jerusalén era un tipo de la cristiandad. Ahora hay una muy buena razón para cuestionar esa creencia basándonos en el hecho de que Betel ha descartado su enfoque de tipo / antitipo de larga data para la comprensión de la Biblia. Como se indica en el capítulo 16 de la publicación Adoración pura, ya no hay base para suponer que la Jerusalén infiel en los días de Jeremías y Ezequiel es un tipo de cristiandad moderna.
Aunque la aclaración que hizo la Sociedad fue presentada solo en un “recuadro informativo” como uno de los varios “ajustes” en la nueva comprensión de Ezequiel, este es un cambio de largo alcance en la interpretación bíblica. La duda que surge tras ese esclarecimiento es que, si la cristiandad no es el antitipo de la Jerusalén antigua, ¿Cuál es entonces?
Por un lado, el Cuerpo Gobernante ha declarado que ya no van a adoptar ningún tipo de enfoque de tipo / antitipo para las profecías excepto cuando la Biblia proporcione una base clara para hacerlo. Sin embargo, Jesús señaló claramente que Jerusalén tiene una contraparte profética. El esclavo fiel y prudente debe explicar cómo es que la “Jerusalén” a lo largo de las profecías hebreas ya no representa a la cristiandad, mientras que la ciudad santa acerca de la cual Jesús profetizó sí.
Además de esta contradicción tan evidente en el nuevo enfoque de la Watchtower sobre las profecías, los cristianos que usan su capacidad de raciocinio harían bien en considerar el hecho de que, si la cristiandad es el lugar santo donde se pondrá de pie la cosa repugnante, ¿por qué será necesario que los cristianos huyan de ella sin demora? ¿No han salido ya los testigos de Jehová de Babilonia la Grande?
La Organización afirma que en los días de Jesús Dios ya no consideraba que el templo fuera santo y, por esa razón, Jerusalén debe prefigurar a la cristiandad impía. ¿Es eso cierto? ¿Ya no era santo el templo en el primer siglo?
Jesús reverenciaba la casa de su Padre. Por eso echó a los cambistas y comerciantes en dos ocasiones distintas: una al principio de su ministerio y otra al final. Los apóstoles también consideraban santo el templo. Por ese motivo, después de que fueron infundidos con espíritu santo, estuvieron en el templo día y noche predicando y enseñando acerca de Jesús. Incluso el apóstol Pablo, quien demostró magistralmente que toda la forma de adoración judía era simplemente una sombra de realidades espirituales mayores y se había vuelto obsoleta, se limpió ceremonialmente y fue al templo a hacer un sacrificio para sofocar los rumores que estaba enseñando una apostasía de la Ley de Moisés (Hechos 21: 21-26). ¿Habrían participado los apóstoles en alguna forma de adoración si la hubieran considerado impía?
Entonces, la pregunta que debe responder el Cuerpo Gobernante es la siguiente: ¿En qué momento rechazó Jehová a la ciudad de Jerusalén y su templo?
La cuestión es que Jerusalén fue el lugar de nacimiento del cristianismo. Cristo fue ejecutado fuera de la ciudad. Asimismo, ascendió al cielo desde el Monte de los Olivos, el cual se encuentra a corta distancia de Jerusalén. Los 120 discípulos originales fueron ungidos mientras estaban en un aposento alto en la ciudad santa. Durante muchos años, Jerusalén fue la sede no oficial del cuerpo gobernante cristiano. Debido a eso, el apóstol de las naciones, Pablo, escribió a los hebreos sobre la ciudad terrenal, recordándoles que la Jerusalén terrenal no iba a continuar (Hebreos 13:14). Es la ciudad celestial la que buscamos. Por consiguiente, la antigua Jerusalén es un símbolo tanto de la congregación de Cristo como de su Reino venidero.
Teniendo esta verdad muy presente, analice lo que menciona el capítulo 29 de Isaías, cuyas palabras iniciales son el juicio de Jehová contra Jerusalén: “¡Ay de Ariel, Ariel, la ciudad donde acampó David! Continúen año tras año; que continúe el ciclo de las fiestas. Pero voy a hacer que Ariel se angustie, y habrá duelo y lamento, y ella será para mí como un fogón del altar de Dios. Acamparé a tu alrededor para luchar contra ti, te cercaré con una empalizada y levantaré estructuras de asedio contra ti”.
