Artículo en Inglés

La pregunta sobre qué termina primero, si el Cristianismo o el mundo parece ser una pregunta verdaderamente extraña; de hecho, tan extraña, que este tema ni siquiera se nos ocurre considerarlo. Los testigos de Jehová creen que el Cristianismo; sin duda alguna sobrevivirá, no solo al fin de este mundo, sino también al fin del Cristianismo impostor; la llamada Cristiandad.

Los testigos de Jehová seguramente considerarán esta una pregunta un tanto capciosa en vista de la declaración hecha por la revista La Atalaya del 15 de Abril de 1962. En esta edición la revista nos dice:

“El fin de la Cristiandad no significa el fin del Cristianismo, pues la Cristiandad y el Cristianismo son dos cosas completamente diferentes…..El Cristianismo seguirá existiendo aún después de la destrucción de la Cristiandad en Armagedón.”

Tal y como nos dice La Atalaya, verdaderamente el Cristianismo y la Cristiandad son dos cosas muy diferentes. Sin embargo, la pregunta continúa: ¿Sobrevivirá el Cristianismo verdadero al fin de este mundo? Puesto que ya hemos llamado la atención del lector, podemos decir que el propósito de este artículo es examinar de manera mucho más detallada las ocasiones en que Las Escrituras nos hablan acerca de este asunto; un asunto muy, muy vital.

Podemos decir con certeza que los testigos de Jehová tienen un entendimiento muy especial de la Palabra de Dios y que esto los diferencia “De las demás religiones”. Nosotros entendemos que el propósito de Jehová es el de ofrecer a la humanidad salvación en dos etapas. La primera etapa consiste en elegir y recoger de entre la humanidad a un pequeño y selecto grupo de 144000 Cristianos unguidos por espíritu santo para que sirvan; junto con Cristo Jesus, en el reino celestial de Dios. La segunda fase de esta salvación consiste en recoger y preparar a una familia de creyentes para que ellos permanezcan en la tierra después del fin de este mundo y para rehabitarla y transformar la tierra en el Paraíso Edénico Original.

Verdaderamente la Palabra de Dios nos asegura que la tierra será siempre habitada y que los mansos y afables residirán para siempre sobre ella. Sin embargo, en el estricto y literal sentido de la palabra, solo las personas unguidas con espíritu santo son verdaderamente Cristianos. La palabra “Cristo” significa; de manera literal, “Unguido”; por lo tanto, la designación “Cristiano” aplica de manera específica al cuerpo que componen los seguidores de Cristo. Por eso podemos decir que sólo los Cristianos unguidos están en un pacto con Jehová a través de Jesucristo; con Jesucristo haciendo las veces de Mediador entre el Dios Altisimo y los hombres. Solo los Cristianos unguidos componen el verdadero Israel de Dios.

Por lo tanto, para eliminar lo incómodo de esta pregunta acerca de que si el Cristianismo sobrevivirá o no al fin de este mundo podemos decir que esta pregunta la hacemos en el más estricto y literal sentido de la palabra.

Una vez aclarado el verdadero significado de la palabra “Cristianismo” podemos transformar esta pregunta y decir: ¿Sobrevivirán los unguidos al fin de este mundo?

Por muchos años; de hecho, desde el año 1928, la Sociedad Watchtower ha insistido que algunos Cristianos unguidos sobrevivirán la batalla final de Armagedón. He aquí unos cuantos ejemplos de lo que estamos hablando:

La edición del 15 de Agosto de 1954 de la revista La Atalaya nos dice:

“Por lo tanto, un pequeño grupo del resto unguido sobrevivirá Armagedón para servir por un tiempo en la tierra; tal y como lo desee Dios.”

Dos años después, el 15 de Enero de 1956 La Atalaya dijo:

“Por lo tanto, un remanente del “Cuerpo” de Cristo seguirá participando en la Cena del Señor hasta que sean glorificados, aún después de sobrevivir Armagedón.

