Jesús dijo que las buenas noticias del Reino se predicarían en todo el mundo y que luego vendría el fin. La Organización ha tenido un papel fundamental en lograr la obra de predicación mundial que Cristo predijo. Para llevar a cabo esta gran tarea, la Watch Tower Bible and Tract Society ha publicado material en más de 1.000 idiomas. Asimismo, la Traducción del Nuevo Mundo está disponible completa o en parte en casi 200 idiomas. Y, desde el final de la última guerra mundial, la Escuela de Galaad ha entrenado a miles de misioneros y los ha enviado a los confines de la tierra.
Como sabemos, el propósito de Jehová está compuesto de dos partes. La primera es reunir a un grupo de personas para que gobiernen sobre la Tierra con Jesús. Y la segunda es reunir a una gran muchedumbre de todas las naciones para que sobreviva al ardiente fin de este sistema y se convierta en el núcleo de la sociedad del nuevo mundo. Ellos serán las primeras personas en la Tierra que vivirán sin la influencia maligna de Satanás y los demonios.
Sin embargo, nos preguntamos lo siguiente: ¿qué es el fin? Jesús indicó que se predicarían las buenas nuevas y que luego vendría el fin. ¿Estaba hablando él del fin del mundo o de algo más?
Para responder a esa pregunta, analicemos el capítulo 13 de Marcos, el cual está redactado de manera algo diferente a los otros capítulos de los evangelios que nos hablan de lo mismo. Allí se nos dice: “Y ustedes, tengan cuidado. Los van a entregar a los tribunales locales y los van a golpear en las sinagogas y, por causa de mí, se les obligará a presentarse ante gobernadores y reyes. Eso les servirá de testimonio a ellos. Además, primero se tienen que predicar las buenas noticias en todas las naciones. Pero, cuando los lleven para entregarlos a las autoridades, no se angustien pensando de antemano en lo que van a decir; digan lo que se les indique en ese momento, porque no van a ser ustedes los que hablen, sino el espíritu santo. Además, el hermano entregará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos se volverán contra sus padres y harán que los maten. Toda la gente los odiará por causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado”.
En el pasaje anterior, Jesús señala que “primero se tienen que predicar las buenas noticias en todas las naciones”. Primero, ¿antes de qué? Antes de que los cristianos sean entregados a los tribunales y golpeados en las sinagogas. Antes de que muchos hermanos espirituales y miembros de una misma familia traicionen y entreguen a los de su misma sangre y fe para que sean asesinados. El que aguante hasta el fin de su vida o el fin del mundo de Satanás será salvado.
Dado que Cristo nos aseguró que todo lo que el predijo sucedería al afirmar que el cielo y la tierra desaparecerían, pero que sus palabras jamás, eso significa que la predicación de las buenas noticias llegará a su fin. Después de eso, se dará un breve período de intensa persecución, la cual resultará en la perfidia mencionada por Cristo.
Sin embargo, tal vez usted se pregunte lo siguiente: ¿qué podría causar esa deslealtad tan espantosa de la que nuestro Señor habló? El libro de Jeremías menciona la situación que llevará a la Organización a ese punto: “Porque entre mi pueblo hay hombres malvados. Siguen al acecho, como los cazadores de pájaros cuando se agachan. Ponen una trampa mortal. Es a personas a quienes atrapan. Como una jaula llena de pájaros, sus casas están llenas de engaño. Por eso es que se han hecho ricos y poderosos. Han engordado y su piel está tersa; rebosan de maldad. No defienden la causa de los huérfanos con tal de que a ellos mismos les vaya bien, y les niegan la justicia a los pobres” (Jeremías 5:26-28).
La congregación de Corinto del primer siglo fue infiltrada por hombres malvados que, según Pablo, se habían disfrazado de ministros de justicia. Un fenómeno similar ha ocurrido entre los líderes de la Watchtower. Hombres inicuos han tendido una trampa mortal para todos los testigos de Jehová. Tal como nos lo dio a conocer nuestro Dios, ellos no defienden la causa de los huérfanos. Por el contrario, son los adversarios legales de los niños abusados sexualmente. Se han vuelto poderosos y ricos al explotar la mano de obra gratuita de miles de hermanos para construir grandes palacios para ellos. Han estafado a las congregaciones cerrando sus lugares de reunión y vendiendo salones dedicados al Reino con fines de lucro. Y ahora se han sentado en el trono de Cristo al ponerse en contra de su mandato. Sí, se han engordado y rebosan de maldad.
El Cuerpo Gobernante afirma ser la voz de un profeta moderno. No está permitido cuestionar su interpretación de las profecías. Cristo ya llegó. Su gloriosa segunda venida ocurrió hace 107 años. Es como si la parusía fuera un acontecimiento de poca importancia. Jehová continúa diciendo: “Ha ocurrido algo espantoso y horrible en el país: los profetas profetizan mentiras y los sacerdotes usan su autoridad para dominar a otros. Y a mi propio pueblo le encanta eso. ¿Pero qué harán ustedes cuando llegue el fin?” (Jeremías 5:30, 31).
Una de las muchas mentiras promovidas por la Organización tiene que ver con la bestia salvaje que menciona el libro de Apocalipsis. Los profetas de Betel afirman falsamente que Satanás y sus ángeles fueron arrojados del cielo en 1914 y, como resultado, la cabeza de la bestia salvaje fue herida mortalmente, para luego recuperarse de forma milagrosa. Esos hombres de visiones mentirosos dicen que la hora del juicio comenzó cuando la Liga de las Naciones fue fundada. Ellos aseveran que la bestia asesinó a los dos testigos en 1918 y, por lo tanto, la guerra hecha contra ellos también ocurrió hace mucho tiempo. Lastimosamente, a los testigos de Jehová les encanta que les mientan.
La trampa mortal ya está en su lugar. Las naciones se están preparando actualmente para la próxima guerra mundial. El Imperio británico ha dejado claro que a China no se le permitirá prosperar y completar su Iniciativa de la Franja y la Ruta. Antes del colapso del decrépito Imperio angloamericano habrá una guerra, una guerra como nunca antes la ha experimentado el mundo. Esta será tan terrible que requerirá la intervención divina, o de lo contrario, no habría sobrevivientes.
Cuando la tribulación sea acortada, comenzarán los 42 meses, es decir, el tiempo del fin. La predicación de las buenas nuevas ya habrá terminado. En ese momento, la bestia herida de muerte saldrá del abismo para luchar contra los ungidos. Es en ese entonces cuando ellos serán llevados ante gobernadores y reyes y los adoradores de la Watchtower se convertirán en perseguidores y traidores de los hermanos de Cristo.
Ciertamente, la pregunta que sirve de título para este artículo es muy relevante: ¿qué harán ustedes cuando llegue el fin?