Tal como señala la enciclopedia Perspicacia, “Ariel” es un nombre críptico para Jerusalén. La antigua fortaleza jebusita fue conquistada por David y se convirtió en la capital real del reino davídico. No debe pasarse por alto que el Hijo de Dios es el David Mayor.
El apóstol Pablo les escribió a los hebreos para recordarles que la Jerusalén terrestre no iba a continuar. Esto prefiguró el fin de la organización terrestre de Dios cuando Jesús vuelva.
De acuerdo con el nuevo enfoque de Betel tocante a las profecías, ¿prefigura algo más que la invasión de Babilonia este relato de Jerusalén bajo asedio? Obviamente sí, ya que Jesús aludió a esta misma profecía en Isaías cuando predijo que Jerusalén sería afligida por todos lados y rodeada por una fortificación de estacas puntiagudas, lo cual es una empalizada. De hecho, fue esta misma declaración de Jesús registrada en el capítulo 19 de Lucas lo que impulsó a los apóstoles a buscar a Jesús en privado unos días después para hacerle la pregunta: “Maestro, ¿cuándo realmente pasarán esas cosas, y qué señal habrá de que esas cosas están por suceder?”.
No obstante, el capítulo 29 de Isaías solo se relaciona tangencialmente con el sitio de Jerusalén en el siglo primero. Este tiene que ver más específicamente con la segunda venida de Cristo. Eso es evidente por lo que nos muestra el contexto de esa profecía. Por un lado, Dios no hizo la guerra contra las naciones que buscaban destruir el monte Sión, ni en la primera destrucción de Jerusalén por Babilonia, ni cuando los romanos devastaron la ciudad.
En segundo lugar, la profecía continúa prediciendo que después del asedio contra Ariel, los sordos escucharán las palabras del libro, lo que significa que finalmente comprenderán las profecías que hasta entonces habrán estado selladas y han sido mal entendidas y aplicadas de forma incorrecta. Como un ejemplo de la ceguera que aflige actualmente a los maestros de los testigos de Jehová, veamos lo que nos dice su comentario acerca de esta porción de Isaías que encontramos en el libro Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad, en su primer volumen, en el capítulo 22, párrafo 25:
“Isaías señala una vez más hacia el establecimiento del Reino mesiánico y la restauración de la adoración verdadera en la Tierra mediante el gobierno del Mesías. Estos acontecimientos han tenido lugar en nuestros tiempos, en los que millones de personas sinceras se dejan corregir por Jehová y aprenden a alabarlo”.
Según el Cuerpo Gobernante, el sitio de Ariel representa el ataque de Gog a “Israel”. Eso pone al descubierto más contradicciones en la exégesis de la Watchtower. La profecía indica claramente que los sordos y los ciegos recobran sus sentidos después del asedio de Ariel. Aunque Betel admite que el cerco de Ariel está en el futuro, ellos afirman que los ojos y oídos de los ciegos y sordos ya han sido abiertos.
Además, si la profecía de Ariel es un tipo de lo que le sucederá a la ciudad de Dios en el futuro —tal como lo admite la misma Organización— y Jesús la conectó con el sitio de Jerusalén, el cual también es una sombra de sucesos por venir, ¿cómo es posible que la Sociedad todavía afirme que la gran tribulación comenzará con la destrucción de la cristiandad?
Cuando Jesús pronunció condenación sobre Jerusalén, él afirmó que fue “porque no percibiste el tiempo en que se te estaba inspeccionando” (Lucas 19:44).
Incuestionablemente, los testigos de Jehová tampoco han podido discernir el momento en que se lleva a cabo su inspección. La causa detrás de ello es que Betel afirma que el Inspector ya vino, que el mensajero predicho del pacto regresó en 1914 y le dio su aprobación a la Organización. Esa es la enseñanza oficial de la Watchtower. No puede ser disputada. El Cuerpo Gobernante afirma que los sordos y ciegos espirituales se han curado al estudiar las publicaciones bíblicas de la Sociedad. La tercera venida de Cristo en el futuro simplemente será para traer juicio sobre la cristiandad, la cual supuestamente es el antitipo de la Jerusalén de los días de Jesús, pero no el antitipo de la Jerusalén de la que se habla a lo largo de muchas otras profecías. Isaías 29:14 describe con precisión la condición del Cuerpo Gobernante cuando llegue el Hijo del Hombre: “la sabiduría de sus sabios se acabará y el entendimiento de sus hombres prudentes desaparecerá”.
