Hace poco, leí con interés un artículo que fue la portada de jw.org recientemente. El artículo se titula: “¿Estamos al borde de una guerra mundial? | ¿Qué dice la Biblia?”.

Varios puntos destacados citan fuentes de noticias que subrayan los numerosos puntos de conflicto en todo el mundo. Tal vez debido a que el artículo se escribió ya hace semanas, este no menciona la última y más atroz provocación: la invasión a Rusia respaldada por la OTAN que algunos analistas afirman es un intento de incitar a Putin a usar armas nucleares.

Como esperaba, aunque el breve artículo no menciona específicamente al año 1914 y la Primera Guerra Mundial, se cita Apocalipsis 6:4, dando a entender que la paz ya ha sido quitada de la Tierra.

Quizás aquellos que no estén familiarizados con las enseñanzas de la Watchtower no se den cuenta de que ella afirma que la paz fue “quitada de la tierra” en 1914 y que las guerras han sido una constante en el mundo durante estos últimos 110 años. El problema con esa interpretación es que ha habido un período prolongado de paz relativa desde la última guerra mundial. Tanto es así que la población mundial ha aumentado a más de ocho mil millones de almas y las naciones se han desarrollado de maneras inimaginables no hace mucho tiempo.

Esta afirmación es particularmente engañosa: “La Biblia no predijo específicamente ninguna de las guerras que estamos viendo hoy”.

Como todos los testigos de Jehová seguramente saben, la Watchtower afirma resueltamente que las dos guerras mundiales del siglo XX cumplieron tan completamente la profecía de Jesús que ninguna otra guerra futura podría hacerlo. Veamos lo que La Atalaya del 1 de mayo de 1984 dijo al respecto:

“¿Puede usted ver ahora la verdadera razón por la cual las grandes guerras de este siglo son tan importantes? Cumplen la profecía de Jesús. Ninguna otra guerra de la historia iguala a las dos guerras mundiales. Solo una tercera guerra mundial suicida sería mayor, pero Jesús no estaba profetizando respecto a tal suceso, puesto que las guerras de las que él habló eran parte de un ‘principio de dolores de aflicción’. Los problemas habían de continuar y hasta se intensificarían después que estallaran estas guerras. No cabe duda de que su profecía se ha cumplido en las guerras mundiales que empezaron en 1914”.

Así que, contrariamente a la afirmación de que “La Biblia no predijo específicamente ninguna de las guerras”, la Watchtower afirma que sí lo hizo. El Cuerpo Gobernante está bastante seguro de que la Primera Guerra Mundial cumplió de manera única las profecías bíblicas, y por esa razón, ninguna guerra futura puede hacerlo ni lo hará. ¿Por qué, entonces, el pequeño fragmento del artículo dice que la Biblia no predice ninguna guerra específica? ¿Por qué se da esa flagrante contradicción? Los escritores de Betel han empleado un poco de engaño al decir: “…que estamos viendo hoy”.

Al interpretar el artificio lingüístico de Betel, nos damos cuenta de que están diciendo que ninguna de las guerras que estallan hoy en día en todo el mundo puede cumplir las profecías bíblicas. ¿Por qué? Porque la Primera Guerra Mundial ya cumplió las profecías, todas las guerras desde entonces han sido solo una continuación de lo que se puso en marcha en 1914.

Aunque no lo digan abiertamente, la Watchtower está respondiendo hábilmente “no” a la pregunta planteada por el título del artículo.  Según el razonamiento expuesto en el párrafo citado anteriormente, otra guerra mundial no solo no es inevitable, sino que es imposible, ya que una tercera guerra mundial sería “suicida”. Y puesto que Dios ha prometido dar la Tierra a los mansos, sabemos que Jehová no permitiría que los insignificantes humanos destruyan este hermoso planeta y aniquilen a la humanidad por completo. Pero ¿hasta qué punto dejará Dios que las naciones impulsadas por demonios lleguen? La respuesta está en la Biblia.

