La pandemia demostró la locura de depender de una red laberíntica de cadenas de suministro globales. Tan pronto como el pánico se desvaneció, el segundo ay llegó rápidamente en la forma de la reciente operación militar especial de Rusia en Ucrania, y más particularmente por medio de la respuesta de Occidente con sanciones. Y ahora, el sabotaje de los oleoductos de Nord Stream le ha mostrado especialmente a los ciudadanos de Europa lo frágil que es la civilización y lo vulnerables que somos. Cientos de millones de personas en el corazón de la cristiandad se enfrentan a un oscuro y angustioso invierno. Aunque, en realidad, el recién coronado rey Carlos ya había planeado que se detuvieran los créditos dados a todas las industrias relacionadas con la producción de petróleo y gas a través de lo que se conoce como el Nuevo Pacto Verde.

Durante la pandemia, pocos parecieron objetar los billones y billones de dólares que se inyectaron en el sistema financiero, lo cual parece haber sido un rescate secreto del Deutsche Bank que comenzó con la operación repo nocturna de septiembre de 2019 y continuó con el alivio pandémico. Debido a la existencia de billones en riesgos de contrapartida, si un banco demasiado grande para quebrar quiebra, todos lo harán y la civilización moderna colapsará. 

Como era de esperarse, los muchos billones inyectados en el sistema provocaron una inflación en los precios al consumidor, especialmente en la energía. Después de descartar la inflación como “transitoria”, en 2022 los bancos centrales revirtieron su política y comenzaron a subir agresivamente las tasas de interés de límite cero, lo cual presenta un dilema muy difícil dada la enorme cantidad de deuda soberana, corporativa y personal acumulada durante los años de dinero fácil desde el último colapso en 2008. Aparte de una bancarrota organizada y ordenada a una escala sin precedentes, la única alternativa es la hiperinflación o una gravísima devaluación del dinero inducida por una subida de tipos.

Como para demostrar la crisis del sistema, y el dilema tan difícil al que se enfrentan los políticos de los que se espera que lo resuelvan todo, durante la última semana de septiembre de 2022, el Banco de Inglaterra se vio obligado a renovar su programa de flexibilización cuantitativa para evitar el colapso de los fondos de pensiones que se vieron afectados con llamadas de margen imposibles debido al ligero aumento en las tasas de interés.

Tal colapso no solo empobrecería a los pensionados, sino que indudablemente causaría un efecto dominó que se extendería por todo el sistema financiero y derribaría la burbuja de los derivados, los cuales se encuentran actualmente en algún lugar en el rango de los 2 billones de dólares. Dado que Londres es la capital financiera del mundo (Wall Street es, de hecho, una subsidiaria de la City de Londres), sin mencionar que es el trono terrenal de Satanás, la dorada City de Londres parece ser la ficha de dominó principal en lo que seguramente será la épica caída de la gigantesca pirámide de la deuda. El llamado “Gran Reinicio” es simplemente un eufemismo para el sistema comunista posterior a la crisis que el Imperio pretende imponer.

El colapso del sistema financiero transatlántico es inevitable. De hecho, fue diseñado para que en algún momento colapsara. No por casualidad, el día de Jehová también es inevitable. ¿Significará la caída de este sistema financiero el comienzo del día de Jehová? Parece que sí. Jesucristo predijo la señal de su venida y posterior parusía. Los testigos de Jehová están completamente familiarizados con las diversas versiones de esta en los evangelios. Es simple y fácil de recordar: guerra, hambre y epidemias, junto con terremotos, escenas espantosas y grandes señales del cielo. Sin duda alguna, cualquiera que tenga un conocimiento mínimo de los acontecimientos actuales sabe que existe una creciente preocupación por la amenaza de una guerra mundial, la cual derivaría en una guerra nuclear. 

La carta de Santiago, aunque no se considera profética, ofrece una característica adicional de los últimos días. Santiago escribió a los amados hermanos una reprensión muy severa. Esta se encuentra en el capítulo 5. Allí hallamos lo siguiente: “Ahora escuchen ustedes, los ricos; lloren y laméntense por las desgracias que se les vienen encima. Sus riquezas se han podrido y su ropa está comida por la polilla. Su oro y su plata se han oxidado, y este óxido dará testimonio en contra de ustedes y se comerá su carne. Lo que ustedes han acumulado será como un fuego en los últimos días. Miren, la paga que les han retenido a los trabajadores que cosecharon sus campos sigue gritando, y los gritos por ayuda de los cosechadores han llegado a oídos de Jehová de los ejércitos. En la tierra ustedes han llevado una vida de lujos y se han entregado a los placeres. Han engordado su corazón para el día de la matanza. Han condenado y asesinado al justo. ¿Acaso no se les opone él?” (Santiago 5:1-6).

Algunos podrían suponer que el “fuego en los últimos días” se refiere a la destrucción total que se producirá durante la guerra de Armagedón. Pero como indudablemente saben los testigos de Jehová, los “últimos días” son un período de tiempo identificable que conduce al fin del mundo de Satanás.

La clase profeta de Betel considera un hecho indiscutible que los últimos días comenzaron en 1914. Según cierto vocero del Cuerpo Gobernante en JW Broadcasting, ahora nos encontramos en la parte final de los últimos días, y pronto vendrá la parte final de la parte final de los últimos días antes del último día de los últimos días. Suponiendo que esa declaración tortuosa sea cierta, ¿de qué manera hemos visto el cumplimiento de la profecía citada anteriormente? Dicho de otra manera, ¿ha perdido por completo el dinero su valor en algún momento durante los últimos 108 años?