En La Atalaya del 15 de Mayo de1960 leemos:

“El reino celestial por el cual Jesus enseño a sus seguidores a orar son los nuevos cielos compuestos de Cristo Jesús y sus 144000 seguidores. Es verdad que el resto de la “Casa espiritual” esperan sobrevivir Armagedón y piensan dedicar “La nueva tierra” a la adoración de Jehová después de la destrucción del viejo mundo.”

Siete años después, La Atalaya nos dice nuevamente:

“A ellos se les conoce como como el resto de los hermanos espirituales de Jesús, pero al ser fieles a través de la lucha, ellos serán acreditados con parte de la conquista. Aquí tenemos una prueba que un resto de los hermanos espirituales de Jesús sobrevivirán a Armagedón “En la carne”, y por lo tanto, permanecerán aún un poco tiempo después en la tierra en su cuerpo físico actual después de la gran batalla. Junto con ellos habrá “Una gran muchedumbre” de personas que servirán con ellos.”

Sin embargo, en el último comentario serio de la Sociedad a este respecto la Sociedad Watchtower se ha retractado de su insistencia dogmática en este asunto y ahora nos dice que la Biblia no dice si el resto unguido sobrevivirá o no.

La edición de La Atalaya del 15 de Agosto de 1990 contestó la pregunta: ¿Sobrevivirán algunos Cristianos unguidos la “Gran Tribulación” y vivirán por un tiempo en el Nuevo Orden antes de ir al cielo? A esta pregunta la revista La Atalaya respondió de la siguiente manera:

“De hecho, la Biblia no dice nada al respecto. Los comentarios que hacemos acerca de la posibilidad que algunos Cristianos unguidos sobrevivirán y pasarán al Nuevo Mundo se hacen con buenas intenciones; hechas a la luz de la Biblia y tomando en cuenta los patrones bíblicos del pasado para encontrar paralelos que puedan ser usados posteriormente. Si es que acaso ninguno de los unguidos permanece en la tierra después de Armagedón eso no es razón para quedar insatisfechos. Nosotros hemos aceptado el hecho que las cuestiones bíblicas son entendidas de mejor manera con el paso del tiempo.”

Ahora bien, aún considerando la posibilidad que ninguno de los unguidos permanezca sobre la tierra después de Armagedón, la Sociedad Watchtower se contradice de manera inconsciente. ¿De qué manera? Bueno, si la Biblia “No dice” nada a este respecto, entonces este aspecto del propósito de Dios es humanamente imposible de comprender; sin embargo, la Sociedad Watchtower nos dice que estas cuestiones bíblicas “Se entienden mejor con el paso del tiempo”. Por lo tanto, si la Biblia guarda silencio en este aspecto entonces este asunto tan vital no es entonces tan “bíblico” como pensamos. Es por eso que de manera ingenua ¡¡La Sociedad nos dice que tendremos que esperar hasta después de Armagedón para saber lo que la Biblia no dice!!

Debido al hecho que este asunto es es de vital importancia puesto que esto tendrá un impacto muy importante en el propósito de Dios y en el cumplimiento de la profecía bíblica, así como en la confianza inamovible de aquellos que con anhelo y ansiedad buscan a Jehová, es obvio; por lo tanto, que la comprensión de este asunto es importantísimo y no un simple tema de especulación.

Lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos si la Biblia verdaderamente “No dice” nada respecto a que si los unguidos sobrevivirán o no Armagedón.

Obviamente, la respuesta es que la Biblia si dice algo al respecto. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que las apreciaciones de la Sociedad Watchtower son erróneas.

Contrariamente a lo que la Sociedad nos ha dicho, la Biblia habla a este respecto y los profetas de Jehová nos dicen que ninguno de los unguidos permanecerá en la tierra después de Armagedon; de hecho, ni siquiera estarán en la tierra a principios de la guerra de Armagedón.

Desafortunandamente, en el transcurso de 75 años la Sociedad Watchtower ha cambiado su postura en varias ocasiones. En el pasado, con la más absoluta confianza nos dijo que algunos unguidos sí sobrevivirían Armagedón. Con el paso del tiempo, un nuevo “Entendimiento” les hizo saber que la Biblia “No dice” nada al respecto. Parece ser que la “Luz” de esta organización, lejos de hacerse más y más brillante, se hace cada vez más tenue y más opaca.