La profecía de Isaías continúa diciendo: “Porque los tiranos desaparecerán y los fanfarrones llegarán a su fin, y todos los que siempre están listos para hacer daño serán destruidos, aquellos que con palabras falsas culpan a otros, los que le ponen trampas al que presenta una defensa en la puerta de la ciudad y los que con argumentos vacíos le niegan la justicia al justo” (Isaías 29:20, 21).
¿Quiénes son los fanfarrones si no aquellos que proclaman que Cristo ya ha venido y que por fin se ha establecido la adoración pura? ¿Quiénes son los tiranos si no aquellos que denuncian y castigan a cualquiera que rechace el cuento falso ingeniosamente elaborado de la Watchtower sobre la presencia invisible de Cristo? Que nieguen justicia al huérfano y a la viuda. Déjelos presentar sus argumentos vacíos. Que acusen y condenen a inocentes. Deje que los cazadores pongan sus trampas. Que declaren que Cristo está en sus aposentos interiores ahora y en el futuro. Que golpeen a los verdaderos seguidores de Jesús en sus sinagogas durante la conclusión del sistema. Que entreguen a los hijos de Dios a la muerte. ¡Qué así sea! ¡Ven, Señor Jesús!
“¡Ay de Ariel, Ariel, la ciudad donde acampó David! […] voy a hacer que Ariel se angustie, y habrá duelo y lamento, y ella será para mí como un fogón del altar de Dios. Acamparé a tu alrededor para luchar contra ti, te cercaré con una empalizada y levantaré estructuras de asedio contra ti”.
El Todopoderoso ha cerrado los ojos de los profetas
Los testigos de Jehová se negarán a creerlo. Es probable que se sientan ofendidos ante la mera insinuación de que aquellos que están “en la verdad” podrían ser engañados por el “esclavo” que ha sido nombrado para alimentarlos espiritualmente. Cuando se enfrenten a la verdad, responderán con firme convicción: “El Cuerpo Gobernante no puede estar tan equivocado. No es posible. Jehová nunca permitiría que eso sucediera. Solo se necesita un pequeño ajuste aquí y allá”.
¿Quién puede negar que las congregaciones han sido cuidadosamente condicionadas para que crean sin vacilar que el esclavo fiel nunca podría engañar al pueblo de Jehová? Por el contrario, la Watchtower ha inculcado en los testigos de Jehová la creencia de que Betel dará “instrucciones para salvar vidas” durante la tribulación y conducirá a los fieles a la vida eterna.
En la mente de los testigos de Jehová, el Reino de Dios y la Watchtower son sinónimos. Algunos incluso piensan que la nueva y reluciente sede de Warwick servirá como la capital del nuevo mundo posterior al Armagedón. Pero dados los hechos irrefutables que se han presentado en esta publicación, la verdadera pregunta es: ¿por qué ha permitido Jehová que los que dirigen la Organización estén tan equivocados? ¿Por qué, después de décadas de intenso estudio por parte de cristianos ungidos y dedicados, los asuntos vitales relacionados con la segunda venida de Cristo siguen siendo tan opacos y tan mal entendidos? ¿Por qué la fuente de la verdad es también la fuente de un cuento ingeniosamente elaborado demostrablemente falso? La palabra profética de Dios tiene la respuesta.
Con respecto al sitio de Ariel, Dios también dice: “Porque Jehová ha derramado sobre ustedes un espíritu de sueño profundo; ha cerrado los ojos de ustedes, los profetas, y ha cubierto las cabezas de ustedes, los hombres de visiones” (Isaías 29:10).
Los que presiden la Sociedad no pretenden ser profetas u hombres de visiones inspirados en el sentido de recibir visiones y mensajes directamente de Dios. Sin embargo, ellos sí han declarado ser el antitipo de los profetas bíblicos de la antigüedad, o al menos eso solían comentar. Es por ese motivo que la Watchtower ha inventado títulos como la “clase Ezequiel”, la “clase Jeremías”, la “clase Juan”, etc. Y aunque se dice que todos los miembros ungidos del cuerpo de Cristo forman una “clase de profeta” (w83 1/4 págs. 26-27, párrs. 8-9), Betel es la única voz oficial de todos los testigos de Jehová, ungidos o no. Para ellos, el Cuerpo Gobernante es el único que puede interpretar las profecías y es el canal exclusivo de la verdad acerca de Dios. Por lo tanto, ellos son los “profetas” y “hombres de visiones” modernos.
