Viernes 19 de febrero

Vengan conmigo; vamos a un lugar retirado para que descansen un poco (Mar. 6:31).

Jesús sabía que tanto él como sus apóstoles necesitaban descansar de vez en cuando. Pero en aquel tiempo, igual que hoy, muchas personas tenían una actitud como la del hombre rico de una parábola de Jesús. Este hombre se decía: “Tómatelo con calma, come, bebe, disfruta” (Luc. 12:19; 2 Tim. 3:4). Lo más importante para aquel hombre eran el descanso y los placeres. En cambio, Jesús y los apóstoles no se centraban en disfrutar de los placeres de la vida. Tratamos de imitar a Jesús utilizando nuestro tiempo libre no solo para descansar, sino para predicar y asistir a las reuniones. De hecho, consideramos tan importantes estas dos actividades sagradas que hacemos todo lo posible por llevarlas a cabo con regularidad (Heb. 10:24, 25). Es más, asistimos a las reuniones y buscamos oportunidades de hablar de la verdad con las personas incluso cuando estamos de vacaciones, no importa dónde (2 Tim. 4:2). w19.12 7 párrs. 16, 17

Nos encontramos en un tiempo bastante extraño. Muchos quisiéramos evitar esta horrible realidad, debido a que todo ha cambiado muchísimo en poco tiempo. Ya ha pasado casi un año completo desde que la pandemia comenzó a afectar el mundo entero. Incluso antes de que comenzaran los cierres y confinamientos ordenados por algunos gobiernos, la Organización se apresuró a tomas medidas extremas, como suspender el ministerio público, las asambleas y cerrar todos los salones del reino del mundo.

Sin embargo, teniendo en cuenta el texto del hoy, si es demasiado arriesgado e incluso imprudente para los testigos de Jehová estar en la esquina de una calle o reunirse en un salón del reino, ¿sería prudente que alguno de ellos se fuera de vacaciones? Qué desubicado y sin sentido suena eso, ¿cierto?

A pesar del hecho de que la Sociedad Watchtower es una de las compañías editoriales más grandes del mundo, la cual cuenta con un personal permanente de investigadores, escritores e ilustradores y posee un alcance que no tiene ninguna otra página de Internet al contener información en más de mil idiomas, nos encontramos con “alimento espiritual” que claramente no concuerda con lo que estamos viviendo actualmente. Lamentablemente, al parecer, esto nos demuestra que el tan amado “centinela” nombrado supuestamente por Jesús en 1919 ha perdido contacto con la realidad.

Todo esto es muy extraño, especialmente por el hecho de que a ellos se les ha dado la comisión de nutrir a las ovejas con alimento al tiempo debido, lo cual no están haciendo ahora. En vez de eso, después de casi un año sin reuniones ni servicio del campo, el “esclavo fiel” se encuentra dando a los “sirvientes de la casa” un plato de comida fría “recalentada” sobrante de años anteriores. ¿No deberían ser alimentados los hermanos en estos tiempos extraordinariamente difíciles con una dieta más fortalecedora espiritualmente? Claro, el texto diario se basa en fragmentos extraídos de artículos de La Atalaya escritos anteriormente. Eso lo entiendo. Además, las grandes corporaciones tienen políticas y procedimientos que son difíciles de cambiar o reorientar a último momento. Eso también lo entiendo. Pero es que no solo se trata del texto diario. Tomemos, por ejemplo, la edición de estudio de la revista La Atalaya de abril de 2021 y el artículo que encontramos en ella titulado “¡Ahora me encanta predicar!”, el cual resalta la alegría de ser precursor. Sin embargo, todos sabemos que actualmente Vanessa y los demás millones de precursores y publicadores no pueden participar en el ministerio como antes.

Dadas estas nuevas circunstancias, ¿no deberían publicarse artículos más relevantes, quizás destacando cómo a los testigos de Jehová les encanta sentarse en casa a escribir cartas y hacer llamadas telefónicas no solicitadas a extraños?

No obstante, esto no se trata de que el Cuerpo Gobernante no sea consciente de la realidad actual. Todos sabemos que publican actualizaciones mensuales relacionadas con la pandemia por medio de vídeos, a través de los cuales informan el creciente número de muertos entre los testigos de Jehová, evidentemente para amplificar el terror y justificar las medidas que han tomado.

Puesto que aquellos que dirigen la Organización obviamente están en sintonía con el pánico pandémico que se ha desatado, ¿por qué, después de casi un año, el Cuerpo Gobernante actúa como si nada hubiera cambiado? ¿por qué actúan como si los testigos de Jehová siguieran llevando a cabo el importantísimo ministerio que salva vidas y reuniéndose como antes? ¿Podría ser que la Sociedad esté tratando de hacerse irrelevante? ¿Por qué promueven algo que no está sucediendo y ofrecen consejos inútiles?

Hallamos la respuesta a esa última pregunta en lo que nos muestran las Escrituras: Nadie clama para defender la justicia y nadie va a juicio con la verdad. Ellos confían en cosas vacías y dicen cosas inútiles. Conciben desgracia y dan a luz maldad” (Isaías 59:4).

¿Es realmente algo tan trivial que el Cuerpo Gobernante haya renunciado al ministerio público y evite que los cristianos cumplan plenamente con sus obligaciones para con Cristo, al mismo tiempo que finge salvar vidas evitando todo contacto humano? ¿Le ha dado autorización Jehová a ellos para que hagan eso? ¿No será más bien que el Cuerpo Gobernante ha tomado la iniciativa en desobedecer al Todopoderoso? Sí, así es, la directiva de la Sociedad se ha rebelado abiertamente contra Jehová, llevando a toda la Organización a una apostasía o rebelión contra él. En este momento tan crítico, ¿por qué se encuentran escondidos los testigos de Jehová? O sea, ¿de verdad? ¿Es en serio? ¿Quién tramó este plan tan malvado e hipócrita con el pretexto de salvar vidas? Veamos lo que continúa diciendo Isaías: Incuban los huevos de una serpiente venenosa y tejen la tela de una araña. El que se coma los huevos morirá, y del huevo que se rompa saldrá una víbora” (Isaías 59:5).

Hace 27 siglos, este mismo profeta predijo que, en un futuro cercano, los cristianos se encontrarán bajo un tipo de confinamiento. Y no, Isaías no se refería a este confinamiento debido a la pandemia, sino al terrible pisoteo que llevará a cabo el octavo rey como castigo de Dios: Palpamos la pared como los ciegos; palpamos y palpamos como los que no tienen ojos. Tropezamos en pleno mediodía igual que en la oscuridad del atardecer; entre los fuertes somos como muertos. Todos seguimos gruñendo como osos y gimiendo con tristeza como palomas. Esperamos que haya justicia, pero no la hay, y que haya salvación, pero está muy lejos de nosotros. Pues nuestras rebeliones son muchas delante de ti; cada uno de nuestros pecados testifica contra nosotros. Porque somos conscientes de nuestras rebeliones; conocemos bien nuestros errores. Hemos pecado y renegado de Jehová; le hemos dado la espalda a nuestro Dios. Hemos hablado de opresión y rebelión; hemos concebido mentiras y murmurado falsedades en el corazón. Se obliga a la justicia a retroceder, y la rectitud se queda muy lejos; pues la verdad ha tropezado en la plaza y lo que es recto no puede entrar. La verdad ha desaparecido, y se saquea a todos los que se apartan del mal. Jehová lo vio y le desagradó, porque no había justicia (Isaías 59:10-15).