Cuando Dios habla, es mejor escuchar. Después de todo, Jehová Dios es el comandante del universo. Él solo tiene que pronunciar una palabra y automáticamente se cumple. “Que haya luz”, dijo y llegó a haber luz. ‘’Que llegue a haber vegetación’’, y así sucedió. Dios puede dar órdenes a las aves de los cielos, como cuando los cuervos llevaron carne a Elías. Dios puede hacer que un animal supuestamente tonto parezca hablar, como cuando la burra de Balaam habló. Jesús dijo que Dios podía hacer que las piedras hablaran para dar testimonio acerca de la verdad. Dios puede ordenar a las nubes que hagan caer enormes cantidades de agua o puede hacer que los cielos se sequen. Toda la creación obedece a Dios, incluso los planetas y las estrellas de los cielos.

Todo obedece a Dios, excepto… su llamada “creación inteligente”. Eso se debe a que no estamos obligados a obedecer al Creador. Jehová nos creó con libre albedrío. Podemos hacer lo que queramos, al menos por ahora.

En obediencia a Dios, Ezequiel hizo algunas cosas inusuales. En el capítulo cuatro, el profeta se acostó en el suelo y construyó un muro de asedio alrededor de un ladrillo. El ladrillo simbolizaba a Jerusalén. En el capítulo cinco, a Ezequiel se le ordenó afeitarse la cabeza y la barba con una espada. El cabello cortado debía dividirse en partes y ser utilizado de diferentes maneras para demostrar cómo los ciudadanos de Jerusalén serían víctimas de la espada, el hambre y la peste. Es de destacar que tanto Ezequiel como Jeremías hablaron de la espada, la peste y el hambre muchas veces. Aunque actualmente eso no sea tenido en cuenta entre los testigos de Jehová, esos acontecimientos tienen el mismo orden que los eventos que Jesús predijo que ocurrirían antes de la tribulación y la destrucción de Jerusalén y el templo. Y también es el orden de los jinetes del Apocalipsis.

De todos los pueblos de la tierra, los judíos fueron elegidos específicamente por Jehová para convertirse en su propiedad especial: su pueblo. Por medio de Moisés, Jehová le dio a Israel leyes e instrucciones. Los Diez Mandamientos fueron dados exclusivamente a la nación de Israel. Esos deberes y prohibiciones no vinculaban legalmente a ningún otro pueblo.

Debido a que los judíos eran el pueblo de Dios y estaban bajo un pacto con el Todopoderoso, tenían sobre sí más responsabilidad que las naciones a quienes Dios no escogió. Este principio de responsabilidad fue expresado por Dios a través de su profeta Amós: “Oh, pueblo de Israel, escuchen estas palabras que Jehová ha dicho sobre ustedes, sobre toda la familia que saqué de la tierra de Egipto: ‘De todas las familias de la tierra, solo los he conocido a ustedes. Por esa razón les pediré cuentas por todos sus errores’.’’ (Amos 3: 1-2)

Cuando Ezequiel fue comisionado por Jehová para servir como centinela de la casa de Israel —más de 1,000 años después de que se les diera la Ley—, ellos habían roto el corazón de Dios y Él estaba completamente disgustado con su pueblo. Ese hecho lo vemos reflejado en lo que Él le dijo a su profeta: ‘‘Hijo del hombre, te envío al pueblo de Israel, a naciones rebeldes que se han rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados han violado mis leyes hasta el día de hoy. Te envío a hijos desafiantes y tercos de corazón. Diles: ‘Esto es lo que dice el Señor Soberano Jehová’. Ya sea que escuchen o se nieguen a escuchar —porque son una casa rebelde—, sin falta sabrán que hubo un profeta entre ellos.’’ (Ezequiel 2: 3-5)

Los judíos tenían dos opciones: podían escuchar la advertencia o negarse a hacerlo. Jesús usó una expresión muy similar al relatar sus parábolas y al hablar a las congregaciones que se muestran en el libro de Apocalipsis: “El que tenga oídos, que oiga.’

