Como ya se sabe y usted lo ha mencionado varias veces, los ungidos serán asesinados por la bestia justo antes de que se derramen los siete tazones de la ira. Así que mi pregunta es: si los ungidos no estarán aquí sino en el cielo para luchar en Armagedón, ¿quién guiará a la gran muchedumbre durante ese tiempo? Si no habrá ancianos o “líderes” en la Tierra, ¿quién lo hará?
Dios nunca tuvo la intención de que su creación humana tuviera líderes o gobernantes que no fueran Él mismo. Todos sabemos lo que pasó. Un dios falso trató de robar la corona de Jehová.
Después del Diluvio, la sociedad humana se agrupó naturalmente en familias y tribus en lo que se llegó a conocer como patriarcado: el padre mayor era el jefe. Luego, vinieron reyes, como Nemrod y Melquisedec. Después de existir como una nación sin rey durante casi 400 años, los israelitas convencieron a Samuel para que les diera un rey. Jehová lo permitió y dijo que el pueblo realmente lo había rechazado como su Rey invisible.
Con unas pocas excepciones, la mayoría de los reyes de Israel y Judá fueron corruptos. Al final, Jehová hizo destruir ambos reinos y obligó a los judíos a someterse a reyes extranjeros. Sin embargo, desde el principio, Dios prometió proporcionar un rey justo que no solo gobernaría a Israel sino al mundo entero.
Cuando Jesús comenzó su ministerio público, sus discípulos lo reconocieron como el Mesías prometido. Esperaban que Jesús se deshiciera del yugo romano y se convirtiera en el nuevo rey. Algunos de los judíos incluso trataron de hacer rey a Jesús por la fuerza.
Esas falsas expectativas y esfuerzos equivocados realmente resaltan una falla humana subyacente, y esta es la tendencia a creer solo en lo que podemos ver físicamente. Fue una sacudida impactante para los discípulos ver a Jesús colgado muerto, clavado en un madero con un letrero sobre su cabeza que decía: “Jesús el Nazareno, el rey de los judíos”.
Incluso después de que Jesús resucitó, se necesitaron algunas obras poderosas para convencer a los apóstoles de que su Señor estaba, en efecto, vivo. Y, luego, ocurrió el evento más asombroso de la historia: con todos sus seguidores judíos agrupados a su alrededor, Jesús de repente comenzó a levitar, ascendió a las nubes y nunca más se le volvió a ver, al menos no en forma humana. Unos días después, todos los discípulos fueron ungidos. Sólo entonces comprendieron lo que Jesús les había estado diciendo acerca de la naturaleza espiritual del Reino de los cielos.
Con el cristianismo, Jesús hizo provisiones para que los hombres sirvieran como ancianos o pastores auxiliares. Por supuesto, la tendencia humana a seguir hombres pronto se manifestó entre los cristianos. Pablo reprendió a los corintios porque algunos de ellos decían ser de él o de Apolos y otros seguían a Cefas. El apóstol escribió lo siguiente: “Pablo no fue ejecutado en el madero por ustedes, ¿verdad? ¿O acaso fueron ustedes bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Corintios 1:13)
Algo similar ocurrió con los Estudiantes de la Biblia. Alrededor de Charles Taze Russell se desarrolló un culto a la personalidad que lo veía como el esclavo fiel. Su inesperada muerte en 1916 puso fin al viaje de decenas de miles de sus seguidores. Incluso hasta el día de hoy existen numerosos grupos disidentes de Russellitas. Rutherford aparentemente puso fin al culto a la personalidad que se había desarrollado en torno a su predecesor. No obstante, a lo largo de las décadas ha tomado forma otra manera más insidiosa de idolatría, no en torno a un individuo, sino en torno a la propia Watchtower. La Watchtower es vista como la organización terrenal de Jehová, el único canal de comunicación de Dios. Y el Cuerpo Gobernante se ha convertido en el portavoz de Dios. Cada una de sus declaraciones es considerada una revelación divina. El Informe 9 del Cuerpo Gobernante demuestra este hecho bastante bien. David Splane preguntó con incredulidad: “¿Permitiría Jehová que todos los betelitas y el Cuerpo Gobernante se pusieran una vacuna que pudiera hacerles daño?” Ante esa señal, se supone que los testigos de Jehová deberían responder mentalmente: “¡No, no, nunca! Dios nunca les permitiría dar un paso en falso”.
La Atalaya de febrero de 2022 presenta un artículo titulado: “¿Confiamos en la manera en la que Jehová hace las cosas?”. El artículo da a entender que todo lo que hace el Cuerpo Gobernante es obra de Jehová. Eso incluye expulsar a personas por cualquier motivo, vender arbitrariamente Salones del Reino y reasignar feligreses aquí y allá, todo con el propósito de “aprovechar mejor el espacio de los Salones del Reino” (pág. 4, párr. 9).
Entonces, debido a que se afirma que esta es la forma en que Jehová hace las cosas, los testigos de Jehová deben asumir que a Jehová no le preocupa cerrar los lugares de reunión dedicados, lo cual significa menos visibilidad en la comunidad local e imponer dificultades innecesarias a las personas interesadas, así como a los testigos de Jehová que pueden tener dificultades para encontrar un transporte adecuado. Eso significa que Dios no tiene ningún problema en obligar a las personas mayores a conducir muchos kilómetros en la oscuridad de la noche; no, a Dios lo que más le preocupa es asegurarse de que los Salones del Reino estén llenos. Sin embargo, extrañamente, eso implica que Jehová —el Dios que todo lo ve— no previó la liberación del coronavirus y que los funcionarios de salud estipularían que los lugares de reunión solo debían llenarse a la mitad de su capacidad, teniendo en cuenta el distanciamiento social y todo lo demás.
