El sitio web jw.org tiene un artículo titulado: ¿Qué significa el número 666?

La respuesta vaga de la Watchtower no explica nada y trivializa el significado de la marca de la bestia. El breve artículo da a entender que el siguiente párrafo es la respuesta de la Biblia:

El último libro de la Biblia habla de una bestia de siete cabezas y diez cuernos que sale del mar y que lleva un nombre en forma de número: 666 (Revelación [Apocalipsis] 13:1, 17, 18). Esta bestia representa el sistema político mundial, el cual ejerce poder ‘sobre toda tribu y pueblo y lengua y nación’ (Revelación 13:7). El número 666 indica que dicho sistema constituye un fracaso total a la vista de Dios”.

La afirmación anterior es aparentemente cierta, pero muy engañosa. ¿De qué manera? La organización da a entender, como se hace evidente en el resto del artículo, que todo el sistema político tal como existe actualmente en la forma de casi 200 países obliga a las personas a adorarlo y a recibir la marca. Sin embargo, Apocalipsis indica que se trata de una imagen singular la que será adorada, al igual que la imagen dorada que Nabucodonosor erigió en la llanura de Dura cuando ordenó a representantes de todo el reino compuesto por muchas lenguas y nacionalidades que vinieran y se inclinaran ante la imagen. 

En cuanto al significado del número 666, este representa algo más que un fracaso. En realidad, la bestia tendrá éxito, al menos hasta el punto de lo que se le permitirá hacer.

El número 6 representa imperfección. Muchas veces, los números que se mencionan en la Biblia son simbólicos. El número 7 comunica la idea de plenitud o perfección. Y el número 6 —que antecede al 7— representa algo incompleto o imperfecto desde la perspectiva divina y suele estar vinculado a los enemigos de Dios (1 Crónicas 20:6; Daniel 3:1)”.

Los números se usan de manera simbólica en la Biblia, eso es cierto. En Apocalipsis, el número siete se utiliza para simbolizar la perfección de Dios. Por ejemplo, las siete congregaciones, las siete estrellas, los siete candelabros de oro, los siete espíritus de Dios, el Cordero de Dios con siete cuernos y siete ojos, los siete sellos del rollo, los siete ángeles con siete copas y siete trompetas, y los siete truenos.

No obstante, a Satanás el Diablo también se le simboliza como un dragón de color de fuego con siete cabezas y siete coronas. ¡Y él difícilmente es perfecto! Así que, por un lado, está el Rey de reyes designado por Jehová, simbolizado como un cordero con siete cuernos y siete ojos, y, por otro lado, una monstruosidad de siete cabezas con siete cuernos y siete coronas. La bestia de siete cabezas que asciende del mar es un reflejo del dragón de siete cabezas.

No es necesario reafirmar lo obvio: los gobiernos humanos tienen fallas. El 666 significa que existe una relación entre el dragón de siete cabezas con siete coronas y el Cordero con siete cuernos y siete ojos. ¿Cuál es esta? La relación entre los dos consiste en que ambos afirman gobernar el mundo. El 666 simboliza que la bestia es una falsificación del Reino de Dios, incapaz de replicar con precisión la perfección celestial en la Tierra, pero lo suficientemente cerca como para ser adorada por las masas. Sin embargo, esta falsificación aún no existe por la sencilla razón de que Cristo no está gobernando.

“Las Escrituras declaran que hay personas que reciben ‘la marca de la bestia salvaje’ debido a que la siguen ‘con admiración’ y hasta la adoran (Revelación 13:3, 4; 16:2). Esto lo hacen al dar culto al Estado, sus símbolos patrios y su poder militar. El Manual de ciencia política de Miquel Caminal Badia dice que ‘el nacionalismo constituye una especie de religión’. Y cierta obra de referencia señala: ‘El nacionalismo se ha convertido en una forma dominante de religión en el mundo moderno’ (The Encyclopedia of Religion)”. 

Ah, ahora la Watchtower traiciona su ignorancia deliberada. En realidad, el nacionalismo no es el flagelo que afirma la Watchtower. El flagelo de la humanidad es el Imperio británico. El Imperio está en guerra con las naciones. El nacionalismo y el populismo son anatemas para los globalistas. Es cierto que el Imperio explota el nacionalismo cuando quiere una guerra, pero la intención de este es aplastar el sistema actual de naciones independientes y soberanas por completo y establecer un nuevo orden mundial, un gobierno mundial, como el Reino de Dios.

El príncipe Carlos ya ha puesto en marcha un plan para destruir la producción de energía y alimentos, mientras que los gobernantes de Estados Unidos han sido subvertidos por el Imperio, al haber puesto de presidente a un títere. Los patriotas se han convertido en enemigos del estado. La élite quiere ponerle fin al nacionalismo. Incluso el que suene el himno nacional en eventos deportivos se considera algo que solo apoyan los supremacistas blancos. El proceso de desmoronamiento ha avanzado bastante, como lo demuestra el ataque a la historia estadounidense y el derribo de estatuas icónicas, lo cual permitió que millones de inmigrantes ilegales cruzaran la frontera trayendo toneladas de fentanilo para matar a la generación más joven, sin mencionar el socavamiento de la Carta de Derechos, etc. El marxismo es simplemente una fachada para destrozar la nación y permitir que el Imperio recoja los pedazos.

El culto a la bestia no se manifiesta a través del simple patriotismo. Si así fuera como la gente recibiera su marca, miles de millones de personas ya la tendrían, lo cual es, por supuesto, lo que la Watchtower está insinuando. Pero si ese fuera el caso, entonces no tendría sentido predicar las buenas noticias de salvación. ¿O es que el Cuerpo Gobernante es tan obtuso que no reconoce que aquellos que reciben la marca de la bestia son condenados a la destrucción eterna? ¿No nos indican las Escrituras que sus nombres no están escritos en el rollo de la vida? ¿Qué significa eso si no muerte permanente?

Lo que hace que la organización dé este tipo de explicaciones a temas tan profundos y serios es su terca obsesión con 1914. Puesto que, como todos sabemos, ellos afirman que ese fue el año en que Cristo comenzó a gobernar, y, por lo tanto, el año en que el gran dragón fue arrojado a la tierra y la bestia fue herida mortalmente, la cual aparentemente se recuperó con rapidez y se hizo una imagen de sí misma en la forma de la Liga de las Naciones, de la cual la nación líder del mundo, Estados Unidos, ni siquiera era miembro.

Es verdaderamente triste que los testigos de Jehová crean en esos sinsentidos, y por eso será necesario que el sistema colapse por completo: para hacer que ellos despierten. Eso es lo que simboliza el golpe mortal en la cabeza de la bestia. La recuperación milagrosa significará que la bestia gobernará en total oposición al Reino de Cristo. Independientemente de lo que diga el Cuerpo Gobernante, ese no ha sucedido aún.

Hasta ahora, Cristo ha utilizado a los gobiernos actuales para hacer avanzar su obra. Estados Unidos ha sido especialmente bendecido por Dios como un refugio para la libertad religiosa. Por esa razón es que han prosperado los testigos de Jehová y la Watchtower. El golpe mortal sobre la cabeza de la bestia significará que Cristo ha terminado de usar a los gobiernos de este mundo. Cualquiera que obedezca a la bestia después de que ascienda del abismo demostrará ser enemigo de Jehová y Cristo y, por lo tanto, condenado a la muerte segunda.