En vista del “ajuste” mencionado anteriormente en cuanto a que Jerusalén ya no tipifica a la cristiandad, otra notable contradicción queda al descubierto. ¿Por qué? Porque la razón fundamental para la existencia de una clase de Ezequiel / Jeremías se basaba en la premisa de que los testigos de Jehová llevan a cabo una obra como la de los profetas al denunciar a la religión falsa y declarar los juicios inminentes de Jehová. Por ejemplo, esto fue lo que se declaró en el 2011:
“Es necesario que nos mantengamos despiertos a fin de cumplir la labor que nos ha asignado nuestro Padre. Debemos tomar la firme resolución de anunciar sin descanso que, en cumplimiento del modelo profético, la cristiandad será destruida como lo fue la Jerusalén apóstata. Los cristianos ungidos están decididos a seguir proclamando no solo ‘el año de la buena voluntad de parte de Jehová’, sino también ‘el día de la venganza de parte de nuestro Dios’”. (w11 15/3 pág. 30, párr. 11)
No obstante, actualmente Jerusalén ya no prefigura a la cristiandad, lo cual significa que no puede haber tal cosa como una “clase Jeremías”. ¿Qué podría explicar que Betel haya descartado tan casualmente una enseñanza tan fundamental y de tanta trascendencia? ¿Quizás los hombres de visiones no pensaron demasiado en el alcance de esa “nueva luz”? ¿Podría ser que los “profetas” se hayan intoxicado tanto espiritualmente que ni siquiera son capaces de ver las muchas contradicciones que han creado? Puede ser que los maestros de los maestros estén tan ebrios que ni siquiera se den cuenta de que con su reciente “ajuste” han rechazado mucho de lo que la Watchtower ha enseñado tocante al papel de los testigos de Jehová en tiempos modernos. Cualesquiera que sean sus razones, es evidente que los ojos de los hombres de visiones están bien cerrados. Jehová ha derramado sobre ellos un sueño profundo.
Volviendo a la interrogante planteada anteriormente de por qué Jehová ha ocultado las cosas profundas de las profecías a sus “verdaderos adoradores”, nuevamente, él responde: “Este pueblo se acerca a mí solo de palabra y me honra de labios para afuera, pero su corazón está muy lejos de mí, y su temor a mí se basa en mandatos de hombres, mandatos que les han enseñado” (Isaías 29:13).
Es innegable que la Watchtower gobierna prácticamente todos los aspectos de la vida de los testigos de Jehová, vidas que giran en torno a la asistencia a las reuniones, el servicio del campo regular, el estudio de literatura bíblica, comentar en las reuniones, vestirse y arreglarse adecuadamente, no celebrar esto y aquello, mantener el salón del reino ordenado y en buen estado, donar generosamente a la obra mundial, entre otras cosas.
¿No son los testigos de Jehová los que honran a Jehová con sus labios? ¿Quién alaba a Jehová con la boca tanto en el ministerio público como desde las plataformas y ahora a través de JW Broadcasting? ¿Quiénes, además de los testigos de Jehová, usan el nombre personal de Dios y conocen la distinción entre el Todopoderoso y Jesús? Sin duda alguna, Dios nunca aceptaría la alabanza de aquellos que están inmersos en la religión babilónica. Aun así, Jehová conoce el corazón.
Es innegable que la Watchtower gobierna prácticamente todos los aspectos de la vida de los testigos de Jehová, vidas que giran en torno a la asistencia a las reuniones, el servicio del campo regular, el estudio de literatura bíblica, comentar en las reuniones, vestirse y arreglarse adecuadamente, no celebrar esto y aquello, mantener el salón del reino ordenado y en buen estado, donar generosamente a la obra mundial, entre otras cosas.
¿Quién puede negar que el temor de Jehová se basa en las reglas establecidas por Betel? Por ejemplo, ¿quién puede afirmar honestamente que el temor de ser expulsado por alguna infracción no pesa más en los corazones de los testigos de Jehová que el temor de desagradar a Dios?
No corresponde a los hombres decir si se encuentran en un estado de aprobación delante de Dios o no. Los jactanciosos pueden manifestar que practican la adoración pura, pero es Dios quien determina nuestra verdadera posición delante de él. Pablo se lo explicó a los corintios al expresar lo siguiente: “Porque tengo la conciencia limpia, pero eso no demuestra que sea justo. El que me juzga es Jehová. Por lo tanto, no juzguen nada antes del tiempo debido, hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz las cosas secretas de la oscuridad y revelará las intenciones de los corazones. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merece” (1 Corintios 4:4, 5).