Por supuesto, todos tenemos oídos. Incluso aquellos que son literalmente sordos pueden recibir información de manera inteligible y actuar de acuerdo con lo que perciben, o no. La expresión “el que tenga oídos” subraya el hecho de que literalmente podemos escuchar las palabras o leerlas y, sin embargo, no actuar de acuerdo con ellas, lo cual sería lo mismo que negarse a escuchar. Escuchar significa no solo ser consciente de lo que se dijo, sino responder adecuadamente.

Ezequiel fue centinela de la casa de Israel en un momento crítico, cuando Dios llamó a su nación a rendir cuentas por todos sus errores. Hay un llamado similar a rendir cuentas que tendrá lugar al final de la era cristiana, cuando Cristo venga. Es por eso que se le llama la conclusión de un sistema de cosas. Es cuando Dios, a través de Cristo, juzgará a la humanidad, comenzando por su casa.

Jesús habló de la conclusión, comparándola con una cosecha. Durante la cosecha, él enviará a sus ángeles y desarraigarán la mala hierba, la agruparán y la arrojarán al horno de fuego. Por otro lado, ellos también recogerán el trigo en el granero. La cosecha concluye el propósito de Dios de traer a la existencia una nueva creación compuesta en última instancia de 144,000 personas que están en unión con Jesús. Antes de esa separación decisiva, Jesús permite que hombres malvados e impostores estén mezclados con aquellos que son fieles.

Debido a que Satanás tiene tanto éxito al hacerse pasar por un ángel de luz y sus ministros imitan a su maestro al disfrazarse de cristianos fieles, es prácticamente imposible para los humanos distinguir a los verdaderos hijos de Dios de los falsos. Es por eso por lo que los ángeles tienen que estar involucrados en la cosecha. Jesús dijo que sus ángeles recogerán de su reino a todas las personas que violan la ley y todas las cosas que llevan al pecado. Curiosamente, Jesús concluyó la ilustración de la cosecha diciendo: “El que tenga oídos, que escuche con atención.’’

¿Qué testigo de Jehová podría afirmar honestamente que no hay personas que violan la ley o cosas que llevan al pecado en la organización? Por ejemplo, existen miles de niños que han sido abusados ​​sexualmente por hombres que fueron o aún son testigos de Jehová. Por lo tanto, la cantidad de depredadores sexuales que han pertenecido a la organización es realmente alarmante. ¿Es el abuso sexual infantil un acto que viola la ley? ¡Por supuesto que sí! En realidad, la pregunta no sería esa – porque la respuesta es muy obvia – sino más bien la siguiente: ¿qué ha sido de las muchas víctimas de pedofilia? Lamentablemente, al parecer, la mayoría ha tropezado. Como adultos sobrevivientes de un abuso, no quieren tener ninguna conexión con la “adoración pura” de la Watchtower. ¿Podemos culparlos por tal decisión?

Claramente, una organización donde existen depredadores que se aprovechan de niños inocentes difícilmente puede practicar la adoración pura hacia el Creador. Es muy indecoroso que el Cuerpo Gobernante se jacte tanto de practicar una adoración pura. No puede existir tal condición hasta que Cristo despache a sus poderosos ángeles para remover a los hijos del Diablo de su reino, es decir, de su congregación.

Por supuesto, los “profetas” de la Sociedad afirman que la cosecha es historia. Han engañado a los testigos de Jehová para que crean que Cristo envió a sus ángeles al campo entre 1914 y 1919 para que arrancaran la mala hierba: los cristianos falsos que pertenecen a la cristiandad. Desde entonces, los ungidos han sido reunidos en el almacén y están a la espera de brillar como el sol en el reino. Sorprendentemente, los testigos de Jehová creen en estos hechos tan absurdos sin siquiera cuestionarlos. ¿Quién tiene oídos para escuchar? Al parecer muy pocos.

Ahora volvamos a lo que nos dice Ezequiel.

LA HE PUESTO EN MEDIO DE LAS NACIONES

“Esto es lo que dice el Señor Soberano Jehová: ‘Esta es Jerusalén. La he puesto en medio de las naciones, rodeada de países. Pero ella se ha rebelado contra mis decisiones judiciales y mis estatutos, ha actuado con más maldad que las naciones y los países de alrededor. Porque sus habitantes rechazaron mis decisiones judiciales y no anduvieron según mis estatutos’.’’ (Ezequiel 5: 5, 6)

Geográficamente, Israel pudo considerarse situado en ‘’medio de las naciones”. Ocupaba una importante ruta comercial que conectaba Asiria y Babilonia con Egipto y Etiopía. Más importante aún, Israel estaba en ‘’medio de las naciones” porque era la única nación cuyo Dios era Jehová. Y la gente de las naciones estaba muy al tanto de ese hecho. Jesús dijo que la Reina de Seba viajó desde la parte más distante de la tierra para maravillarse de las cosas que Jehová le había dado a Salomón: su sabiduría, riquezas y conocimiento.