La Sociedad Watchtower ha dejado de tener la autoridad de ser “El único medio” para proveer al pueblo de Dios con el alimento espiritual al tiempo apropiado En vista de la falta de interés de la Sociedad por esclarecer ciertos asuntos es necesario que los testigos de Jehová busquen fuentes alternas de información para enterarse si verdaderamente la Biblia dice o no dice ciertas cosas.

“Todos Los Santos Vendrán Con Él”

Si nos dirigimos al libro de Zacarías leemos lo siguiente: “¡Mira! Viene un día que pertenece a Jehová, y el despojo de ti ciertamente será repartido en medio de ti. Y ciertamente recogeré a todas las naciones contra Jerusalén para la guerra; y la ciudad realmente será tomada y las casas saqueadas, y las mujeres mismas serán forzadas. Y la mitad de la ciudad tendrá que salir al destierro; pero en cuanto a los restantes del pueblo, no serán cortados de la ciudad.”

Lo significativo de esta profecía es que fue escrita después que los Judíos regresaron del destierro en Babilonia. Por lo tanto, ni siquiera es necesario buscarle un cumplimiento primario a esta profecía en algún momento de la historia. La Jerusalén que es objeto del ataque por parte de las naciones no puede ser la Jerusalén literal del Medio Este. Esta ciudad a la que la profecía hace referencia es la “Jerusalén de arriba”; la representación del los santos unguidos que permanecen en la tierra.

default_image_christianismoComo ya sabemos, la Sociedad Watchtower reconoce este hecho; sin embargo, en su obsesión con la importancia profética que la Sociedad Watchtower le ha atribuido al año 1914, la Sociedad Watchtower ha aplicado de manera errónea la profecía de Zacarías 14:1 a acontecimientos que sucedieron en el Siglo XX. No obstante, independientemente de los sufrimientos que hayan padecido nuestros hermanos en esa época, al comparar eso con la descripción profética anteriormente mencionada nos damos cuenta que “No puede haber comparación alguna” por la severidad del caso; y por lo tanto, esta profecía aguarda un cumplimiento futuro. Podemos estar seguros que “El día que pertenece a Jehová” no sucederá de la manera tan inadvertida como la Sociedad Watchtower nos ha hecho creer.

Pero, ¿Qué significado podría tener el hecho que “La mitad de la ciudad irá al detierro y que el remante del pueblo no será cortado de la ciudad?”

La ciudad de Dios – la “Jerusalén de arriba” – es una ciudad única y muy especial. Mientras un número de embajadores unguidos de dicha ciudad celestial permanezcan en la tierra es una ciudad que existe simultáneamente, tanto en el cielo como en la tierra. Sin embargo, cuando los “Ciudadanos de la “Jerusalén de arriba” abandonan la tierra para dirigirse a su residencia celestial, la manifestación terrenal de dicha ciudad ya no existirá más en la tierra. -No es coincidencia que el libro de Revelación nos diga que la “Nueva Jerusalén” baja de los cielos a la tierra después de Armagedón-.

Por lo tanto, “La mitad de la ciudad” que irá al exilio es un reflejo terrenal de la “Jerusalén de arriba”. El resto de los que no serán cortados de la ciudad son aquellos que terminan uniéndose a sus predecesores unguidos en los cielos. En otras palabras, cuando todos los herederos del reino hayan partido será como si la parte terrenal de esta ciudad celestial haya sido abandonada.

De manera interesante, la palabra “Resto” tomada de la traducción al Inglés King James Version, o “Los del resto”; tal y como traduce la versión Nuevo Mundo este término, aplica a aquellos unguidos que permanecen en la tierra después de la trompeta que anuncia la primera resurrección. Debido a la falsedad de la Sociedad Watchtower y a lo erróneo de la cronología respecto al año 1914, podemos decir; sin temor a equivocarnos, que la presencia de Jesús aún no ha comenzado. Siendo este el caso, podemos decir que el término “Remanente” no es apropiado para referirnos al resto unguido en este momento. No obstante, en el futuro el término “Remanente” adquirirá un significado muy especial.

