Esta es una continuación de la serie de artículos que analizan La Atalaya de julio de 2022.

El párrafo siete enumera algunos de los logros de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. Es muy impresionante, realmente asombroso, que Betel publique material en más de mil idiomas. El manual de estudio, ¡Disfrute de la vida para siempre!, se publica en más de 700 idiomas. Eso es verdaderamente notable. No hay duda de que Jesús ha dirigido este gran esfuerzo por familiarizar a tantas personas como sea posible con el mensaje básico de la Biblia. Y eso es mucho más vital ahora que contemplamos que el día se acerca. La última parte del párrafo siete dice lo siguiente:

“Las profecías bíblicas se están cumpliendo delante de nuestros ojos: personas ‘de todos los idiomas de las naciones’ están aprendiendo a hablar el ‘idioma puro’ de la verdad bíblica (Zac. 8:23; Sof. 3:9). Todo esto es una realidad gracias a la perfecta supervisión de Jesucristo”.

Cuando Moisés bajó de la montaña con las dos tablas de piedra en las que Dios había escrito los Diez Mandamientos, se sorprendió al ver lo que estaban haciendo los israelitas. El propio hermano de Moisés, Aarón, había fabricado un becerro de oro ante el cual el pueblo se inclinaba y alababa como su dios. Le pedían al becerro de oro para que los condujera a la Tierra Prometida. La ironía es que los dos primeros mandamientos que Dios emitió prohibían explícitamente la adoración de ídolos. Con razón Moisés se enfureció tanto que destrozó las tablas sobre las cuales Dios había escrito.

Satanás es muy astuto. El Diablo es muy consciente del trabajo que está realizando la Watchtower. También sabe que los seres humanos son bastante falibles y pueden ser fácilmente inducidos a honrar indebidamente a los hombres o a sus instituciones, especialmente si están realizando una obra importante de Dios. El Maligno también conoce las Escrituras, incluso mejor que cualquier humano. Satanás demostró eso cuando tentó a Jesús en el desierto citando de la Biblia.

No cabe duda, al menos en mi mente, de que los demonios han llevado a los líderes de organización a interpretar las Escrituras de tal manera que presenten a la Sociedad Watchtower como la encarnación del Reino de Dios para promover una forma sutil de idolatría. ¿No esperan los testigos de Jehová que la Watchtower y su Cuerpo Gobernante les proporcionen “instrucciones salvavidas” en la hora crítica y los guíen hacia el nuevo mundo prometido? ¿Dónde está Jesús en ese proceso? ¿Es Cristo solo una mascota de acompañamiento ahora o es capaz de hablar por sí mismo?

La verdadera fuente de “inspiración” de Betel está a la vista en el párrafo citado anteriormente. Tomemos a Sofonías como ejemplo. Simplemente lea el versículo en contexto y cualquier persona de pensamiento claro puede ver por sí misma que los testigos de Jehová no pueden estar cumpliendo esa profecía, al menos no en la forma en que el Cuerpo Gobernante quiere que usted crea. En ese contexto, vemos que Dios está denunciando a su organización. Los primeros cinco versículos del capítulo tres dicen lo siguiente:

“¡Ay de la ciudad rebelde, contaminada y opresiva! No ha obedecido ninguna voz ni ha aceptado ninguna disciplina. No ha confiado en Jehová ni se ha acercado a su Dios. En medio de ella sus príncipes son leones rugientes. Sus jueces son lobos que cazan en la noche; no dejan ni un solo hueso para roer al día siguiente. Sus profetas son insolentes, hombres traicioneros. Sus sacerdotes contaminan lo que es santo; ellos violan la ley. Jehová es justo en medio de ella; él no hace nada que esté mal. Mañana tras mañana da a conocer sus decisiones judiciales, tal como no falla el amanecer. Pero el injusto no siente vergüenza” (Sofonías 3:1-5).

