PREGUNTA: ¿Hay algún ejemplo bíblico en el cual los israelitas o los primeros cristianos hubieran estado bajo una “operación de error’’?

La “operación de error” mencionada por el apóstol Pablo es un fenómeno único asociado con el regreso de Cristo. En el contexto donde aparece el término, Pablo estaba advirtiendo a los hermanos que no debemos aceptar ningún anuncio como auténtico – sin importar cuán ‘’confiables’’ sean sus fuentes – con respecto al regreso de Cristo como un acontecimiento que ya ha ocurrido. El evento precursor de la venida del Señor es la predicha apostasía, la cual debe venir primero.

En la versión de la Biblia Palabra de Dios Para Todos, los textos de 2 Tesalonicenses 2: 2 y 3 están redactados de manera muy interesante. Allí se nos dice lo siguiente: Les pedimos que no se preocupen ni se inquieten fácilmente ni tengan miedo si oyen decir, como si fuera una profecía o un mensaje, que el Señor ya regresó. Tampoco hagan caso si se lo escriben en una carta diciendo falsamente que es de parte nuestra. No permitan que nadie los engañe de ninguna manera.’’

De todas las religiones que conozco que afirman ser cristianas, ninguna de ellas enseña que el día del Señor ya ha comenzado, a excepción de la Watchtower y los testigos de Jehová. Incluso los evangélicos, con sus cuentos fantasiosos acerca del rapto y su escatología del fin de los tiempos, no llegan al extremo de afirmar que Cristo ya ha regresado.

Tal vez sería mejor que los testigos de Jehová se alarmaran, avergonzados por el hecho de que el apóstol Pablo emitió por inspiración una serie advertencia en contra de la falsa parusía que hace parte de las enseñanzas más fundamentales de su organización.

No hay dudas al respecto en cuanto a que la doctrina de 1914 es un “engaño poderoso”. Está tan profundamente arraigada en las mentes de los testigos de Jehová que cuestionar seriamente la autenticidad del dogma de 1914 es un acto considerado como apostasía. No se le permite bautizarse a ningún estudiante de la Biblia que no acepte la enseñanza de la Watchtower de 1914. Y cualquier testigo bautizado que ponga en duda el hecho de que el Señor ya ha llegado de manera invisible está sujeto a ser expulsado de la congregación.

Esta influencia engañosa es, por supuesto, una operación de Satanás el Diablo. Eso explica por qué es tan efectiva. Con el permiso de Dios, a Satanás se le permitió incrustar su error en medio de los Estudiantes de la Biblia desde el principio. Tal como advirtió Pablo, la operación de Satanás sería respaldada “con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos, y con todo engaño injusto.’’

Esas palabras del apóstol Pablo se vieron cumplidas cuando, seguramente, después de haber trabajado en su cronología mágica para adivinar la fecha de 1914 a partir de la Biblia y la Gran Pirámide de Egipto, el Diablo orquestó el estallido de la Primera Guerra Mundial y la Influenza española para que estos acontecimientos coincidieran con las grandes expectativas que había cultivado cuidadosamente de antemano entre los que reconoció como la congregación ungida. Otros sucesos, como el arresto y breve encarcelamiento de Rutherford en 1918, han servido como un engaño poderoso e injusto para entrampar a los testigos de Jehová, al hacerlos creer que el día del Señor comenzó en 1914.

(Como evidencia adicional de que se trata de una influencia engañosa, originalmente los Estudiantes de la Biblia imaginaban que la parusía había comenzado en 1874 y que Cristo se había sentado en su trono en 1878. Esa mentira persistió hasta alrededor de 1930. Fue entonces cuando la Watchtower cambió la parusía y la venida del Reino a 1914. Desde entonces esa enseñanza ha persistido tanto como si se hubiera tallado en piedra).

Por otro lado, con respecto a la pregunta original, ¿hubo algún tipo de operación de error comparable que haya tenido influencia sobre los israelitas o los cristianos? Sí, sí la hubo. Los primeros seguidores de Jesús estaban bajo la influencia de numerosos supuestos erróneos que simplemente no podían eliminar de sus mentes. Como judíos, los apóstoles estaban bajo la influencia de los maestros rabínicos. Ellos conocían ciertas profecías mesiánicas, pero carecían de un buen razonamiento para entenderlas claramente.

Por ejemplo, los judíos sabían que el Mesías sería hijo de David y, por lo tanto, heredero del trono vacío de Israel. Por lo tanto, al haber aceptado a Jesús como el rey mesiánico, los apóstoles aparentemente imaginaron que Jesús iba a expulsar a los ocupantes romanos y, de alguna manera, iba restablecer el reino de Israel en Jerusalén.

Del mismo modo, los judíos sabían que las profecías predecían que una vez restaurado, el reino del mesías gobernaría para siempre. No hay duda de que es por eso que los incrédulos judíos desafiaron a Jesús diciendo: “Nosotros oímos, de la Ley, que el Cristo permanece para siempre; ¿y cómo es que dices tú que el Hijo del hombre tiene que ser alzado? ¿Quién es este Hijo del hombre?”.

A lo largo de sus conversaciones con los judíos, Jesús les explicó que él provenía del Cielo, que él no era de este mundo. Además, les explicó repetidamente a sus discípulos que debía sufrir y morir antes de regresar al Padre. Sin embargo, los discípulos de Jesús no podían comprender que Jesús había tenido una existencia prehumana, que iba a ser resucitado y transformado de carne en espíritu y que el reino de Israel sobre el cual el Mesías gobernaría sería una nación espiritual, no física ni terrenal. Estos asuntos no eran comprendidos por los discípulos inicialmente, de hecho, seguramente ni siquiera fueron algo que se les pasó por sus mentes.

Sin embargo, a diferencia de la operación de error que actualmente afecta a los testigos de Jehová, la ceguera de los apóstoles no fue el resultado de una poderosa operación de Satanás. Ellos simplemente ignoraban tales cuestiones y carecían de comprensión espiritual. Además, se recuperaron fácilmente de su ignorancia cuando Jesús fue asesinado y poco después comenzó a aparecer en medio de ellos en varias formas. Pero su error sirvió al propósito de Dios. Tal como Jesús le había advertido a Pedro la misma noche de su arresto en el Jardín de Getsemaní, Satanás exigió que los apóstoles fueran tamizados como trigo. En otras palabras, su fe iba a ser probada.

Sin duda, el Acusador también ha exigido tamizar como al trigo al resto ungido. El engaño de 1914 y el apego idólatra a la Watchtower serán una gran piedra de tropiezo ante los testigos de Jehová cuando venga Cristo. En ese entonces, el hombre del desafuero estará en total oposición a Cristo y se exaltará a sí mismo. Desafortunadamente, también, en ese entonces, muchos tropezarán y se odiarán y se traicionarán, tal como lo predijo Jesús. Jehová lo ha predeterminado así para que los simples seguidores de hombres tropiecen. Solo aquellos con verdadera fe podrán aceptar la nueva realidad cuando esta se presente.