La Sociedad está en una posición similar con relación a las naciones. Durante sus primeros años, C.T. Russell viajó por todo el mundo dando conferencias. Sus sermones fueron publicados en cientos de periódicos. Los Estudiantes de la Biblia distribuyeron millones de copias de sus libros y tratados.

La Watchtower ciertamente fue el centro de controversia durante la Primera Guerra Mundial cuando J.F. Rutherford y siete compañeros fueron llevados a prisión bajo una nube de cargos de espionaje. Después de haber sido liberados de prisión, Rutherford se convirtió en una figura internacional conocida por millones. Su voz retumbó en las ondas aéreas como uno de los primeros radio evangelistas. Otros escucharon sus sermones grabados. Estos sonaban a través de altavoces montados en camiones y automóviles y se reproducían desde fonógrafos portátiles. Debido a la persecución, los testigos de Jehová fueron el centro de numerosos problemas legales. La Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó favorablemente a su nombre en varias decisiones históricas que establecen precedentes que los estudiantes de derecho estudian hasta el día de hoy.

Además, los testigos de Jehová han sido colocados “en medio de las naciones”, por así decirlo, predicando públicamente en las esquinas de las calles, llegando a las puertas de los hogares y donde sea que haya personas. Los misioneros han penetrado en las selvas más profundas del Amazonas, en las lejanas islas de los siete mares, en las frías regiones árticas de Alaska, Canadá y Escandinavia. Predicaron a otros prisioneros en los gulags de Siberia. Han predicado en barrios peligrosos de Nueva York, São Paulo, Lagos y Varsovia. Se han colocado a las afueras de grandes catedrales y han distribuido tratados denunciando al clero. De hecho, los clérigos deben estar muy familiarizados con los testigos de Jehová, ya que han expuesto audazmente las flagrantes falsedades de las grandes iglesias en prácticamente todas las naciones de la cristiandad. Los testigos de Jehová han permanecido fieles frente a la persecución mortal de la Iglesia Católica, los nazis y los soviéticos. El Museo del Holocausto reconoce que los testigos de Jehová vencieron a Hitler.

Los testigos también han sido el centro de las miradas por cuestiones como nuestra negativa inquebrantable a no ser parte del ejército y nuestra posición con respecto a la sangre. Pero, sobre todo, la Watchtower ha estado conectada inseparablemente con el nombre de Dios y sus cientos de traducciones en los muchos idiomas de las naciones.

Sin embargo, en años más recientes, la Sociedad ha sido el centro de otros asuntos menos honorables. El más notable es la forma deplorable en que su directiva han tratado el problema con los pedófilos antes mencionado. Por ejemplo, en 2015 se inició una investigación oficial en Australia sobre la forma en que la Sociedad ha respondido, o no ha respondido, a los más de 1,000 casos conocidos de abuso infantil, de los cuales ni un solo caso fue remitido a las fuerzas del orden público. La Comisión Real de Australia descubrió que la directiva de los testigos de Jehová había sido tercamente negligente. En la investigación, un miembro del Cuerpo Gobernante, Geoffry Jackson, perjuró ante Dios al negar que el Cuerpo Gobernante se considera a sí mismo como el único y verdadero canal de comunicación del Todopoderoso, su vocero fiel y discreto.

Los líderes de Israel que servían como sacerdotes, reyes y jueces estaban obligados por la palabra de Dios a proteger los intereses legales de los desfavorecidos, a saber, de los huérfanos y las viudas. El mismo principio está incrustado en la ley cristiana. Por ejemplo, Santiago 1:27 declara: “Desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre, la forma de adoración pura y sin contaminar es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en sus dificultades y mantenerse sin mancha del mundo.’’