“Él sacará a la luz las cosas secretas de la oscuridad y revelará las intenciones de los corazones”.
Como ya se ha demostrado, Betel predica que la segunda venida de Cristo ya ha tenido lugar y que una tercera venida está programada para el futuro. Suponiendo que Betel esté en lo correcto, ¿qué venida del Señor sacará a la luz las cosas secretas de la oscuridad? Debería ser evidente que el juicio aún está por llegar. Siendo ese el caso, ya que solo Dios puede examinar el corazón, solo Él puede determinar si nuestros corazones están muy lejos de él o no. Y a través de Isaías Dios ya ha revelado lo que Cristo encontrará cuando venga a hacer una examinación.
Es como cuando una persona acude a un médico para realizarse un examen físico de rutina. El paciente puede sentirse bien, pero el médico puede descubrir que hay un problema grave que no ha sido detectado. El médico puede recomendar una cirugía inmediata para evitar un daño mortal. Probablemente, nos someteríamos voluntariamente al procedimiento siguiendo el consejo de nuestro médico de confianza.
Así es, Dios conoce la naturaleza humana. Y siendo más específicos, conoce la naturaleza humana pecaminosa. Así como Pablo descubrió que muchos de los corintios seguían a hombres, no debería sorprendernos que los testigos de Jehová tengan un apego malsano a lo que se venera como la organización visible de Jehová. El “paciente” puede sentir que todo está bien pero el Gran Médico lo conoce y examina mejor.
¿Cómo se puede remediar tal condición? Jehová continúa diciendo: “Por lo tanto, yo soy el que volverá a hacer cosas sorprendentes con este pueblo, una cosa impresionante tras otra; y la sabiduría de sus sabios se acabará y el entendimiento de sus hombres prudentes desaparecerá” (Isaías 29:14).
¿De qué manera actuará Dios sorprendentemente con este pueblo cuyo corazón está muy alejado de él? De acuerdo con el contexto de Isaías, la sabiduría de sus hombres sabios y prudentes perecerá cuando Ariel sea arruinada. La voz de los portavoces de Dios se convertirá entonces en un susurro fantasmal, como si proviniera del más allá, como si necesitará un médium espiritista para poder escucharse. En otras palabras, la Watchtower será silenciada o, peor aún, desacreditada. Ciertamente, ¿qué credibilidad podría conservar frente a la segunda venida de Jesucristo y la aparición de la señal auténtica de su presencia?
El capítulo 30 de Isaías describe con precisión la parusía fraudulenta de la Watchtower de 1914 como un muro a punto de caerse: “Por lo tanto, esto es lo que dice el Santo de Israel: ‘Ya que ustedes rechazan estas palabras y confían en el fraude y en el engaño, y se apoyan en ellos, este error será para ustedes como un muro agrietado, como un muro alto que está encorvado y a punto de caerse. De repente, en un instante, se derrumbará. Se romperá igual que un jarro grande de alfarero, quedará tan destrozado que ninguno de sus pedazos servirá para sacar brasas del fuego o recoger agua de un charco’” (Isaías 30:12-14).
Es innegable que se ha hecho que los testigos de Jehová confíen en el engaño perpetrado por la Watchtower, es decir, que Cristo ya ha regresado y que ha establecido la adoración pura de Jehová. La venida real del Señor hará añicos el engaño de la Watchtower a tal punto que no quedará nada de la organización. Tal como el sistema judío, la Organización habrá servido al propósito de Dios. ¿Y luego qué sucederá?
Verás a tu Gran Instructor
Sucederá una cosa impresionante tras otra, pero cuando todo parezca perdido, Cristo se les aparecerá a los ungidos. Así como Jesús reprendió a sus discípulos después de su resurrección, la manifestación de Cristo también servirá como reprensión. Entonces Cristo se convertirá en el Maravilloso Consejero, el Gran Instructor de Jehová. Isaías continúa diciendo: “Aunque Jehová te dará angustia como si fuera pan y opresión como si fuera agua, él, tu Gran Instructor, ya no se esconderá. Verás a tu Gran Instructor con tus propios ojos. Y, en caso de que te desvíes a la derecha o a la izquierda, oirás con tus propios oídos estas palabras detrás de ti: ‘Este es el camino. Anda en él’” (Isaías 30:20, 21).