Personalmente, creo que la palabra “suicida” es inadecuada. Tal vez ha llegado el momento de acuñar una nueva frase. Propongo “cosmocida”, porque no hay duda de que una guerra entre las potencias nucleares —como la que ominosamente se está formando ahora— destruiría el mundo. ¿No es eso lo que Satanás intenta hacer? ¿Por qué más las mentes más brillantes bajo su influencia han sido aprovechadas para desarrollar las armas más poderosas y diabólicas imaginables? ¿Por qué hay tanta belicosidad e imprudencia ahora por parte de los líderes arrogantes de la anglosfera, quienes han provocado guerra en todos los hemisferios?

¿No revela Apocalipsis las cosas que deben suceder dentro de poco? ¿Qué cosas? La expulsión de Satanás y sus demonios del cielo, lo cual traerá desgracia a la Tierra y al mar. ¿Hemos experimentado esa “desgracia” predicha? ¿Fue la Primera Guerra Mundial, tan bárbara y horrenda como lo fue, realmente una expresión de la furia de Satanás y sus ángeles después de haber sido expulsados del cielo? ¿Realmente ha desatado el Diablo su ira sabiendo que le queda poco tiempo?

La Watchtower, por supuesto, ha engañado a los testigos de Jehová haciéndoles creer que el Diablo ya ha sido arrojado del cielo y que estamos siendo sometidos a la ira de Satanás a pesar de que aquí en Estados Unidos vivimos en una época de paz, prosperidad, libertad y ocio, al menos por ahora.

¿Por qué el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová, que se considera a sí mismo el centinela designado por Dios, e incluso afirma que lleva a cabo la labor de un profeta, no se preocupa por la tormenta que se está formando ominosamente en el horizonte, que un número creciente de observadores calificados esperan que golpee en los próximos meses? Porque Jehová lo ha cegado. He aquí lo que está escrito en el Libro de la Verdad: “Porque Jehová ha derramado sobre ustedes un espíritu de sueño profundo; ha cerrado los ojos de ustedes, los profetas, y ha cubierto las cabezas de ustedes, los hombres de visiones” (Isaías 29:10).

No es que aquellos que dirigen a los testigos de Jehová no vean lo que está sucediendo en el mundo. Obviamente, lo ven. Por eso, jw.org planteó la pregunta que lleva el artículo que estamos analizando. Sin embargo, están ciegos ante la importancia de la tormenta que se aproxima de manera conspicua. Y eso se debe a que se han engañado a sí mismos con la cronología falsa de Russell que supuestamente predice el fin de los tiempos señalados de las naciones. (Son ajenos al simple hecho de que cuando Jesús habló de los tiempos señalados para que Jerusalén fuera pisoteada por las naciones, no se refería a la conquista babilónica siglos antes. Estaba hablando de la futura desolación de la organización de Jehová, representada por Jerusalén, la ciudad donde Jehová hizo que residiera su nombre).

No obstante, hay más implicado en todo esto. Aunque creo que C.T. Russell fue un sincero hijo de Dios que trajo a la luz muchas verdades ocultas en la oscuridad, aun así, la cronología arcana de los siete tiempos que afirmó que señalaba a 1914, que aparentemente fue validada por el estallido de la Gran Guerra, es el lado oscuro de la luz. ¿Cómo así?

Dando un ejemplo de las muchas contradicciones inexplicables que los testigos de Jehová han aceptado, el apóstol Pedro, habiendo sido testigo ocular de la transfiguración de Jesús, explicó que el evento validó la certeza de la parusía de Cristo y la culminación del cristianismo. Debido a eso, Pedro instó a los hermanos a seguir prestando atención a las profecías, como a una luz que brilla en un lugar oscuro hasta que amanece y un lucero de la mañana se levanta en los corazones de los cristianos. Si amaneció en 1914, como afirma la Watchtower, eso excluiría la necesidad de seguir prestando atención a las profecías. Pero la Watchtower ha publicado millones de revistas y libros instándonos a seguir prestando atención a las profecías.

