Babilonia fue el tercer imperio de la profecía bíblica. Llegó a la posición dominante después de derrocar a la capital asiria de Nínive alrededor del año 632 aC. Alrededor de siete años más tarde, los ejércitos combinados de Asiria y Egipto fueron derrotados de forma decisiva en la batalla de Carquemis, no lejos de la moderna ciudad siria de Alepo que últimamente ha sido noticia. La victoria del rey Nabucodonosor sobre los dos primeros imperios fue un punto de inflexión estratégico que abrió el camino para que el monstruo caldeo  inundara el sur, incluyendo a Canaán.

Mientras que los historiadores confirman estos acontecimientos que están registrados en la Biblia, ellos pasan por alto el hecho que Nabucodonosor estaba actuando como el agente castigador oficial de Jehová. Antes de que Babilonia llegara al poder, los profetas predijeron que todos los tesoros de Jerusalén serían saqueados y los judíos serían llevados a Babilonia hasta que pagaran su deuda con Jehová, el Dios de Israel.

Además, Dios usó a Babilonia para aniquilar a numerosas naciones como Moab, Amón, Edom, la ciudad de Tiro e incluso la tierra de Egipto. De hecho, se decía que Babilonia había destruido toda la tierra. Babilonia fue descrita como el martillo de Jehová para aplastar a todas las naciones. ¿Hipérbole? No. Más bien, un patrón profético de las cosas por venir.

Con el tiempo, 70 años para ser precisos, Jehová juzgó a Babilonia también. De alguna manera, los invasores  desviaron el río Eufrates, permitiendo que los ejércitos combinados de los medos y persas se deslizaran a través de la oscuridad y entraran en  la impenetrable fortaleza por medio de las puertas abiertas ubicadas frente al río. Así, en una noche, el 2 de octubre de 539 aC, la poderosa Babilonia fue derribada y su rey asesinado.

Como si quisiera subrayar que el derrocamiento del reino de los caldeos fue un acto de Dios, fue precisamente esa misma noche que un príncipe judío llamado Daniel interpretó unas palabras que aparecieron en la pared del palacio de Belsasar que anunciaban que el fin de Babilonia era inminente.

Como había sido predicho en Isaías doscientos años antes, Ciro, a quien Jehová llamó “mi ungido” -literalmente, mi mesías- liberó a los judíos del cautiverio y les permitió regresar a su tierra natal y reconstruir Jerusalén y el templo.

Aunque Irak se ha comprometido a construir una réplica de tamaño completo de la ciudadela una vez poderosa sobre el Éufrates como un destino turístico, la verdadera Babilonia no es más que un montículo de ruinas, tal como Jehová predijo.

Sin embargo, algo mucho más significativo que la antigua ciudad literal, es el papel que el imperio de los caldeos una vez jugó en el escenario mundial, el cual proyecta una sombra profética de gran alcance. ¿Y cuál es esa sombra? Babilonia tipifica al último reino -el octavo rey del Apocalipsis que está destinado a gobernar el mundo por ‘’una hora’’. El octavo rey, de hecho, cumplirá todas las profecías concernientes a la confrontación final entre las naciones y el Reino de Cristo.

La profecía de Habacuc describe al reino de los caldeos siendo nombrado por Dios para ejecutar juicios, llevando el castigo de Dios a todas las naciones. Sin embargo, aunque habla en términos antiguos de caballos, arqueros y caballería, la profecía tendrá un cumplimiento futuro. Es por eso que Dios ordenó a su profeta: “Escribe [la] visión, y pon[la] claramente sobre tablas, para que el que lea de ella en voz alta lo haga con afluencia. Porque [la] visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde. ’’

Mientras la Watchtower afirma con razón que la visión es todavía para el tiempo señalado en el futuro, contradictoriamente los profetas de Bethel suponen que el agente castigador autorizado de Dios ya ha comenzado su trabajo. De acuerdo con la Atalaya del 1 de febrero de 2000, el caldeo moderno es una mezcolanza de varias naciones belicistas e incluso narcotraficantes y estafadores, que han oprimido y defraudado a la gente del mundo durante el pasado siglo.

Al mismo tiempo, también afirman contradictoriamente que la conquista de Babilonia de Judá prefigura la futura destrucción de Babilonia la Grande; esto, a pesar de que el ataque caldeo contra “Judá” provoca en última instancia la ira de Dios, como Habacuc predice: ‘’ Con denunciación fuiste marchando [por] la tierra. En cólera fuiste trillando [las] naciones. Y saliste para la salvación de tu pueblo, para salvar a tu ungido. Hiciste pedazos al cabeza de la casa del inicuo. Hubo un poner al descubierto el fundamento, hasta el mismo cuello. Con sus propias varas traspasaste [la] cabeza de sus guerreros [cuando] se movieron tempestuosamente para esparcirme. ’’

(La verdadera interpretación de la profecía de Habacuc se presenta en detalle en el libro Jehová Mismo Ha Llegado A Ser Rey. La segunda edición (2010) está disponible en un sitio web, incluyendo una versión completa en audio. La edición 2010 también está disponible en un sitio web en francés y español y como un libro ilustrado en iTunes. (No compre el libro electrónico no autorizado de Apple. La edición ilustrada es gratuita) La Edición Final (2016) está disponible en formato PDF para su descarga y como un libro encuadernado para compra en Amazon.)

El que Babilonia sea un tipo del último rey es evidente por el hecho de que el capítulo 13 de Isaías también presenta a Babilonia como el vengador designado por Dios que trae  ruina a toda la tierra habitada.