Lo absurdo de la Sociedad Watchtower al aplicar esta profecía de Zacarías al periodo que comprende los años 1918-1919 puede verse en el versículo siguiente, donde leemos: “Y Jehová ciertamente saldrá y guerreará contra aquellas naciones como en el día de su guerrear, en el día de su pelea.”

La Escritura continúa diciéndonos que como respuesta al ataque de las naciones contra la ciudad santa, Jehová; de manera figurativa, toca el Monte de los Olivos con sus pies. Es obvio pensar que si el ataque predicho en contra de “Jerusalen” sucedió hace casi un siglo, la respuesta de Jehová se ha retrasado, y se ha retrasado muchísimo.

La importancia de los versículos posteriores se hace evidente en la parte final del versículo cinco, donde leemos: “Y Jehová mi Dios ciertamente vendrá, y con Él estarán todos los santos.”

¿Quiénes son “Los santos”?

De las 99 veces en que aparece el término “Santos” en la traducción Nuevo Mundo, en muy raras ocasiones se hace referencia a ángeles santos. Casi en todas las ocasiones en que encontramos el término “Santos” es en referencia a los Cristianos unguidos. Al ver que el contexto de Zacarías tiene que ver con la restauración del resto unguido a su condición espiritual aceptable, no hay razón para creer que los santos mencionados en el contexto de Las Escrituras no sean los santos unguidos.

Por lo tanto, ¿Qué debemos pensar al leer que “Todos los santos estarán con Él” en el día de la venganza, sino el que todos los unguidos estarán participando como parte de las fuerzas ejecutoras al lado de Jehová Dios y de su Hijo, Cristo Jesús? Por lo tanto, no tiene sentido el creer que algún unguido estará presente en la tierra durante la guerra de Armagedón, y mucho menos aún después de esta guerra.

Además, ¿Cómo es posible que Dios haga pedazos a Satánas bajo los pies de sus santos, – tal y como Pablo nos dice,- a menos que primeranente estos santos hayan sido transformados en hijos espirituales antes del tiempo de hacer añicos a Satánas?

“Como Con El Degüello De Los Suyos a Quienes Mataron Se Le Tiene Que Matar”

El capítulo 27 de Isaías contiene una de las profecías más profundas de la Biblia. El capítulo comienza con una declaración del juicio de Jehová en contra de Leviatán, -Quien no puede ser otro sino Satánas-. El primer versículo lee: “En aquel día Jehová, con su espada dura y grande y fuerte dirigirá su atención a Leviatán, la serpiente deslizante, aún a Leviatán, la serpiente torcida, y ciertamente matará al monstruo marino que está en el mar.”

De manera correcta, la Sociedad Watchtower reconoce que “La serpiente deslizante” simboliza a Satánas en esta profecía. Por lo tanto, es obvio que laentera profecía tiene conección con el tiempo en que se juzga a todo el mundo bajo el poder de Satánas. Los testigos de Jehová suponen que la Sociedad Watchtower le daría una importancia especial a esta profecía; sin embargo, tristemente, ese no es el caso. La Sociedad Watchtower ha pasado por alto el capítulo 27 de Isaías como si este no tuviera una importancia tan especial. De hecho, en el último “Comentario” acerca de Isaías, la Sociedad Watchtower no ofrece ningún comentario a los versículos que van desde el 7 hasta el 11.

De manera apropiada, al inicio del capítulo 28 el profeta Isaías nos dice la razón por la cual los “Sacerdotes” y los “Profetas” de Dios no muestran ningún entendimiento sobre la palabra y los juicios de Jehová. El profeta nos dice: “Ay de la corona eminente de los borrachos de Efraín, y de la flor marchita de su decoración de hermosura que está sobre la cabeza del valle fértil de los que han sido vencidos por el vino.”