La angustia y la opresión vendrán durante la tribulación. Después de su disciplina y humillación, los escogidos verán a aquel a quien los apóstoles originalmente veían como el Maestro. Isaías continúa describiendo el efecto iluminador que tendrá la presencia de Cristo entre ellos: “Y el día de la gran matanza, cuando caigan las torres, habrá arroyos y corrientes de agua en todas las altas montañas y en todas las altas colinas. Y, el día que Jehová vende la herida de su pueblo y sane la grave herida del golpe que él le dio, la luz de la luna llena será como la luz del sol y la luz del sol se hará siete veces más intensa, como la luz de siete días” (Isaías 30:25, 26).
Como resultado del hecho de que Jesús se presente ante ellos y les sirva, los elegidos brillarán tan intensamente como el sol en el Reino de Dios, aun mientras estén en la tierra. Así se dará la revelación de los hijos de Dios.
“Aunque Jehová te dará angustia como si fuera pan y opresión como si fuera agua, él, tu Gran Instructor, ya no se esconderá. Verás a tu Gran Instructor con tus propios ojos”.
Según la ley de Dios, todo asunto debe confirmarse con el testimonio de dos o tres testigos. Los dos testigos del Apocalipsis, que son representados como Moisés y Elías con el propósito de evocar la transfiguración, simbolizan cómo los ungidos se convertirán en testigos de la segunda venida de Cristo. Ellos experimentarán su manifestación, su revelación, como lo indicó el apóstol Pedro cuando dijo que fue testigo ocular de la visión que prefiguró la parusía. Entonces los elegidos se presentarán ante las autoridades para darles testimonio.
Después de la purga de los esclavos malvados, las personas serán juzgadas por el trato que les den a los hermanos aprobados de Cristo. Entonces, diez hombres de todas las naciones se agarrarán con firmeza de la túnica del judío espiritual porque en ese tiempo Cristo realmente estará con ellos de una manera maravillosa.
NOTAS DE ESTUDIO
¿Qué son los tiempos de los gentiles?
El libro de Lucas es el único evangelio que registra las palabras de Jesús con respecto a que Jerusalén sería pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones. El contexto de esas palabras nos muestra que Jesús estaba respondiendo a una pregunta que le hicieron sus apóstoles. Ellos querían saber cuándo iba a ser destruida la ciudad y el templo, tal como lo había predicho Cristo unos días antes cuando lloró por Jerusalén.
Los apóstoles querían conocer el futuro. Y Jesús les explicó lo que sucedería cuando declaró: “Porque habrá gran angustia en esta tierra y habrá ira contra este pueblo. Y caerán muertos a filo de espada y serán llevados prisioneros a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones” (Lucas 21:23, 24).
No hay nada en la respuesta de Jesús que nos indique que él estaba hablando de la destrucción que le sobrevino a Jerusalén siglos antes, en los días del malvado rey Sedequías. No, Jesús claramente estaba hablando de otra destrucción que vendría sobre la ciudad santa en el futuro. Por eso Jesús dijo “caerán”, no “cayeron” y “Jerusalén será pisoteada”, no “seguirá siendo pisoteada”.
Es inconcebible que los apóstoles hubieran pensado erróneamente que Jesús estaba diciendo que Jerusalén ya estaba siendo hollada por las naciones. La pregunta es, ya que Jesús estaba indiscutiblemente hablando de que Jerusalén sería conculcada en el futuro, ¿por qué la Watchtower insiste en que el pisoteo comenzó cuando Nabucodonosor saqueó Jerusalén? La verdad es que simplemente no hay justificación para fijar el comienzo de los tiempos señalados de las naciones en el año 607 antes de nuestra era.
Por supuesto, Jesús también estaba hablando de cosas que ocurrirían durante la gran tribulación, mucho después de que los romanos destruyeran Jerusalén. Eso significa que la antigua Jerusalén prefigura una realidad mayor. Y la Jerusalén simbólica es la que será conculcada por las naciones hasta que los tiempos señalados de las naciones hayan terminado. El capítulo 11 de Apocalipsis arroja luz sobre todo este tema. Allí leemos: “Pero pasa por alto el patio que está fuera del santuario del templo y no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones, que pisotearán la ciudad santa por 42 meses’’ (Apocalipsis 11:2).
