Esta es la segunda parte de mi respuesta a lo publicado en la sección “preguntas de los lectores” de La Atalaya de agosto de 2025.
No creo que la mayoría de los testigos de Jehová, si es que hay alguno, comprenda que la Watchtower se ha repudiado a sí misma y ha contradicho la Biblia. Según publicaciones anteriores de la organización, Babilonia la Grande cayó en 1919. El llamado a “salir de ella” se ha intensificado desde entonces. Y, por supuesto, ese mensaje se basa en lo que dice el capítulo 18 del libro de Apocalipsis, donde se nos da una advertencia adicional: “si no quieren ser cómplices de sus pecados y si no quieren recibir parte de sus plagas”.
Así que, según la Biblia, quienes no hayan salido de Babilonia la Grande para cuando caiga el juicio de Dios sobre ella serán castigados, compartiendo sus pecados y recibiendo parte de sus plagas. Eso no suena bien. Pero ahora, según el “entendimiento aclarado” de la Watchtower, no es necesario salir de Babilonia antes de su destrucción. Dios es así de bondadoso y misericordioso. Esto es lo que se declara:
“Cualquiera que se ponga de parte de Jehová después de la destrucción de Babilonia la Grande tendrá el honor de apoyar a los hermanos de Cristo que todavía estén en la Tierra, y así ser considerado oveja”.
¿Qué motivaría al Cuerpo Gobernante, o a quienquiera que esté escribiendo esto, a contradecir directamente la Palabra de Dios e incluso una enseñanza arraigada de la Watchtower? Solo hay una respuesta, y es inquietante. Es un reflejo de la apostasía que ha infectado a los líderes de la organización. Y es el cumplimiento de la profecía: “ese día no vendrá sin que antes llegue la apostasía”.
La intención siempre ha sido glorificar a la Watchtower como el Reino de Dios. Por eso, por ejemplo, se ha presentado a la organización como un paraíso espiritual. Aunque decenas de miles de niños han sido manipulados, abusados sexualmente y algunos violados violentamente por depredadores sexuales, el Cuerpo Gobernante afirma que no hay hombres perversos en las congregaciones. No hay mentira que no digan para enaltecer a la Watchtower como la fuente eterna de verdad y luz espiritual.
Y por eso afirman con audacia que la Watchtower emitirá instrucciones que salvarán vidas durante la tribulación. Pero lo peor es lo último con lo que salieron: que los testigos de Jehová estarán en las esquinas con sus exhibidores hasta el fin del mundo. El problema es que la Watchtower ha rechazado la palabra de Dios. La Biblia, en particular las profecías hebreas, explica con mucha claridad, aunque en lenguaje simbólico, cómo y cuándo terminará la predicación. El libro de Joel es especialmente detallado en ese sentido.
Hace más de un cuarto de siglo, incluso antes de e-watchman, presenté por primera vez al Cuerpo Gobernante ensayos escritos, e incluso hablé por teléfono con un hermano sobre la interpretación absurda de la Watchtower de la profecía de Joel, en concreto, sobre lo absurdo de que las langostas simbolizaran a los testigos de Jehová. Aunque me reprendieron por atreverme a corregir a los exaltados, después de más de 20 años, la Watchtower finalmente recibió una “nueva luz”.
Solo que su “nueva luz” era falsa. Lo que hizo la Watchtower fue descartar por completo el mensaje de Joel al afirmar que la plaga de langostas no tiene un cumplimiento moderno. Aun así, se espera que los testigos de Jehová crean que Joel 2:28, 29 se cumplió en 1919. Sin embargo, el engaño de esa interpretación radica en que el derramamiento del Espíritu sobre los hijos e hijas ungidos, e incluso sobre los esclavos y esclavas (las otras ovejas), es la compensación que Dios ofrece por la destrucción causada por las plagas de langostas. (Haga clic aquí para ir al enlace del artículo de La Atalaya sobre Joel).