Los profetas de Jehová de la actualidad se encuentran espiritualmente borrachos y por lo tanto no pueden comprender la complejidad de la Palabra de Dios; tal y como lo señala el profeta: “A causa del vino se han descarriado y a causa del licor embriagante han andado errantes. Sacerdote y profeta …se han descarriado a causa del licor embriagante, se han confundido como resultado del vino, han andado errantes como resultado del licor embriagante; se han descarriado en su ver, han tambaleado en cuanto a decisión. Porque todas las mesas mismas se han llenado de sucio vómito….no hay lugar sin él.”

El Cuerpo Gobernante; junto con otros hombres de mucha influencia en la directiva de la Sociedad Watchtower, han tenido embriagados a los testigos de Jehová por mucho tiempo con el vino de la vendimia de 1914. Debido a su borrachera espiritual, nuestros profetas oficiales son incapaces de discernir los juicios futuros de Jehová.

Volviendo al capítulo 27 del libro de Isaías, los versículos 7-8 leen: “¿Cómo el golpe de uno que lo golpea tiene uno que golpearlo? ¿O cómo el degüello de los suyos a quienes mataron se le tiene que matar? Con un grito espantador contenderás con ella cuando la envíes. Él la tiene que expulsar con con su soplo, uno fuerte en el día del viento del este.”

Es un hecho que esta parte del libro de Isaías es muy difícil de descifrar. Ningún ebrio espiritual esperaría poder hacer eso. Lo que hace a esta profecía casi inescrutable es el hecho que existen varios pronombres y eso hace las cosas más confusas y es difícil saber a quién representan “él”, “ella”, “su”, “él-su”, y tú. Por el momento, hagamos lo posible y dediquémonos de la manera más sobria a desentrañar el secreto de esta profecía.

Para situar esta profecía en un contexto de los juicios futuros de Dios debemos primeramente reconocer el hecho que Dios está por disciplinar muy severamente a sus hijos unguidos por sus numerosos pecados y transgresiones. Por ejemplo, Isaías 26:16 sitúa a esta profecía en un periodo que ocurre antes que el pueblo de Dios reciba de manera definitiva su salvación. El versículo lee: “Oh Jehová, durante angustia ellos han dirigido su atención a ti; han derramado un susurro de oración cuando tuvieron de ti disciplina.”

Volviendo a Zacarías por un minuto, en esta ocasión a los versículos finales del capítulo 13, la profecía predice que antes del ataque final a la ciudad santa de Jerusalén, el pueblo de Dios es disciplinado y refinado hasta el grado que Dios considera necesario y terminan siendo aceptos a Dios en el sentido más pleno de la palabra. Zacarías 13:19 lee: “Y ciertamente traeré la tercera parte por el fuego; y realmente los refinaré como al refinar la plata, y los examinaré como al examinar el oro. Ella por su parte invocará mi nombre, y yo, por mi parte, le responderé. Ciertamente diré: Es mi pueblo y ella ciertamante dirá: Jehová es mi Dios.”

Ahora, volviendo a Isaías 27:2-6 leemos: “En aquel día canten a ella:¡Una viña de vino espumante! Yo Jehová la salvaguardo. Cada momento la regaré. Para que nadie dirija su atención contra ella, la salvaguadaré aún de noche y día. No hay furia que tenga yo.”

En los versículos anteriores Jehová se refiere a su pueblo en género femenino. Por lo tanto, eso nos ayuda a determinar a quién corresponde uno de los sustantivos asignados en los versículos 7 y 8. Respecto al sustantivo “su” -femenino-, se nos dice que Jehová la salvaguarda; por lo tanto, podemos decir que se trata de su organización semejante a mujer una vez que ella ha sido purificada. El hecho que Jehová nos dice que no siente furia en contra de su “Mujer” nos hace ver claramente que esto se debe a que Jehová ya descargo la furia que tenía contra ella y que en ese momento ella ya ha sido recomprada. Veáse el comentario: ¿Quién es la Mujer de la Profecía?

En los versículos siguientes, Jehová cambia el pronombre de su organización y se refiere a ella como a “Jacob” . Esto no es raro, pues hay numerosos casos en que esto sucede así. Por lo tanto, debemos reconocer que en este caso tan particular, Jehová; de manera alterna, usa los géneros femenino y masculino de manera indistinta; refiriéndose a Jacob como a “él” y “su”-masculino-, y a la mujer como “su”-femenino-, y a “ella”.