La ciudad literal de Jerusalén ni siquiera existía cuando se escribió Apocalipsis. La ciudad santa representa a la congregación de Cristo que se originó en Jerusalén. El pisoteo se lleva a cabo sobre la simbólica “ciudad santa” durante el día del Señor. Dado que las profecías bíblicas se interpretan a sí mismas, los 42 meses deben ser los tiempos señalados por las naciones para hollar el lugar santo.
¿Es cierto que nos encontramos en los últimos días?
Los testigos de Jehová creen que los últimos días comenzaron en 1914. En las últimas décadas se les ha unido un número cada vez mayor de personas, en particular grupos de orientación evangélica, que creen que los últimos días comenzaron cuando se le concedió a Israel la condición de Estado.Betel cita frecuentemente los primeros cinco versículos del capítulo 3 de la segunda carta a Timoteo como prueba de que estamos viviendo en los últimos días. Ciertamente, no hay duda de que con cada año que pasa la sociedad se vuelve cada vez más impía y corrupta. Sin embargo, a veces se pasan por alto pequeños detalles. En ese pasaje en particular, Pablo no dijo que en los últimos días los hombres se volverían cada vez más malvados, como si fuera un proceso gradual que tiene lugar durante los últimos días.No, las Escrituras inspiradas simplemente dicen que los últimos días serían críticos y difíciles porque los hombres “serán” una cosa y la otra. En otras palabras, cuando comiencen los últimos días, el mundo ya se habrá corrompido por completo. Por esa razón, serán tiempos críticos y difíciles de soportar.
En cuanto a los tiempos y las épocas…
El error de 1914 ha sesgado todo lo relacionado con la segunda venida de Jesús, incluyendo la cronología. Tal como saben todos los testigos de Jehová conocedores, hay períodos de tiempo relacionados en Daniel y Apocalipsis, los cuales son expresados de diversas maneras, como un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, 42 meses y 1.260 días. También encontramos en Daniel 1.290 días y 1.335 días. Se ha explicado que todos estos períodos se cumplieron durante la Primera Guerra Mundial y poco tiempo después.
¿Es correcta la interpretación de la Watchtower? Sin rodeos, no. Los tres años y medio es la duración de la gobernación del octavo rey, del cual se dice que gobierna durante una hora. Así como el ministerio terrenal de Jesús duró por aproximadamente 42 meses, la hora del juicio también durará lo mismo. ¿Cómo se puede determinar eso?
De acuerdo con el capítulo 13 de Apocalipsis, el intervalo de 42 meses comienza después de que la bestia salvaje revive de una herida aparentemente mortal asestada en su cabeza. La bestia resucitada conquistará y asesinará a los elegidos e invadirá el lugar santo. ¿Cómo sabemos que esto no ha ocurrido?
Primero, no hay justificación para que Betel afirme que la cabeza angloamericana de la bestia sufrió una herida fatal como resultado de la Gran Guerra (1914-1918). La historia habla por sí sola. Gran Bretaña y Estados Unidos salieron victoriosos. No hubo agitación social, crisis financiera, una inestabilidad registrada o un colapso gubernamental. ¿Deberíamos suponer que una herida fatal sobre la cabeza gobernante del sistema político bestial consistiría en algo menos que el catastrófico colapso de esa superpotencia?
En segundo lugar, la muerte y recuperación de la bestia inician el juicio del mundo y cualquiera que la obedezca o apoye recibe su marca, el simbólico 666. Eso es apropiado porque al adorar a la bestia en esa hora crucial de prueba, el mundo demostrará su enemistad profundamente arraigada hacia Cristo. En cuanto al juicio venidero, Apocalipsis 13:8 dice: “Y todos los que viven en la tierra la adorarán. Desde la fundación del mundo, no se ha escrito el nombre de ninguno de ellos en el rollo de la vida del Cordero que fue sacrificado”.
El que alguien no tenga escrito su nombre en el rollo de la vida significa que recibirá la muerte segunda.Como seguramente saben los testigos de Jehová, la muerte segunda es la muerte permanente, de la cual no hay resurrección. Siendo razonables, nos damos cuenta de que este no es un juicio que ocurre durante generaciones sucesivas, sino que tiene lugar durante un período de tiempo relativamente corto. Por esa razón se le llama “la hora” del juicio o de la prueba.