De hecho, la profecía de Joel predice el fin de la predicación. Léalo usted mismo:
Porque una nación poderosa e innumerable ha invadido mi país. Sus dientes son como los dientes de un león, y sus mandíbulas son como las de un león. Ha devastado mi vid y ha convertido mi higuera en un tocón. Las ha desnudado por completo y las ha echado aparte, dejando sus ramitas peladas. Laméntense como lo hace una virgen que se viste de tela de sacopor el novio de su juventud. Ya no se llevan más ofrendas de grano ni ofrendas líquidas a la casa de Jehová. Los sacerdotes, los siervos de Jehová, están de duelo. El campo ha sido arrasado y el suelo está de duelo. El grano ha sido arrasado, el vino nuevo se ha secado, el aceite se ha acabado. Los agricultores están desesperados y los viñadores se lamentan a causa del trigo y la cebada. La cosecha del campo se ha echado a perder. La vid se ha secado, la higuera se ha marchitado. El granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo se han secado. La alegría se ha convertido en vergüenza entre el pueblo. Vístanse de tela de saco y estén de duelo, sacerdotes. Laméntense, siervos del altar. Vengan y pasen la noche vestidos de tela de saco, siervos de mi Dios. Porque ya no se llevan ofrendas de grano ni ofrendas líquidas a la casa de su Dios. Ordenen un ayuno; convoquen una asamblea solemne. Reúnan a los ancianos junto con todos los habitantes del país en la casa de Jehová su Dios, y clamen a Jehová por ayuda. ¡Ay, qué día tan terrible será! Porque el día de Jehová está cerca y vendrá como una destrucción de parte del Todopoderoso. ¿No se ha quitado de delante de nuestros propios ojos el alimento? ¿Y no se han quitado de la casa de nuestro Dios la alegría y la felicidad? Las semillas se han resecado bajo sus palas. Los almacenes están vacíos. Los graneros se han demolido porque el grano se ha secado. ¡Hasta los animales se lamentan! ¡Las manadas de vacas van de un lado para otro confundidas porque no tienen pastos! Y los rebaños de ovejas sufren el castigo. A ti, oh, Jehová, te llamaré, porque el fuego ha devorado los campos de pasto del desierto y las llamas han consumido todos los árboles del campo. Hasta los animales salvajes te buscan, porque las corrientes de agua se han secado y el fuego ha devorado los campos de pasto del desierto” (Joel 1:6-20).
Nadie que haya sido enseñado por Jehová creerá que él hablaba en términos literales. La higuera secándose, la cosecha pereciendo, los árboles del campo marchitándose, los graneros derribados, los pastos consumidos por el fuego, todos esos son símbolos que representan el fin repentino de la predicación y la enseñanza de las buenas noticias.
No se menciona a Babilonia en ninguna parte del libro de Joel. Eso se debe a que sus profecías no tuvieron un cumplimiento antiguo. Están programadas para el día de Jehová. No es casualidad que Jesús predijera la desolación total de “Jerusalén” durante la conclusión, y eso es lo que se describe en Joel. Y si Jerusalén no representa a la congregación cristiana, nos preguntamos lo siguiente: ¿por qué dio Jesús instrucciones vitales para huir de la ciudad condenada cuando veamos la cosa repugnante donde no debe estar?
El Cuerpo Gobernante y sus ayudantes han recibido mi mensaje, pero lo han rechazado. Y como mi mensaje se basa en el libro de Joel, han relegado la profecía a un cumplimiento antiguo, al pasado. Han rechazado el mensaje de Dios.
El Cuerpo Gobernante me ha enviado un mensaje. Astutamente han tomado el logotipo de e-watchman y sutilmente lo han retratado (a mí) como Satanás el Diablo. Por lo tanto, estoy obligado a responder, o mejor dicho, a enviarles la respuesta de Jehová:
“Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que dice Jehová: “¿Acaso ellos caerán y no se levantarán de nuevo? Si uno se vuelve atrás, ¿no se volverá también el otro? ¿Por qué este pueblo, Jerusalén, persiste en su infidelidad? Se aferran al engaño; se niegan a volver. Presté atención y me quedé escuchando, pero la manera en que hablaban no estaba bien. Nadie se arrepentía de su maldad ni preguntaba ‘¿Qué he hecho?’. Cada cual insiste en volver a ir por donde va la mayoría, como el caballo que se lanza a la batalla. Hasta la cigüeña en el cielo conoce sus estaciones; la tórtola, el vencejo y el tordo se apegan al tiempo de su regreso. Pero mi propio pueblo no entiende el juicio de Jehová”’. ‘¿Cómo pueden decir ustedes “Somos sabios y tenemos la ley de Jehová”? Porque, en realidad, la pluma engañosa de los escribas solo se ha usado para falsedades” (Jeremías 8:4-8).