Sin embargo, la profecía de Isaías revela que la destructiva conquista de Babilonia del mundo es el precursor inmediato del día de Jehová. He aquí lo que Jehová dijo: ”  Yo mismo he dado la orden a mis santificados. También he llamado a mis poderosos para [expresar] mi cólera, a mis eminentemente alborozados. ¡Escuchen! ¡Una muchedumbre en las montañas, algo semejante a un pueblo numeroso! ¡Escuchen! ¡El alboroto de reinos, de naciones reunidas! Jehová de los ejércitos está reuniendo en formación militar al ejército de guerra. Vienen desde la tierra lejana, desde la extremidad de los cielos, Jehová y las armas de su denunciación, para destrozar toda la tierra.  ” ¡Aúllen, porque el día de Jehová está cercano! Como despojo violento de parte del Todopoderoso vendrá. Por eso todas las manos mismas caerán, y el entero corazón mismo del hombre mortal se derretirá. Y la gente se ha perturbado. Convulsiones y dolores de parto mismos se apoderan; están con dolores como una mujer que está dando a luz. Se miran unos a otros con asombro. Sus rostros son rostros inflamados. ”¡Miren! Viene el mismísimo día de Jehová, cruel tanto con furor como con cólera ardiente, a fin de hacer de la tierra un objeto de pasmo, y para aniquilar a los pecadores [de la tierra] de en medio de ella. Porque las mismísimas estrellas de los cielos y sus constelaciones de Kesil no despedirán su luz; el sol realmente se oscurecerá al salir, y la luna misma no hará brillar su luz. “

El derrocamiento de la Babilonia antitípica será realizado por el ungido de Jehová, Cristo. Resultará en el fin del reinado de Satanás sobre las naciones. Es por eso que en el capítulo 14 de Isaías el fin de Babilonia trae paz y tranquilidad a la tierra. Y es por eso que de todos los otros reyes y sus imperios que han ido y venido se dice que están en tumbas conmemorativas,  ya que a diferencia de Babilonia, no trataron de suplantar el trono de Dios. A diferencia de ellos, el rey de Babilonia no recibe un entierro honorable. Isaías dice de él: ” Todos los otros reyes de las naciones, sí, todos ellos, han yacido en gloria, cada uno en su propia casa.  Pero en cuanto a ti, tú has sido arrojado sin sepultura para ti, como un brote detestado, vestido de muertos atravesados por la espada que bajan a las piedras de un hoyo, como un cadáver pisoteado.  No llegarás a unirte con ellos en un sepulcro, porque arruinaste tu propia tierra, mataste a tu propio pueblo. Hasta tiempo indefinido la prole de los malhechores no será nombrada. ’’

El final vergonzoso de Babilonia armoniza con lo que se revela en Apocalipsis; a saber, que el último rey sufrirá una muerte ignominiosa, siendo sumergido en el lago de fuego, donde el humo de su tormento ascenderá para siempre y los cadáveres de sus partidarios servirán como un gran festín para las aves del cielo.

Ciertamente así como Babilonia, Asiria, Egipto, Persia, Grecia, Roma y el actual dúo angloamericano, han tenido todos sus consortes religiosos para santificar sus guerras y conquistas, así también, el octavo rey es descrito teniendo relaciones inmorales con la prostituta internacional conocida como Babilonia la Grande. Ciertamente, el octavo y último rey será un gobierno mundial al que todos los reyes de la tierra darán su autoridad y es muy probable que Babilonia la Grande se manifiesta como una religión panteísta global.

Contrariamente a las interpretaciones impuestas por la Watchtower a los testigos de Jehová, tales como la noción de que los Estudiantes de la Biblia fueron liberados del cautiverio espiritual en Babilonia el Grande en 1919, no sólo el último reino no ha comenzado a ejercer su poder,  sino que el pueblo de Dios  tampoco ha ido en cautividad a la Babilonia mayor.

Desde que comencé a publicar en línea  en 2002, he hablado sobre el futuro juicio de la casa de Dios. A través de envíos masivos de cartas abiertas, folletos y el libro antes mencionado, la directiva de los testigos de Jehová ha sido  advertida con respecto al juicio venidero de Jehová y las razones de este. No estoy al tanto de los detalles de cómo las cosas se desarrollarán exactamente, tal como  los profetas de la antigüedad no entendieron cómo las palabras de Dios se cumplirían. Ellos simplemente hicieron el anuncio por adelantado, como he hecho yo.

En respuesta, la Watchtower ha reafirmado y asegurado a los testigos de Jehová que Cristo ya ha venido con el fuego del refinador y la lejía de un lavandero. No hay problemas con Dios. Ellos se creen tan  blancos y sin manchas como la nieve.

Con respecto a esto, hay un interesante paralelo con lo que ocurrió inmediatamente antes de la conquista de Babilonia de Judá. Durante muchos años Jeremías hizo saber a los judíos que el juicio de Jehová venía. Pasjur, hijo de un sacerdote y comandante principal de la casa de Jehová en Jerusalén, hirió a Jeremías y lo puso en un cepo. En respuesta, sin embargo, Jeremías profetizó, cambiando el nombre de Pasjur a “Temor todo en derredor” para subrayar la certeza de la tempestad temible que con seguridad Jehová iba a traer sobre ellos. Jeremías continuó diciendo: “Y en cuanto a ti, oh Pasjur, y todos los habitantes de tu casa, se irán al cautiverio; y a Babilonia llegarás, y allí morirás, y allí serás enterrado tú mismo con todos tus amadores, porque les has profetizado en falsedad. ‘’

Como Pasjur, los principales comisionados de Betel – “Betel” que es la palabra hebrea para la casa de Dios – han profetizado en pura falsedad. El Cuerpo Gobernante cree que puede controlar el juicio de Jehová simplemente escribiendo su propia historia con un estilo falso. ¡Qué equivocados están! ¡A Babilonia llegarán!

¿Cómo va a suceder eso? Ese será el tema de un  futuro artículo.