Aunque no hay suficiente espacio en esta pequeña publicación para profundizar en los detalles, Betel afirma que la hora de la prueba comenzó hace un siglo y en realidad hay dos bestias de siete cabezas que salen del abismo en dos ocasiones diferentes. Además del absurdo de que los aliados victoriosos recibieron un golpe mortal, supuestamente la ONU también salió del abismo en 1945 y todos los que la han apoyado o admirado hansido condenados a la destrucción eterna. Tal afirmación es ilógica y blasfema.
Además del hecho de que la ONU es una institución con poco poder, si las personas que han apoyado al sistema político de alguna manera ya han recibido la sentencia irrevocable de muerte irreversible, ¿qué sentido tiene predicar las buenas nuevas de salvación a los condenados? Obviamente, la marca de la bestia es lo que reciben los opositores después de que haya concluido la predicación.
Los testigos de Jehová son ajenos a lo absurdo de las enseñanzas de la Watchtower relacionadas con muchas profecías. Según Apocalipsis 13:15, la imagen de la bestia matará a todos aquellos que no le den su lealtad y los versículos 16 y 17 nos dicen siguiente: “A todos —pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos— les impone la obligación de ser marcados en la mano derecha o en la frente para que nadie pueda comprar o vender excepto la persona que tenga la marca, el nombre de la bestia salvaje o el número de su nombre”.
Parece que los evangélicos creyentes en el rapto son en realidad más sensatos que los testigos de Jehová en este tema, pues al menos reconocen que la marca de la bestia es algo que va a ocurrir en el futuro, mientras que la Watchtower ha engañado a los testigos de Jehová haciéndoles creer que nadie puede comprar o vender ahora a menos que reciba la marca de la bestia. De alguna manera, la ONU aparentemente ha obligado a la humanidad a someterse a su autoridad sin que el mundo se dé cuenta.
Entretanto, la Organización está ocupada comprando y vendiendo propiedades y muchos testigos de Jehová prosperan en sus negocios. Según todos los indicios, el mundo sigue funcionando como siempre, por ahora.
La verdad es que Cristo no ha regresado. Satanás y los demonios no han sido arrojados del cielo. La bestia no ha sufrido una herida mortal en la cabeza ni ha revivido. El colapso estremecedor del actual sistema dominado por el dúo angloamericano y la imposición de un régimen comunista global —también conocido como el octavo rey— significará el comienzo de la hora de la prueba.
“¡Feliz el que se mantiene a la expectativa y que llega a los 1.335 días!”
(Daniel 12:12)
¿Qué quiso decir el ángel con “de la misma manera”? Es cierto, en el momento en que los ángeles aparecieron y hablaron a los atónitos discípulos, Jesús aparentemente ya había desaparecido entre las nubes y ya no era visible para ellos. ¿Significa eso que el regreso de Cristo será invisible?
Dado que los discípulos lo vieron subir al cielo, no debemos suponer que su venida “de la misma manera” será invisible. Después de todo, si la vuelta de Cristo simplemente significa que él se sienta en su trono celestial, ¿por qué dijo que vendría de nuevo para llevar a sus discípulos a casa? Indudablemente, su regreso implica más que simplemente gobernar desde el cielo.
Puesto que Jesús resucitó como un espíritu y se materializó milagrosamente en varios cuerpos humanos cuando se apareció a los apóstoles en el transcurso de 40 días, obviamente Jesús también era un espíritu cuando ascendió a las nubes. Por lo tanto, su venida “de la misma manera” no significa que vendrá en forma humana. Sin embargo, teniendo en cuenta que sus discípulos lo vieron partir, tampoco debemos suponer que su venida será invisible.
Los espíritus pueden manifestarse sin materializarse. Un ejemplo de ello tuvo lugar cuando Jesús se le apareció a Saulo. Jehová también se manifestó a Moisés. El apóstol Juan escribió lo siguiente acerca de la revelación de Cristo: “Amados, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando él se manifieste seremos como él, porque lo veremos tal como es”.
Así como Jesús se manifestó a sus discípulos después de su resurrección, la máxima manifestación de Cristo tiene que ver con revelarse a los hijos de Dios en la tierra. La expresión “lo veremos tal como es” significa que los elegidos verán a Cristo en su gloria, un espectáculo sumamente maravilloso y fascinante que únicamente ellos contemplarán.
“Hombres de Galilea, ¿por qué están ahí de pie mirando al cielo? Este Jesús, que estaba con ustedes y fue llevado al cielo, vendrá de la misma manera en que lo han visto irse al cielo”
(Hechos 1:11)