Ahora bien, para poder darnos cuenta de la importancia de esta profecía debemos recordar la profecía original que Dios dio en el Jardín de Edén. Al hablar de manera directa a la Serpiente, Jehová predijo la gran enemistad que existiría entre la “Mujer” de Dios y la Serpiente, así como la rivalidad entre las descendencias de ambas. El capítulo 27 de Isaías despierta nuestra atención de manera significativa respecto a estas dos enigmáticas entidades. El diálogo que se da en el capítulo 27 de Isaías entre Jehová y la Serpiente Original es como un resumen histórico de la primera profecía en el momento de la historia en que Dios por fin ejecuta su juicio en contra de Satánas el Diablo.

Por lo tanto, teniendo en mente a los dos principales protagonistas de este drama, es evidente que la pregunta registrada en el versículo 7 va dirigida hacia su Archirival; Satánas el Diablo, pidiéndole cuentas a la Serpiente por haber matado a “Jacob”, diciéndole: “¿Cómo con el golpe de uno que lo golpea tiene uno que golpearlo?, ¿O cómo el degüello de los suyos a quienes mataron se le tiene que matar?”

Al ver que en esta etapa Dios ya enderezó los asuntos entre Él y su pueblo, Jehová ya no ve razón para seguir permitiendo que esta disciplina continúe en contra de su pueblo. El asesinato de “Jacob” a partir de este momento ya no es aprobado por Dios. Es por eso por lo que Jehová le hace la siguiente pregunta a Leviatán: “¿Tiene uno que golpearlo,……. tiene él que ser muerto?” El Diablo ahora tendrá que responder al Dios Todopoderoso por haber administrado; de manera presuntuosa, el golpe de muerte en contra de los hijos de Dios que aún permanecen en la tierra.

En el versículo siguiente, -8-, el pronombre cambia nuevamente al género femenino, allí leemos: “Con un grito espantador contenderás en contra de ella cuando la envíes. Él la tiene que expulsar con un soplo, uno fuerte en el día del viento del este.”

En el capítulo 12 del libro de Revelación la simbólica mujer que da a luz al reino de Dios es perseguida inmediatamente por Satánas el Diablo. Pero en lugar de un gran y feroz viento, la visión de Revelación nos muestra a Satánas como a un Dragón, desbordante de furia, lanzando un inundante torrencial de agua desde su boca: “Y la serpiente lanzó de su boca agua como un río tras la mujer, para hacer que ella fuera ahogada en el río.”

De manera interesante, mientras el versículo anterior de Isaías nos dice que Jacob es asesinado; ni Isaías ni Revelación nos dicen que la mujer es muerta por el ataque de Satánas. Isaías predice que el dragón llamado Leviatán terrorizará a la mujer de Dios con un “Espantoso grito” y que este dragón contenderá en contra de ella. La profecía también nos dice que él “la expulsará con un soplo.”

Ahora la pregunta es: Si se nos dice que Satánas envía a esta mujer y la expulsa con un soplo. ¿De dónde se le expulsa a esta mujer y hacia donde se dirige después de ser expulsada?

Reflexionemos un momento: Debido a que la rivalidad entre la mujer y la serpiente se da en la tierra, entonces solo podemos deducir que a esta mujer se le expulsa de la mismísima tierra por un fuerte soplo demoníaco desatado en contra de los hijos de Dios. En otras palabras, la mujer es expulsada del ámbito de la tierra cuando su “semilla”, -Jacob-, es asesinado.

