PREGUNTA #5: La Sociedad Watchtower dice que por medio de un gran esfuerzo solo una élite de 144.000 testigos de Jehová irán al cielo. Los 144.000 son mencionados en los capítulos 7 y 14 del libro de Revelación. Echando una ojeada a los capítulos antes mencionados es obvio que los 144000 son judíos de las tribus de Israel sin gentiles entre ellos. Todos son hombres y vírgenes. Si los testigos de Jehová dicen que el término judío es figurativo, ¿Quién les da el derecho a ellos para decir que el número 144.000 es literal?
RESPUESTA: Matt Slick está mal informado en cierta forma. En primer lugar, la Watchtower no enseña que cualquier persona va al cielo debido a las buenas obras y al esfuerzo sincero. La Biblia deja claro que la salvación es el resultado de la llamada de Dios y su elección y, en última instancia, su bondad inmerecida. En segundo lugar, la Watchtower no enseña que los 144.000 están compuestos en su totalidad de testigos de Jehová.
El llamamiento y elección de los santos comenzó por primera vez en el día del Pentecostés después que Jesús regresó al cielo. Fue entonces cuando el espíritu santo fue derramado sobre 120 discípulos reunidos en un cuarto superior y de esa manera fueron ungidos como hijos e hijas de Dios. Por cierto, en el octavo capítulo de su carta a los Romanos, el apóstol Pablo se refiere a Jesús como el “primogénito de muchos hermanos.” ¿A qué nacimiento se refiere Pablo? Jesús nació de nuevo cuando fue bautizado en el Jordán y el espíritu de Dios descendió sobre él en forma de paloma. En ese momento Jesús nació del espíritu, es decir fue ungido, algo que las que las palabras Mesías y Cristo significan. Antes de su unción Jesús no tenía oportunidad de regresar al cielo. Su unción trajo a la existencia algo a lo que Pablo se refiere como una nueva creación.
(Aquí hay un par de preguntas enigmáticas para los trinitarios: ¿se ungió Dios a sí mismo? O, ¿tiene Dios hermanos? Si así es, ¿Quiénes son?)
Sin embargo, hacia el final del primer siglo, el apóstol Juan, al parecer, uno de los últimos apóstoles supervivientes, escribió que era la última hora antes de la venida del anticristo. La última hora tenía que ver con la interrupción temporal de la unción, porque, como Jesús y los apóstoles habían predicho, personas perversas pronto se infiltraron en las congregaciones y en el siglo IV, los obispos apóstatas entregaron el control del cristianismo al emperador romano Constantino. A partir de ese momento, se hizo manifiesto el anticristo, nació la iglesia católica y se introdujeron todo tipo de doctrinas y prácticas paganas, las cuales, por supuesto, los protestantes han conservado y perpetuado hasta nuestros días.
Sin embargo, la evidencia nos lleva a concluir que Charles Russell y la Sociedad Watchtower fueron un punto de reactivación de la unción, lo cual es de esperar como paso previo a la venida de Cristo. Una de las características distintivas de la primera congregación de ungidos del primer siglo es que eran celosos predicadores. Algo que los estudiantes internacionales de la biblia y los testigos de Jehová siempre han sido.
En cuanto a la cuestión torpemente enunciada, ‘’quién les da el derecho a ellos’, ellos tienen el derecho. Los cristianos ungidos son los dueños de la Biblia. Fue escrita por ellos y para ellos, por lo menos el llamado Nuevo Testamento. Y los cristianos ungidos que viven actualmente tienen la obligación de comprender con precisión su mensaje y predicarlo al mundo.
Para estar seguros, la enseñanza que sólo 144,000 van al cielo es una de las doctrinas más incomprendidas y controvertidas de la Sociedad Watchtower. La gente rechaza esta enseñanza porque son ignorantes con propósito de Jehová de devolver a la humanidad y la tierra la perfección edénica. La gente no entiende que Dios tiene la intención de resucitar a la gran mayoría de las personas que han vivido y muerto, independientemente de si eran justos.
Pero será una resurrección terrenal; van a volver como las personas imperfectas que eran cuando murieron. Por ejemplo, en el libro de los Hechos Pablo dijo que él tenía la esperanza de que iba a haber resurrección así de justos como de injustos.
A las personas se les ha enseñado falsamente que el cielo y el infierno son el destino de la humanidad. Incluso los hindúes y los musulmanes creen en variaciones de esta falsedad satánica. Pero según la Biblia, los que son de Cristo y son llevados al cielo tendrán un papel específico a desempeñar allí. Irán al cielo para gobernar como reyes y servir como sacerdotes con Cristo. Obviamente, si van a gobernar como reyes tienen que tener súbditos. Y si han de servir como sacerdotes debe haber alguien necesitado de redención.