El artículo bajo consideración hace énfasis en que Jesús está dirigiendo la organización. Sofonías confirma esto al revelar que Jehová está en medio de ella, es decir, en medio de quienes presiden “Jerusalén”.

Los testigos de Jehová son conscientes de que las profecías de Sofonías solo aplicaron de forma superficial a la antigua Jerusalén. Sin embargo, no es un detalle insignificante que se diga que Jehová puso su nombre sobre la ciudad. Sofonías es, tal como se afirma en el capítulo dos y es mencionado constantemente por los Testigos, una visión de la expresión de la ira de Jehová a nivel mundial: “Antes de que se cumpla el decreto, antes de que el día pase como la paja llevada por el viento, antes de que caiga sobre ustedes la ardiente furia de Jehová, antes de que caiga sobre ustedes el día de la furia de Jehová, busquen a Jehová todos ustedes, los mansos de la tierra, los que obedecen sus justos decretos. Busquen la justicia, busquen la mansedumbre” (Sofonías 2:2, 3).

Jerusalén, en las profecías, tal como lo he señalado muchas veces, representa a la congregación de Cristo durante el tiempo del fin. Jerusalén fue donde comenzó el cristianismo cuando los 120 reunidos en un aposento alto fueron ungidos. Así que, es cierto, el que Jehová esté en medio de Jerusalén está en armonía con lo que dice la Watchtower, a saber, que Jesús ha estado realizando su obra. Pero tal como Jehová lo mencionó y Jesús también en su momento, en medio de los sacerdotes y profetas hay hombres traicioneros y rapaces que no conocen la vergüenza.

Ese hecho es evidente al observar que, aunque la organización tenga contenido bíblico en más de mil idiomas, se ha protegido a muchos abusadores de niños de las autoridades y se ha perseguido a sus miles de víctimas. Por otro lado, la Watchtower ha dedicado instalaciones a Jehová Dios, pero ha violado lo que es santo al poner en venta cientos de Salones del Reino como bienes inmuebles comunes. Además, como lobos nocturnos al acecho, la Watchtower traidoramente ha vendido los corderos de Jehová al matadero, afirmando que por el bien de la unidad cristiana todos deben someterse a las inyecciones experimentales de ARNm de la Organización Mundial de la Salud. Un número incalculable de testigos de Jehová ya han resultado afectados físicamente y otros han muerto por seguir el consejo del Cuerpo Gobernante. Es muy posible que mueran muchos más en el futuro. Es verdad, el injusto no conoce la vergüenza.

Como un ejemplo del punto hasta donde llegan la traición e insolencia de los profetas de “Jerusalén”, veamos lo que el capítulo tres nos revela acerca de cuándo se producirá el cambio a un lenguaje puro: “Así que espérenme con paciencia —afirma Jehová— hasta el día en que me levante para saquear, porque mi decisión judicial es reunir naciones, juntar reinos, a fin de derramar sobre ellos mi indignación, toda mi furia ardiente. El fuego de mi celo consumirá toda la tierra. Y entonces cambiaré el idioma de los pueblos a un idioma puro para que todos ellos puedan invocar el nombre de Jehová y le sirvan hombro a hombro” (Sofonías 3:8, 9).

Que los altivos profetas expliquen cómo Jehová ha derramado su indignación sobre las naciones y cómo su celo ardiente ha consumido toda la tierra. Tal vez nos lo perdimos. ¿Quizás algo sucedió en 1914 de lo que no somos conscientes? ¿O será que la conflagración mundial que ahora se avecina será una expresión de la furia de Jehová?

Sin duda, las palabras de Dios pronunciadas por medio de Sofonías no presagian nada bueno para ciertos hombres que se jactan de ser fieles y discretos, que se jactan falsamente de haber establecido la adoración y el lenguaje puros de la verdad. Sí, lo que les ocurrirá no será nada agradable: “pues entonces quitaré de en medio de ti a los que presumen con arrogancia; y nunca más mostrarás arrogancia en mi santa montaña” (Sofonías 3:11b).

Fin de la séptima parte.