¿Quizás esta es una vista previa de las instrucciones poco prácticas, ilógicas y sin sentido que se darán próximamente, como se menciona en el párrafo 15?
“El fin de este sistema está cada vez más cerca. Por eso, hoy más que nunca tenemos que confiar en la manera de Jehová de hacer las cosas. Esto es así porque durante la gran tribulación tal vez recibamos instrucciones que nos parezcan extrañas, poco prácticas o ilógicas. Claro, Jehová no hablará directamente con nosotros. Probablemente usará a sus representantes aquí en la Tierra para darnos instrucciones. Ese no será el momento de dudar y preguntarnos si esas instrucciones vienen de Jehová o si los hermanos responsables están haciendo las cosas a su manera. ¿Confiaremos en Jehová y en su organización en ese momento tan importante de la historia? La manera como reaccionamos ahora a la guía de la organización nos ayudará a saber la respuesta. Si confiamos en las instrucciones que recibimos ahora y las obedecemos enseguida, probablemente hagamos lo mismo durante la gran tribulación”.
¿Entiende usted el significado de lo mencionado anteriormente, tal como Jesús le podría preguntar a sus discípulos? Jehová no le exigirá que tenga fe en nada que no sean las instrucciones que le den los representantes designados. Suena fácil. Presumiblemente, esos representantes nombrados utilizarán la Biblia como su guía. Pero si tal fuera el caso, ¿por qué nos parecerían “extrañas, poco prácticas o ilógicas” sus instrucciones?
A los testigos de Jehová se les está tendiendo una trampa para acabar con sus vidas para siempre, pues no hay posibilidad de que el Cuerpo Gobernante dé una dirección confiable en esos momentos. ¿Cómo podría ser eso posible? La Watchtower fue fundada sobre la mentira de que la parusía de Cristo ha estado en curso. Se dice que el Reino está gobernando, y que salvo algunos detalles menores, todo se ha cumplido. Pero todo es una ilusión. No obstante, ¿realmente permitiría Jehová que el Cuerpo Gobernante y sus ayudantes y todos los ungidos de todo el mundo cayeran en un engaño masivo? La respuesta es sí, ¡absolutamente sí!
¿No se engañaron los discípulos originales al creer que el Reino iba a manifestarse instantáneamente? Después de su resurrección, Cristo reprendió a sus discípulos por ser insensatos y lentos para creer todas las cosas que dijeron los profetas.
Como se mencionó al principio, Dios nunca tuvo la intención de que los humanos fueran gobernados por otros humanos. Todos los arreglos que se han puesto en marcha son simplemente temporales. Eso incluye a las autoridades superiores, que son los ministros seculares de Dios, y también a los ancianos. Incluso el Reino de Cristo es temporal. Al final, Jesús entregará el Reino a su Dios y Padre y todo será como Jehová lo dispuso en un principio.
Pero primero debe venir la transición de lo visible a lo invisible. Es por esa razón que la Watchtower debe caer en el olvido, junto con los hombres malvados que acechan dentro de su directiva. Esto está profetizado en toda la Biblia.
Debido a la idolatría institucional antes mencionada, que Dios previó hace mucho tiempo, se requerirá que los cristianos abandonen la organización. Para alcanzar la salvación, será imperativo que los cristianos reconozcan cuando la cosa repugnante se encuentre en el lugar santo, lo cual será la señal para abandonar la “Jerusalén” antitípica, que en la antigüedad fue el centro terrenal de la adoración verdadera. Cualesquiera que sean las instrucciones emitidas por los líderes de la organización entonces, estas no provendrán de Cristo. Él ya dio las instrucciones para salvar nuestras vidas: “Por lo tanto, cuando vean la cosa repugnante y devastadora, de la que habló el profeta Daniel, de pie en un lugar santo (que el lector tenga discernimiento), entonces los que estén en Judea, que huyan a las montañas. El que esté en la azotea, que no baje a su casa a sacar sus cosas, y el que esté en el campo, que no vuelva a buscar su manto. ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o amamantando en esos días! Oren vez tras vez para que no tengan que huir en invierno o en sábado. Porque entonces habrá una gran tribulación. Desde el principio del mundo hasta ahora, no ha habido una tribulación igual, y nunca más la habrá. De hecho, si ese tiempo no se acortara, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos ese tiempo será acortado” (Mateo 24:15-22).
Y aún más relevante es la advertencia que Jesús dio a continuación: “Entonces, si alguien les dice ‘¡Miren, el Cristo está aquí!’ o ‘¡Está allá!’, no lo crean. Porque se presentarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes milagros y cosas impresionantes para engañar, de ser posible, hasta a los escogidos. Miren que los he avisado de antemano. Por eso, si les dicen ‘¡Miren, está en el desierto!’, no vayan; si les dicen ‘¡Miren, está en las habitaciones de la casa!’, no lo crean. Porque, así como el relámpago sale del este y resplandece hasta el oeste, así será la presencia del Hijo del Hombre. Donde esté el cadáver, ahí se juntarán las águilas” (Mateo 24:23-28).
Durante esa hora crítica de caos y confusión, a Satanás se le permitirá tender una última trampa. Aquellos que aún busquen en los hombres guía y dirección para salvar sus vidas, recibirán un falso salvador.
Puesto que la organización ha predicado una falsa parusía durante más de un siglo, no hay posibilidad de que Cristo tenga algo que ver con lo que quede de la Watchtower en ese momento. No, la presencia real del Hijo del Hombre iniciará una nueva era, seguir a los hombres entonces conducirá a la muerte. Cristo estará en medio de los creyentes y los guiará a fuentes de aguas de vida.