Como ya hemos explicado anteriormente, la manifestación terrenal de la Jerusalén de arriba está presente en la tierra solamente hasta que los ciudadanos de la Jerusalén celestial residen en la tierra en sus cuerpos físicos. Es por eso por lo que después que la mujer de Dios es expulsada y Jacob es asesinado, el versículo 10 nos dice: “Pues la ciudad fortificada estará solitaria, la dehesa será dejada sola y abandonada como un desierto.” La “ciudad fortificada” que llega a ser desolada significa “Jerusalén” ; es decir, lo que nosotros en este momento conocemos como la “Organización Visible de Jehová” Sin embargo; en una aparente contradicción, los últimos versículos de Isaías nos dicen que los hijos de Dios son reunidos en la “Montaña” santa de la Jerusalén de Dios. Ahora bien, ¿Cómo es posible que los hijos dispersados de Dios son reunidos en Jerusalén, si, como ya hemos visto, la ciudad ha quedado desolada? Esto es posible si tomamos en cuenta que estamos hablando de dos ciudades; la terrenal y la “Jerusalén de arriba.”

Los últimos versículos del capítulo 27 de Isaías leen así: “Y en aquel día tiene que ocurrir que se tocará un cuerno grande, y los que estén pereciendo en la tierra de Asiria y los que estén dispersados en la tierra de Egipto ciertamente vendrán y se inclinarán ante Jehová en la montaña santa de Jerusalén.”

Los lectores con discernimiento pueden darse cuenta que “El sonar del cuerno grande” es lo que inicia la siega y el recogimiento de los hijos de Israel; esto armoniza con la profecía de Jesús respecto al recogimiento final de los elegidos. Jesús usó palabras similiares cuando dijo: “Y Él enviará a sus ángeles con un gran sonido de trompeta, y ellos recogerán a los elegidos desde los cuatro vientos, de una extremidad de la tierra hasta la otra.”

Debido a que los hijos de Dios que vivían en la tierra fueron asesinados y su lugar de habitación ha quedado solitario, estos hijos; ahora ya resuscitados a la vida celestial, se presentan y se postran ante Jehová mismo en la santa montaña; es decir, en la ciudad real de Dios. Revelación nos muestra a estos 144000 hijos de Dios de pie en la cima del Monte Sión, al lado del Cordero.

Es evidente por lo tanto que cuando los ángeles “Recogen a los escogidos desde los cuatro vientos”, ellos son “segados” al ser asesinados y al morir en su cuerpo fisico como resultado de que los ángeles hayan desatado los “cuatro vientos” de la demoníaca persecución. Esto es precisamente lo que signica el fuerte soplo en el libro de Isaías cuando nos habla del “día del viento del este”. Por lo tanto, “En un abrir y cerrar de ojos”, los hijos asesinados de Dios; es decir, los miembros de la clase Jacob, son reunidos al lado de Dios en preparación para hacer añicos al mundo de Satánas.

En lo que respecta al “Viento del este”, los estudiantes de la Biblia deben recordar que en el libro de Habacuc; una visión inspirada por Dios, Jehová nos exhorta a mantenernos a la expectativa. Hablando de los Caldeos que prefiguraron al Octavo Rey, Habacuc nos dice que el ejército Caldeo: “En su todo viene para simple violencia. El reunirse sus rostros es como el viento del este, y ella recoge cautivos justamente como la arena. Y por su parte se mofa de los reyes mismos, y los altos funcionarios es algo de lo cual reirse. Por su parte se rie hasta del lugar fortificado, y amontona polvo y lo toma . En aquel tiempo ciertamente se moverá adelante como viento y pasará a través y realmente se hará culpable. Este poder suyo se debe a su dios.”

Volviendo nuevamente a la pregunta que se planteo al inicio de este comentario bíblico: ¿Sobrevivirá el Cristianismo al fin de este mundo? Isaías nos da la respuesta en el versículo 9, pues allí leemos: “Por lo tanto, mediante esto quedará expiado el error de Jacob, y este es todo el fruto cuando Él quite su pecado, cuando haga todas las piedras sobre el altar como terrones de Creta que han sido pulverizados, de manera que no se levantarán los postes sagrados ni los estantes de incienso.”