La carta de Santiago define de lo que se trata la adoración pura. Cuidar de los huérfanos y las viudas es lo más importante. Es muy interesante notar que se no menciona ni la predicación ni la enseñanza. Es cierto que Cristo ordenó a sus discípulos que fueran a hacer más discípulos, pero el fundamento mismo de la adoración pura implica la protección de los más vulnerables.

En ese sentido, la Watchtower ha fallado miserablemente. Han razonado tontamente que los crímenes cometidos contra los niños bajo su vigilancia no deben hacerse públicos para no traer reproche sobre el nombre de Jehová. Por lo tanto, aunque Betel repite como un mantra “aborrecemos el abuso infantil”, ellos han protegido a los pedófilos de la exposición y el enjuiciamiento, todo bajo el pretexto de proteger la reputación de Dios. Los ancianos fanáticos incluso han ido mucho más allá al perseguir y expulsar a víctimas de abuso infantil que tuvieron la temeridad de hablar sobre los crímenes cometidos contra ellos. Y cualquier testigo de Jehová que se declare en contra de las políticas malvadas de la Sociedad, que se convierta en un defensor de los niños que han sido atacados sexualmente, es ejecutado por el aparato judicial, lo cual hace culpable de sangre a la directiva ante el cielo.

Claramente, la directiva del pueblo de Jehová se ha rebelado contra las decisiones y estatutos judiciales de Dios. Y al estar en ‘’medio de las naciones”, todos saben que la Watchtower tiene un gran problema de pedofilia. ¡Qué reproche ha traído el Cuerpo Gobernante sobre el nombre de Dios! No podemos ni imaginarnos cuán ofendido se ha sentido Jehová por la jactancia vana de la Sociedad al afirmar que practican la adoración pura. ¡Sin duda alguna, tal afirmación es detestable a sus ojos!

Al igual que la Watchtower, la maldad dentro de la Iglesia Católica ha sido expuesta y es bien sabido que un número considerable de sacerdotes son pedófilos. Esos depredadores tenían las condiciones perfectas para sus crímenes: tenían monaguillos y niños a cargo.

En 2002, cuando los medios comenzaron a publicar las acciones impúdicas de la Sociedad, el fallecido J.R. Brown, jefe del departamento de relaciones públicas de la Sociedad, emitió una declaración en la que denunciaba el abuso infantil como “un flagelo de nuestro tiempo”. Luego admitió que el abuso infantil es bastante común en toda la sociedad y que la situación de los testigos de Jehová al respecto no es peor que aquellas que se presentan en otras instituciones. Esa es una admisión extraña para un superintendente de la supuesta adoración pura. Lo que realmente estaba diciendo es que cuando se trata de la desagradable epidemia de abuso sexual infantil, los testigos de Jehová no son diferentes.

Desde el punto de vista de Jehová, sí hay una diferencia. Dios espera más de las personas que llevan su nombre, a quienes ha colocado “en medio de las naciones”, a quienes ha revelado sus estatutos y decisiones judiciales. ¡Sí, así como los judíos que los precedieron, los testigos de Jehová han actuado de manera más inicua que las naciones del mundo corrupto de Satanás!

Sin duda alguna, la Sociedad no puede evitar que hombres malvados se infiltren astutamente en las congregaciones. Sin embargo, los líderes de la organización ciertamente pueden tratar con los pedófilos de manera más efectiva: empleando técnicas de investigación policial, exponiendo a tales hombres ante las congregaciones y advirtiendo a los padres que no confíen sus hijos a nadie, ni siquiera a los ancianos o familiares. Por supuesto, si la Watchtower enfatizara los peligros que acechan dentro de ella, eso podría cuestionar el por qué el Cuerpo Gobernante afirma que la organización es el paraíso espiritual predicho, donde los leones acostados con corderos y lobos son tan mansos como perros falderos.