El profeta Pablo advirtió a los cristianos ungidos que tuvieran cuidado con anuncios aparentemente oficiales y material escrito de estilo apostólico que afirmara que la parusía y el día del Señor ya habían comenzado. El apóstol continuó explicando que Dios ha permitido una operación de Satanás que emplea toda obra poderosa, señales mentirosas y portentos para que aquellos que conocen la verdad también lleguen a creer en “la mentira”.

¿Y cuál es “la mentira”? Que Cristo ha venido, que ha comenzado una parusía invisible, que Satanás y sus demonios han sido arrojados a la tierra. Mediante obras poderosas, como orquestar el inicio de la Gran Guerra en 1914, y muchas otras cosas, la serpiente astuta ha fingido su caída del cielo para engañar al pueblo de Dios. Esa es la operación de Satanás. Y, por eso, aquellos que lideran la Watchtower suponen que otra guerra mundial es imposible.

En cuanto a su razonamiento —el que una tercera guerra mundial no puede suceder porque sería “suicida”—, esa suposición deja a Dios fuera del panorama.

Aun con todos los años que la Watchtower lleva existiendo y con toda la investigación bíblica que se ha realizado, parece que los testigos de Jehová todavía no tienen una comprensión clara de lo que será la gran tribulación. Si la tribulación que viene sobre toda la tierra habitada comenzará cuando las Naciones Unidas destruyan a Babilonia la Grande, ¿por qué intervendría el Dios Todopoderoso para acortarla? ¿Por qué una campaña para erradicar la religión pondría a la humanidad en peligro de extinción?

¿Puede alguno de los videntes ungidos en Betel explicar, por favor, de qué estaba hablando Jesús cuando dijo lo siguiente: “De hecho, si ese tiempo no se acortara, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos ese tiempo será acortado”?

Claramente, Jesús pretendía decir que la tribulación, que será como ninguna otra catástrofe que haya ocurrido o volverá a ocurrir, representará una amenaza existencial para el mundo de la humanidad y se requerirá la intervención divina para preservar a la humanidad de la extinción. Por lo tanto, lo que los videntes de Betel afirman que no va a suceder —es decir, una tercera guerra mundial “suicida”— es precisamente lo que Cristo predijo que sucedería.

Bajo el subtítulo: “Se acerca una guerra”, hay una frase repetida con frecuencia que debería eliminarse del léxico teocrático de la Watchtower: “Esa ‘gran tribulación’ acabará en una guerra llamada Armagedón, descrita como ‘la guerra del gran día de Dios, el Todopoderoso’”.

¿Cómo puede la gran tribulación “acabar” en la guerra de Armagedón si es acortada? Un reexamen de todo lo que la Watchtower ha enseñado con respecto al supuesto cumplimiento de las profecías bíblicas comenzando en 1914 está muy atrasado.

Solo puedo desear que se me permitiera explicarle a los ancianos y a los testigos de Jehová lo que va a suceder durante el “corto espacio de tiempo” de Satanás, que comenzará cuando Dios acorte la tribulación. Tengo mucho para decir en cuanto a la cronología relacionada con eso, sobre los enigmáticos 42 meses y los 1.260 días. Desearía que los testigos de Jehová estuvieran interesados en lo que Dios tiene reservado cuando los escogidos, simbolizados por los dos testigos, aparezcan, brillando como el sol en el Reino del Padre, dando testimonio de que han visto a Cristo en su gloria y que están al lado del Señor de toda la Tierra. Pero, lastimosamente, la oscuridad es demasiado densa y la ceguera demasiado dominante. Jehová ciertamente ha derramado un profundo sueño sobre ellos.

Irónicamente, solo el shock y el miedo ante la caída del Diablo y sus ángeles a la Tierra sacudirá al pueblo de Dios de su estupor inducido teocráticamente.