Como ya hemos visto, aunque el lenguaje que se usa en la profecía se da en un ámbito primitivo, el capítulo 27 de Isaías es realmente una visión que tiene que ver con la culminación de la guerra entre los hijos de Dios contra Satánas y su descendencia. Pero ¿Qué significa el hecho de que el error de Jacob será expiado? Esto significa que el rescate habrá cumplido su primer objetivo en referencia al Israel espiritual. Para ese entonces ya no será necesario que la sangre de Jesús sea rociada sobre el altar para cubrir los pecados del Israel espiritual. En aquel tiempo la congregación Cristiana de Jesús habrá sido perdonada por completo de su error. Por lo tanto, cuando el último de los hermanos unguidos de Jesús es resuscitado a una vida inmortal en los cielos como hijo de Dios, Jesús ya no necesitará actuar como mediador del Nuevo Pacto. Será como si el altar sobre el cual se presentaba la sangre de Jesús como sacrificio hubiera sido “Pulverizado” y “Demolido”; para ese entonces este sacrificio habrá cumplido su propósito.

El apóstol Pablo nos dice que que el Memorial por la Muerte de Cristo se celebra solamente hasta la llegada del Señor, después de esto ya no es necesario. Pablo escribió: “Porque cuantas veces coman este pan y beban esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor hasta que Él llegue.”

Por lo tanto, para contestar si el Cristianismo verdadero sobrevivirá al fin de este mundo podemos responder afirmativamente que no. Una vez que los 144000 hermanos de Jesús hayan sido resuscitados a la vida celestial, el Cristianismo; como lo conocemos en este momento, no existirá más.

Isaías continúa describiendo la situación en la que se encontrarán aquellos que hayan sido abandonados en la tierra; es decir, la gran muchedumbre: “Pues la ciudad fortificada estará solitaria, la dehesa será dejada sola y abandonada como un desierto. Allí pacerá el becerro, y allí se echará; y él realmente consumirá las ramas mayores de ella. Cuando se hayan secado sus tallitos, las mujeres que vienen los quebrarán, los encenderán. Pues no es un pueblo de agudo entendimiento. Por eso su Hacedor no les mostrará misericordia, y su propio Formador no les mostrará favor.”

El profeta Jeremías de manera muy precisa nos dice acerca de nuestra falta de capacidad para guiar nuestras vidas de manera éxitosa independientes de la dirección de Jehova. Él escribió: “Porque se bien, oh Jehová, que al hombre terrestre no le corresponde su camino, no pertenece al hombre siquiera dirigir su paso.”

Según las palabras de Jesús, aquellos elegidos por Dios terminarán brillando como el sol en el reino de su Padre, – reflejando la iluminación divina al tener el privilegio de ver el semblante de Dios con sus ropios ojos-. No hay duda pues que la revelación de los hijos de Dios tiene conección con la revelación del Señor Jesús y esta revelación será el despliegue de una impresionante manifestación de luz antes de abandonar la tierra. Sin embargo, una vez que los elegidos de Dios hayan abandonado la tierra, ¿Qué pasará con aquellos que permanezcan en la tierra y que dependan del “Esclavo Fiel y Discreto” para su alimentación espiritual?

De manera simbólica, como ya hemos leído, Isaías nos muestra a las otras ovejas, -en esta profecía simbolizada por becerros,- como alimentándose de los“tallitos” que ha dejado Jacob, y se nos dice que “Las mujeres” arrancarán y quemarán estos tallos para encender un pequeño fuego. El que a estos “Becerros” se les muestre como a “Mujeres” parece simbolizar el hecho que; como las otras ovejas, ellas están en sumisión semejante a la de una esposa respecto a la clase Jacob antes de la partida de ellos hacia las regiones celestiales. Debido a que el esclavo fiel no ha preparado a estas ovejas para la violenta partida de Jacob, a ellos; a los que son abandonados en la tierra, Jehová Dios los describe como un pueblo sin entendimiento agudo, Jehová no les muestra favor alguno una vez que sus guías espirituales abandonan la tierra, y por un momento los deja solos para que se las arreglen como puedan, después de la ausencia de Jacob.

Por lo tanto, lejos que la Biblia “No diga nada” repecto al fin del Cristianismo verdadero, el capítulo 27 de Isaías, así como otras partes de la profecía, dicen mucho acerca de si los unguidos sobrevivirán o no la guerra de Armagedón.