El siguiente versículo en el capítulo cinco de Ezequiel dice: ‘’Por lo tanto, esto es lo que dice el Señor Soberano Jehová: ‘Como ustedes causaron más problemas que las naciones de alrededor y no anduvieron según mis estatutos ni cumplieron mis decisiones judiciales, sino que actuaron según las decisiones judiciales de las naciones de alrededor, esto es lo que dice el Señor Soberano Jehová: “Oh, ciudad, aquí estoy contra ti, y yo mismo ejecutaré mi sentencia en medio de ti ante los ojos de las naciones. Por todas tus prácticas detestables, haré contigo lo que no he hecho nunca, algo que jamás volveré a hacer.’’ (Ezequiel 5: 7 – 9)

A riesgo de repetirme, la ciudad contra la cual habla Jehová es la famosa ciudad de Jerusalén, donde Jehová había puesto su nombre. Lo hizo cuando David convirtió la fortaleza jebusita capturada en la capital de la nación. También llevó el arca a Sión. Más tarde, el hijo de David, Salomón, construyó un fabuloso templo en el pináculo más alto del Monte Sión. Este estaba dedicado a Jehová, el Dios de Israel. Nuevamente, con la esperanza de no molestar al lector con la repetición, la ciudad reconstruida de Jerusalén era donde Jesús adoraba al Dios verdadero. Él enseñaba en el templo. Él fue ejecutado en Jerusalén. Y el espíritu santo ungió a los primeros cristianos en Jerusalén. La ciudad era la sede no oficial de los apóstoles, a quienes la Sociedad le gusta llamar el Cuerpo Gobernante del primer siglo. Por lo tanto, Jerusalén es un símbolo apropiado de la congregación de Cristo.

Ahora sabemos la razón por la cual los “profetas” de Betel han abandonado el enfoque de tipo / antitipo de interpretación. La conexión es clara. La Watchtower es la “ciudad” antitípica donde Jehová ha hecho que su nombre resida. Y los juicios en contra de la Jerusalén típica también aplican a la “ciudad” antitípica.

Cuando la Watchtower despliega a sus abogados para reprimir la verdad, incluso pagando y utilizando individuos mundanos apara desacreditar a las víctimas de abuso infantil y defender a sus abusadores, cuando los abogados de la Sociedad recurren al uso de la restricción legal conocida como orden de mordaza para evitar que los demandantes hablen sobre los crímenes cometidos contra ellos o divulguen el hecho de que se les pagó para comprar su silencio, ¿no está la Sociedad actuando ‘’según las decisiones judiciales de las naciones de alrededor’’? ¿Podemos imaginar al cuerpo gobernante del siglo primero protegiendo a los depredadores sexuales o sobornando a las víctimas de abuso para que no hablen de su angustia? Es inconcebible que los apóstoles y los ancianos del primer siglo hicieran tal cosa. Pero es un hecho que la Sociedad sí lo hace mientras se jacta de su justicia y pureza. ¡Cuán hipócrita y detestable es eso!

Así como Jehová trajo un castigo horrible sobre la ciudad donde había puesto su nombre, Dios está obligado a ejecutar sus juicios sobre la antitípica Jerusalén ante los ojos de las naciones. Dios nos dice lo siguiente al respecto: ‘’Por todas tus prácticas detestables, haré contigo lo que no he hecho nunca, algo que jamás volveré a hacer.’’

Es probable que muchos lectores noten la similitud del texto anterior con la referencia de Jesús a la gran tribulación, la cual describió como un tiempo de angustia que nunca se había visto, ni se volvería a ver. Y la tribulación de la que habló Jesús tiene que ver con la desolación de la ciudad de Jerusalén durante la conclusión del sistema de cosas.

Desde que Cristo fundó su congregación en Jerusalén, el Señor nunca ha actuado judicialmente contra los malhechores que han existido dentro de ella. Eso cambiará durante la conclusión. Jehová continúa diciendo: “Te convertiré en un lugar devastado y en objeto de burla para las naciones vecinas y a la vista de todos los que pasen por ahí. Cuando ejecute en ti mi sentencia con furia, con ira y con severos castigos, llegarás a ser objeto de burla y desprecio, un ejemplo que sirva de advertencia y un motivo de terror para las naciones que te rodean. Yo, Jehová, he hablado.’’ (Ezequiel 5:14 – 15)

Los testigos de Jehová, los cuales han sido colocados en ‘’medio de las naciones”, se convertirán en un espectáculo horroroso cuando los terribles castigos del Todopoderoso vengan sobre ellos. Se les hará sufrir el desprecio y el rechazo del mundo debido a que han afirmado falsamente que son adoradores puros.

¡Jehová ha hablado!