Lo que sucedió en la Alemania de Weimar fue una demostración a pequeña escala de cómo el dinero puede perder su valor a través de la hiperinflación. No obstante, los juicios de Jehová van a ser globales. Hasta la llegada de las redes informáticas nunca había sido posible un colapso financiero global.

Extrañamente, el oro y la plata ya no se consideran dinero real. La mayor parte de la riqueza del mundo se almacena como bits y bytes electrónicos codificados con unos y ceros en millones de computadoras conectadas. Sin embargo, los banqueros centrales aún saben que el oro vale mucho y tienen bóvedas llenas de este precioso metal. Curiosamente, el oro y la plata no se oxidan. Esa es una de las razones por las que el oro se considera un metal precioso: ni siquiera se empaña y mucho menos se oxida. Entonces, ¿por qué dicen las Escrituras que el oro y la plata se han oxidado?

Hasta hace poco, el oro y la plata eran reconocidos universalmente como dinero, y el hecho obvio de que el papel moneda y el dinero digital eran desconocidos en la antigüedad nos da a entender que el oro y la plata simplemente representan dinero en su forma moderna. Parece entonces que Santiago estaba hablando de un colapso financiero global que hará que el dinero pierda su valor. ¿No hablan los profetas hebreos de manera similar al decir que el dinero será arrojado a las calles como si fuera algo sin valor?

Un colapso financiero afectaría a todos, a ricos y pobres por igual. Obviamente, sin embargo, los ricos tienen mucho más que perder. Y es por esa razón que la carta de Santiago les dice a los ricos que lloren y se lamenten por la pérdida de sus riquezas. No obstante, ¿quiénes son los hombres ricos a los que se dirige Santiago? Estos son cristianos y no simplemente personas ricas. El juicio comenzará con la casa de Dios, ¿no es así? Parece providencial que la central mundial de los testigos de Jehová haya sido llamada Betel, que en hebreo significa casa de Dios.

Es muy curioso que durante el verano de 2022, la Watchtower ordenó a las más de 100.000 congregaciones de todo el mundo que cerraran el fondo operativo de su congregación y enviaran todo el dinero a la tesorería de la Watchtower a más tardar en octubre. Extrañamente, el papa emitió exactamente el mismo edicto a todas las instituciones católicas para el mismo período que finaliza en octubre. Para los testigos de Jehová, esto representa una suma sustancial de cientos de millones de dólares. ¿Qué está pasando?

Los asesores financieros prudentes siempre recomiendan diversificar la cartera para repartir el riesgo. La Watchtower parece ir en contra de la economía sensata al desviar dinero de miles de bancos donde se habían tenido los fondos de las congregaciones y concentrarlo en quién sabe dónde. ¿BlackRock y Vanguard son ahora los tesoreros del Reino? ¿O se ha unido la Watchtower al fondo de cobertura privado del Vaticano? ¿Les ha indicado un miembro masónico a los cambistas de Bethel cómo sobrevivir al colapso que se avecina? ¿O los ha traicionado la bruja adivina de Endor? Más concretamente: ¿cómo se presentarán ustedes ante el Amo cuando venga a pedirles cuentas? ¿Cómo le explicarán que han perdido todo lo que se les ha confiado, incluyendo millones de almas?

Seamos honestos: son los líderes de los testigos de Jehová los que viven en lujo descarado hasta este mismo momento. ¿No viven ustedes como reyes en su castillo en Warwick junto al lago? La mayoría de los testigos de Jehová no podían permitirse el lujoso estilo de vida del que disfrutan el Cuerpo Gobernante, sus ayudantes y abogados, el cual incluye automóviles de lujo, viajes de primera clase en avión, vacaciones en zonas turísticas exclusivas, atención médica y médicos personales pagados. ¿No es un jet privado algo que el esclavo fiel y prudente debería agregar a su lista de golosinas deseadas?

Para ayudar a financiar su estilo de vida extravagante, el Cuerpo Gobernante y su junta directiva anónima le han robado a miles de testigos de Jehová, despojándolos de sus lugares de reunión, que cristianos devotos construyeron con sus propias manos, pagaron con el dinero que ellos mismos habían ganado y dedicaron solemne y exclusivamente a Jehová Dios. ¿Y suponen ustedes que solo porque esos humildes ancianos y publicadores a quienes despojaron no se han pronunciado públicamente contra el robo perpetrado contra ellos por los sumos sacerdotes de la “adoración pura” que su queja no ha llegado a los oídos de Jehová de los ejércitos?

¿Cuánto dinero recibió la Watchtower por vender a las ovejitas de Jehová y promover las mal llamadas vacunas contra el COVID-19? No es que importe. Lo que importa es cuántos testigos de Jehová ya han muerto como resultado de seguir obedientemente la dirección teocrática de los dictadores de Sodoma. ¡Jehová ciertamente sabe cuántas almas justas han sido asesinadas por ustedes! Él los ha visto condenar a los justos que se atreven a cuestionarlos.

¿Qué pasará con su botín de miles de millones de dólares cuando el sistema financiero colapse? ¿A dónde irán cuando su propiedad privada junto al lago sea confiscada y desconectada de los servicios básicos? ¿Quién los escuchará cuando los últimos días realmente comiencen?

En verdad, han engordado su corazón para el día de la matanza.