Como los testigos de Jehová saben, nunca fue el propósito de Dios segar perpetuamente las almas imaginarias de los difuntos para poblar el cielo y mucho menos que a Dios le encanta asar pecadores desafortunados en el infierno. Dios siempre ha querido que los seres humanos vivan para siempre en paz y la felicidad en la tierra y ese propósito se logra por dos medios: uno, como se ha mencionado, con la resurrección de los muertos a la vida en la tierra; y en segundo lugar, mediante una gran muchedumbre que sobrevive a la gran tribulación para establecer lo que las profecías llaman la nueva tierra.
Sin embargo, también ha agradado a Jehová crear lo que se llama el nuevo cielo. El nuevo cielo es un grupo compuesto de Cristo y los que son elegidos para compartir con él en su reino. La razón por la que Dios se propuso crear un nuevo cielo, así como una nueva sociedad terrestre, se debe a la rebelión contra Dios se originó en los cielos, con el Diablo y los ángeles que se convirtieron en demonios.
En el Edén, Satanás acusó a Dios de ser egoísta al privar de conocimiento a su creación, ya que esta supuestamente no era confiable. Más adelante en el libro de Job, el Diablo también calumnió a Dios, al dar a entender que Dios tiene que sobornar a sus criaturas para que sean leales a él y que en el caso de que sean probadas con dificultades nadie estaría dispuesto a sufrir por Dios. Y a su vez, Satanás también insinúo que toda la creación inteligente es incapaz de ofrecer a Dios completa lealtad y devoción desinteresada.
Por lo tanto, con el fin de demostrar de manera concluyente que Satanás es un mentiroso, Dios propone la formación de una nueva creación integrada por un número limitado de espíritus indestructibles que son elegidos de entre los pecadores condenados y, básicamente, les son dadas las llaves del universo. Han de ser una nueva creación porque no hay otras criaturas en el universo que sean inmortales, que tengan vida en sí mismos. Jesús, por supuesto, es el primogénito de la nueva creación. Pero, primero deben demostrar su lealtad hasta la muerte y luego Jehová les otorga su recompensa. Al hacerlo, Dios demuestra que no va a retener nada de los que ama y lo aman.
Debido a esto, la magnanimidad de Jehová se muestra a tal grado superlativo en su propuesta de una nueva creación que es una completa humillación para el Diablo. Pero, porque es mentiroso y el padre de la mentira, como Jesús lo llamó, Satanás tiene la intención de menospreciar, descreditar y se oponerse a cualquier cosa que tenga que ver con la nueva creación.
Un método que ha utilizado para menospreciar el increíble don de Jehová es hacerlo parecer ordinario a la mayoría de la gente. Esto lo ha hecho a través de las mentiras comúnmente aceptadas de la cristiandad que tienen engañadas a las masas. Un ejemplo es la creencia de que todo el mundo va al cielo, o al menos todos los “cristianos” supuestamente van, como si se tratara de algo común dado por Dios. Sin embargo, las Escrituras indican lo contrario. Sólo un número representativo es elegido para ser parte de la nueva creación. La propia denominación de “elegidos” indica que se trata de un grupo exclusivo de un número limitado. Jesús también indicó esto cuando se dirigió a sus coherederos del reino como un “rebaño pequeño”. Además, Jesús dijo que muchos son los llamados pero pocos los escogidos. Jesús también indicó que la mayoría de las personas están en el ancho camino a la destrucción, pero unos pocos en comparación están en el camino estrecho que conduce a la vida.
Como se registra en Juan 17: 2, en su oración, Jesús se refirió a la “unidad superior” de los creyentes, la cual su padre les había dado. Esto significa que hay un número específico de asociados con Cristo. Y el Apocalipsis revela la cantidad exacta y esta es 144.000. ¿Cómo sabemos que ese número aplica al rebaño pequeño?
Por un lado, el capítulo 7 de Apocalipsis dice que los 144,000 son sellados y que son 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel. Por supuesto, esto no hace referencia a las 12 tribus de Israel literales, ya que estas ni siquiera existían cuando el Apocalipsis fue escrito, los registros de las tribus debieron haber sido destruidos cuando Tito arrasó Jerusalén en el año 70 EC. En Gálatas Pablo se refirió a la congregación de Cristo como el “Israel de Dios”. La carta de Santiago se dirige a las “doce tribus dispersas’’, en referencia a las congregaciones de cristianos que habían surgido a partir de los 12 apóstoles fundadores. Por lo tanto, la entera organización del reino es simbolizada por el Israel espiritual que tiene 12 tribus.
En cuanto a lo que tiene que ver con el sellamiento, solamente de los cristianos ungidos se dice que son sellados con el espíritu de Dios. Como dice 2 Corintios 1: 21-22: “ Pero el que garantiza que ustedes y que nosotros pertenecemos a Cristo, y el que nos ha ungido, es Dios. Él también ha puesto su sello sobre nosotros y nos ha dado la prenda de lo que ha de venir, es decir, el espíritu, en nuestros corazones. ’’
Además, Apocalipsis 14: 1-3 revela otras pistas vitales sobre la identidad de los 144.000. Esos versículos dicen: “ Y vi, y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan con el arpa, tocando sus arpas. Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo dominar aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra.’’
El hecho de que los 144.000 tienen el nombre de Jehová y Jesús escrito en sus frentes indica que han sido especialmente elegidos, comprados de la tierra, como dice el versículo tres. De la gran muchedumbre no se dice que ha sido comprada de la tierra, ni es descrita teniendo el nombre de Dios y de Cristo en la frente. Los 144,000 son la posesión especial de Jehová, a diferencia de cualquier otra creación.
En su carta a la congregación de Filadelfia Jesús también hizo mención de los que tendrán el nombre de su Dios escrito sobre ellos. Específicamente, Jesús dijo: “ Al que venza… lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya no saldrá [de este] nunca, y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío.’’
Obviamente, el nombre personal del Dios de Jesús no es Jesús. Por lo tanto, la pregunta que los testigos de Jehová deben plantear a sus amigos trinitarios es: ¿Cuan razonable es que las personas que ni siquiera reconocen que Dios tiene un nombre personal, o que se niegan a utilizarlo, tendrían el mismo nombre que desprecian escrito sobre ellos? Sólo los testigos de Jehová han recibido con alegría el sagrado nombre de Dios y lo han mostrado ante el mundo, como si lo tuvieran escrito en la frente. Y en última instancia, los ungidos de entre ellos que son fieles hasta el final, los que ‘’vencen”, tendrán el nombre del Dios de Jesús – Jehová – escrito sobre ellos.
El monte de Sion, donde los 144.000 están de pie con Cristo, es un símbolo del reino de Dios en el cielo. Esto se debe a que el Monte Sión literal en Jerusalén fue el lugar del trono de Jehová y el templo de Jerusalén. El que Jesús esté de pie sobre el monte Sión con los 144.000 sólo puede simbolizar a Cristo y su rebaño pequeño en el cielo; los mismos a quienes Jesús aseguró que se les daría el reino.
Es importante, también, el hecho de que se dice que los 144.000 están cantando a Jehová una canción nueva y “nadie fue capaz de dominar aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra.” La exclusividad de la agrupación 144.000 es subrayada por el hecho de que nadie puede dominar la nueva canción excepto los 144.000. Una nueva canción es un símbolo apropiado para distinguir el culto especial dado a Jehová por los que tomados para un nuevo pacto, para ser una nueva creación en los nuevos cielos y una nueva Jerusalén.
Pero, ¿qué se entiende por el hecho de que se dice que son hombres? Esto probablemente se dice porque son sacerdotes, ya que sólo los hombres podían servir en el sacerdocio judío. El ser vírgenes simboliza que, como organización, conforman la novia virginal de Cristo. Jesús también dio una ilustración en relación a las vírgenes necias y discretas.
Una variedad de objeciones se han presentado en contra de la enseñanza de la Biblia que los 144.000 son los únicos “que han sido comprados de la tierra.” Una de las objeciones que comúnmente circulan es que había mucho más de 144.000 cristianos en el primer siglo. Pero, en realidad, es una mera conjetura. La verdad es que no hay registro en la Biblia.
Es interesante, sin embargo, que en el capítulo 11 de Romanos, Pablo habló de los días del profeta Elías cuando Jehová conservó a 7.000 hombres que no habían doblado la rodilla en señal de culto a Baal. Pablo luego aplicó ese número a lo que él llama el “remanente” de los elegidos de Dios que en ese entonces estaban vivos. Esto no quiere decir que Pablo estaba dando a entender que había literalmente sólo 7.000 cristianos en el primer siglo, pero para que su referencia tuviera algún significado, en aquel momento debió haber algún número comparable. (El significado real de los 7,000 está bajo sello en el secreto sagrado de Revelación)
Más abajo en ese mismo capítulo de Romanos, Pablo llegó a decir que “todo Israel será salvo” sólo cuando el “número total de personas de las naciones haya entrado.” Esta expresión no sólo indica que “Israel” se compone de personas no judías, es decir un Israel espiritual, sino que hay un número específico escogido de antemano de elegidos.
En los días de Pablo el número completo de personas tomadas de las naciones para formar parte de “Israel” seguía siendo un misterio, pero cuando se escribió Revelación hacia el final de la era apostólica el número total fue revelado: 144.000.